• Día Dos •
Aruannie Week 2021
Día miércoles
Tema: Hogar
El escrito es mi completa autoría, con inspiración (o no) en series y libros con temática similar, prohibida su copia o adaptación a cualquier otra plataforma sin mi permiso
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Mi hogar
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Era un sonido alucinante, te daban ganas de mantenerse acostado todo el día sin mover un dedo más que para cubrirse mejor con las sábanas o acomodar la almohada. Era ciertamente hechizante.
Soltó un pequeño suspiro y se removió tranquilamente, cubriéndose aún más con las sábanas blancas, sobre todo su torso desnudo. Su piel estaba tan caliente que al más mísero toque de viento, temblaba como hoja, producto de la calentita cama que lo invitaba a dormir de nuevo.
Entreabrió los ojos paulatinamente hasta hacerlo por completo, sintió la claridad de la mañana y soltó un ronroneo. Era temprano, demasiado temprano, seguramente las seis o las siete de mañana, y aunque su mente buscaba recordarle que tenía que hacer algo en las siguientes horas, aún estaba demasiado dormido como para querer recordarlo.
Así fue como con las manos hechas puño contra las sábanas y la cabeza recostada sobre la almohada cerró nuevamente los ojos. Una brillante argolla dorada destiló un suave brillo en su anular y el viento meció las cortinas del balcón, las cuales se movieron con lentitud ante la parsimonia de las gotas de lluvia golpeándose contra el asfalto.
—Annie... — murmuró con voz queda, antes de quedarse completamente dormido nuevamente, pero esta vez con una sonrisa idiota en el rostro
...
El sonido de las llaves moviéndose hizo eco en el silencio del complejo, ajustó el estuche de su guitarra a su hombro con suma delicadeza ingresando a su hogar con sus llaves propias, las cuales segundos atrás habían hecho un eco insufrible.
"—Ha de estar durmiendo. -" fue su pensamiento "—Anoche se habrá quedado mucho tiempo trabajando en su proyecto, durmió tarde. —"
Sonrió ante su predicción, se sacó los zapatos mojados en la entrada, dejándolos en su lugar, bajó el estuche y le sacó la bolsa protectora al mismo, dejando que gotee sobre la entrada al igual que el resto de su ropa para luego avanzar descalza y semidesnuda por el vestíbulo del departamento.
Dejó la guitarra sobre el sillón y se dirigió al baño, donde se dió una ducha caliente y relajante en completo silencio, dejando que su mente no piense en absolutamente nada más que bañarse y dormir unas horas antes de la presentación de proyecto del rubio, que, efectivamente, descansaba aún en la alcoba continua.
Salió de la ducha con una bata, entró al vestidor y se colocó la pijama; unos pantalones marfil y una camiseta negra que no le pertenecía. Secó su cabello con una toalla de manera desprolija, sin querer usar el secador para no despertar a su pareja y como si fuera un zombie se dirigió a la oscura alcoba.
La claridad de la mañana se colaba por las ventanas, abiertas de par en par pero cubiertas en su mayoría por las cortinas de tonalidades claras. El sueño le entró al instante así que sin medir actos se metió en la cama matrimonial, abrazando una normalmente formina espalda, impregnando su nariz del olor de su amado para caer en brazos de morfeo con rapidez.
...
La calidez inundó ambos cuerpos, una calidad diferente a la que se sentía el estar abrigado. Si, era diferente. Era una calidez que calmaba su ser pero acelera su corazón, una calidez que los hacía sentir nerviosos pero a la vez seguros, una calidez que solo podría brindarle una sola persona.
Se sentía tan malditamente bien. Tan bien que era difícil resistir el deseo de estar en la cama durante más tiempo del requerido. Tan bien que sentían que aquel era su hogar. Tan bien, tan bien...
Ambos se despertaron de un pequeño sobresalto corporal, sus ojos se encontraron al instante, de alguna manera habían terminado durmiendo cara a cara con el otro, sus cuerpos separándose por unos cuantos centímetros, sus dedos rozandose por inercia, generando un estallido de emociones en su interior.
Los ojos del joven fueron los primeros en suavizarse, sus dedos avanzaron por el brazo de la rubia tocando suavemente las venas de su mana con las yemas de los dedos; haciendo un camino de mimos discretos hasta llegar a su mejilla libre, la cual acarició con suma delicadeza con el dorso de la mano.
—Bienvenida... — le susurró con la voz ligeramente pastosa
Annie frotó su mejilla ante el tacto de Armin con suma delicadeza, cerrando nuevamente los ojos y dejándose llevar por las sensaciones que provocaba escuchar la voz mañanera de su esposo tan cerca.
Se quedaron en silencio unos momentos, olvidando la razón por la que despertaron tan de golpe. Era una de esas veces que soñabas caerte, para ambos fue igual e incluso era sorprendente como habían despertado a la par después de soñar lo mismo.
—¿Qué tal la presentación de anoche? — preguntó Armin en un susurro
Annie abrió sus ojos lentamente, —Interesante. — fue su respuesta
—¿Sucedió algo diferente a las otras veces? — preguntó genuinamente interesado. Su mano tomó la mejilla ajena con la palma, acariciando el contorno de los ojos con las yemas de los dedos —¿Hoy volviste más tarde, no? Tienes mas ojeras de lo normal. — no había una pizca de regaño en esa frase
—Hitch y Marlo pelearon... — soltó de repente —A mitad del espectáculo. Fue terriblemente gracioso y horroroso al mismo tiempo. Volví mas tarde porque alguien tenía que quedarse a disculparse con los dueños del local, y maldita sea, ellos no planeaban hacerlo. — refunfuñó al último
Ambos empleaban un tono de voz relativamente bajo, un tono de voz suave y tranquilo que incitaba a la intimidad y el cariño.
—Ya veo... Creo que era de esperarse que esto sucediera, pero que sucediera en el escenario... —
—Fue horrible, Armin, horrible. No quiero volver a tocar en ese lugar en mi vida. —
—Annie, cariño, no digas eso. — se acercó un poco más a ella y sus alientos rozaron —Todo se resolverá, tranquila. Son Marlo y Hitch después de todo, no es un secreto que su relación está llena de altibajos por cosas simples. —
El aliento de Armin olía ligeramente a café y un toque cálido, cosa que hizo estremecer a Annie y frotar aún más su mejilla contra la palma del chico. Él había podido leer a través de sus palabras y descubrió que en vez de estar avergonzada, estaba más bien preocupada.
—Yo sé... yo sé... — murmuró entonces —Pero Hitch... ella se veía muy alterada. Y Marlo me confesó que tenia que hacerle una pregunta importante, ya sabes a lo que me refiero. — confesó su preocupación mirándolo a los ojos, sintiéndose tranquila y con un peso menos encima luego de hacerlo
—Entiendo, cariño. — besó su frente con devoción —Todo saldrá bien, todo saldrá bien. —
Cuando se separó se encontró con el rostro enrojecido de su esposa, quien inútilmente intentó esconder su rostro contra la almohada, logrando que Armin suelte una risa larga.
Se veía tan tierna y hermosa con sus ojos azules brillando, sus mejillas sonrojadas y el cabello rubio cubriéndole suavemente el rostro, delineando sus facciones femeninas y acentuando un poco la gran curva de su nariz.
Definitivamente quería despertar junto a esa vista todos los días, de todos los años, de toda su vida.
—¿Qué? — dijo entonces con tono juguetón —¿Diez años de relación y tres de matrimonio y te sigues poniendo nerviosa cuando te beso la frente? —
El rostro de Annie se volvió mucho más rojo que antes. —Vamos Arlet, provócame y te tiraré de la cama tan fuerte que sabrás lo que siente Bertolt después de una noche con Reiner. —
Armin soltó una larga carcajada y la abrazó por completo, poniéndola sobre su pecho. Ambos comenzaron a reír a carcajadas, Annie motivada por Armin, obviamente.
—No hacía falta que seas tan específica, cariño. — le dijo una vez que dejó de reír
Se amaban. Tan simple y puro como sonaba aquello. Y no había un sentimiento capaz de aplacar el que sentían por el otro.
—Cállate o te tiro de la cama. —
—No serias capaz, cariño — esta vez lo último lo dijo en tono burlón
—¿Me estás poniendo a prueba, Arlet? — inquirió con una ceja arriba
—Tal vez, Arlet, tal vez. — le dijo con perspicacia fingida
Así fue como Annie empujó a Armin con fuerza, pero el rubio la tomó de la cintura y ambos terminaron en el suelo. Estallando en risas segundos después
Sí, definitivamente así se sentía un hogar.
N/A:
El azúcar, el azúcar...
Creo que puse un poco de ooc en Annie, asi que intenté remediarlo. No se si lo hice bien XD
Espero que les haya gustado!! Me encantó escribir esto. Dejenme sus opiniones, estoy abierta a sugerencias :D
Sin mas que decir, me despido
TATAKAEEEE
-Iby 🇵🇾
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