Julio.

—¿No es así, Taehyung? —el mencionado alzó la cabeza, topándose con la mirada de reproche de su profesora, rápidamente sus ojos escanearon el pizarrón en busca de qué era lo que se le cuestionaba.

—No, los neutrones no poseen carga —respondió.

—Falso. En realidad están compuestos por tres partículas fundamentales cargadas llamadas quarks, las cuales al sumarse dan cero. Más atención a la clase, Kim.

—Si profesora, lo siento.

La clase continuó, los ojos de Taehyung resbalaron sigilosamente de regreso a su libreta, donde el boceto de cierto chico estaba siendo terminado.

Jimin a su lado lo observó con curiosidad, pues su mejor amigo llevaba algunas semanas con un perceptible cambio de actitud, no necesariamente malo, pero cambio después de todo. Sin mencionar que eran varias las veces que lo había visto dibujando al mismo modelo, y si algo bien sabía del pelimiel era que no acostumbraba repetir dibujos. Lo vio trazar tan tranquilo que decidió no perturbar su paz y seguir escribiendo lo que la profesora anotaba.

...

Cuando la clase terminó, Jimin luchaba consigo mismo, pues era demasiado curioso con todo lo que rodeaba a Taehyung.

—TaeTae —llamó finalmente.

—¿Si? —sus ojitos le miraron con atención y por un momento Jimin se sintió perder en la bella mirada de su amigo.

—¿A quién dibujabas? —las mejillas de Taehyung ardieron tras sentirse descubierto.

—Es... Jungkook, un amigo —y apartó la mirada avergonzado. Algo dentro de Jimin dolió.

—Oh, ya veo... ¿Y es tan bonito como en tus dibujos? —su boca realmente no se cerraba. Taehyung lo miró escandalizado.

—¿Qué pregunta es esa? La belleza es relativa —Jimin alzó los hombros.

—Sólo es una pregunta, por ejemplo, tú eres muy bonito —alucinantemente hermoso—, y dibujas cosas bonitas.

—Tú también eres bonito Minnie —el corazón de Jimin no debió haberse volcado con tan simples palabras.

—Wah, ahora estoy algo celoso, ¿Por qué a mí no me dibujas tanto? ¡Soy tu mejor amigo!

—¡Sí lo hago! Pero te veo todos los días, sería tonto elegir dibujarte cuando puedo verte. Vámonos, tengo algo genial que contarte.

Jimin dejó el tema y caminó a su lado, aun pensando en la respuesta que recibió y en cómo quizá sí estaba algo celoso por la manera en que sus mejillas habían ardido con una pregunta tan sencilla.

"Sería tonto elegir dibujarte cuando puedo verte", y a él no lo ves, entonces no puedes sacarlo de tu mente y por eso lo dibujas por todos lados, ¿Cierto?

...

—No me dejes, por favor, quiero que conozcas a papá, ¡él por fin vendrá Minnie! —suplicó aferrándose al pequeño cuerpo del rubio, quien sonreía apenado.

—Lo siento mucho TaeTae, pero mi mamá ya compró los boletos —Jimin no pensó que comunicarle sus vacaciones a su mejor amigo resultaría desastroso. Tanto—. Si pudiera hacerla cambiar de opinión sabes que lo haría.

Taehyung hizo un puchero de inconformidad, él verdaderamente quería presentar a los hombres que más quería en el mundo.

—Trataré de volver pronto, ¿De acuerdo? —levantó su meñique en señal de promesa, Taehyung lo imitó, entrelazándolos.

—De acuerdo —aceptó aún con la desilusión bañando sus palabras, dio un pequeño beso de despedida en la mejilla del rubio, provocando un llameante sonrojo que sus ingenuos ojos pasaron desapercibidos—. Te amo Jiminie.

—También te amo Tae —susurró casi como un secreto, sacudió la cabeza, regresando a la realidad—. No me extrañes demasiado.

—Yah, quién va a extrañarte, ¡Puedo vivir sin ti! —respondió siguiendo claramente el tono burlón de la oración, pues solo ellos sabían cuánto se amaban, cuánto se necesitaban.

Se despidieron una vez más antes de que jimin corriera al auto de su madre, quien lo saludaba dentro del vehículo. Taehyung, sonriente, le devolvió el gesto.

—¡Saluda a Jungkook de mi parte! —fue lo último que el pelimiel escuchó antes de que el auto arrancara a toda velocidad rumbo al aeropuerto.

Y como cada día de clases, Taehyung caminó a la parada del autobús.

...

Entró en casa siendo recibido por el silencio. Caminó hacia la cocina en busca de su madre pero una pequeña nota de papel fue lo único que encontró. Al menos se había molestado en avisar. Leyó la nota y subió a su habitación, sabiendo de antemano que estaría solo hasta las ocho de la noche.

Los minutos parecieron detenerse luego de que terminase de comer, atascados en las manecillas del reloj que colgaba en la pared de la cocina. Para las cuatro de la tarde, Taehyung estaba increíblemente aburrido. Vio un rato la televisión, dibujó otro poco pero nada parecía satisfacerle. Nunca deseó tanto su cumpleaños como en ese momento, pues su padre había prometido regalarle un celular cuando cumpliera trece. Podría estar hablando con Jimin por kakao en ese momento si tuviera uno.

Suspiró triste y vencido por el aburrimiento, decidió explorar a fondo su casa.

Desde los pulcros marcos en las paredes hasta las pequeñas grietas en el techo. Hurgó en muchos cajones y se arrastró por diferentes suelos, reconociendo que su madre en realidad limpiaba de maravilla y no solo superficialmente. Aunque sí se le pasaban varias telaraña en las altas profundidades del techo.

Se detuvo. Pues nunca había notado aquel pequeño cuadrado en el techo. Curioso, se apresuró en tomar una de las tantas mesillas que adornaban el lugar, quitando todo de encima para luego subirse. Tomó el discreto hilo que colgaba y jaló, casi cayendo debido al susto que una pequeña pero ancha escalera le dio, desplomándose hasta tocar la mesa.

Taehyung se sentía en una película.

Con duda ascendió por los escalones, dándose cuenta rápidamente de que le sería imposible ver algo sin una linterna. Bajó de la mesa con un brinco y corrió escaleras abajo, recordando con claridad que su padre guardaba una lámpara en su caja de herramientas.

Regresó con la linterna en un pestañeo, la adrenalina agitando su cuerpo; todo rastro de aburrimiento quedando en el olvido como si jamás hubiese existido. Retomó su camino por la escalera esta vez con linterna en mano y subió por completo. Se sintió algo decepcionado, pues la gran mayoría por no decir todo era llenado por cajas. Caminó alrededor de ellas preguntándose porqué nunca le habían comentado de la existencia de dicho ático.

¿Sería muy imprudente revisar el contenido de las cajas? no le veía ningún otro objetivo a dicho descubrimiento. Alumbró cada rincón y pudo distinguir la caligrafía de su padre en muchas de las cajas por lo que, convencido por la curiosidad, decidió hurgar un poco en todas ellas.

Taehyung dejó de prestarle atención al tiempo desde el primer instante en el que abrió una de las cajas, aún si pensaba que el contenido no era nada excepcional, eran cosas de su padre. Mayormente fotografías, figuras de colección, etc.

Su corazón saltó de emoción al encontrar varios dibujos que su padre había hecho, no había duda que toda su parte artística era herencia de él. Encontró también varios discos: BTS, Agust D, Mono, Hope World, bandas que nunca había escuchado. Así como también libros de apariencia bastante antigua, delatándose por sus hojas amarillas.

Por otro lado encontró revistas, posters y varias sudaderas con la palabra Suga escrita. Aquella era casi toda la adolescencia de su amado padre.

Estaba por pasar a la siguiente caja cuando una carpeta vino tinto llamó su atención. La sacó con cuidado sintiendo el peso de todo lo que contenía. Poco a poco, fotografías fueron llenando sus manos, en ellas su padre era retratado con la felicidad brotándole por cada poro de piel, lucía igual de atractivo que varios modelos que el pelimiel había visto en la televisión.

Pero no fue la bonita sonrisa o el atlético cuerpo de su progenitor lo que más le sorprendió, sino que en muchas de ellas éste estuviera posando con una linda mujer de rizos rubios.

Algo dentro de Taehyung se sintió repentinamente ansioso.

—¿Taehyung, estás allá arriba? —las fotografías resbalaron de sus manos al escuchar la voz de su madre. Las recogió lo más rápido que pudo, regresando todo a su lugar.

—Emm, sí, y-ya voy —el nerviosismo le erizó la piel, pues tenía el gran presentimiento de que era un lugar en el que no debía estar. La mirada irritada de su madre al verlo bajar confirmó sus sospechas.

—¿Qué hacías allí arriba? —bajó cada escalón viendo cómo ésta se apresuraba por cerrarlo de nuevo.

—Escuché un ruido y-

—Y subiste a investigar —la mujer lo interrumpió—. No eres Sherlock Holmes ni algo cercano, podría haber un animal o algo. No tienes permitido volver a subir, ¿Me oíste?

—Si mamá, lo siento —la mujer resopló y se marchó, Taehyung la imitó, tal vez ligeramente feliz de que su madre mencionara que podría haberse expuesto a un peligro. Como si genuinamente le importara.

Llegó a su habitación, el contenido de aquellas cajas acompañándolo más allá luego de que el cielo terminara de oscurecerse.

...

Diez minutos después de escuchar el ya característico sonido del auto alejarse, Taehyung salió de la cama, abrió la ventana y saltó. Caminó entre la arena y casi corrió de alegría cuando lo vio.

Jungkook giró el rostro como si hubiera sentido su mirada, sonriéndole. Y sólo dios sabe lo profundo que aquel simple gesto lo desarmó.

—Pensé que no vendrías —el pelinegro soltó tan rápido como Taehyung se había sentado en la arena, a su lado.

—¿Por qué? —santo dios, si Jungkook no dejaba de mirarle así iba a morir ahí mismo. Taehyung no entendía aquel increíble poder que tenía sobre él.

—No habías venido en toda la semana —el corazón del pelimiel ardió en culpabilidad, triste de imaginar la cantidad de días en los que Jungkook había estado allí mismo, completamente solo.

—Lo sé, lo siento. Eran mis últimos días de clases y tenía más tarea de lo normal —movió nerviosamente las manos, ajeno a todo lo que no fuera el chico frente a él.

—¿Has terminado todo? podría ayudarte —ofreció, sus ojos negros brillando como si contuviera a todas las estrellas en ellos. De nueva cuenta Taehyung sentía como si le conociese de toda la vida.

—Ya la he terminado, pero si quieres puedes venir a pintar a mi casa algún día —Jungkook admiró cómo aún en la oscuridad de la noche las mejillas ruborizadas del chico brillaban con tanta intensidad. Terriblemente tierno.

—Espero sea pronto, entonces —y Jungkook mentiría si dijera que Taehyung no robó su atención desde la primera vez que lo vio. Si dijera que no deseaba fundirse en la miel de sus ojos mientras las estrellas los bañaban y las olas les cantaban.

Jungkook definitivamente estaría diciendo la mentira más grande de su vida si negara que Taehyung era, de lejos, el ser humano más bello que sus mortales ojos habían tenido la dicha de admirar.

[...]

HE VUELTOOOOOOOOO :D

Hola, en serio una gran disculpa por haberme tardado cuAtro meses en actualizar, pero principalmente la escuela y mi vida en general me hacían batallar en inspirarme y escribir, trataré que no vuelva a suceder.

Luego, yo que pensaba que la cuarentena me iba a regalar todo el tiempo del mundo para escribir y mis maestros literalmente me dijeron "oilaaaa" y me dejaron añOs de tarea :c

¡Pero ya la he terminado! :D (al menos por el momento)

Espero se encuentren bien y sigan todas las medidas posibles para protegerse del virus, yo por mi parte llevo un mes entero en mi casa y probablemente lo esté otro más pero no tengo mucho problema ya que llevo haciendo cuarentena toda mi vida 😂

CASI OLVIDO AGRADECERLES POR LAS 5.5K LECTURASSSSSSSS ¡¡¡MUCHAS GRACIAS!!!

¡Cuídense y gracias por la espera!

Besitos besitos chau chau para to2~ uwu