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Capítulo 9. LETRAS SANGRIENTAS.

Asesino POV

Se puede decir que la escritura es una de las pasiones más asiduas de los intelectuales y amantes de la lectura. Es por ello por lo que quienes la aman, también escriben y desean ver publicadas todas aquellas ideas que se plasmaron en su mente.

Mientras el ruido de una imprenta manual irrumpe en el espacio de la habitación cerrada, los gemidos de dolor de alguien sufriendo contrastaban en el lugar.

- ¡MMMMM! ¡MMMM! -

- ¡Calla! De nada sirve que te quejes nadie va a socorrerte- Decía una voz grabe y despreciativa.

****

Mientras una figura se mezclaba entre las personas que caminaban en las abarrotadas calles de la ciudad capital, un cuerpo se podría en una fosa común sin una gota de sangre en sus venas.

Aquella persona llego a la principal editorial de la ciudad con su escrito en mano con la idea de que este fuese publicado. Entro en el importante edificio, con el rostro levantado y mirando sobre su hombro para mirar a los colaboradores de la importante empresa.

-Señorita deseo hablar con el editor en jefe – Pidió el hombre.

- ¿Tiene usted una cita con él? – Preguntó la mujer educadamente.

-Pues no, sin embargo, le traigo el mejor escrito que esta editorial ha podido recibir – Dijo el hombre con la más férrea soberbia.

-Disculpe señor, no lo puedo hacer pasar sin una cita- Le indicó la recepcionista.

-Bueno, le dejaré el escrito junto a mi contacto. Sólo le pido que se lo entregue a él directamente. Por favor- La chica recibió el manuscrito que constaba de alrededor de quinientas páginas.

- ¿Su nombre señor? – Preguntó la joven al ver que el escrito no llevaba el nombre del autor.

-Ahí va mi dirección de correo electrónico. Puede contactarme por ese medio – Dijo el hombre altanero.

Mientras el hombre salía de la editorial, los medios de comunicación informaban de la desaparición de Brandon Esquivel Juárez, editor en jefe de Nova Terra Editorial, a quién se le vio salir de la editorial para la cual trabaja hace una semana. Su familia lo busca desesperadamente.

****

Los días pasaron, mientras aquel hombre esperaba aquel ansiado correo; de repente la notificación de un correo sonó en su computadora, corrió con emoción con la esperanza de una respuesta positiva, cuando lo abrió se llevó la decepción.

<<Estimado señor, hemos recibido su escrito y lo hemos leído y discutido en la editorial. Es admirable la ortografía, la redacción y el enlace de ideas, hemos recibido pocos escritos con estas cualidades. Aun así, lamentamos informarle que no podremos publicar su escrito ya que la temática en el mismo no está acorde con lo que publicamos. Puede pasar por su escrito cuando lo crea conveniente.

Dr. Miguel Salas Burgos, Editor en jefe.

Ed. Luna Roja>>

- ¡MALDITO! ¿QUÉ SE CREE? – Gritó el hombre. Doctor una mierda no sabe reconocer un buen escrito, me alaba y luego me desacredita diciéndome que lo que escribo no es adecuado para su editorial, pero yo le demostraré lo bueno que son mis escritos.

Me acerco a la editorial, por un callejón. Donde me encuentro tengo una amplia vista de la entrada principal del edificio. A las seis de la tarde estudio a cada persona que sale por la puerta principal en la espera de alguien en específico. Lo veo salir del edificio caminando hacia el área de parqueo. A una distancia prudente en mi auto lo sigo hasta que se detiene en un edificio de apartamentos. Pero en unos momentos no tarda mucho cuando sale del edificio para continuar su camino. Lo sigo a una distancia prudente; hasta que llega una casa muy bien ubicada y lujosa. Después de dos horas de espera compruebo que esta es su casa.

Así pasa una semana para el último día ya tengo un patrón, hoy irá a ese departamento y es ahí donde yo me encargaré. Lo espero cerca de la salida de edificio por suerte hay unos árboles, los que me permiten esconderme para atacarlo. Hasta que sale, lo espero en la oscuridad que me brindan los árboles poco iluminados; cuando está cerca lo golpeo en la cabeza dejándolo inconsciente.

En el camino a mi santuario en mi mente crece una idea, la cual voy dando forma para una nueva historia. Al llegar abro la puerta del lugar el cual es bastante grande, aquí doy vida a todas mis ideas. Abro el auto, para luego tomar el cuerpo inconsciente de Miguel, a partir de hoy él será parte de mi siguiente libro o mejor dicho su sangre. Lo amordazo de manera que no me pueda ver, además de que no pueda hacer ruidos para que no me desconcentre. Un genio como yo requiere del silencio para su inspiración.

Cuando ya lo tengo amordazado procedo a escribir mi historia en la computadora esto me llevará alrededor de dos días. Por los siguientes dos días no me despego de la computadora, hasta el último punto de mi historia, le doy una última revisada con el editor y luego desde el inicio hasta el fin, letra por letra.

Preparo la imprenta, el papel que usaré; también compruebo las esposas que están colgando de la biga principal la cual soporta hasta quinientos kilos, el catéter número catorce que pondré en su vena carótida.

Dos días y medio me llevó escribir mi siguiente novela, un thriller de erotismo al estilo Marqués de Sade, mi insumo primordial no ha dejado de hacer ruido lo que ha causado constantes distracciones. Lo vuelvo a dejar inconsciente para colgarlo de los pies, siendo sujetado por los tobillos. Preparo la imprenta, cuando la tengo lista, cuelgo a mi balde de tinta personal, ya con sus manos atadas tras de su espalda. Inconsciente aun, le inserto en su carótida el catéter con el seguro a tope para no desperdiciar mi tinta, conecto la bolsa de recolección que es de aproximadamente quinientos mililitros, lo que me permitirán imprimir las primeras páginas de mi libro. Continúo con mi trabajo cuando el despierta.

-Sabes tienes la sangre muy espesa la tuve que arralar un poco con anticoagulante para poder aplicarla mejor en la plancha, no esperé que despertarás tan pronto – Le hablo me gusta ver sus expresiones de terror ya que les permito ser testigos de mis obras maestras.

-Mmmm- Se sacude tratando de liberarse, pero no podrá. Ninguno puede deberían sentirse orgullosos de semejante honor.

Continuo con mi trabajo bajo la atenta mirada del imponente editor en jefe, cuando llevo más de la mitad del libro impresa, le cuesta mantenerse despierto ha dejado de luchar, eso me gusta, ver como se apaga su luz mientras termino mi obra, debo de darme prisa pronto entrará en paro y muerto su sangre no me servirá.

Cuando estoy imprimiendo las últimas hojas ya mi tinta no sale de su contenedor, imprimo las páginas que me quedan, hasta que ya su cuerpo no se mueve, esta frio y vacío. Dedico el tiempo restante a encuadernar mi libro y con el poco rastro de tinta que queda imprimo la portada de este. Cuando ya todo está listo lavo la imprenta luego descuelgo mi bolsa de tinta para tirarlo en el lugar donde están los demás.

Busco en la web una editorial que desee publicar mi libro, busco logrando encontrar la editorial, según el historial de libros publicados por esta empresa, siendo su lista muy amplia, me encuentro algunos libros interesantes, valorando esta editorial, considero que es perfecta, para publicar mi historia.

****

Después de ser insistente con la secretaria del editor en jefe de Cruz Natural, logre una cita con el señor Steven Lanch, siento en mi pecho que tendré suerte y que mi libro será un éxito.

Entro por la puerta el imponente edificio, me presento ante la recepcionista, anunciando mi cita con el señor Lanch.

-Tengo una cita con el señor Lanch- Informo a la mujer frente a mí.

-Su, nombre. Señor-

-Sólo dígale que soy el cliente de las diez- La miro con indiferencia.

-Necesito un nombre señor –

-Dígale que soy el escritor de <<Sexo con el Marqués de Sade>> - Le suelto el nombre de mi libro. Ella despega sus ojos de mi para marcarle a su jefe.

- Señor el escritor del libro <<Sexo con el Marqués de Sade>> - Espera unos segundos por respuesta.

-Bien – La miro expectante.

- ¿Qué ha dicho? - Inquiero ansioso.

-Puede subir al tercer piso del elevador a su derecha encontrará su ... - No la dejo terminar cuando me retiro rumbo a mi objetivo.

Frente a la oficina del jefe de editores toco hasta que recibo el pase, lo hago de esa manera, sólo para aparentar sumisión, es una postura que le hace creer al hombre frente a mí que tiene el control, más soy yo quien lo tiene, soy yo quien ha escrito este libro y soy el que conoce lo que se ha plasmado en cada una de sus hojas.

-Señor Lanch – Le saludo en tono frio y sin dar mi nombre.

-Señor...- Pretende querer saber mi nombre.

-No suelo dar mi nombre es parte de mi protocolo de presentación – Le informo.

- ¿Cómo quiere pretender en que publiquemos su libro si desconocemos al autor? - Pregunta inquisitivo y removiéndose en su asiento.

-Cuando lea mi escrito y cuando lo publique, sólo así le daré mi nombre- Le informo mirándolo a los ojos.

-Bien le recibiré su escrito. ¿Cómo le contacto? – Pregunta con un tono curioso.

-Dentro del manuscrito esta mi dirección de correo electrónico es por ese medio que deseo mantener contacto con ustedes- Le hago saber.

Nos despedimos con el acuerdo de que el mismo leerá el manuscrito y que en una semana me confirmarán si publicarán o no mi manuscrito. Me retiro con la incomodidad instalada en mi cuerpo, ese hombre no me genera confianza. Algo en mi interior me indica que un mentiroso, sin embargo, le doy el beneficio de la duda, por ahora.

Regreso a mi santuario con una idea en mente, en la cual dedico mi tiempo para plasmar. Párrafo tras párrafo voy escribiendo mi siguiente historia, más algo en mi interior se enciende ese malestar que me indica que algo va a suceder y será algo que no me va a agradar en lo absoluto.

Semana y media ha transcurrido y no he obtenido respuesta del editor. Me inquieto tanto que el bloqueo aumenta y eso me está sacando de mis cabales. Tres semanas después nada, decido ir a visitar la editorial.

Mientras camino por las calles sumergido en mis ideas, cuando algo en un edificio llama mi atención, camino al local comercial, cuando mis presentimientos se hacen realidad; mi escrito fue publicado y no me lo informaron. Tomo un ejemplar, comenzando a leer las primeras hojas y es mi escrito ni siquiera se molestó en cambiar nada, compruebo el nombre del autor Steven Lanch Cruz. Devuelvo el libro a su lugar salgo de la librería donde se promociona mi libro.

****

Por la tarde noche me encuentro vigiando el edificio de la editorial Cruz Natural, en espera del que ha provocado en mí una furia que minuto a minuto crece en mi interior. Lo sigo hasta el área de parqueo miro a todos lados en espera del momento preciso para ejecutar mi plan de venganza, los otros editores me insultaron al menospreciar mi talento, pero Lanch me ha robado el fruto de mi esfuerzo y deberá pagar por ello sin embargo cuando creo que es el momento alguien aparece para arruinar mi momento de venganza, tomo nota mental del número de placa de su auto, mañana será el momento. Me retiro con mi ira en su punto más álgido.

Regreso a mi santuario y a pesar de mi ira, la inspiración me llega de golpe donde, las ideas como hacer pagar a Lanch son parte de mi historia. Pagará y con creces su traición.

El día de ayer Lanch tuvo suerte de que su compañero apareciera en el último minuto antes de subirme a su auto, no obstante, hoy lo esperaré dentro del vehículo, por suerte hoy está ubicado en la parte más oscura del área del área parqueo. Me escondo tras las sombras que hay en el auto, vestido de negro lo que me favorece para mimetizarme.

Pasan los minutos cuando el sonido de las llaves, me ponen alerta, el maldito es tan confiado que no se fija en nada en absoluto facilitándome mi objetivo. Cuando se acomoda en el asiento del conductor me muevo lo más rápido que puedo logrando incrustar la jeringa en su cuello con el líquido que lo dormirá hasta que lleguemos a nuestro destino, por el retrovisor me mira y su mirada transmite reconocimiento y luego da paso al terror. Cae en la inconciencia lo traslado al asiento del acompañante para tomar su lugar.

Camino por las calles de la ciudad hasta llegar a mi estudio, lo cuelgo de la biga, para esperar que pasen los efectos del anestésico, esta vez no habrá mordaza, lo oiré gritar y pedir perdón; perdón que nunca llegará. Las horas pasan hasta que Lanch despierta.

- ¿Dónde estoy? - Pregunta asustado.

-El lugar donde estas no es relevante. ¿Pero sabes que es relevante? el que publicaste mi escrito con tu nombre y eres tú quien recibe la gloria; gloría que no te mereces porque ese manuscrito es mío- Él me mira con terror al ser consiente de quien lo tiene en esa posición.

-Yo, yo perdí tu contacto y la gerencia me obligó a publicarlo, como no sabíamos tu nombre, ellos me pidieron que lo hiciéramos a mi nombre- Me río en su cara.

-Sabes no se te da bien mentir- Le digo con sorna.

-Per... perdóname, esto lo podemos resolver, podemos retirar la publicación y reimprimirla con tu nombre – Propone, pero, ya es tarde.

Tomo el bisturí y le realizo el primer corte, pero no es suficiente, sus gritos inundan el lugar.

- ¡AY! ¡AUXILIO! ¡AYUDA! – Me carcajeo en su rostro.

-No importa cuánto grites, nadie te podrá escuchar, estamos alejados de cualquier lugar con actividad humana- Le hablo a su oído. Él se remueve tratando de soltarse.

Le lanzo el segundo corte la sangre corre por su torso, su sangre tiene una tonalidad diferente a los otros, corro para tomar un recipiente y recoger el líquido que me servirá para imprimir mi siguiente historia. Mira con horror conde va cayendo su sangre, grita como un cerdo.

-Te voy a contar mi secreto. Mi escrito fue impreso con sangre. Mira aquella imprenta – Le señalo donde está la máquina.

-No uso tinta, uso sangre. La sangre conque escribí el libro que me robaste. Ahora usarle la tuya para imprimir mi siguiente manuscrito – Abre sus ojos más de lo normal y me siento extasiado. Sigo cortando hasta que no se mueve más, tanto me extasiado que me provocó un orgasmo. ¡Qué desastre! Me dirijo al baño para limpiarme. Horas después de que la sangre se ha escurrido, le aplico el anticoagulante, tapo el recipiente; tomo el cuerpo de Lanch limpiándolo por completo. Lo meto en su auto tomo un ejemplar del libro que había dentro, clavo a su pecho con una varilla de construcción antes me ajusto los guantes de látex para no dejar huellas.

Imprimo mi nuevo manuscrito con la sangre de Lanch, eso me lleva todo el día, cuando está bien entrada la noche conduzco el auto de Lanch dejándolo en donde estaba cuando me lo lleve me aseguro de que el cadáver quedé bien acomodado y me marcho del lugar, de regreso voy analizando la siguiente editorial para mi nuevo manuscrito.

******************************

Víctor POV

Hoy me levanté como todos los días; voy de camino a mi trabajo. Una sensación extraña invade mi cuerpo, el frio viento de fin de año invade el interior de mi auto, más ese frio no es lo que me mantiene tenso, es el frio que entra en mi cuerpo y amenaza con helarme hasta la sangre, esta sensación sólo la siento cuando un caso extremadamente cruento está por venir.

Llego a mi oficina encontrando a mi jefe en la suya, decido entrar por el trabajo pendiente, está con varios expedientes sobre su escritorio.

- ¿Qué tienes para hoy? – Le pregunto antes de saludar.

-Buen día- Saluda sin mirarme; está concentrado leyendo los documentos en sus manos.

-Tenemos tres desapariciones- Tomo asiento frente a él.

- ¿Qué hay en común en estas desapariciones, como para que se las asignen a nuestro departamento? - Pregunto porque puede que sean hombres que abandonaron a sus esposas o se fueron de fiesta y están con algún amigo.

-Todos son editores – Posa sus ojos en mí.

-Pueden haber dejado a sus esposas y rehacer sus vidas en otro lugar- Teorizo una probabilidad.

-No lo creo, los tres son hombres exitosos, de hecho, el último de ellos publicó un libro que ha sido un éxito a nivel nacional- Me informa.

- ¿A quién le asignaras cada caso? - Pregunto porque me temo que me dará uno de ellos.

-Te asignaré el caso de Brandon Esquivel, editor en jefe de la editorial Novaterra. Lleva más de tres meses de desaparecido. No habían informado de su desaparición porque es un hombre flojo de pantalones y creyeron que estaba con una de sus amantes. Pero, ya ha pasado mucho tiempo y no había desaparecido por tanto tiempo. Visita al gerente de Novaterra, ellos son muy cercanos- Me entrega el expediente de su caso.

-Bien leeré el expediente, para luego coordinar la visita con el gerente de la editorial- Me levanto para dirigirme a mi oficina y leer tranquilamente el expediente.

Termino de leer el expediente y procedo a llamar al gerente de Novaterra.

-Novaterra editorial. Sandra le atiende – Contesta la operadora de la empresa después de dos tonos.

-Señorita soy el oficial Canales, me han asignado la desaparición del señor Brandon Esquivel; por lo que necesito reunirme con el gerente de ser posible hoy mismo- Espero por su respuesta.

-Señor canales déjeme su número. Le prometo que le devolveré la llamada – Así lo hago, comienzo hacer un listado de preguntas para el gerente de la editorial y la esposa del desaparecido, así poder tener información de primera mano.

Cuando repaso por segunda vez las preguntas, el teléfono de mi oficina comienza a sonar, con la esperanza de que sea la llamada que espero levanto el auricular.

-Oficial Canales. ¿En qué puedo ayudarle? –

-Señor Canales, soy Guillermo Acevedo. Gerente de Novaterra Editorial. Ansioso por reunirme con usted. Estamos muy preocupados por Brandon y sobre todo su esposa. ¿Podemos reunirnos hoy a las dos de la tarde? - ¡Genial!

-Gracias por devolverme la llamada señor Acevedo. Estaré ahí a las dos de la tarde-

-Perfecto – Cuelga la llamada. Son las once con treinta minutos, adelantaré mi hora de almuerzo para luego ir a mi reunión.

****

Entrando por las puertas del edificio de la editorial miro a mi alrededor, hay cámaras de seguridad, el lugar es amplio, una recepción y un oficial que no hace su trabajo porque está coqueteando con la recepcionista. Me dirijo al mostrador para preguntar por el gerente.

-Buenas tardes, soy el oficial Canales y tengo una reunión con el señor Acevedo – Miro al hombre que no hace su trabajo de seguridad al dedicar su atención en conquistar a la joven detrás del mostrador. Ella me mira.

-Si señor. El señor Acevedo le espera en su oficina, tercer piso, al lado derecho del ascensor- Me indica la ubicación de la oficina en cuestión, a la vez que me entrega un gafete de visitante.

-Gracias- Le agradezco y me dirijo al elevador para estar en menos de cinco minutos tocando la puerta frente a mí.

-Adelante- Me contesta una voz ronca al otro lado. Entro la lujosa oficina.

-Buenas tardes- Saludo al hombre frente a mí.

-Oficial Canales; estoy agradecido que hayan enviado a alguien a investigar la desaparición de Brandon – Agradece el hombre.

-Sólo hago mi trabajo- Le informo.

- ¿Qué necesita saber, señor Canales? -

-Quiero que me cuente como es el señor Esquivel – Inquiero pidiendo información.

-Brandon, es un hombre luchador, trabaja en esta empresa desde que salió de la universidad; es una excelente persona, le costó obtener su puesto, aquí conoció a su esposa quien trabajaba como diseñadora, en el área de ilustración, tiene dos maravillosos hijos y todos sus compañeros lo aprecian-

- ¿Algún enemigo? ¿Diferencias, enemistades, compañeros despedidos? ¿Algún escritor inconforme? ¿Relaciones extramaritales? –

-No, nada de lo anterior. Cuando se rechaza un libro lo hacemos en conjunto, es decir entre todos los editores y el editor en jefe contacta al escritor para informarle al escritor si acogeremos el manuscrito o no y respecto a despidos lo hace recursos humanos y no las jefaturas. Hay algo extraño. Su auto se encontró en el garaje del edificio donde vive-

-No tenía información de ese dato en el expediente. Pero que es mujeriego- Es extraño que hayan omitido esa información.

-Eso no lo sé; por Lidia la esposa de Brandon, supe de esa información. De hecho, cuando la acompañé a interponer la denuncia, lo dejamos claro, él no se ha ido con otra mujer, si sabemos que tuvo un desliz, ace unos años atrás, ya esa relación termino-

-Entiendo, indagaré al respecto porque omitieron esa información. ¿La esposa del señor Esquivel aun trabaja aquí? -Pregunto porque avanzaría en la investigación.

-Si, sólo que le concedí unos días para que se tranquilice y pueda pasar estos días con sus dos hijos. Por cierto, le comenté de su visita, por lo que ella debe estar por llegar- Como si la fuesen llamado, por la puerta entre una mujer poco más de treinta años.

-Buenas tardes, disculpen la interrupción. Algo muy importante debe de haber pasado, patrullas y la ambulancia causaron un revuelo en las calles – Por reflejo miro mi móvil, no encuentro nada.

- ¿Buscarán a mi esposo? - Pregunta preocupada la señora Esquivel.

-Si, es por eso por lo que estoy aquí. ¿Qué sabe de su esposo ese día? ¿A qué hora fue la última vez que habló con él? – La acoso con una serie de preguntas y ella responde cada una de ellas sin titubear. El hombre es casi un santo, para ella. Si no tiene una amante con quien escapar. Algo debe haberle pasado

Cuando tengo todas las respuestas a mis preguntas, decido volver a la oficina, al llegar, todo es un caos. Algo muy serio debe haber pasado, por lo que decido ir a buscar a mi jefe. Lo encuentro con mis otros compañeros en la salita de reuniones. Su cara es de preocupación.

-Buenas tardes- Saludo al entrar.

-Qué bien que regresas, Canales-

- ¿Ha sucedido algo de lo que deba enterarme? -

-Si toma asiento, creo que los tres casos que les asigne a ustedes están relacionados- Me pongo alerta.

-Hoy, uno de los de seguridad de la Editorial Cruz Natural, fue encontrado dentro de su auto en el parqueo del edificio. En su pecho clavado con un bisturí tenía un libro, ese libro, es el que en este momento es un éxito de ventas a nivel nacional. Parece que Steven Lanch, que a su vez es el editor en jefe de la editorial, no es el escritor del libro por lo que creemos que su escritor original se vengo por robarle su proyecto-

-Así parece, estamos solicitando una orden para obtener los videos de las cámaras de vigilancia de todo el edificio y lo más espelúznate es que no había ni una gota de sangre en el cuerpo, ni en el auto- Explica Ruiz el encargado de la desaparición de Lanch.

- ¿Qué tenemos que ver Ramírez y yo, con este caso? – Pregunto porque creo que estoy de más.

-Porque al parecer, así como Lanch, Salas y juraría que Esquivel también recibieron a un hombre que les llevo un manuscrito impreso manualmente. Lo particular de todo es que el hombre se negó en dar su nombre, dejando como contacto sólo una dirección de correo- Informa Ramírez.

- ¿Qué averiguaste, Canales? - Pregunta el jefe.

-El hombre es casi un santo. Más no sé si el hombre atendió o recibió algún libro como el que ustedes dicen o a alguien con una propuesta similar. Tendría que hablar con el gerente de Novaterra – Inquiero.

- ¡Hazlo! Debemos descartar o acoger esta posibilidad porque sería un caso de un asesino serial al que nos estamos enfrentando- Expresa nervioso nuestro jefe.

-Jefe, el libro que tenía Lanch esta siendo guardado en el archivo de evidencia- Informa Ramírez.

Me dirijo a mi oficina para hablar con el gerente de Novaterra. Le pregunté sin darle de talles de estos casos. Dijo que desconocía si había recibido algún manuscrito ya que por lo general lo hace uno de los editores no el jefe. Pero, me aseguro de que de tener información al respecto que me avisaría.

Al día siguiente casi al medio día recibo la llamada del señor Acevedo.

-Oficial Canales. Tenía usted razón Brandon recibió, un manuscrito hace como dos meses y recuerdo que discutimos su contenido, negándonos a publicarlo ya que no es lo que usualmente publicamos. Por lo que acordamos devolver el escrito a su propietario. Nunca regresaron por él. Aquí lo tengo por si lo necesitan- Esto con firman nuestras teorías.

-Mandaré a algunos compañeros del departamento forense a recogerlo, señor Acevedo. Trate de no manipularlo –

-De hecho, siguen donde lo dejo Brandon. Espero encuentren a mi editor-

- Perfecto, estamos en ello, señor – Lo que si no creo es que lo encontremos vivo.

Días después tenemos un patrón definido el hombre deja un escrito, dejando de contacto un correo electrónico el cual hemos rastreado su dirección IP a un móvil, el cual a fluctuado en su ubicación y ha sido imposible. La dirección IP esta asociada a un móvil que le pertenece a un fallecido, la mayor parte del tiempo esta apagado imposibilitando el rastreo. Hemos confirmado que el hombre es un escritor que pronto atacará nuevamente, tenemos algunas editoriales importantes vigiladas, ya que las recepcionistas nos dieron una descripción detallada de nuestro ignoto, damos por un hecho que Esquivel y Salas están muertos. El forense ha estado trabajando en los tres manuscritos. El asesino tiene una mente retorcida, dejando como novatos al Márquez de Sade y Edgar Allan Poe, con sus historias de sadismo y terror.

La puerta de mi oficina se abre de golpe dejando ver a un muy alterado Ramírez.

-Dice el jefe que nos espera en cinco minutos en la sala de reuniones – Para luego marcharse. A los cinco minutos estamos todos, más la presencia de los forenses.

- ¿Qué sucede? - Pregunto cuando los miro a ambos.

-Estamos todos- Inquiere Montero.

-Como ustedes saben en cada Editorial dejaron un manuscrito. Cuando analizamos el que tenía Lanch, en todo el manuscrito había sangre. Inicialmente creímos que era por estar clavado en el cuerpo de la víctima. Pero al hacer la revisión forense del auto no encontramos sangré más que unas pocas debajo del cuerpo. Por accidente con el luminol le cayo en pringando en uno de los escritos y todo se puso fluorescente, había rastros de sangre en todas las hojas, entonces note el color de la tinta y bueno el hombre no usa tinta, usa sangre en su lugar- Los bellos de mi cuerpo se crispan.

-Quiere decir que los desaparecidos deben estar muertos- Inquiero.

-Suponemos que sí analizamos el ADN en las hojas y corresponden a personas diferentes, por lo que llegamos a la conclusión de que todos están muertos y en este momento el asesino está en la búsqueda de su próxima víctima. Tenemos un retrato hablado, el cual hemos enviado a los gerentes de las tres editoriales que restan en la ciudad, con la advertencia de no interferir ya que puede ser muy peligroso y que nos avisen en el momento que este en el lugar- Nos pone al tanto el jefe.

Buscando entre los registros de los historiales de detenidos no logramos dar con un sospechoso, asumimos que es una persona con una buena educación, alto coeficiente intelectual, más con un problema serio trastorno mental.

Tres días después recibimos la alerta de la Editorial Lana Azul, tienen de visita a un hombre que cumple con las características de nuestro sospechoso; por lo que decidimos actuar sigilosamente. La recepcionista recibió al escritor, lo esta distrayendo para que lleguemos a tiempo para que lo podamos seguir. Por suerte la editorial esta a seis calles del edificio policial, aparcamos uno de los autos fuera del edificio con lo vidrios polarizados, vigilamos hasta que veamos salir al hombre para estar muy seguros, con las características físicas del retrato hablado.

Sube a un auto no muy costoso, pero, tampoco muy económico, conduce por toda la ciudad, nos alternamos en diferentes vehículos para que no sospeche que los seguimos, hasta que sale de la ciudad y sigue por caminos lastreados. Lo seguimos con un dron hasta que se detiene en una finca con la estructura parecida a un granero. Con mapa en mano y el dron vigilándolo trazamos un plan hay sólo dos accesos a la propiedad por lo que hacemos llegar unidades a la que supondría sería su vía de salida y la de entrada después lo flanquearemos por distintos lugares a pie.

Así lo hacemos cuando tenemos acorralado, nos acercamos a la estructura y escuchamos el débil sonido de una impresora.

- ¡A QUIEN ESTE DENTRO SALGA CON LAS MANOS EN ALTO! - Grita por el megáfono el jefe de la operación. No se obtiene respuestas se hacen dos intentos más.

- ¡A QUIEN ESTE DENTRO SALGA CON LAS MANOS EN ALTO! -

- ¡A QUIEN ESTE DENTRO SALGA CON LAS MANOS EN ALTO! -

<<Nada>>

-En cinco minutos si no sale nadie entramos- Informa el jefe.

Cinco minutos siguientes entramos rompiendo puertas para encontrarnos la escena más sombría del mundo, el hombre se encuentra colgando de los pies, con un catéter en su cuello y este conectado a un tanque de tinta de una impresora. Llegamos al hombre, pero es tarde ya esta muerto, se enveneno ya que encontramos un frasco de cianuro cerca de su cuerpo. Nos hacemos a un lado para dejar a los forenses trabajar.

-Traigan a los perros los cuerpos deben estar enterrados en esta propiedad- Ordena el jefe del operativo.

****

Setenta y dos horas después tenemos todo el caso resuelto, lamentablemente los editores desaparecidos, los cuales eran diez en el transcurso de cinco años. Por mi parte a mi me dejaron la tarea de informar a la esposa de Brandon Esquivel de la muerte de su esposo y acompañarla en el reconocimiento de su cuerpo.

Estudiando a nuestro asesino, se llamaba Manuel Ramírez Hurtado, con una maestría en literatura contemporánea, era un genio, pero tenía una sicopatía disociativa, que lo hizo creer que su trabajo era extraordinario y quien no lo apreciaba no era digno de vivir, no obstante, usaba la sangre de sus víctimas como insumo para sus escritos, antes de morir dejó una carta dirigida a la policía.

<<Hoy es el día más triste de la literatura.

Con mi muerte el mundo literario ha perdido la mente más brillante de la historia, al lado de Cervantes, Coelho o Verne, con ellos me reuniré en el más allá, entablaré disertaciones de literatura con ellos. Sólo ellos serán capaces de apreciar mi talento.

La humanidad se ha perdido al mayor genio literario del siglo XXI>>

Fin  

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