Llamo al número de Matt, luego del un prolongado sonido de espera, por fin atiende.

—¡Cass! Hola ¿Quieres hacer algo?

—¿Por qué?—Suelto luego de unos segundos—.¿Por qué se lo diste?

—Ah, sí, eso...—No habla por unos momentos, él sabía perfectamente lo de Chest—.El solo me lo pidió y, bueno, no lo sé. ¿Qué tiene de malo?

—Matt, no lo soporto ¿sí? No detesté a una persona tanto desde kinder cuando Jade me mordió.—Refunfuño molesta por el recuerdo.

—Emm...Cassie, en realidad, tú la mordiste a ella.—Matt murmura incomodo.

Me molesto ante el recuerdo.

—Ella era una zorra.

—Ella no era una zorra, Cassie.—Matt bufa, solamente porque a él le gusto Jade dos años seguidos, la defiende.

—Tienes toda la razón.

—¿En serio?—Pregunta sorprendido.

—Si, ella no era una zorra, ella es una zorra.

Así es, ella me siguió incluso hasta la secundaria. Y créanme, nunca cambio, se habla sobre ella y sus "tareas extracurriculares" con profesores.

Se puede escuchar a través de la linea su suspiro de derrota.

—Como sea, ¿Y qué pasa con Chest?—Pregunta.

—Hay una gran e interminable de gente que no me agrada ¿Sí? Y por esa razón no les hablo. Pero Chest, tu mejor amigo, siempre estará ahí y simplemente no puedo ignorarlo ¿de acuerdo?—Suspiro con pesadez.

—¡¿No puedes ignorarlo?! Tu principal hobby es ignorar, chica. Siempre ignoras a los novatos de primer año o a la mitad de chicos de la escuela cuando te coquetean.—Comenta—.Por suerte.—se le escucha murmurar casi inaudible.

—¿Cómo que por suerte? ¿Qué significa eso, Bluerry?—Declaro con gran atención a sus palabras—.¿No te estarás enamorando, justamente ahora, de mí, no?—Indago, ¿acaso tiene celos?

—¡¿Que?! No, por supuesto que no. Eso ya lo intentamos ¿no te acuerdas?

"Uf, no tienes idea". Pense para mí misma.

—"Para el enamorarse no hay tardanza, el corazón llama cuando se le da la gana"—Recito algún libro anticuado de la clase de literatura del año anterior.

—Claro.—Matt suelta una carcajada sarcástica—.Y tu ¿justo ahora te vuelves romántica y dices cursilerías?—Ironiza.

—Eso jamás lo intentamos, hubiera sido un infierno que yo haya actuado tan patética.—Hago una mueca de solo imaginarlo. Horrible.

—Bueno, tendré que colgar antes de que esto se vuelva completamente irracional y ridículo.

—¡EY! No me dijiste que significaba lo de...—No pude contestar ya que solo me quede escuchando el sonido de la linea desconectada, maldito.

Me tiro en mi cama aburrida, sintiendo esa sensación de necesidad o ansiedad de hacer algo pero no tener la más pálida idea de que hacer. Pensé llamar a Ashley para ver una de sus horribles películas mientras hablemos sobre lo anticuado y horrorozo que es el amarillo junto el naranja.

Mi teléfono emite el sonido ya familiar, avisándome de la entrada de un mensaje. Lo leo y mi pantalla muestra el nombre de Matt

Wintfood 14.30. Te espero ahí

Sonrio contenta de ya tener algo que hacer, tomo mi chaqueta azul mar, la de charreteras militares y recojo mi cabello en una trenza de costado. Aplico maquillaje en mis pestaña y brillo labial en mis labios.

Wintfood es una cafetería conocida por toda la escuela, es barato y todos se lo pueden permitir pero lo más importante es que es barato pero de calidad. Tomo el Jeep de mi hermana. Ella ya no lo necesita más porque estudia en Atlanta y desde ahí hasta San Francisco es una gran diferencia.

Ugh, a veces no entiendo como es que hayamos nacido del mismo lugar.

Son varias cuadras hasta que al fin llego, camino entre varias mesas observando para atisbar a Matt pero no lo hago.

—¿Me buscas?—Un aliento mentolado se posa sobre mi hombro izquierdo. Matt odia la menta. Volteo para ver al invasor de mi espacio personal, mis cejas se alzan de asombro. Esto no está pasando.

—¿Que crees que haces aquí?-Exclamo señalandolo en el pecho con mi índice.

—Es un espacio publico, supongo que no es ilegal.—Chest se encoje de hombros de esa estúpida manera arrogante.

—¿Se piensan mover, tórtolos?—Giramos nuestras cabezas para ver a unos estudiantes a los cuales les estebábamos evitando el paso.

—Nosotros no somos...—No pude contestar ya que Chest coloca su mano sobre mi espalda y me guia hasta una de las mesas ubicadas cerca del ventanal.

—Solo quiero hablar contigo.—Exclama antes de que pueda replicar algo.

—¿Hablar? Solo me molestas.—Me quejo—. Además, Matt me citó aquí, puedes irte.

Chest rueda los ojos y despina con sus manos su cabello.

—Yo te mande el mensaje, Cass.—Confiesa, mirandome sabiendo que me molestaría demasiado y haga una rabieta—. Además, ¿Molestar? ¿A ti?—Chest soltó una sonorosa carcajada—. Lo sabía...—Murmura para sí mismo.

—¿Lo sabías? ¿Sabías qué?—Frunzo el entrecejo.

—Que eras una de esas personas.—Dice simplemente...¿decepcionado?

—¿Cómo que soy "una de esas personas"? ¿Puedes ser más específico?

—Ya sabes, una de esas personas, de esas chicas que solo se preocupan si una de sus pestañas esta fuera de lugar o cosas por el estilo. Las que creen que todo el mundo esta para ellas.

Lo miro con sorpresa que reemplazo con indignación.

—No me digas que ahora soy yo la artificial cuando tu te pasas viviendo con arrogancia y todas esas cosas de mujeriego.

Él se que do callado unos segundos.

—Me hablaron de ti.—Dice, esquivando mi acusación—.Dicen que eres intimidante.—Levanta una ceja inquisidora. ¿Ven? Se los dije, BI-PO-LAR.

—Yo solo se lo que quiero, soy una persona que tiene sus principios muy claros.

Chest río, una risa dulce.

—¿Y cuales son tus principios?—Me mira sonriente.

—Obedecer mis reglas mas importantes.—Le digo con firmeza.

—¿Y...? Continua, me estas matando.—Ahora yo soy la que no pude reprimir una risa, hasta tuve con mis manos tapar mi boca, ¿es en serio? Su actitud es muy cambiante.

—La primera no te la diré.—Respondo con humor.

—¿Por qué no?—Me mira con cara de cachorrito lastimado.

Tal vez por que me gusta verte frustrado...

—Porque...-Me inclino hacia él.—, es un secreto.—Murmuro.

—Soy bueno manteniéndolos.—Él sigue mi juego y se inclina hacia mi, acercándonos demasiado.

—Pero si te lo cuento, ya no sería un secreto.—Me recusto en mi asiento cómodamente.

—Muy bien, si así lo quieres. ¿Y la regla numero dos?

—No salir en citas con chicos de la misma escuela. Así que me tengo que ir porque si no estaría rompiendo mis reglas.—Digo señalando la situación, mientras me levanto de mi asiento.

—Eso quiere decir...¿Que consideras esto una cita?—Exclama divertido mientras ríe.

—¡NO! No, yo nunca dije, eh,...—Me tengo que ir antes de que siga tartamudeando como una completa imbécil.

Esto no termina aquí...

—Si tú lo dices—Escucho que dice un divertido Chest, cuando estoy por salir de la cafetería—, nos vemos mañana, Cass.

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Este cap. fue largo...(creo)

Estrellita y opinión, solo quería recompensar el anterior que me quedo corto :c

Los ama con amor incondicional, Mitch