~Pesadumbre que estruja mi corazón~.

Cuando sus bellos ojos se abrieron, frunció el ceño al sentir la luz del sol en sus ojos.

-princesa.

Miro a su costado al escuchar la voz de lily, estaba sentada en una silla mirándola con alivio y con una bella sonrisa.

-"Lily...eres tan amable, como lo era mi padre...ojalá hubieras sido mi madre en el pasado, tal vez si hubiese pasado eso jamás me hubiera quedado sola".

Sonrió levemente al ver unos cabellos rubios tras la hermosa peli marrón. No había duda.

Diana nunca abandonó el palacio.

-me alegra que hayas despertado, has dormido por un día entero, su majestad está preocupado.

Caliope recordó y cuando se quiso levantar lily la volvió a acostar.

-debes descansar, usaste mucho de tu magia, deje un poco de té por si quiere beber algo, pero es mejor que duermas.

La tapo con suavidad sin dejar que caliope conteste.
Se levantó de su asiento y beso su frente haciendo que cierre sus ojos ante el contacto.

-lily.

La nombrada detuvo su salida y miro curiosa a la pequeña.

-gracias -su sonrisa la desconcertó pero aún así le sonrió amable.

-no debes de agradecer princesa, es un honor para mi verlas crecer y hacer hasta lo imposible por ustedes.

Con eso último salió de allí dejando sola a caliope que se quedó mirando el techo pensativa.

Esperaba que lo sucedido con Atthy no pasará, parece que debía de esforzarse más o no podría lograr su meta.

En un suspiro cerro sus ojos y se acomodó en su cama.

-parece que debo de entrenar más.

-creo que debes descansar.

Se exaltó cuando Lucas apareció a su lago mirándola con el ceño fruncido y con reproche.

-lu...

-aún cuando te desmayaste seguiste haciendo reservas de tu magia, no te esfuerces tanto niña -su regaño la sorprendió.

El pequeño maestro estaba sentado en su cama mirándola con enojo mientras ella lo miraba incrédula.

Era raro verlo así y le era sorprendente notar que le había tomado apreció en tan poco tiempo. Aunque el tsundere oji rubí jamás lo aceptaría.

-qué paso con tu cuerpo? -miro curiosa la estatura del mago.

Se suponía que él cambiaría de forma cuando Atthy despertará.

-me es más fácil recuperarme con esta forma...además...quién hubiese imaginado que tuvieras tal poder? -acarició la mejilla de la oji rosa con suavidad mientras ella lo miraba con el ceño fruncido.

Ese día despertó de mal humor. Recordó su pasado.

Alejó su rostro de su toque y bajó de la cama ante su mirada.

Entro al baño sin dirigirle la mirada haciendo que el mago bufe ante ese cambio de actitud.

Eso ya se lo esperaba, cuando un mago usaba gran parte de su magia tenía un cambio interno que debía de superar por sí mismo y cuando superé toda su batalla interna su mente se liberaría y tendría más poder del que ya tiene.

Caliope solo estaba pasando por una de las tantas etapas para ser una excelente maga.

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La princesa al estar cambiada se miro al espejo, desde que uso su magia abiertamente sus ojos se hicieron más oscuros.
Como los de Lucas, todas sus emociones estaban revueltas y su mente no descansaba.
Recordaba una y otra vez su pasado, todo lo que "vendría" en el futuro se repetía en su cabeza.

Esa voz que le decía -intrusa, no eres de aquí, solo eres una intrusa -la carcomia por dentro.

-patético -se desprecio a sí misma tal como en el pasado.

Volvía a entrar en su etapa de depresión y desprecio a sí misma, en verdad odiaba esa etapa.

-deberias de ir a ver a tu hermana.

Lucas apareció tras suyo, ella solo lo miro por su reflejo en el espejo y luego suspiro.

-bien...por cierto, notó que recuperaste un poco de tu poder -miro atenta el pecho del oji rubí.

Su mana estaba más brillante que antes.

El mago sonrió con orgullo haciendo que caliope lo mire con una gotita.

-por supuesto!, todo es gracias a mi...

-si como sea, nos vemos -sin darle importancia salió de alli ignorando los gritos del mago que se enojó al ser ignorado.

Camino por los pasillos con la mente en blanco.
No sabía qué le pasaba, si bien el recordar su pasado la puso de mal humor, esta vez tenía un sentimiento extraño.
Como nostalgia, tristeza, irritación y enojo....y culpa.

Cuando estuvo en el cuarto de su padre, miro a Athanasia dormir con serenidad.
Parece que fue de ayuda.

Acarició su cabello con suavidad y se sentó al borde de la cama tomando su mano y mirando al suelo.

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-

vamos corre corre! -miro alegré la brillante sonrisa de su mejor amiga oji celeste.

Su cabello marrón se balanceaba con fuerza y luego miro sus manos unidas.

-vengan aquí! -rió con fuerza al escuchar la voz de la hermana mayor de Alai, era peli marrón de ojos verdes.
Eran mellizas.

Le habían hecho una broma y la mayor se había enojado.

Las pequeñas de 10 años al terminar de jugar fueron con sus padres que estaban hablando en el living.

-mmm mamá no me deja comer otro pastel -se quejó la oji celeste haciendo reír a la oji marrón.

-Alai no puedes comer tantos dulces -Ana la regañó siendo ignorada por su melliza.

-ten puedes comer del mío.

-leila te amo~.

Leila rió divertido mientras Ana las regañaba.

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-leila estás dormida? -la nombrada abrió sus ojos y se dio la vuelta mirando a su amiga.

Las tres estaban durmiendo juntas.

-qué sucede?.

-hagamos una promesa -susurro sonriente.

-de qué?.

-cuando seamos mayores nos casaremos el mismo día y no habrá secretos entre nosotras, seremos compañeras de batallas!.

-shhh -Alai tapó su boca al recordar que su hermana estaba durmiendo -compañera de batallas?, no estamos en una batalla -la miro divertida.

Pero aún asi las dos unieron sus meñiques.

Era una promesa.

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La lluvia caía sobre ella, su cuerpo entero estaba empapado.

Escuchaba ir y venir a los policías, los bomberos, los paramédicos.

A su amiga en el suelo tratando de ser salvada.

-leila -ignoró el llamado de Ana que lloraba sin parar, ignoró el abrazo de Eithan.

Ignoró sus heridas y la sangre que corría por su cuerpo.

Otra vez lo perdió todo, otra vez perdió a una persona que estuvo siempre para ella y a una de las pocas que dejo entrar en su corazón.

Otra vez...la muerte le arrebato lo que amaba.

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-atthy -su voz salió quebrada y llena de dolor.

Sus ojos picaban y sentía un nudo en la garganta que no la dejaba hablar bien. Respiro temblorosa y luego miro a su hermana con tristeza.

Eres una intrusa.

Era estupido ella sabía lo que pasaría pero no podía evitar sentir culpa y una enorme tristeza al verla en ese estado.
Y el recordar su pasado tampoco ayudaba.

-..lo siento...atthy lo siento -apretó su mano con fuerza y bajo la cabeza -no debería de existir....yo no tendría que haber nacido.

Sus palabras llenas de dolor y tristeza eran puñales para los que estaban tras la puerta.

-si tan solo no hubiera nacido tal vez... mamá estaría viva, serían una familia feliz con papá, mamá y tú...serian felices si yo no existiera....todo es mi culpa.

Sus susurros iban siendo más inaudibles y su mente entraba más a la oscuridad llena de tristeza y culpa.

Ella se sentía enojada, triste, culpable. Culpable por no haber podido evitar todo su pasado, por no haber podido evitar la muerte de su padre, por no haber podido evitar la muerte de su mejor amiga, la traición de su esposo y amiga...la muerte de su hijo.

Y ahora que ella se había prometido no dejar que nada le sucediera a su familia y hacer todo lo posible para lograrlo, aún así Athanasia sufrió.
Eso la llenaba de impotencia.

-lo siento.

Cuando se quiso dar cuenta había caído en los brazos de morfeo tomando la mano de su hermana.

《Hace unos minutos》.

Luego de que caliope saliera de su cuarto, Lucas la informó a claude, en su forma original, que la princesa ya estaba despierta y que fue a ver a su hermana.

Tanto el rubio, como felix, lily y Lucas fueron directo a la habitación en donde estaba Atthy.
Querían verificar que las gemelas estuvieran bien.

Cuando claude estuvo a punto de abrir la puerta.

-lo siento.

Ese susurro lo detuvo tanto a él como a los demás.

-atthy lo siento -era caliope no había dudas.

Pero su voz sonaba llena de tristezas, parecía herida.
Tan herida y culpable.

-no debería de existir....yo no tendría que haber nacido.

Lily tapó su boca con sorpresa a punto de llorar, feliz quedó sorprendido y claude solo abrió sus ojos en shock para luego apretar sus puños lleno de impotencia.

Cuando estuvo a punto de abrir nuevamente la voz de su hija lo detuvo.

-si tan solo no hubiera nacido tal vez... mamá estaría viva, tal vez serían una familia feliz con papá, mamá y tú... serían felices si yo no existiera....todo es mi culpa.

Lucas cerró sus ojos neutral aunque extrañado de que la voz llena de dolor de la pequeña le apretujara el pecho.

-lo siento.

El silencio reinó y claude entró al cuarto seguido de los demás.
Caliope estaba durmiendo al lado de su hermana sosteniendo su mano.

-princesa -lily dejo escapar sus lágrimas mirando junto a felix con tristeza a la pequeña.

Era doloroso ver a una niña tan amable y amorosa como la princesa culparse de algo que no debía.
Ver a la pequeña que veían crecer sufrir tanto y no poder hacer nada los llenaba de dolor.

-mago -el oji rojo miro al rubio atento -las dos están estables?.

-sí, la princesa Athanasia va recuperándose poco a poco y la princesa caliope ya se recuperó por completo, es alguien fuerte.

El emperador quedó en silencio dándole la razon al mago.
Con solo una mirada los tres entendieron y salieron de allí sin hacer ruido.

Acarició el cabello de las gemelas con suavidad para luego posar su mirada en caliope.

Era tan parecida a Diana...que lo asustaba.

Le asustaba volver a perder esos ojos. Le aterraba.
No queria que caliope tuviera el mismo destino que su madre.

-...quisiera odiarlas con todo mi ser...pero no puedo.

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Caliope fue abriendo sus ojos, los cuales brillaban en la oscuridad, notó que estaba en un cuarto desconocido se extraño.
Al mirar a su costado vio a su padre.

-ya despertaste.

Parpadeo cuando escucho la voz del rubio un tanto...triste?.
Parecía estar en un trance extraño. Aunque ella estaba igual.

-...papá, estás bien? -se sentó mirándolo curiosa, él solo la miro atento y se acostó a su lado a su sorpresa.

La estaba abrazando y oliendo su cabello.

-he visto cosas sorprendentes este día...cosas que no me esperaba -ella lo miro curiosa pero él tenia sus ojos cerrados.

-pa...

-cuando confíes en mi, cuéntame lo que te atormenta.

Ella quedo en shock y cuando vio esos ojos celestes lo supo.
Él lo sabía.

Claude había visto todo su pasado.

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