Capoeira sólo es una
La presea de un torneo que significa la supremacía de la infante ante la mayoría de los curitibanos capoeiristas de su edad, ya colgaba de la repisa en el nuevo espacio de entrenamiento del grupo de Mestre Urubu. La prefectura de Curitiba cedía un espacio en la Escuela Municipal Lapa para instalar al señor Edno Ferreira en un lugar cerrado y permitiéndole crear un espacio digno para impartir las aulas de capoeira de su grupo. Ahí podría realizar los batizados sin problema.
Sí. Lo que había sido un simple torneo de capoeira infantil, significó una oportunidad para Mestre Urubu de hacerse notar en Curitiba, pero aún debía hacerse notar en el estado de Paraná. Comenzó un entrenamiento más completo y pesado, aprenderían las ocho secuencias de Bimba, para mejorar la lógica de jogo, la paciencia y la memoria. Una vez aprendidas, pasarían a los balões cinturados o cinturas desprezadas, secuencias de proyecciones y agarres acrobáticos y coreográficos que requerían técnica y concentración individual, así como coordinación en pareja. Evidentemente, por convicción propia e indicación de su Mestre, Biriba y Boneca practicarían juntos.
La ayuda fue fundamental, pero el espíritu de ambos les hizo lograr rápidamente los movimientos, con sus respectivas caídas. Una vez casi perfeccionadas, ambos procedieron a practicar los movimientos de contraataque: vingativa, tesoura de costas y tesoura de frente. Aunque ya sabían lo básico de estos movimientos, crearon nuevas formas para aplicarlos en un jogo normal. La vingativa permite derribar al oponente colocándose en su espalda y empujando su costado, moviendo sus piernas en el proceso. Las tesouras consiste en enredar una o ambas piernas con las propias para hacer a la otra persona perder el equilibrio. Se requieren habilidades, mental y física, avanzadas para poder ajustarlo al jogo y entrar en el momento exacto, un sagaz timing.
Con estos nuevos entrenamientos, la coordinación entre Boneca y Biriba ya se volvía natural; uno se ajustaba al cuerpo del otro. Él decidió enfocarse en el entrenamiento y dejar de lado las competencias; ya tendría tiempo, con una mayor fortaleza y preparación, para participar. A su vez, la preparación musical se vio enriquecida; además de los básicos aprendidos para un jogo de angola y regional, como São Bento Grande de regional, São Bento Grande de angola, São Bento Pequeno y Angola, se enfocaron en enseñar los otros toques, como Cavalaría, Iuna, Idalina, Santa María y Banguela. Como ya dominaban los otros, no tardaron en hacerlo con los nuevos. Sin embargo, Mestre fue insistente en ser paciente y darle la cadencia necesaria a cada uno.
La adolescencia llegó para ambos, con su respectiva diferencia, y Biriba consideró necesario desarrollarse físicamente y en otras cuestiones, pues había dedicado ya algunos años a la capoeira angola y la regional, y deseaba ampliar sus horizontes. Comenzó a ir a otras rodas para observar a otros grupos y comparar su capoeira con la de los demás, otros estilos, otros jogos. Pero no quería hacerlo sólo, así que no dudó en asistir con Boneca y preguntarle si quería ir. Ella respondió de manera grosera, aclarando que no eran amigos, sino meros compañeros que comparten un mismo objetivo. A Claudio le costaba trabajo comprender por qué ella era tan distante y cortante con él, pero tenía que vivir con ello.
Fue al centro de la ciudad, para ver a los grupos de los cuáles hablaba su Mestre y que eran conocidos alrededor del mundo. Senzala y Muzenza, de Mestre Peixinho y Mestre Paulão, respectivamente. Ambos son instituciones de la capoeira en el mundo, y han creado un legado que se ha expandido internacionalmente. Mestre Burguês, alumno de Paulão y representante del grupo en el mundo, con su academia en Curitiba, por su parte, fue miembro fundador de la Confederación Brasileña de Capoeira. Por su parte, Professor Caveira daba las aulas en la región. Biriba estuvo paseando por la ciudad, viendo exhibiciones en las calles, plazas y centros culturales. Notaba que el estilo era diferente al que él había practicado, no sólo en el jogo, sino incluso en la música. Un estilo más libre, con un mayor florero y con una mayor distancia entre los jogadores. Contemporánea, le llaman algunos, había adquirido un principal gusto entre los practicantes del fin de milenio, las nuevas generaciones sentían a las capoeiras tradicionales algo anticuadas.
“Vaya, la capoeira está cambiando”, pensaba Biriba mientras caminaba por esas calles, hasta llegar a otra roda en la zona de Bigorrilho. Muzenza era el anfitrión de nadie; aunque permitían el acceso a grupos externos, no se veía ningún participante ajeno, y Biriba descubrió por qué. Al entrar al jogo, ambos capoeiristas jugaban con cautela y de manera normal, pero comenzaron a lanzarse martelos a la cabeza, a los costados, a las piernas, armadas y galopantes dispuestos a inflingir daño al compañero, lográndolo. Al terminar, uno de ellos tenía el rostro rojo, el otro sangraba; ambos se abrazaron.
Semanas posteriores, un primo de Biriba le mandaba un vídeo de capoeira de Mestre Suassuna y su grupo Cordão de ouro. Una nueva capoeira bajo el nombre de Miudinho, creada por Mestre Suassuna, era de toque rápido y un jogo peculiar, más coreografiada y de gran destreza y reflejos, con apenas un par de años de creación, sólo ese grupo la había practicado y la utilizaban más como exhibición que como una capoeira. Reinaldo Suassuna comenzó impartiendo clases de capoeira angola y regional, pero pronto creó su propio método y sus variantes de capoeira, gracias a su ingenio. Además, creaba escenificaciones músico-teatrales y organizaba shows de capoeira alrededor del mundo.
—Mestre, fui a recorrer las calles de Curitiba para ver rodas de otros grupos, y me encontré con diferentes estilos de capoeira. ¿La que practicamos nosotros es la buena? ¿Por qué nosotros no practicamos esos estilos? -Biriba era curioso y estaba confundido. Buscaba respuestas, y estaba seguro que su Mestre podría brindárselas.
—Biriba, eso pasa con cualquier arte marcial, con cualquier manifestación artística en general. Evoluciona. Sólo mira que la regional es evolución de la misma angola. La angola que conocemos evolucionó de la que crearon los esclavos africanos. Sí, algunos desvirtúan la capoeira, pero eso no debe ser tomado en cuenta. Yo creo que la capoeira contemporánea debe ser respetada.
—Vi que un grupo suelta golpes para lastimar al otro, es la base de su jogo. Sólo se pegan y se agarran de la ropa para tirarse. Sueltan galopantes y cotoveladas para noquear a su compañero.
—Ésa es una excepción. No puede respetarse el jogo cuando la intención es soltar codazos y patadas para herir al compañero. Sí, la capoeira nació como un método de lucha para la liberación de los esclavos, pero la violencia tenía una justificación. Cuando no la tiene o es equívoca, está errada, entonces esa capoeira no merece el mismo respeto que las otras.
—¿Está mal?
—Mira, habrá momentos en los que tengas que defenderte, bajo ciertas circunstancias. Pero casi siempre existirá la posibilidad de evitar la violencia en la capoeira. Los fundamentos con los cuáles yo impartí mis clases, lo aprendido por Mestre Bimba, es mejorar como persona. Ésa es la finalidad de la capoeira que aprendí y que pretendo transmitir a mis alumnos. Así deben manejarse por la vida, siempre teniendo la posibilidad de evitar esos actos; muchas veces, los valientes mueren primero. La mandinga también es saber evitar las situaciones de riesgo cuando es oportuno.
A Claudio no parecía molestarle quedarse con su capoeira, la tradicional le parecía hermosa. No se consideraba un cobarde por evitar los golpes dentro de una roda, prefería conservar los fundamentos y desarrollarse como capoeirista íntegro, la acrobacia extrema le parecía circense, sin la fluidez que debía tener para considerarse capoeirística. Aunque no lo razonaba, sí lo sentía. Tenía ese don artístico, gracias a ellos, mejoraba notablemente como capoeirista y absorbía los movimientos como esponja. Los dominaba mucho más rápido que sus compañeros.
De la misma manera, Ariadne dominaba los movimientos de rapidez, como la gata, el salto mortal o el s dobrado, impulsando su cuerpo con la pierna para hacer una especie de gata pero desde el suelo. Por su parte, Biriba se centraba en los de fuerza, como la queda de rim sosteniendo su cuerpo con los brazos y parte de la cabeza, o la bananeira, parándose de manos y dejando los pies en distintas posiciones, para hacerlo más difícil y estético.
En cada jogo, ambos intentaban los movimientos más difíciles, que aún no perfeccionaban, como la aú sem mão, una vuelta de carro sin poner las manos en el suelo, el pião de cabeça, un giro del cuerpo con la cabeza en el piso como eje y otros movimientos. Combinaban ésos con los sencillos para crear secuencias y hacer un jogo vistoso, mejorando cada vez.
Las graduaciones llegaban, y los dos ya eran alumnos avanzados, llegando a ser monitores pero sin permitirles impartir clases; eso sería concedido una vez que cumplieran los quince años. Así, Ariadne sería la primera en dar clases y formar su grupo; después de mucho tiempo, ella sabía la rutina de calentamiento y estiramiento para proseguir a dar los movimientos básicos. Era sencillo y complicado a la vez. No requería un gran conocimiento, pero sí era una gran responsabilidad. Logró dar sus primeras clases con éxito, recibiendo los elogios de Biriba. Se apenaba cada vez.
También se ganaba la oportunidad de participar en el maculelê. Una representación escénica de mitología africana, con coreografía en faldas de rafia y con bastones de madera. Protagonista y antagonista lo hacen con machetes, por lo que se debe tener agilidad y reflejos más desarrollados para evitar accidentes. De la misma manera, también se incorporó al elenco de la puxada de rede, otra actuación en la que se interpreta a un grupo de exesclavos que, al ser liberados, buscaron su oportunidad en el mundo con el autosustento. La pesca fue la actividad que eligieron como medio de supervivencia y esto se refleja en esta obra teatral.
Claro que Biriba quería participar en todos, pero ya tendría su oportunidad. Continuó con su rutina. Aula de capoeira, música, ejercicio de calistenia, algunos anaeróbicos con peso, escuela. La condición, el requisito de los alumnos menores de edad con Mestre Urubu fue conservar las buenas calificaciones académicas. Un descuido en el colegio provocaba que continuarán con las aulas, pero con castigo hasta regular las notas. Al final, Claudio pudo mantener su vida deportiva y colegial en orden, al igual que Ariadne, quien dejaba de ser grosera de a poco con él.
El cuerpo de ambos cambiaba. Los quince y trece combinados con el ejercicio y la buena alimentación la tonificaba a ella y lo embarnecía a él. Las miradas fugaces se intercambiaban cada práctica, y se apenaban en cada ocasión. Edno observaba cómo sus niños se convertían en adultos conforme pasaban los días, y la curiosidad los llevó a acercarse a los cursos en otros grupos. Claro que cada curso tenía un precio, por lo que hacían lo necesario para poder solventarlos; recolectando basura reciclable y vendiéndola, realizando trabajos domésticos, comprando víveres de vecinos y otras actividades. Con ello, ganaban experiencia y conocimiento, nuevas técnicas y convivencia con otros deportistas del arte brasileño.
Mestre Urubu observó la curiosidad que los corroía, así que organizó un viaje a Rio de Janeiro un fin de semana, donde conocerían otro tipo de capoeira. Llegaron a la zona no turística y recorrieron las calles, observando que los cariocas tenían, curiosamente, su propio estilo de capoeira. La posición del tronco al momento de patear, las aús, los macacos, todo era diferente. Mucha exhibición callejera, capoeira para turistas en general.
A su vez, visitaron un gimnasio donde unos jóvenes hacían su propia corriente capoeirística, creando una nueva variante de capoeira angola: Movimento novo. Los movimientos de la angola suelen ser lentos y cerrados, desde la gringa hasta las patadas, tratando de dejar los huecos más pequeños; y la nueva corriente sugería una angola rápida, abriendo más los movimientos y permitiendo una creatividad combinada con acrobacia. Demasiado vistosa y con una nueva oleada de seguidores y practicantes, su fama comenzó a dejar de ser local.
Aprovecharon para pasar el par de noches en la playa. A pesar de tener la de Leste a hora y media de São José dos Pinhais, Claudio no tuvo la oportunidad de visitarla. Por lo mismo, no sabía nadar; cuando la mayoría de los compañeros entraron al mar, él prefirió quedarse en la arena. Boneca esperó con él, prefería observar el atardecer sentada. Ambos miraron hacia el cielo, mientras la noche hacía su lenta aparición.
—La playa es un lugar hermoso.
—Vaya que lo es… -Ambos se miraban tímidos, no habían entablado una comunicación amable y, ya que se había presentado el chance, no sabían cómo abordarse.
—Qué complicada es la capoeira. Toda la vida entrené, sabiendo que sólo había dos tipos, y estos últimos días he descubierto que hay muchas variantes, todas bonitas pero distintas. No sé si pueda practicar todas, aunque no sea con Mestre Urubu.
—La capoeira es una sola. Es como el amor, todos amamos de distinta maneras, algunos son cursis hasta explotar, otros son secos y aún así no pueden vivir sin su pareja, otros pelean todo el tiempo. Y, con todo, se trata de lo mismo. Bueno, lo he visto y creo que es así. Es como mis padres. -Claudio sintió el momento como idóneo para abrirse, por lo que decidió hacerlo.
—Escucha, sé que no te caigo bien, pero entrenamos juntos en aulas y también en casa. Quiero pedirte perdón si hice algo que te molestara. Sólo quiero ser tu amigo y que no se sienta incómodo el ambiente cuando estamos juntos.
—Sí, podemos ser amigos. Sé que soy una persona difícil, pero he madurado y no sé, creo que sentía celos de que practicaras capoeira y fueras bueno, que ganarás en nuestro primer torneo y ese tipo de cosas. Ya ha pasado el tiempo, he mejorado y creo que es hora de que deje de ser odiosa, sobre todo contigo. Seremos amigos a partir de ahora.
—¡¿En serio?! ¡Eso es genial!
—Cálmate, no quiero que te adelantes. Es sólo que…
—Verás que seremos los mejores capoeiristas que hayan…
—No hagas que me arrepienta.
Eu tenho o maior predador
Já nem sei porque brigamos
Por qué tanta discussão
Temos o mesmo origen
Quase a mesna função
Brigamos sem ter motivo
Como Angola ou regional
Pois é tudo capoeira
Quando toca o berimbau.
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