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Séptimo.

 

 

"Te diré que es lo que sucede..." Susurró Arthur.

Nunca había visto a Arthur de esta forma, de hecho, en el poco tiempo que habíamos estado aquí, siempre se ha comportado con paciencia y amabilidad, conmigo y con los demás chicos, a pesar de que le decían chiflado.

 

Ahora esta parado con su ceño fruncido, mostrando su uno setenta y siete (del cual me había dicho esta mañana) y con una expresión que se asemeja a la de mi padre cuando hago algo mal, ósea, enojo. Mucho enojo.

 

Matthew sin embargo, resplandecía de tranquilidad, con su mano aún en mi hombro.

Él, con lo que yo calculaba metro ochenta y cuatro, suspiró y me lanzó una sonrisa.

 

"Tú ahm, ¿chiflado? Ella, amigo, no es de tu pertenencia, es un ser humano así que deja de sacudirla de aquí para allá." Miró hacia atrás, lo cual fue raro, y luego siguió. " Así que si me permites, yo y mi compañera de pelotón, y ahora de cabaña, debemos irnos." Y nos giró, dejando a un Arthur con la boca abierta.

Sinceramente, estaba muy sorprendida.

 

Matthew siempre estaba a la sombra de Christian. Y muy pocas veces hablaba, sino para soltar un 'bombón' o para secundar algún chiste tonto.

 

Caminábamos en un silencio extraño, pero no incómodo. Aún así yo necesitaba hablar.

"¿Sabes? No debiste hacer eso, la verdad que no era necesario, no me estaba sacudiendo es que dijo algo que realmente me ofendió y..." Como empezaba a ser usual, en todos los malditos cadetes de por aquí, fui interrumpida.

"Por eso mismo, te había ofendido. Yo sólo hice mi papel de héroe." Dijo riendo, y de nuevo, volvió a mirar para atrás. Lo mire raro, ya que era la segunda vez, y como soy muy expresiva (lo cual puede ser bueno o malo, dependiendo de la situación) me regaló una mueca.
"Uh, sólo estaba viendo si los demás estaban... quejándose de los cambios o algo. Sí, eso..." Dijo confundido por sus propias palabras. Yo sólo seguí caminando.

 

"Entonces..." Dije pateando la arenisca. Y viendo que estábamos cerca de las cabañas. "Quedaste en el mismo pelotón que yo." Afirmé.

"Si, que bueno, ¿no?" Dijo riendo raro. Me olía bastante mal. Aunque había tratado literalmente -muy poco- con él, jamás se había comportado de esta forma, siempre mostraba sonrisas ladeadas y reía con su voz gruesa. Él sudaba confianza.

"Si..." Dije, él como Chris y Magic Mike, ya estaban en la cabaña B, y si, todo el grupito estaba en mi pelotón. Lo cual, obviamente será más divertido que el tonto de Arthur y sus tontas manías de protección.

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"¿Quieres ir a ducharte? Luego iremos a almorzar." Dijo elevando una ceja, y con una de sus típicas sonrisas ladeadas. Había mucho ruido en la cabaña, porque los antiguos moradores de la cabaña A estaban mudando sus cosas aquí. Así que me acerqué a su oído soltando una risita.

"Ve tu solo, yo iré después de la actividad de la tarde. Nos harán hacer tareas de pelotón. Ya verás." Dije rodando los ojos. El se alejó rápido de mi. Yo lo mire con el ceño fruncido. El trago en seco.

"Ok." Dijo riendo nerviosamente, y sin mirarme a los ojos añadió: "Entonces... iré a ducharme solito."

 

Luego salió, esquivando a los distintas maletas y cosas siendo arrojadas por todas partes.

 

Estaba revisando mi maleta y preguntándome cuando podría lavar mi ropa cuando un Arthur rojo de la furia entra a la cabaña, pegando botazos al suelo y pateando algunas maletas del suelo, por lo cual se ganó unas -muchas- miradas de odio.

 

Yo lo ignore, aunque pudo haber sido una tontería para cualquier otro, sin saber, Arthur me había dado una patada en mis cimientos.

 

  

Se acercó a la litera y me miro golpeando una y otra vez el suelo con los pies, en señal de impaciencia.

 

Ja, iluso.

 

 

Cuando ofendes a un Tieszen, estas prácticamente muerto.

 

Larga un suspiro cansado después de que lo haya ignorado otro minuto. "Zea, estoy aquí."

 

"Y como quisiera que no..." Susurré entre dientes.
El no había pasado desapercibido. E instantáneamente un jadeo lastimero salió de sus labios.

 

"Yo sólo te quería ayudar, no sabes las intenciones que estos chicos en realidad tienen, por el amor de Dios, eres solo una chica." Dijo rodando los ojos.

 

Sólo. Una. Chica.

 
Y sin percatarse, Arthur había perdido unos cuantos puntos más conmigo, porque aunque yo no le hubiese dicho nada de mi vida, él no tenía por que despreciarme por ser sólo una chica.

Como mi padre. Y millones de hombres más en la tierra.

Le iba a responder, no muy amablemente, cuando Matthew apareció sin camisa y nos miró a ambos. Se aclaró la garganta y caminó hacia nosotros con aires de grandeza.

"Creo que... te he dicho que ella no es tu juguete." Por lo que vi Matthew aún no se había bañado porque bueno, nadie se baña en un minuto.

Arthur lo miró de arriba a abajo, deteniendose en sus abdominales y grandes biceps.

"Tú, no te metas." Dijo enviando una mirada que sólo ellos entendieron.

 

Yo, ya harta de esta escena de testosterona, salté de la litera superior al suelo, haciendo un gran estruendo que hizo que toda la cabaña me mirara. Me sonrojé.

Sólo camine hacia quien sabe donde, tratando de encontrar un no se que.
Pero aún así ambos cadetes me siguieron.

"¡Basta!" Dije girándome. Ambos cadetes se asustaron por el grito que había salido de mi sin previo aviso.

 
"Tú." Dije apuntando a Arthur. " No tienes que protegerme de los demás, de nadie en realidad. Soy bastante grandecita para hacerlo yo misma." Lancé un suspiro cansado y miré a Matthew. "Y es exactamente lo mismo contigo, no necesito que me cuides de Arthur. Sólo quiero que entiendan que no necesito su protección. Ahora déjenme en paz. Ya tuve suficiente de ustedes dos."

Cuando me gire para alejarme, choqué con Justin. Y me acordé de que debía hablar con él. Así que la charla sonaba muy tentadora para apartarme de estos cadetes ultra molestos.

 
"Zea, ¿Algún problema con los muchachos?" Dijo Justin mirando con la ceja enarcada a Matthew y Arthur.

 
 

Ellos se miraron entre sí y luego miraron a Justin con ¿tristeza?

Justin les lanzó una mirada rara y ellos bajaron la cabeza.

Hoy era el día de la rareza, empezando por el Teniente cambiando las reglas hasta estos dos luciendo extrañamente tristes.

Miré a Justin y negué.

"No sucede nada, pero ¿me querías hablar cierto?" Le pregunté ahora dando la espalda a ambos muchachos.

El miró detrás de mi y luego me lanzó una sonrisa.

"Ve andando a la secretaría, en un segundo te alcanzo." Dijo y fue hacia los cadetestables.

Yo comencé a caminar pero alcancé a escuchar un susurro de Justin.


"No la han tratado de la forma en la que debería ser tratada."

 

 

Yo solo frunci el ceño y caminé más rápido, sea lo que sea que les iba a decir, no quería escucharlo.

 




¿¿¿¿¿¿¿???????

 

 

Creo que hasta yo misma me he quedado como ke en este capítulo.


 

 
Ya verán, seré la primera escritora en hacer un hexágono amoroso looool

 

Sólo quiero decirles que hay mucho drama, aunque no se note ah

Cuando tenga una computadora a mano pondré el cast, porque en el teléfono no se puede :(

 

Ya saben, voten y comenten. Si hay algo que no les gusta o tienen alguna otra crítica constructiva, será más que recibida.

 

Muchas gracias por leerme.

 

 

Con cariño.







 

S.

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