Final-Capitulo XII: El globo.
Al día siguiente, el país asiático amanecía bajo los colores de la blanca nieve, el evento se debía llevar a cabo, pero los contratiempos eran pequeños obstáculos, las rutas se encontraban congestionadas de automóviles que iban hacia la gran ciudad muy lentamente por la nieve.
Aquella mañana, Aiko y sus amigos, no eran los únicos que irían hacía la gran ciudad de Tokio, Rico Alcácer, Daiki Brett y Yoko Amir, volvían desde los Estados Unidos para presentar su primer sencillo ya que su álbum completo aún no se encontraba disponible.
La noche anterior, Rico y la banda de, "Arte Pop", le consultaban al dueño de la discográfica sí podrían ir a la presentación del globo plateado, en primer instancia ,el mismo se había negado, pero por la insistencia de los jóvenes encontró la oportunidad perfecta para que debutaran con su primer single registrado a nombre de la banda musical.
—Pero nosotros no fuimos invitados.—comentó Yoko sentándose en el sillón del departamento.
—Lo sé, Yoko, pero hablé con un tal Malco, que se encarga del evento este año y me dijo que éramos bien recibidos.
—Es el chico que está interesado en tú chico.—expresó Daiki.
—¡Qué!—dije con molestia.
—No te preocupes, pronto estaremos devuelta con él y vas a poder esclarecer todo lo que quedó pendiente.—formuló Yoko Amir.
Tomamos las maletas, y todo lo necesario para irnos rumbo a Tokio, bajamos por el ascensor del edificio, mientras me encontraba con algo de ansiedad por lo que no paraba de hacer un pequeño golpe con la punta del zapato en el suelo, hasta que los chicos me dijeron que parara.
Una vez se abrió la puerta del elevador, salí tan de prisa como si debería detener una boda, la camionetas de la banda nos esperaba afuera custodiada por seguridad ya que alrededor había una gran multitud con celulares y cámaras para capturar el momento.
Pero eso no importaba en lo más mínimo, nuestro objetivo era poder llegar a destino y al cual no podíamos demorar más tiempo o llegaríamos tarde ya que teníamos doce horas en promedio de viaje y la nevada que también acechaba en el lugar retrasaría el viaje un poco más.
Tuvimos una hora en la camioneta con el trafico de New York hasta llegar al aeropuerto internacional John F.k. Desde allí, hasta que hicimos el checking, y revisaron nuestros pasaportes tardaron como más de media hora, ya no podía esperar ni un segundo más, iba a darme algo, hasta que por fin se anunció que nuestro vuelo saldría en diez minutos rumbo a Japón.
Pasamos por la inspección nuevamente y de allí una vez encima de la avión lo único que podía pensar era en llegar, abrazar a Aiko, pedirle disculpas por haberme ido, pero tampoco quería despedirme, porque esto era solo el comienzo d un sueño que podríamos vivir juntos recorriendo el mundo y sus hermosos lugares.
Todo este tiempo lo único que pensé fue en él y en nadie más, no podía dejar de sentir su aroma en cada parte de mi cuerpo, sus labios, sus abrazos, los cariños que nos hacíamos mutuamente cuando estábamos a solas, pero las últimas veces lo hacíamos en público, porque ya no teníamos miedo, de lo que dijeran a nuestro alrededor.
Las horas de viaje se me pasaron volando, mientras pensaba en el reencuentro con Aiko Foster, pensaba en todos los momentos que habíamos pasado juntos, los buenos momentos y los malos o al menos los pocos que pudimos pasar juntos, pero de lo que estaba seguro al estar lejos de él, era que no quería pasar otro minuto más lejos de su hermosa mirada y sonrisa.
Finalmente llegó el atardecer, mientras tanto en Tokio, los estudiantes y autoridades de la universidad, comenzaban a ingresar al gimnasio, donde se llevaría a cabo el evento por las bajas temperaturas, Anzu y Shiro se encontraban casi en la entrada para repartir café a los ingresantes, en pos de darles calor a sus cuerpos del helado viento que resoplaba por las calles.
Uno de los últimos en llegar fue Tahara, el chico rubio de Shiro, quién lo buscaba con la mirada por todo el lugar, hasta que se encontraron justo en esa puerta de entrada, inmediatamente se les cambio el rostro, una sonrisa salió de entre sus labios dejando ver sus dientes que relucían de blancura.
—Esperaba que vinieras.—expresó, Shiro, entregándole uno de los cafés calientes.
—Y yo esperaba encontrarte por aquí.—dijo, Tahara, bebiendo un sorbo de la infusión.
Siguieron hablando por un buen rato, hasta que comenzó a sonar una ligera canción dentro del salón, los presentes comenzaron de a poco a guardar silencio, se dio inicio a los premios globo plateado, la prensa y algunos funcionarios públicos también se encontraban allí presentes.
Los anfitriones del evento eran Anna y Malco, este año parecía diferente, el año anterior todo era diferente, pero a veces esas diferencias sin de importancia. Ahora bien, dio apertura al evento "The Boys", una banda que tocaba música inglesa, aquella canción que daba inicio al evento era "House of Memories".
—Con ustedes "The Boys".—dijo Malco dándoles la bienvenida.
Los chicos comenzaron a tocar y Aiko empezaba a recordar a Rico, esas memorias que se guardan en lo más profundo de nuestros corazones el amor que los unía era casi imposible de romper, eran mentes conectadas por el amor que se tenían el uno al otro.
Ya lo había perdonado a Rico por haberse ido sin despedirse, finalmente entendía porqué lo había hecho, ese último encuentro antes de su partida, no era un adiós, era un, nos volveremos a ver, en ese momento, todo cerraba, su corazón empezó a palpitar con más fuerza, como si recobraba algo que había perdido, felicidad, tal vez.
Los aplausos y silbidos a la banda musical anunciaban que había concluido la presentación de esta primer ronda de bandas musicales, así pasaron unas cinco presentaciones más, entre ello, algunos diálogos y risas en conjunto con los anfitriones del evento, a su vez, se hicieron algunas propagandas a las marcas que auspiciaban la entrega de los premios que realmente eran de plata.
—Este es un momento especial, porque hay una última presentación que hoy debuta oficialmente con un single bajo su autoría, con ustedes, nuestros queridos amigos, "Arte pop". —inquirió Anna.
Entre aplausos y murmullos, subió al escenario Rico, luego Yoko y por último Daiki. Ambos lucían esmoquin de color oscuro; se veían muy apuestos entre la oscuridad del lugar, una bola de crista encima, y los micrófonos sostenidos por los portadores de los mismos.
—Antes que nada, quiero agradecer por un año más poder compartir los premios globo con mis más queridos compañeros, amigos y colegas, este momento es muy especial, luego de haber estado todo un semestre fuera de Tokio. Pero quiero agradecer a una persona muy especial en mí vida, que lo ha cambiado todo, Aiko Foster, te pido que me perdones si me fui sin despedirme y quiero decirte que todo este tiempo te he amado como la primera vez que nos conocimos en ese mismo evento el año pasado, esta canción es dedicada para ti, ¿Muchas Gracias por hacerme creer en el amor de nuevo!—expresó Rico, comenzando a tocar.
La canción era, "You", en las plataformas digitales contaba con más de medio millón de vistas, pero el único que aún no lo había escuchado era Aiko, porque los chicos trataban de mantenerlo sumamente ocupado, para que no entrara a oírlo, hasta que por fin había llegado e memento indicado.
Al terminar la canción Aiko se acercó hasta el escenario, Rico ajó del mismo y frente a la ovación de la multitud y de las cámaras se dieron un apasionado beso de reencuentro, todos sus recuerdos de amor, todos los buenos momentos, las alegrías, as caminatas, las conversaciones e incluso los anteriores besos allí se hicieron presentes, en la mente de cada uno.
—Te extrañé muchísimo Aiko Foster.—exclamó Rico para que lo escuchara entre el ruido.
—Yo más Rico Alcácer.—pronunció Aiko abrazando fuertemente al chico.
Esa noche fue mágica, el reencuentro entre todo el grupo de amigos había sido lo mejor sin duda, pero aún quedaba algo pendiente que Aiko debía solucionar con Malco, por lo que en un momento más relajado. Después de la entrega de los premios, que de hecho la banda de Rico, volvía a obtener uno más, se dispusieron a retomar la charla que habían tenido en el auto mientras iban de camino a os preparativos para el evento de la universidad.
—Malco, tenemos que hablar.—comenté con serenidad al verlo alejado de la gente y Rico se había ido a buscar unas cosa, por lo que era el momento ideal.
—Pues entiendo porque lo dices.—formuló cabisbajo.
—Hoy en la mañana me proponías ser tu novio, ahora sabes porque te rechace, sin embargo, creo que sí quieres podemos mantener un lazo de amistad, como lo he hecho con todos mis amigos, ¿Te gustaría sumarte al grupo?—dije con total gratitud por sus buenas energías.
—A decir verdad tus amigos me han caído muy bien, trato hecho, amigos.—sentenció Malco estrechando su mano junto a la mía, mientras que en ese momento, llegó Rico al lugar.
—Soy Rico, el novio de Aiko.—comentó mí chico tomándome por la cintura.
—Es un placer conocerte en persona, soy Malco, amigo de Aiko.—saludó el mismo.
—¿Amigos?, ¿Desde cuando se conocen?—interrogaba Rico.
—Ya hace un par de días, creo.—formulo Malco.
—Qué bueno, espero disfrutes la noche.—decía Rico con una expresión de celos inmensa.
—Igualmente chicos.—formuló Malco sin antes irse.
Dos semanas más tarde...
Es ese momento en el que tedas cuenta que todo ese tiempo, todo el amor se hacía ver, sentíamos en nuestro pecho, que este amor que sentíamos, nos correspondería para toda la vida o al menos yo, Rico Alcácer lo sentía y no podía irme de gira sin pedirle a Aiko Foster que viniera conmigo, pero tampoco no podía salir del país sin pedirle compromiso.
Así que no fue hasta que cesaron las bajas temperaturas que le pedí a Aiko, ir a la misma banca de la universidad donde nos habíamos separado la ultima vez. Y en esta ocasión, la habíamos decorado con la ayuda de nuestros amigos, hicimos un mini techo de paja, colocamos velas aromáticas a los costados, claro que estaban bien aseguradas para evitare un incendio.
Fue exactamente un atardecer, por lo que también hicimos una pequeña fogata para resguardarnos del frio que hacía aún, pese a que ya no nevaba, Aiko, al legar se encontró sorprendido. Ya que lo había engañado con que fuera a recogerme allí, para ir a una cita, pero lo que menos imaginaba era que la cita sería en aquel lugar y muchos menos, que estaría parado frente suyo pidiéndole la mano con dos anillos muy caros, los cuales compre con la sola idea de que él fuera el amor de mi vida.
—Aiko Foster, ¿Te comprometerías conmigo, para que a futuro juntos nos unamos en sagrado matrimonio?—dije caminado hasta él y poniéndome de rodillas.
—No podría dudarlo un segundo, Rico Alcácer, siempre te he llevado conmigo a cada lugar que iba, por supuesto que acepto.—mientras concluía, le coloqué el anillo y lo besé a modo de unión.
El amor es así, cuando se siente en lo más profundo del corazón, donde la comodidad junto a la otra persona se siente, cuando respiras tranquilidad, paz y goce, es ahí justo donde hemos encontrado el verdadero arte, el arte de saber amar, el mal llamado "Arte pop", lo popular o burdo, hoy se deja entre ver entre líneas, diciendo que incluso de una melodía pegadiza, puede salir una hermosa pareja de amor, pura, plena y trasparente.
¡EL FIN!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro