◇14◇
No se extrañen por el comportamiento de Claude, tengo entendido que detrás de esa coraza es alguien...amable y tierno(? Pero solo con sus seres queridos -Diana y Athy- uwu.
El silencio reinaba de manera mortal en la sala.
El caballero miró nervioso y preocupado a la rubia oji espinela.
Que estaba apretando su falda con nerviosismo mirando a otra parte, esquivando los ojos cerúleo de su padre.
El cual la estaba mirando atento, el rubio estaba sentado en el sillón tomando algo de té mientras miraba a su hija menor que estaba sentada frente suyo.
-...princesa, se encuentra bien?.
La menor se exaltó ante la voz de su escolta y le sonrió nerviosa.
-s-sí.
Claude apretó sus labios frunciendo al ceño al ver el estado de su hija.
Luego suspiro y se levantó, se acercó a su hija y se sentó a su lado.
-Caliope, qué sucede?.
El silencio volvió a reinar, la menor jugó con sus dedos abriendo su boca pero luego la volvió a cerrar.
-...el mago te hizo algo?.
Los dos se estremecieron ante la voz oscura y fría del emperador.
-n-no!, Lucas no hizo nada, solo...yo -susurro bajando la cabeza con temor.
-estás preocupada por Athanasia?, ella va a despertar, o acaso quieres algo?.
Sus preguntas hicieron que los ojos de la menor se cristalicen y sus mejillas se sonrojen.
Al ver su puchero como si estuviera a punto de llorar los dos hombres se quedaron tiesos.
-p-princesa?, quiere algo?, quiere que llame a Lady Lillian?! -Felix miro alarmado a la menor sin saber qué hacer al ver su rostro lloroso.
La menor cerró los ojos y negó con la cabeza sin poder responder.
-"es estupido, soy una adulta en el interior pero...tengo miedo, ellos son mi nueva familia, si..si ellos no me llegan a aceptar cuando sepan la verdad...no quiero que algo cambie".
Al ver las manos temblorosas de su hija, frunció el ceño.
Qué diablos la estaba poniendo tan mal?.
Si alguien le hizo algo, iban a rodar cabezas.
Se iba a encargar él mismo de torturar y acabar con esa escoria que hizo poner triste a su hija.
-Felix, sal.
Ante la orden del rubio, lo miro unos segundos para luego mirar preocupado a la princesa.
Hizo una reverencia y salió de allí.
Cuando quedaron solos, Claude le acercó su taza.
-bebe un poco -dejó la taza en sus manos y ella bebió unos sorbos del té
Cuando el nudo en su garganta descendió, le dio la taza a su padre que la volvió a dejar en la mesa.
-...y-yo tengo algo que contarte -el mayor se mantuvo en silencio esperando que siga -desde que nací yo...puedo...recordar mi pasado.
Claude la miro sorprendido ante eso y luego la miro con tristeza.
Él sabía que su hija era una persona reencarnada, que tenía recuerdos de su pasado pero jamás pensó que estuviera cargando con su pasado desde que era bebé.
-por eso...puedo entender cosas avanzadas, yo recuerdo todo hasta el momento en que morí y desperté en este cuerpo pero.
Volvió a quedarse callada apretando su ropa.
-pero...se supone que yo no debería existir.
El rubio frunció el ceño ante eso.
-es algo complicado pero, yo tengo conocimiento sobre lo que puede llegar a suceder en este mundo y en otras líneas temporales que se enlazan a este mundo.
Su padre siguió guardando silencio y ella se puso más nerviosa.
-hay muchas cosas que sé y necesito decirte para cambiar el rumbo de lo que puede llegar a suceder...lamento haberte mentido pero -su labio inferior tembló pero ella cerró sus ojos con fuerza -yo sé que debes estar sorprendido y tal vez me odies por haber sido la culpable de que mamá ya no esté a tu lado, se supone que solo Athy debería existir, yo sé que soy una intrusa y lo siento!, pero...
Unas gotas cayeron en sus manos mientras temblaba levemente.
El silencio de Claude solo logró hacerle temer más, ahogó sus sollozos mientras apretaba sus labios con fuerza.
Su vista estaba borrosa pero lograba ver sus lágrimas chocar sus manos, que apretaban con fuerza su falda.
-l-lo siento...en serio...perdón por no haber...por no haber podido evitar que mamá -un sollozo escapó de sus labios.
Maldición, estaba actuando como una niña, se supone que era una adulta en su interior pero no podía controlarlo.
Desde un principio se dijo que debía actuar con cautela, no dejarse llevar por sus emociones, seguir al pie de la letra sus planes para cambiar el rumbo de la historia y salvar su destino junto al de su hermana.
Pero a medida que pasaba el tiempo, iba sintiéndose más y más cómoda.
Empezó a sentirse amada, un sentimiento cálido que hace mucho no sentía.
Lily la abrazaba y la cuidaba cuando enfermaba, era su mamá de corazón.
Esa mamá que jamás tuvo en el pasado.
Las sirvientas del rubi la empezaron a tratar bien gracias al encanto de Athy, todas las trataban con cariño y las malcriaban.
Luego llegaron ellos dos, Felix era ese tío cariñoso y divertido que te hacía reír o te levantaba el ánimo cuando estabas triste.
Claude....claude era su nuevo papá.
Un papá que la malcriaba, la ayudaba con sus estudios, la peinaba, le contaba historias, dormía con ella y la calmaba cuando tenía pesadillas.
No quiso, desde un principio no quiso apreciar a ninguno, en especial a Claude. Porque sabía lo que podría pasar y ella tenía miedo.
No quería volver a sufrir porque temía no estar preparada para volver a levantarse.
Recibió una nueva oportunidad de vivir pero aún así seguía teniendo miedo.
Siempre fue temerosa, algunos hábitos no cambian por más que reencarnes.
Fue una estúpida al pensar que iba a ser un simple personaje de apoyo en esa historia.
Una mano acarició su cabello con suavidad dejándola sorprendida.
-ya lo sabía.
Eso logró volver a hacerla llorar.
-p-por qué.
-no importa si recuerdas tu pasado o que no hayas existido en la historia que tu conoces, en este mundo, en esta historia, existes, sin importar lo que hagas, lo que recuerdes o lo que planees hacer, siempre seguirás siendo mi hija.
Su voz suave y cariñosa hizo que dejé escapar sus sollozos, avergonzada tapó su rostro llorando con más fuerza cuando sintió los brazos de su padre rodearla con suavidad.
Claude la sentó en su regazo mientras la abrazaba y acariciaba su cabello.
-no fuiste la culpable de la muerte de tu madre, ninguna lo fue, las cosas suceden por algo.
Ella apretó su ropa sonriendo levemente ante el dicho que ella misma decía siempre decia en su pasado.
-no te sientas responsable por cosas que no debes cargar en tus hombros, el que sepas lo que va a pasar no te hace responsable de cambiar las cosas, deja de yo me encargue de todo, tú solo sigue disfrutando de tu nueva vida pero...no crezcas, sigue siendo una niña -solto una pequeña risa al escuchar la voz divertida de su padre al decir lo último.
'-no crezcas, no me abandones, sigue siendo una niña'.
Había perdido tanto la esperanza en el pasado, que ahora no creía que todo eso esté pasando.
No creía haber sido bendecida con una nueva familia, padres, hermana, amigos...ser amada.
A los minutos se separó un poco del rubio, que miro su rostro sonrojado. Sonrió divertido al ver su nariz roja y usando algo de su ropa seco las mejillas de Cali.
-tengo que lavarme la cara -susurro avergonzada.
-sí, pareces un tomate -se burló viendo el rostro de la menor ponerse más rojo.
-no te burles papá! -chillo avergonzada.
-luego hablaremos de lo que sabes ahora debes comer algo, me dijeron que te salteaste el almuerzo -esquivo su mirada al ver que la miraba con reproche.
-n-no tenía hambre.
-...no importa qué te preocupe no te puedes saltear las comidas -la regañó mientras se levantaba con ella en brazos.
-no salgas me tengo que llevar la cara! -miro la puerta exaltada, de seguro su cara estaba roja como un tomate maduro.
No quería que alguien la viera así.
-luego de comer te irás a lavar la cara -ignoró su vergüenza abriendo la puerta mientras ella lo abrazaba ocultando su rostro.
Por qué los padres siempre avergonzaban a sus hijos?.
-la princesa es alguien muy sensible -susurro riendo por lo bajo el pelirrojo.
La rubia estaba acostada el lado de Claude quien la miraba dormir, aún luego de haberse lavado la cara su nariz y mejillas seguían sonrojadas.
Así que no fue difícil para Felix y las sirvientas darse cuenta de que estuvo llorando.
Cosa que la hizo poner más roja para diversión de su padre.
-finge ser dura pero es una llorona -susurro divertido.
-"de tal palo tal astilla" -miro divertido a su amigo rubio recordando su infancia.
-puedes irte.
Felix sonrió brillante para luego hacer una reverencia y salir del cuarto.
Miro por última vez a los dos rubios y sonrió con suavidad.
El deseo de su amiga se había cumplido.
Claude amaba con locura a sus dos pequeños soles.
-"eres brusca, te preocupas por todo, pero al mismo tiempo eres desinteresada, rebelde y muy sensible en el fondo".
Miro las fracciones de su hija recordando a su sol.
Cuando ella lloraba su nariz se ponía roja, cuando se avergonzaba en segundos su orejas y rostro se ponían rojos.
Si ella se avergonzaba de lejos se la podía confundir con un tomate andante.
Él se burlaba por eso y varias veces salió con un moretón o dos.
Soltó una pequeña risa ante sus recuerdos.
'-pareces un tomate.
-no te burles!, es tu culpa que esté así!.
Empezó a golpearlo con la almohada mientras seguía llorando.
Pero el rubio seguía sosteniendo su cintura con suavidad mientras cerraba los ojos divertido.
Y en medio de ellos dos estaba el vientre abultado de la rubia, allí estaban sus dos pequeños soles.
Los solcitos que eran responsables de los cambios de humor y el constante llanto de la bella bailarina'.
-te pareces más a ella que a mí.
El estremecimiento de la menor lo hizo reaccionar, hasta que ella estornudo y él se quedó mirándola por unos segundos.
Para luego taparla y seguir viendo su rostro.
Hasta en dormida reaccionaba de forma arisca cuando la miraban o querían tocarla.
Acaso era alérgica a que la toquen o miren, o simplemente tenía un extraño sentido arisco?.
-...tal vez eres más parecida a mí.
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O estaba muy sensible o no sé pero casi lloró cuando escribía a Cali llorar xD.
Gracias x leer y espero que les haya gustado.
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