◇5◇
~La niña malcriada del Emperador~.
Los rayos del sol se fueron filtrando por las cortinas llegando hasta la cama, en donde dos melenas rubias se iluminaban con el sol.
El mayor estaba boca arriba y tenía abrazada a la menor de la cintura la cual estaba durmiendo encima del rubio.
Era algo raro pero en la madrugada caliope tuvo una pesadilla y claude como única idea la posó en su pecho mientras que le proporcionaba suaves palmadas en la espalda y ella se tranquilizo.
Igual que un bebé.
Todo fue muy raro viniendo de dos rubios que eran más gélidos que los glaciares.
*snif snif*
La pequeña nariz de la niña se movió al sentir un aroma masculino muy cerca de ella, frunció el ceño confusa.
-mmm...-poco a poco fue abriendo sus ojos y miro adormilada hacia arriba.
Se encontró con la cara dormida de claude, quedó en shock al notar la posición y antes de que quisiera irse unos ojos cerúleo la miraban con serenidad.
. . .
-"shit :v" -maldijo a todas las deidades del mundo cuando tuvo bajo suyo al ser sexy pero psicópata que se hacía llamar su padre mirándola atento y esperando alguna reacción de su hija.
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Ella miro para otro lado en silencio y al notar el aspecto adormilado de claude y que estaba muy cerca de ella tuvo un adorable sonrojo.
-p-puede soltarme? -susurro casi hecha tomate haciendo sonreír de lado a claude que se levanto de la cama con ella en brazos la cual lo miro con curiosidad.
-desde ahora dormidas conmigo para más seguridad -declaro mirándola con neutralidad.
-...Eh?...Pero y Atthy? -parpadeo confusa y él la dejo en el suelo posando su mano en su cabeza.
-ella seguirá durmiendo en su habitación actual, podrás ir a visitarla cuando quieras pero desde ahora cuando yo quiera dormirás conmigo -se cruzo de brazos viendo sereno pero divertido el ceño fruncido de caliope la cual inflaba sus mejillas enojada.
No le gustaba que le den ordenes.
-pero...
-podrás entrar cuando quieras a la biblioteca imperial.
La pequeña oji rosa se quedo en blanco ante lo dicho y mordió su dedo pulgar mirando para otro lado dándose por vencida.
-tch.
Era una clara respuesta.
El emperador sonrió de lado y una sirvienta golpeo la puerta con suavidad para luego entrar y hacer una reverencia ante los dos rubios.
-buenos días su majestad, su alteza -saludo amable la mujer.
-desde hoy caliope tiene al acceso libre a la biblioteca imperial, traslada algo de su ropa a mi habitación -ordenó caminando hacia el baño.
-eh..La princesa dormirá con usted? -pregunto sorprendida para luego mirar a caliope que estaba bostezando de hambre y sueño.
-eso es obvio -la miro con frialdad haciendo que la sirvienta tiemble de miedo pero hizo una reverencia.
-c-como ordene su majestad, dentro de unos momentos vendré a preparar a la...
-no hace falta -nuevamente la sirvienta quedo sorprendida pero caliope se le unió -trae su ropa y un peine -ordeno para luego entrar al baño.
Las dos quedaron en silencio y caliope gimió con disgusto y pereza.
-voy a perder mi pelo -susurro con un aura oscura de depresión habiendo reír levemente a la sirvienta.
Qué más cambiaría en el frío emperador la bella princesa oji rubí?.
.
.
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El rubio miraba con orgullo su "obra de arte", una coleta alta con un moño negro.
Caliope estaba delante de un espejo con un vestido rojo de la parte de arriba y la falda negra, zapatos negros, medias blancas y un lazo hecho moño en su coleta alta.
Miro con una gotita los ojos orgullosos de su padre y luego suspiro para bajarse del asiento, miro al rubio y palmeo el asiento.
-tu turno -susurro con neutralidad pero un poco avergonzada.
La pequeña tsundere no lo quería aceptar pero el estar con claude le hacía recordar a su padre, lo estaba empezando a querer y a aceptar su nueva vida.
Claude no dijo nada y se sentó viendo con curiosidad a su hija la cual se sentó en su regazo y agarro el peine empezando a peinar con suavidad su pelo a sorpresa del rubio.
-...por qué me peinas? -pregunto cerrando sus ojos al sentir las pequeñas manos de su hija en su cabello.
-...Atthy tiene razón tienes el cabello muy brillante y seria un desperdició que lo tengas todo enredado...es muy suave...me gusta -respondió con una leve sonrisa que sorprendió al emperador.
Ella parpadeo curiosa y él la abrazo.
Ella se exalto pero no dijo nada al recordar su pasado.
Fue ignorado por su familia, no tuvo amor, la mujer que le prometió amarlo y jamás abandonarlo lo engaño con su hermano, al cual tuvo que matar.
Su nuevo amor, la cual lo estaba haciendo conocer la felicidad, le fue arrebatado de nuevo y tuvo miedo de quedarse solo.
Se aisló e hirió a su amada por temor a quedarse en la soledad.
Casi cayó en la locura cuando supo que su amada murió y todos lo veían como un monstruo sin compasión.
Su padre era alguien herido y solitario.
-....ya no estarás solo -el rubio se exalto al escuchar sus palabras- nos tienes a nosotras -susurro acariciando su cabello y abrazándolo.
Él apretó sus labios y ocultó su rostro en el pequeño hombro de su hija.
El viento entró por la ventana junto a los rayos de luz y una voz infantil pero armoniosa y celestial se empezó a escuchar por el palacio.
Abrió sus ojos sorprendido al escuchar la hermosa voz de la princesa pero cerro sus ojos sereno al sentir que su canto lo tranquilizaba.
Se sentía amado y libre.
Tal parece que su amaba no lo había abandonado por completo, le dejó dos luces que iluminarían su camino.
Al terminar de desayunar, los dos rubios comieron en silencio y el emperador notó que a caliope le gustaban demasiado los dulces igual que su hermana.
Claude acompañó al jardín, más preciso al lago en donde estaba el árbol carmesí, a la oji rosa que se posó bajo el árbol y miro el lago con serenidad.
Era sorprendente el parecido de caliope con diana, tal vez por eso tenía tanto interés en ella?.
Tenía interés en sus dos hijas pero había algo en caliope que le llamaba mucho la atencion, tal vez era porque ella fue la segunda mujer que lo desafió con la mirada y lo miro sin temor por su posición.
Debía de ser por eso, aún así, el emperador con un poco de temor sabía que un sentimiento, que estuvo tratando de congelar por años, ahora estaba dejando salir con esas dos niñas.
Al saber sobre la muerte de su amada trató de congelar bajo mil cadenas su corazón pero cuando vio esos ojos llenos de tranquilidad, ese sentimiento que le daba calor no quiso irse de él.
Desde ese entonces su amor por su pequeña hija estaba en ese corazón encarcelado, y gracias a ello también amaba a athanasia.
La segunda princesa no sabía su misión en ese mundo pero una de sus misiones era salvar tanto a su padre como a su hermana.
-no sabía que te interesará este árbol -el rubio miro el árbol carmesí haciendo que caliope mire el árbol con neutralidad.
Ese árbol había estado bien oculto del emperador, él no recordaba que estuviera allí pero desde que caliope llegó fue como por arte de magia que haya aparecido en ese lugar.
Qué escondía caliope?.
-"algunas hojas son como el color de sus ojos y...tiene un rastro de magia...acaso estás almacenando tu magia en este árbol?" -el rubio miro con seriedad a la pequeña la cual al sentir su mirada lo volvió a mirar.
-no deberías de ir a trabajar? -pregunto con reproche en su mirada.
Parecía como si lo estuviera regañando.
Claude solo bufo divertido y acarició su cabello para luego empezar a caminar hacia el palacio.
-ve con tu hermana y procura comer algo -hablo sereno y mirándola de reojo.
-sé cuidarme -se quejo al notar la intensidad en la mirada de su padre, tal parece que se dio cuenta que se estuvo saltando algunas comidas para seguir leyendo.
-hn....no crezcas tan rápido -susurro dándole la espalda y dejando a caliope sorprendida.
Acaso ese sonrojo en sus orejas fue de vergüenza?.
Tal parece que ella era la primera persona en ver al gran emperador avergonzado.
La oji rosa camino tranquila hacia el cuarto de su hermana, a medida que se iba cruzando con las sirvientas ellas la saludaban y ella solo asentía con amabilidad.
-"cambie el curso de la historia, aunque era lo más seguro por mis ojos y mi presencia, ahora que recuerdo athanasia ayer a la noche no había preguntado por diana y al otro día tanto lily como felix se quedaron vigilando la por eso?" -se quedó pensando un rato para luego abrir con cuidado la puerta y quedarse muda.
Un pesado ambiente decoraba la habitación de athanasia, su hermana, lily y felix estaban con ojeras bajo los ojos.
Atthy estaba leyendo un libro tras suyo lily y felix mirándola fijamente.
-qué sucedió? -su voz hizo eco en el lugar haciendo exaltar a los tres presentes que la miraron sorprendidos.
-....Cali! -la nombrada fue abordada por el abrazo dramático de la mayor de las gemelas, las dos cayeron al suelo abrazadas y Atthy fregaba su mejilla con la de la oji rosa.
-no me paso nada -murmuro con una gotita al ver las lágrimas anime de su hermana.
De en serio es la mayor?.
-princesa está bien?! -una nueva gotita adornó la frente de caliope al ver la preocupación de esos dos.
-ya les dije que no...solo que -miro para otro lado cuando estuvo de pie, suspiro y miro a su hermana -papá ordenó que desde ahora dormiría con él cuando así lo quisiera.
-papá? -susurro felix.
-con el emperador?! -gritaron las dos mujeres en shock haciendo que felix y caliope las miren con una gotita.
-como sea, qué está pasando entre ustedes -pregunto poniéndose seria haciendo que los tres traguen grueso.
Esa mirada era la clara prueba de que cali era la versión femenina y miniatura de claude.
Luego de que le contaran lo sucedido caliope los miro aburrida y luego suspiro.
-puedo ayudarlos -comento a sorpresa de los tres.
-pero!!...
-hermana silencio -la silencio con frialdad haciendo que Atthy se exalte y luego un aura emo la rodee -sé que quieres conocer a mamá pero tienes miedo que papá se moleste, tengo la seguridad que no lo hará, solo confía en mí -sonrió levemente y tomo la mano de Atthy.
-pero....y si eso le molesta? -susurro con la cabeza gacha y temor por sus vidas.
Tanto lily como felix miraron con tristeza a las princesas.
-no pongas esa cara, así eres fea -se burlo haciendo que la mayor haga un puchero -felix nos llevará con papá, vamos -las gemelas fueron alzadas por el pelirrojo.
-luego venimos lily! -saludo la rubia mayor a la peli marrón que sonrió alegré de ver su a princesa nuevamente sonreír.
Caliope era el ángel que traía felicidad a athanasia.
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En el camino caliope se bajo de la espalda de felix y le dijo que ellos vayan primero a ver al emperador ya que ella tenia cosas que hacer.
En su camino se detuvo al ver a una persona que ella conocía.
Roger Alfierce el padre de Kiel Alfierce.
La persona que uso como un títere a zenit.
El albino oji dorado miro con sorpresa a la princesa para luego hacer una reverencia.
-mucho gusto princesa soy Roger Alfierce, debo de decirle que es sorprendente su parecido con su hermana -la miro fijamente y ella sonrió de lado al ver que no solo a Atthy la compraba con zenit sino que buscaba en ella alguna debilidad o algo por estilo.
-ya veo...en la antigüedad su familia era muy cercana a la familia real, no? -pregunto sonriendo con falsedad.
El albino la miro confuso pero asintió.
-si, por....
-debería de tener cuidado con lo que hace -sus ojos brillaron asustando a Roger que por inercia retrocedió dos pasos.
-"e-esa mirada es igual que la del emperador....y su poder...qué es esta niña?" -sonrió nervioso haciendo que caliope lo mire neutral.
-me dio gusto conocerlo señor blanco! -sonrio infantil igual que su hermana haciendo que nuevamente roger sonriera nervioso.
Cómo supo lo que paso cuando se encontró con athanasia?.
Cuando la princesa paso por al lado suyo sonrió con maldad y susurro.
-saludos a zenit.
El albino abrió sus ojos en shock y cuando miro rápidamente a la princesa, ella ya no estaba.
Frunció el ceño con enojo y chasqueo la lengua.
Tal parece que debía de tener sumo cuidado con la princesa caliope o lo más seguro es que su cabeza terminará rodando por el suelo gracias a la oji rosa.
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Cuando caliope fue tras el trono en donde estaba una gran cama cubierta por telas amarillas de seda cubriendo, sonrió levemente al ver tanto a su padre como a su hermana durmiendo tranquilos.
-parece que la princesa está teniendo un sueño agradable -susurro el pelirrojo mirando a la oji rosa.
-es cierto....felix -lo llamó habiendo que él la mire curioso -gracias por usar las lacrimas de vídeo para que Atthy vea a nuestra madre -agradeció a sorpresa del oji gris.
-cómo...
Estaba sorprendido, sabía que la pequeña princesa era una prodigio pero no imagino que fuera tan poderosa hasta lograr sentir en un lugar que hace segundos se uso la magia.
-por favor....protege con todas tus fuerzas a Atthy -miro con suavidad a su gemela.
El pelirrojo la miro curioso pero al entender la miro con tristeza.
-princesa usted...téngalo por seguro, las protegere con todas mis fuerzas.
Ella lo miro con suavidad y luego sonrió al entender que el caballero le estaba diciendo que él no dejaría que algo algo le pase.
-"veamos cuán bella era nuestra madre" -pego sus labios a la frente de Atthy y cerro sus ojos.
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Una luz amarilla iluminó su visión, un bello y largo cabello rubio logró verse.
Ella la miro con una bella sonrisa y sus brillantes ojos turmalina rosa.
La sombra de claude apareció ante ella y estiro su mano con suavidad, ella agarro su mano y sonrió levemente.
En verdad su madre era hermosa, tal como lo recordaba.
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Abrió sus ojos con una sonrisa y se alejó con suavidad de su hermana, felix la miro curioso pero al ver los ojos brillantes de emoción de la princesa sonrió alegré.
No sabía cómo pero tal parece que la pequeña caja de sorpresas había podido ver a su madre, nuevamente. Caliope se bajó con cuidado de la cama y empezó a caminar hacia la salida del lugar.
-a dónde va? -pregunto curioso.
-iré a la cocina, cuando papá despierte volveré -susurro para luego salir de ahí.
Felix parpadeo confuso pero luego miro a donde estaba el emperador.
-...la princesa es un misterio.
El rubio abrió sus ojos y suspiro sentándose.
-las dos son molestas.
Su amigo sonrió divertido pero el pedido de la oji rosa perturbó a los dos hombres.
Por qué sonó tan solitaria, como si en un futuro se fuera a ir y jamás volver.
Cuando caliope llegó a la cocina las sirvientas la miraron con sorpresa cuando empezó a preparar un té de hierbas que la pequeña había traído de algún lado.
-p-princesa qué está haciendo? -se animo a preguntar una.
Ninguna princesa o mujer de la realeza entraba a la cocina.
-no se preocupen solo necesito que cuando termine me ayuden a llevar un poco de dulces a un lugar -sonrió levemente a sorpresa de estas.
La pequeña princesa era conocida no solo por rebelarse a su padre, el gran emperador ,cada vez que podía o por su astucia para escaparse de las lecciones de ética.
Sino que también era conocida por su frialdad y neutralidad con todos.
Era muy rara la vez que sonreía abiertamente con otros que no fueran su gemela, su nana o sus antiguas amadas hermanas.
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El emperador suspiro por décima vez en el día, luego de despertar ordeno a felix que llevará a athanasia a su cuarto, ya que ella seguía durmiendo, y él fue a seguir con su labor de revisar papeles.
-la princesa aún no está aquí? -pregunto el pelirrojo al entrar a la oficina.
-la princesa? -el rubio lo miro curioso hasta que reacciono -se supone que caliope debía de ir a verme junto a athanasia -miro serio al pelirrojo que sonrió nervioso.
-cuando veníamos para el trono la princesa dijo que debía de irse a hacer algunas cosas y luego cuando regresó ustedes ya estaban durmiendo así que se fue a la cocina -comento sonriendo alegré irritando al rubio.
-dijo que vendría? -siguió "mirando" los papeles pero en realidad estaba curioso y un tanto preocupado.
Si bien algunas veces no veía a sus hijas en todo el día, él sabía que ellas estaban a salvo con su dama de honor y con felix pero caliope siempre lograba huir de sus cuidadores.
-sí, ella....
-con su permiso majestad -una sirvienta entro con cuidado con una charola en manos que tenia algunos dulces y una taza de té.
Los dos hombres la miraron curiosos.
-yo no ordene nada -miro con frialdad a la mujer que se estremeció de miedo.
-yo se lo pedí -la suave voz de caliope hizo presencia en la oficina.
El rubio la miro interrogante y la sirvienta dejo con un poco de miedo el té y los dulces de chocolate amargo con algunas frutas, como arándano o fresas.
-dijiste que no podías dormir y tal parece que tienes estrés así que....investigue un poco y supe que el té de manzanilla quita el estrés.
Se quedó callada al percibir tres miradas llena de anhelo y emoción.
-"la princesa se preocupo tanto por el emperador! 7-7" - lloraron los dos internamente.
El rubio tosió fingidamente y con una mirada la sirvienta se fue de la oficina, el oji celeste miro a su hija que estaba neutral.
-ya veo...-cubrió con su mano una sonrisa y luego miro serio a caliope.
-princesa, usted misma hizo el té? -pregunto el pelirrojo con ilusión.
-sí, no fue difi...!!!
Nuevamente esa mirada de ilusión en su padre, lo miro con una gotita al ver que el rubio estaba intentando no sonreír.
-caliope -ella lo miro curiosa -te gustaría tener un invernadero? -pregunto sereno, ella ladeó la cabeza.
-claro, pero eso no costaría dine...
-en unos días lo tendrás hecho -saco unos papeles de su escritorio dejando en shock a la oji rosa.
Acaso...la estaba malcriando?.
Desde ese entonces caliope supo que su padre le daría todo lo que ella desearía o dijera que le gustara.
Tal parece que seria la niña malcriada del emperador.
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