Brooklyn bajaba por las escaleras, venía desde el quinto piso, donde se encontraba su apartamento, y tenía que llegar al piso cuatro, para tomar el ascensor; ya que eran demasiadas escaleras para un edificio de siete pisos.

La rulosa suspiró, ya había llegado al piso cuatro y se metió directamente al ascensor; las puertas grandes de metal empezaban a cerrarse, hasta que una cabellera platinada se pudo ver corriendo y logra pasar por aquellas puertas.

Brooklyn miró detenidamente al chico que acababa de entrar; este se encontraba jadeando, tenía sus manos en la cintura mientras trataba de reponerse.

"Debe venir desde el ultimo piso". pensó la rizada.

—Em... hola. — dijo Brooklyn, sin haber pensado en querer hablar con el chico de cabello platinado.

—Hola —. dijo cortante Draco, mientras oprimía el botón con el número "1" —. ¿Vas al piso uno, cierto?

Brooklyn asintió.

El ascensor comenzó a hacer ruidos extraños, y entonces se detuvo inesperadamente.

—Esto no puede estar pasando. — susurró Draco.