Mire con curiosidad el restaurante adelante mía, según algunos cazadores a los que había contactado, este lugar sería el del examen para cazador.

Entre sin ningún problema viendo que no había nada fuera de lugar, aún así estaba confundida, salí del local haciendo una mueca, estaba más que segura que me habían dicho la verdad.

Me senté y apoye mi mentón en la Palma de mi mano e hice un puchero resignada.

- Moo, estoy segura que seguí sus explicaciones al pie de la letra- me queje para mi misma en voz alta, abrí mi celular para ver si podría mandar un mensaje- además no tengo señal.

Mis pensamientos fueron interrumpidos cuando escuche las voces de asombro de algunas personas, levanté la mirada encontrándome a tres chicos que miraban el edificio de al lado asombrados.

Uno de pelo rubio, otro con sientes y por último un niño de no más de trece años de cabello verde. Escuche que estaban hablando sobre los cazadores con el hombre a su lado, por lo que sonreí, era mi día de suerte.

Me levanté y algo tímida me acerqué ellos.

- Etto- susurre llamando la atención de los cuatro chicos- perdón que me interponga, pero los escuche hablar sin querer, sobre el examen para cazador- hable con calma sin levantar la voz.

Note perfectamente como los cuatro se sonrojaban al haberles hablado, lleve mis manos atrás de mi espalda entrelazandolas y me sarandee de adelante hacia atrás un tanto tímida.

- Yo también iba a hacer el examen, pero el cazador que se supone que debía acompañarme tuvo un percance- explique.

Sinceramente todos eran mucho más altos que yo exceptuando el de cabellos verdes. El mayor de los cuatro se acercó luego de suspirar.

- De casualidad ¿tu eres Tn Ta?- pregunto, a lo cual asenti tímida. Vi como el de lentes se llevaba una mano al pecho y trataba de respirar, el rubio miro hacia otro lado, en cambio el de verde me miraba con una sonrisa- Oh, que bueno que estés aquí, así te pueden dejar pasar.

- Oh, gracias- agradecí haciendo una reverencia, mire a los otros tres y también hice una- espero no molestar- sonreí.

- Hola, soy Gon - dijo feliz mientras me extendía la mano para estrecharla, sonreí por eso y la estreche. Era amigable.

- Yo soy Leorio, preciosa- dijo coqueto a lo que sonreí, me sonrojo un poco ya que no eran de decirme cumplidos.

- Gracias- mire al rubio esperando que se presentará- ¿Tu eres?- pregunté, mi voz era calmada y sin apuro. Suave y relajada.

- Kurapika- dijo simple, asenti y luego mire al hombre mayor a los cuatro.

- Muy bien, es por aquí-dijo llevándonos una vez más al restaurante donde le dijo algo al que cocinaba para luego llevarnos a una habitación con una mesa y cuatro sillas.

Nos dejó allí y yo simplemente me senté a esperar, Kurapika se puso a discutir algo con Leorio, mientras tanto metían a Con entre medio, no les preste atención y simplemente suspire.

Sali de mis pensamientos cuando una de las paredes se abrió para ver del otro lado a mucha cantidad de personas, todos salimos y luego de un ratito se nos acercó una persona bajita quien nos entregó un número.

Me tocó el cuatrocientos. Cuando se alejó sentí la voz de Leorio cuando me lo coloqué el número a un costado.

- Oh, ¿que pasa Leorio?- pregunté tranquila dándome vuelta, este se sonrojo para luego rascarse la cabeza algo nervioso.

- B-bueno, me preguntaba si....luego del examen quisieras salir conmigo- hablo rápido, Gon se tapó la boca para no reir y Kurapika se hacia el serio cuando sabía que en realidad quería reírse.

Mire con una sonrisa a Leorio y luego baje la mirada algo avergonzada.

- Agradezco tu propuesta, Leorio-san, pero voy a tener que rechazarla- dije tranquilamente- ya estoy con alguien- explique y me ataque la nuca nerviosa.

- Oh, no hay problema- le dio un bajón y su aura cambio a una triste rápidamente.

Sentí otra presencia por lo que me Di vuelta viendo a un hombre obeso viniendo en nuestra dirección con una sonrisa.

Se presentó como Tonpa y nos dijo que podríamos preguntar lo que quisiéramos ya que era un veterano del examen por intentarlo ya treinta y cinco veces.

Nos explicó que había muchos otros que habían tomado el examen y nos señaló quienes eran. Cuando nos distrajo el grito de dolor de un hombre.

Nos vimos y vimos como in sujeto levantaba sus manos viendo como se desvanecian, lo había causado una persona demasiado familiar para mi, por lo que sonreí tranquila al verlo.

- El psicópata ha regresado de nuevo- susurro Tonpa, no le preste atención y me acerqué dando saltitos hacia el de cabellos rojos.

Todos me miraban como si estuviera loca, oh si supieran. Dije para mi misma. Salte y me colgué de la espalda del chico. Me asomé por uno de sus hombros y lo mire sonriendo.

- Hola Hisoka- dije contenta.

- Oh, Tn-chan, ya me parecía que ese aroma tan dulce me era conocido- dijo devolviendome la sonrisa. Me separe y me coloqué frente suyo- ¿qué te trae por aquí fresita?- hablo con voz lasciva.

No me preste atención a su tono y sólo levanté los hombros desinteresada.

- Mi padre me mando a que tomará el examen- dije sin más.

- Oh, es una lastima- se acercó lo suficiente para estar cerca de mi oido- por cierto, allí hay alguien que quizás te interese- susurro para señalar con un dedo algo disimulado hacia una dirección.

Mire pudiendo ver a un hombre medio con piel moradan, vestimenta verde y mucha cantidad de agujas clavadas en diferentes sitios del cuarpo.

Cuando caminaba todos lo miraban con miedo y lo dejaban pasar, no se le acercaba nadie, por los he sonreí feliz.

- Con que allí estas- susurre- gracias Hisoka- agradecí y saque un dulce de mi mochila, a este se le eliminaron los ojos.

- Oh, gracias Tn-chan, eres un pequeño solcito- agradeció feliz.

- No hay de que- hable alejandome dispuesta a acercarme al de agujas.