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Parte dos.

Jongin podía permitirse ciertos lujos; tenía un lindo departamento, una linda moto y además de un audi dispuestos a llevarlo hasta el fin del mundo si así lo quisiera.

Pero existía algo que no podía tener. No podía pero sobre todo, no debía tenerlo.

El amor.

Oh, el amor. Aquel sentimiento que involucra a la persona que siempre estará para ti, para hacer tus días más felices, regalandote besos dulces, abrazos cariñosos y momentos apasionados si cabía la ocasión.

Eso no debía ser para Jongin.

Solo podían significar dos cosas en su miserable vida; la primera, sería un estorbo para su trabajo y la segunda, una pérdida de tiempo.

O eso pensaba él.

Hasta que lo conoció.

Aquel pequeño y petulante engreído hijo de papi, que poseía un cuerpo delicioso a la vista y una carita de ángel de que no mataba ni a una mosca. Pero también era dueño de una personaliad horrible y que bueno, nadie podía juzgarle, él era así y punto.

Sin embargo, aún con toda y esa mierda con la que cargaba ese chico bonito, pudo seducirlo y tenerlo en la palma de su mano, sin si quiera quererlo. Y es que ninguno de los dos se imaginó caer en ese pozo profundo y aterrador que era el amor. Por supuesto que Jongin era el más asustado.

Pensó que ese gusto que sentía por Baekhyun iba a esfumarse tan solo después de obtener lo que quería. Ajá si, un acostón.

Pero terminó saliéndole el tiro por la culata, porque había pasado casi medio año y nada de eso había ocurrido.

Pensó que iba a aburrirse al intentar conquistar de poco a poco al niño rico, pero no fue así.

Disfrutaba mucho estar con él. Disfrutaba al máximo aquellos besos robados, caricias sutiles y algunas veces descontroladamente apasionadas; también se sumaban a estos, momentos divertidos y emocionantes que pasaban juntos en sus dichosas citas.

Esos sentimientos que Jongin creyó haber dejado al abandono con el tiempo, salieron a flote. No era el chico más romántico de la tierra, pero Baekhyun había roto cualquier tipo de barreras, al igual que él hizo con el chico pequeño.

Pero luego de aquella ilusión y momentos bonitos, llegó el miedo.

Su trabajo no era algo que lo enorgullecera, era peligroso y cada día se sentía asustado y no era por él, el miedo era por Baekhyun. Por lo que involucrarse más con él, sería trágico.

Estaba empezando a enamorarse y no quería arriesgar la vida de su pequeño.

Él era un asesino a sueldo, sicario, matón, un criminal. Como quisieran llamarle a su "profesión".

No se sentía orgulloso de su trabajo, pero tampoco se arrepentía, después de todo fue elección suya. No supo tomar buenas decisiones, pero al menos sobrevivió a un mundo perverso y que se te iba encima si es que no cumplías con sus normas absurdas.

Se consideraba un rebelde, nunca le gustó la escuela, pero era sumamente inteligente. Prefería leer un libro grande en unas cuantas horas en la biblioteca de la ciudad, que pasar un año entero sentado escuchando a pedantes maestros que le explicaban lo que él ya sabía. Nada mejor que la grandiosa Universidad de la vida.

No tenía padres, solo tenía una hermana mayor que fue asesinada cuando él tenía 16 años.

Y desde ese momento fue que empezó su nueva vida.

Buscó al asesino de su hermana y lo encontró en un parque, caminaba a pasos torpes, aquel sujeto se caía de borracho y sonrió burlón al ver a su pequeño ex cuñadito acercarse a él, pero no se esperó una puñalada fría, directa a su abdomen.

- Nos veremos en el infierno, hijo de puta. Esto es por mi hermana.

Jongin dijo esas palabras antes de salir corriendo hasta algún lugar.

No contaba con que alguien lo había visto todo.

Permaneció frío y sin expresión cuando un tipo tocó a su puerta y luego entró como si le hubiesen invitado.

- Quiero que trabajes para mí.

- ¿En qué?

- Ganarías mucho dinero.

- ¿En qué? -insistió-

- Matar. A personas que no merecen vivir, personas despreciables que son aberraciones de la sociedad.

- Como usted.

El hombre sonrió, divertido y astuto.

- Tal vez.

- ¿Por qué me propone esto? Yo no le conozco.

- Te vi. Cuando asesinaste a un hombre.

La mirada de Jongin no pareció titubear, no mostró sorpresa, vergüenza. Nada.

- No por eso significa que le vaya a servir.

- Muchacho, sé todo sobre ti. Estás solo, no tienes a nadie. Solo trabaja para mí y tendrás lo que quieras -sonrió- algunas recompensas para tu miserable vida ¿Qué dices?

Y por supuesto. Aceptó.

Recuerda también el primer asesinato a pago que realizó. Recuerda los disparos que llegaron de lleno a la cabeza del hombre mayor. Recuerda que se le hizo tan fácil asesinarlo, no sintió ni una pizca de remordimiento luego del homicidio.

Y lloró por eso más tarde aquel día. Una pregunta escalofriante instalándose en su mente.

¿En qué clase de persona se estaba convirtiendo?
             

Se despertó asustado, sudado y con lágrimas en los ojos. No sabía que todo su cuerpo estaba temblando hasta que sintió unos pequeños brazos rodearlo.

- Jongin, ya pasó. Tranquilo, por favor.

Y empezó a llorar fuertemente, sin importarle lo débil que podría lucir en ese momento.

Y es que había tenido una pesadilla, un horrible sueño donde aquel pequeño que ahora mismo lo abrazaba, se iba en su contra y le decía lo mucho que lo aborrecía.

Jongin nunca creyó sentir tanto miedo en su vida. Tenía mucho miedo de perder a Baekhyun.

- No me dejes -susurró cuando pudo-

- Jongin ¿Qué pasa?

- S-solo fue un mal sueño.

- Tranquilo, mi amor, ya pasó.

Jongin levantó la mirada hacia Baekhyun, quien se sonrojó por lo dicho anteriormente.

- ¿Qué dijiste?

- L-lo siento, no q-quise. No pensé antes de hablar -bajó la mirada-

El moreno se acomodó en su lugar y tomó delicadamente el rostro de Baekhyun entre sus manos.

- No. No te disculpes, Baek. Porque eso quiero ser, quiero ser tu amor.

- ¿Qué?

- Y quiero que tú seas el mío, mi primer amor.

El corazón de Baekhyun empezó a latir muy deprisa, estaba sumamente emocionado y feliz. Jongin podía ser tan malditamente cursi algunas veces.

- M-mientes -bufó- No soy tu primer amor.

- Lo eres.

Sonó tan sincero, pero eso incrementó el sonrojo en las mejillas del pequeño.

- Jongin.

- Hemos salido por un buen tiempo -limpió sus lágrimas y cogió las manos de el chico frente a él- ¿Quieres ser mi novio?

No hizo falta esperar mucho para recibir una respuesta. Baekhyun se tiró encima de Jongin y le besó como nunca, asintiendo muchas veces.

Se levantaron del sofá donde se habían quedado dormidos mientras veían una película y se dirigieron al dormitorio del más alto.

Sabían lo que iba a pasar ahí adentro y es que ya no podían esperar más.

Ellos se deseaban, se querían, se amaban. Era el momento de consumar aquel amor que nació como un pequeño juego de atracción.

Jongin recostó a Baekhyun en la cama y se quitó su chaqueta y la camisa que traía debajo. Se encargó también de desvestir a su ahora pequeño novio y luego empezó a repartir besos por donde la ropa se volvía escasa.

Los suaves gemidos y suspiros de Baekhyun, le encendían por completo.

Se encontraba en una zona de peligro terrible, porque se dio cuenta de algo, nunca había sentido nada de lo que ahora experimentaba.

Baekhyun era lo mejor que le había pasado en la vida y sería completamente suyo. En cuerpo y alma.

- Te amo, Baekhyun -confesó-

Ya no le importaba nada. Aquel quejumbroso y estúpido hijo de papi, había llegado a su vida para enseñarle lo que era el amor y no iba a dejarlo ir nunca.

Baekhyun se había metido muy en el fondo de él, y no le importaba si ese pequeño llegaba a hacerle daño, no le importaba. Él igual alejaría sus patéticos miedos y defendería a su chico de cualquier cosa y de cualquier persona aún si salía muy lastimado.

- Jongin -Baekhyun sollozó-

- ¿Voy muy rápido? lo siento, no quise asustarte con mi confesión.

- ¡No! no es e-eso -suspiró- es que, yo creo que también te amo.

- ¿Crees?

El presumido moreno regresó a su comportamiento normal. Solo quería aliviar la rara tensión.

- No te burles -hizo un puchero- no estropees el momento.

Baekhyun seguía llorando y Jongin sonrió ante lo adorable que lucía el chico.

Besó sus ojos, su nariz y luego sus labios.

- Voy a hacerte el amor.

Baekhyun asintió y llevó sus manos al cuello de Jongin.

- Hazlo.

Se fundieron en un beso suave y delicioso a la vez. Sus lenguas se acariciaban con sensualidad y sus manos empezaron a recorrer piel desnuda.

Las pocas prendas que les quedaban fueron tiradas a algún lugar de la habitación y la pareja continuó con su faena apasionada.

Cambiaron posiciones y ahora era Baekhyun quien se encontraba sobre las caderas del chico moreno, a horcajadas. Sus caderas se movían en círculos y hacían gruñir a su pareja, debido al roce que hacían sus partes íntimas.

Bajó de las caderas hasta los muslos, luego su delicada mano acorraló el miembro del mayor y comenzó a masturbarle suavemente. De arriba hacia abajo, el calor de esa mano esparciendose por toda la extensión hasta expandirse por todo su cuerpo.

Las manos de Jongin no podían permanecer quietas, así que las llevó hasta el pecho de Baekhyun. Acarició su piel y luego pasó a masajear los pezones del chico bonito, pellizco un poco y se rió ante el saltito que dio el pequeño. Bajó hasta el miembro de Baekhyun y también comenzó a darle placer.

Ambos se masturbaban y gemían juntos.

Pero luego de un par de minutos dejaron de hacerlo. Planeaban terminar de otra manera.

Volvieron a cambiar posiciones y Baekhyun jadeaba expectante.

- Maldita sea, Baekhyun. Eres perfecto.

Era tan de buen ver. El pequeño completamente desnudo, sus ojos cerrados, las manos extendidas hacia arriba y sus piernas completamente abiertas.

Se posicionó frente al miembro erecto de Baekhyun, su respiración dando de lleno a la zona íntima y mandando escalofríos a todo ese pequeño ser. Se aventuró a enloquecer mucho más al chico y comenzó a dar suaves lamidas al pulsante pene, recorriendo la extensión desde la punta a la base y luego llegó hasta la apretada entrada.

Fue el mismo Baekhyun quien llevó sus piernas hasta la altura de su pecho, abrazandolas y abriéndolas para que su novio tuviera mejor acceso a esa zona.

- Vas a matarme, bonito.

Sonrió ante el apodo que siempre le decía, pero luego borró su sonrisa para poder morder su labio inferior. Jongin era demasiado bueno con la lengua.

Su apretada entrada era invadida, estaba siendo asaltada tan deliciosamente que no le importaba gemir como puta necesitada. Y es que lo nocesitaba, necesitaba a Jongin.

- Te quiero adentro ahora.

Jongin dejó húmedos besos en cada nalga y se posicionó entre las piernas de Baekhyun. Acariciando la parte interna de los muslos con las puntas de sus dedos y lanzando miradas lascivas y llenas de lujuria.

- Llegó el momento.

Llevó sus dedos a la boca pequeña y se permitió disfrutar de las lamidas, succiones y demás, mientras era llenado de saliva.

Besó ferozmente los labios del menor y mientras se encargaba de absorber su alma mediante ese beso, llevó los 3 dedos y los metió de una sola embestida en la entrada.

- Ugh -se quejó en medio del beso-

- Recibe todo, amor. Necesitas estar preparado para lo que viene.

- Eres un b-bruto. Ha pasado mucho desde que...-calló, sonrojado- ya sabes.

- Eres casi virgen.

- ¡Cállate! -exclamó avergonzado-

Y así lo hizo, pero volvió a besar esos labios dulces.

Sus dedos entraban y salían con más facilidad mientras los minutos avanzaban. Baekhyun se encontraba gimiendo descontroladamente y Jongin ya no podía aguantar más.

Llevó las piernas del chico a sus hombros y alineó su miembro en su entrada.

Solo bastó una mirada y una sonrisa, para invadir completamente la estrechez del menor.

Aún con las piernas delgadas en sus hombros, se recostó sobre Baekhyun para besar sus mejillas rojas debido al calor y el dolor que sentía al ser penetrado. Comprobando lo flexible que era el chico.

- ¡Ngh! Baek -susurraba en los labios contrarios y lo penetraba con fuerza- te sientes tan bien, amor. Amo la manera que tu culo aprieta mi pene.

Eso había sonado tan malditamente erótico.

Las caderas del moreno se movían rápidamente y de una manera sensual y rítmica.

- ¡Ugh! ¡Ah! ¡Jongin! -jadeaba con las mejillas rosadas- D-deja de hablar de esa maner-ra-

- Oh, ngh ¿No te gusta, amor?

Las embestidas dejaron de ser rápidos, se volvieron lentas y flojas.

- ¿A-ahora q-qué haces?

- Dime algo sucio. Es tu turno.

Baekhyun abrió la boca, patidifuso. ¿Jongin hablaba en serio? No podía hacerlo y menos si éste estaba sonriendo tan cínicamente mientras movía sus caderas lentamente.

- ¿Por qué lo arruinas todo?

Jongin detuvo sus movimientos y sonrió de lado. Se separó un poco y comenzó a tocar el miembro del más pequeño.

- Tu turno, amor.

Baekhyun gimió fuerte y clavó sus uñas en la espalda del moreno, tal vez como venganza.

- Fo-fóllame, Jongin.

Se atrevió a dar una dura estocada, directo al punto dulce del chico.

- ¿Qué dijiste?

- ¡QUE ME FOLLES, HIJO DE PUTA! ¡NO TE DETENGAS HASTA QUE ME LLENES POR COMPLETO! ¡¿FELIZ?!

- Claro, bebé.

Besó el mentón de Baekhyun y empezó a moverse frenéticamente. El pequeño soltando aquellas palabras lo había puesto a mil y nada lo pararía. Como el mismo chico  había dicho, no hasta llenarlo por completo.

Sus gemidos resonaban en toda la habitación, el sonido de sus cuerpos chocando se le sumaban.

Al fin su amor estaba consumado y lo supieron cuando llegaron al clímax casi a la par. Diciendo sus nombres y sonriendo cansados y agitados debido al esfuerzo físico.

- ¿Estás bien, bonito?

- Si.

Baekhyun se acurrucó en los brazos de su novio y sonrió.

- Lamento si te molesté con lo de las palabras sucias -rió-

- Eres increíble, Kim Jongin -se quejó-

- Pues lo sé, gracias.

- No era un cumplido.

Jongin solo rió una vez más y abrazó a Baek.

- Te amo. Por favor, nunca te separes de mí.

Aquello fue un susurro, pero pudo ser escuchado en aquel silencio sepulcral. Pero Baekhyun ya había caído dormido.       
                                                                    
                                                                       
                                                                     
                                                                 
Baekhyun despertó abrumado, había tenido un extraño sueño y su respiración se encontraba agitada. Se sentó en su cama y miró a su alrededor, como le gustaría haber amanecido en los brazos de su moreno.

Habían pasado un par de días desde aquella vez que hicieron el amor y el mismo tiempo en el que no había visto a su novio.

Hizo un puchero. Que mal novio tenía, anteponer su trabajo antes que a él.

Se levantó y fue directo hasta el baño, miró su reflejo y sonrió al notar la marca que Jongin le había hecho en el cuello. Habían pasado dos días, pero aquel delicioso moretón aún era visible.

Se desvistió y se metió a la ducha. Cantaba algunas canciones y reía al querer imitar unos pasos de baile. Se encontraba sumamente feliz a pesar del tiempo en que no vio a Jongin, pero con suerte se verían ese día, así que no podía bajonearse.

Salió del baño con su bata puesta. Se acercó a su gran closet y entró para elegir el atuendo perfecto.

Optó por unos pantolones de mezclilla ajustados, una camisa azul marino con mangas largas que se ceñía a su esbelta silueta y unas vans blancas que complementaban su outfit.

Salió de su dormitorio con sus llaves y teléfono en sus bolsillos traseros. Se topó con una de las empleadas, le sonrió y ella quedó impactada ante esa acción. El joven Byun no le sonreía a la servidumbre. Nunca.

Se dirigió a la cocina y ante la presencia de la sorprendida cocinera,  se preparó un delicioso y dificultoso -para él- cereal con leche.

Comió a gusto y cuando terminó, incluso se atrevió a lavar los uetensilios usados.

¡Que sorpresa!

Tarareando y saltando como un niño se dirigió al despacho de su padre, quien lo recibió a gusto.

- Buenos días, Baek.

- Buenos días, papá. ¿Qué haces?

El señor Byun cerró su laptop cuando Baekhyun se acercó y sonrió forzado.

- Leía unos correos.

Baekhyun entrecerró sus ojos.

- ¿Y por qué cerraste tu laptop? ¡Ajá! Lo sabía. Tienes a alguien por ahí ¿Cierto?

El hombre mayor bufó y sonrió, ahora auténtico.

- Por favor, Baek. Sabes que yo solo amaré por siempre a tu madre.

- Deberías rehacer tu vida, papá. Con una mujer buena.

- ¿Por qué? Te tengo a ti y solo contigo me basta y sobra.

- Eso sonó muy dulce, pero igual insisto.

Baekhyun se acercó para abrazar a su padre y se alejó con una enorme sonrisa.

- Regreso en la noche.

- ¿Dónde vas?

- Con Kyungsoo. Es Sábado y me  aburro aquí

- ¿Estarán en su casa?

- Sip.

- ¿No irán a ninguna fiesta? -preguntó perspicaz-

Tal vez.

- No, pá, no. Estaremos en su casa, tal vez más tarde iremos al cine.

- De acuerdo. Diviértete.

Besó la mejilla de su padre y salió. Se cruzó con Minhyung y chocó los 5 con él.

En las afueras, se montó en su auto, sacó su celular e inició una llamada.

- ¿Baek?

- ¿Todo listo?

- Sip. Fiesta en la piscina de Do "maravilloso" Kyungsoo empieza en una hora.

- ¡Genial!

- ¿Te aparto un traje de baño?

- Nop, llevo el mío.

Dijo feliz al ver el bolso que había puesto en el asiento del copiloto la noche anterior.

- No demores.

- Voy en camino.

Luego colgar, sacó sus lentes Ray Ban color azul de la guantera y se los puso.

- Lo siento, papá. No iremos a ninguna  fiesta, porque ésta será en casa de Soo.

Dicho eso arrancó hasta la mansión de su pequeño amigo.

                                                                     
                                                                  
                                                      
                                                                   
                                                                 
                                                                    
Jongin observó una vez más su teléfono. Baekhyun le había marcado más de tres veces y no podía contestarle. Estaba por hacer algo sumamente importante que los salvaría a ambos así que la dichosa fiestita en casa del mejor amigo de su novio, podía esperar.

- Puedes entrar.

Jongin asintió y entró a la improvisada oficina.

- Kai -el hombre detrás del dañado escritorio sonrió al ver al mejor de sus hombres- ¿Qué te trae por aquí? Me sorprendió tu llamada.

- Junjin, quiero pedirte algo.

- ¿Qué será ahora? Hace un mes me pediste un descanso.

- Yo...lo he estado pensando y -frotó su mano en su rostro- ya no quiero continuar trabajando en esto.

La mirada del hombre mayor se volvió sombría y se puso de pie, acercándose a Kai.

- ¡Vaya! Eso si que me sorprendió.

- Cuando empecé a trabajar para ti dijiste que podía salirme de esta mierda cuando quisiera.

- No lo decía en serio -dijo entre dientes mientras sonreía falso- ¡Pero lo dije! ¿Cierto? Y debo cumplir con mis promesas.

- Deseo apartarme de este mundo, conocí a alguien y-...

- Oh, nuestro Kai -lo abrazó confianzudo y habló con tono burlesco-  quiere dejarlo todo por, y estoy seguro, una bella dama.

- No.

Se sintió un poco confundido y miró directo a los ojos del moreno. Evito reír desquiciado y socarrón.

- No lo creo. Un chico.

- Si.

- Bueno, aquello no me concierne. Lo único que sé es que mi mejor Asesino a sueldo quiere renunciar. ¿Qué será de mí? -preguntó irónico-

- Lo lamento -no, no lo hacía- pero debo protegerlo.

- De acuerdo, de acuerdo -mostró sus palmas para hacer énfasis- Después de todo tienes el dinero suficiente para mantenerlos a ti y a tu chico por el resto de sus vidas.

- Eso no es lo importante.

- Como digas -Junjin volvió a su su escritorio- Pero tendrás que hacerme un último trabajito.

Aquello no lo esperaba, pero podía hacerlo. Si eso era lo último que tenía que hacer para salir de ese "negocio". Podría hacerlo.

- Bien.

- Te llamare en un rato, el cliente llegara en unos minutos. Es un pez gordo, así que ganaremos una buena ganancia. Tómalo como tu liquidación.

Jongin asintió y salió del lugar, suspiró profundamente y sonrió. Al fin se deshacía de esa mierda.

Y agradecía a su estúpido niño mimado. Si no fuera por él, nunca habría renunciado a esa vida.

Subió a su auto y salió rumbo a donde se encontraría con su novio, habían sido dos días en los que no lo había visto y necesitaba besarle, abrazarle.

Y es que se había tomado ese tiempo para poder ordenarlo todo, sus cuentas bancarias, su vida. Incluso había visitado algunas universidades. Quién lo diría.

Pero quería arreglarlo todo y ser una persona normal. Darle todo lo que se merece a Baekhyun.

Llegó al lugar y no se impresionó por tremenda casa. Y menos por el ruido que se escuchaba a metros de distancia.

Entregó su auto al servicio de valet parking y caminó hasta el patio trasero donde se encontraba la piscina.

Sonrió ante tanta ostentosidad.

Se topó con un bullicio increíble y mucha gente en ropa de baño. Eso era obvio.

Algunas chicas con pequeños bikinis le observaron coquetas pero solo pasó de ellas. Ahora solo quería encontrar a su pequeño novio y besarle hasta robarle el aliento.

Lo halló al lado de Minseok que tomaba una botella de cerveza sin parar. Al parecer hacían un concurso.

Pero no le tomó importancia a ello. Solo se fijó en el maravilloso cuerpo semidesnudo de Baekhyun que solo usaba un bañador short ajustadísimo que le llegaba hasta más arriba de la mitad del muslo. Mordió su labio y se contuvo de correr hasta el chico y follarlo contra la improvisada barra de la mujer que preparaba tragos.

Fue Jongdae quien notó la presencia de Jongin y le hizo una seña a Baekhyun. Quién al verle corrió hasta él con una sonrisa en los labios.

Saltó a los brazos de su moreno y se trepó en él. Tal y como un Koala. Sus brazos en el cuello y sus piernas apresaban la cintura del moreno.

- Te extrañé.

Dijo antes de besarle, con mucho amor y pasión. Un beso húmedo y delicioso.

Estaban concentrados en apasionado encuentro, que no se esperaron ser mojados con enormes cañones de agua.

Jongin rugió un poco molesto, su chaqueta de cuero ahora estaba empapada. Bueno, era su culpa por ir a una fiesta en la piscina, con ropa de motociclista.

- Debes ir a ponerte un bañador -Baek sonreía divertido-

- Gracias por la advertencia, bonito.

- Le diré a Kyung que te preste un-...

- No gracias, quiero mis bolas con espacio.

- ¡Idiota!

- ¿No ves a tu amigo? -preguntó mientras observaba al mejor amigo de su novio- Ese traje de baño no deja nada a la imaginación.

- ¡Deja de mirar a mi amigo!

- No te pongas celoso.

- Idiota.

Jongin sonrió y volvió a cargar al pequeño.

- Vayamos con Chanyeol, él trajo un bañador para mí. Luego vamos a alguna habitación para que me desvistas.

- Uhm me parece buena idea.

Volvieron a besarse y fueron hacer lo mencionado.

Todos se divertían; bailaban, bebían, se mojaban y gritaban eufóricos.

La tarde iba cayendo y el ocaso del atardecer se mostraba en tonos anaranjados preciosos.

Jongin besaba a Baekhyun mientras estaban dentro de la piscina. El pequeño colgado del cuello del moreno reía ante lo cariñoso que era su novio. Y se sentía dichoso y satisfecho. Esas perras con putibikinis debían alejarse de lo que era suyo.

- Creo que es hora de irnos.

- ¿Tan temprano?

- Vamos a mi departamento ¿Si? -susurró en su oído-

- Sip. Eso si me gusta.

Baek sonrió y ambos salieron del agua.

- Hey, Jongin. Tu teléfono no ha parado de sonar.

- Gracias, Yeol.

Chanyeol le dio una mirada significativa. Él sabía quien le había estado llamando.

- Chicos ya nos vamos.

- ¿Tan temprano, Baek?

- Tenemos otros planes -dijo mientras se secaba con una toalla-

- Va-vayaan y follen musho -Ese era Jongdae que arrastraba las palabras. Ya estaba ebrio-

Jongin sonrió y cogió sus ropas para ir a vestirse.

- Kyung fue muy lindo en secar tu ropa.

El pequeño empezó a secar el cuerpo de su moreno con su toalla.

- Lo hizo la lavadora que fue manipulada por su sirvienta.

Baekhyun rodó los ojos y dejó la toalla alrededor de los hombros del alto.

- Es lo mismo.

- Claro, bonito -dijo irónico- Ve a vestirte, haré una llamada.

- Te espero.

- No, Baek. Anda, te demorarás una eternidad, lo sé. 

- Eish! de acuerdo.

Jongin quedó solo en el final de las escaleras mientras que Baekhyun fue hasta a una de las habitaciones.

Tomó su celular que estaba en el bolsillo de sus jeans y marcó el número que tenía como entrante y perdido.

- Junjin.

- Ya tengo los datos de tu último blanco.

- ¿Quién es?

- Es el hijo de un empresario muy conocido. Es una venganza de amores del pasado y el pequeño debe pagar las consecuencias.

- ¿Pequeño? Junjin, sabes que yo-...

- Que no exterminas niños, si. Pero tranquilo.

- Habla rápido y sé claro, estoy ocupado.

- Bien. El nombre del chico es Byun Baekhyun, 20 años y es hijo del dueño de Byun Company -Junjin rió- Te dije que era un pez-...

Pero Jongin no pudo escuchar más, el teléfono resbaló de su mano y cayó por las escaleras.

Eso no podía estar pasando. Su próxima víctima era nada menos que el amor de su vida.

Miro hacia la dirección en que Baekhyun había ido y sintió un mareo tremendo, su vista se nublo y su respiración era errática.

Se sostuvo del barandal de las escaleras y trató de calmarse.

No iba a hacerlo obviamente, iba a negarse y a buscar al hijo de puta que intentaba atentar contra la vida de su chico. No le importaba verse afectado en el proceso, pero Baekhyun no iba a ser dañado, por nadie.

Bajó rápido las escaleras para tomar su celular y luego subió de prisa.

- Amor.

Jongin giró para ver a Baekhyun que secaba su cabello.

- Ya voy.

                                                                     
                                                                      
                                                                       
                                                                       
                                                                       
PERDÓN POR DEMORAR TANTO. SOLO VOY A AVISAR QUE ESTO NO TERMINA AQUÍ...SE ALARGÓ Y AHORA SERÁ UN THREESHOT 6u9

Maru_Ohorat HERMOSA, ESPERO TE HAYA GUSTADO ESTA PARTE Y ESPERA LA TERCERA. ESTA VEZ NO DEMORARÉ TANTO JIJIJI.

GRACIAS A TODOS POR SEGUIR AQUÍ ❤
psd: Resubí la historia para aclarar que ahora sería 3S 😘

¡Hasta la próxima!

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