10: Retador
Ningún personaje me pertenece, todos sus derechos a los respectivos creadores.
"Reta a una persona y pierde, eres un tonto Reta a un gran número de personas y pierde, eres un loco. Reta al mundo y pierde, te hace un anarquista. Reta a Dios y aún si pierdes... felicidades, ya eres el diablo"- JDavidSparda.
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-¡Vamos Ikkaku!- exclamó Yumichika viendo pelear a su amigo.
Aunque el oficial solo tuvo que pronunciar las palabras adecuadas para que su Zanpaku-tō Hōzukimaru (鬼灯丸, Luz Demoníaca). Tomase la forma de una naginata (なぎなた, 薙刀) e hiciera el trabajo.
¡FLUSH!
¡FLUSH!
¡FLUSH!
¡FLUSH!
-*suspiro*...Ganador- anunció Kenpachi con aburrimiento, la inactividad lo aburría y lo predecibles que habían sido los últimos combates no ayudaban mucho a su estado.
Ikkaku miró con decepción a su oponente por unos momentos, vivir tanto tiempo en el salvaje distrito del noroeste lo hizo competitivo y realmente quería pelear más.
-Lo hiciste... bien, práctica más e inténtalo después- sin embargo extendió su mano y le dió una sonrisa que aparentaba tranquila.
Estaba frustrado, claro, pero alguien le enseño que el rival merece vivir y él también. Así alguno podrá hacerse más fuerte o ambos, para que en el siguiente combate los roles cambien o bien la emoción aumenté.
-Gracias...- dice el novato aceptando su ayuda.
Los dos fueron con sus compañeros, bueno solo el chico, Ikkaku se dirigió hacia su capitán y teniente.
-Vaya que no fuiste piadoso, me agrada- dice Kenpachi sin más.
-Gracias- habla sonriendo, los halagos de su capitán eran extraños y aún así gratificantes.
Y antes de que se pudiera decir algo más, un par de energía conocidas se hicieron notar.
-Vaya, vaya, vaya- Zaraki habló con una media sonrisa- ¿Cuál es la urgencia que vienen los bufones?- pregunta.
-Jaja- el capitán Rōjurō da una risa fingida- Hasta en nuestras divisiones se escucha el entretenimiento que tienen aquí, por lo que quisimos ver- mira a su amigo y también capitán, Love.
-Oh- finge sorpresa- No sabía que hombres tan...tranquilos como ustedes gozaban de ver una buena batalla- muestra sus afilados dientes.
-Disfruto del arte, pelear es un arte. Al menos a su estilo- explica con calma- Pero no se disfruta más sino se participa...- sonríe juguetón.
Esa revelación sin duda sorprendió a más de uno.
-Oiga capitán- la mujer que los acompañaba hablo-. ¡¿Qué tonterías está diciendo?!.
De ojos grises y cejas delgadas. Ella tiene el pelo oscuro con una grande franja gris, que se extiende a lo largo de la parte superior izquierda de su cabeza, vestía con uniforme estándar y sin ningún detalle extra.
Su nombre es Chikane Iba (射场千鉄) la teniente de la Tercera División.
Ese tono hizo temblar al pobre capitán, realmente era una mujer con mucho (demasiado) carácter.
-Eh, Chikane-san- la mujer la vio expectante, parecía que los rangos estuviesen mal acomodados-. ¡Allí está tu hijo!- señalo a uno de los tantos shinigamis presentes.
La mujer vio que si estaba en lo cierto. Alto y musculoso, tiene el pelo negro y corto, con las patillas recortadas y un fino bigote del mismo color bien cuidado. Siempre lleva puestas unas gafas de sol totalmente negras, que sólo dejan ver de refilón y en muy contadas ocasiones sus ojos. Viste con el uniforme típico de los Shinigami del Gotei 13, sin introducir ninguna estandarización visible.
Es Tetsuzaemon Iba (雀部長次郎) uno de los tantos oficiales de la Onceava División.
-Tetsu- lo llamó con "cariño", aunque se veía el fuego en sus ojos.
-H-hola...madre- dijo con dificultad y haciendo una apresurada reverencia.
Existían las mujeres con carácter, luego estaba su madre que era un huracán andante. Hasta creía que podría ser una gran miembro de su escuadrón a pesar de su género.
Chikane se acercó con calma y señorío, los shinigamis de al rededor solo se hacían a un lado permitiendo que estuviese cara a cara con su hijo.
Los de alto rango solo observaban, bueno Goku solo sentía su aura nada tranquilizadora. Kenpachi por otro lado se notaba nervioso y eso era preocupante.
¡Paf!
Todos hicieron una mueca de dolor ante tal cachetada que resonó por todo el patio.
-Dos semanas, dos semanas Tetsuzaemon y ni señales de vida me has dado- le replicó- ¡Por el Rey Alma!¡No preocupes a tu madre!.
«Me dijo que su madre era mujer dura...pero no una bruja» pensó Ikkaku que había entablado amistad con el pobre oficial dentro de los cuarteles.
-¡Perdón, madre!¡perdón!- dice Iba con una mano marcada en su mejilla, de rodillas y suplicando.
Claramente la reputación que había forjado desde que llegó se fue al caño, pero mejor eso que la furia de su progenitora. Lo que no sabía es que en la mayoría de sus camaradas, no había burla sino compasión.
Alguien fue un héroe y tosió falsamente- Será mejor que dejen esto para después.
Oh, ¡el capitán de la Séptima División!. Siempre tan sereno.
-Hablamos luego- Chikane señala a su hijo y se da media vuelta para volver con su capitán.
Todos volvieron a centrar su vista en el capitán Rose quien tenía una mano en su mentón.
-Claro- da un golpe en su propia frente- Quiero pelear contigo, teniente- dice serio y viendo a Goku.
Hasta Yachiru deja de quemar hormigas con una lupa para ver sorprendida al capitán.
-Ay, ¿por qué siempre es él?- se queja Kenpachi cruzándose de brazos, será su alumno pero el también quiere entretención.
Mientras el joven vendado parece salir de su sorpresa.
-No creo que sea sensato- dice con calma.
-Creí que en este escuadrón amaban los buenos combates- su voz suena 'decepcionada'- ¿Acaso temes ser humillado por mi?.
-No, solo no quiero derrotarlo y que me nombren capitán- refuta, puede que juntarse mucho con Zaraki lo haya vuelto un tanto confiado.
Y al contrario de recibir una reacción de enojo, solo escucha la leve risa de Rōjūrō.
-Descuida, no es un duelo oficial, ni estamos frente a mi escuadrón- explica con calma- Vamos, acepta.
-Hay otro problema- interviene Love.
-¡¿Qué?!- su amigo lo mira algo exasperado.
-Al no ser un duelo por el control de tu división, no podrás usar tu shikai y ni se diga del bankai- dice mirando sus uñas.
Y aún sosteniendo su sonrisa despreocupada, en el fondo Rose se preocupa. Presenció como ese chico derrotaba a teniente usando el pleno poder de su Zanpaku-tō y no era cualquier lugarteniente sino uno de mucha reputación.
¿Se arriesgaría? Que su espada se rompa sería un completo fastidio.
-Debe haber otra solución- piensa en voz alta y con aura pensativa.
-¿Duelo a muerte con cuchillos?- pregunta Ikkaku queriendo aportar.
-¡Si!...digo no, no quiero matar al niño- dice mirando al peli palmera que no se inmuta ante la clara amenaza.
-¡Al diablo!- Kenpachi fue al centro del patio y trazó un círculo con Zanpaku-tō haciendo un rechinido.
-¿Y para qué es eso?- pregunta Yumichika.
-Los dos deben entrar al círculo y combatir solo usando sus puños, pies, cabeza y codos. Quién salga o deje de moverse pierde... así de sencillo- explica pintando una sonrisa macabra en sus facciones.
Goku solo asentía, Zaraki realmente era inteligente inventado formas nuevas de combatir, obvio su predilección eran las espadas pero si se era brutal podía recurrir a otros modos.
"¿Por qué siempre llamas la atención?", piensa Byakuya viendo a su posible rival, él mismo se sientió atraído por esa fuerza y claro un capitán si podría poner en aprietos a Son, no cómo él.
-Me parece una gran idea- dice Rōjūrō- Aún aceptas, ¿Son Goku?.
-Claro- se limita a responder.
Los dos se desprendieron de sus zapatos y de las partes superiores de sus uniformes, para no dar ventajas e indicios de alguna trampa.
El teniente se acercó a su capitán- ¿Cómo sabré si salí del círculo?.
-¿Enserio piensas que vas a perder?- refuta con otra pregunta.
No responde, solo entra al círculo seguido de Rōjūrō.
El capitán tiene un buen físico, musculoso y no tan desproporcionado, cómo toda persona de su rango parece cuidar su salud para que sus actividades sean sencillas. El teniente por otro lado no se queda atrás, es alumno de Zaraki y por lo tal también tiene unas leves cicatrices en su espalda y pecho como resultado de sus infernales entrenamientos.
-Una cosa más- Kenpachi tenía una soga que la había dado Yumichika- Para hacerlo más interesante- la amarra a un pie de cada uno- Para reducir espacio- bueno el radio del círculo ya es como metro y medio.
Lo que en realidad quería era mucha sangre, no está peleando y quiere entretención.
Por su parte el capitán Love veía todo con escepticismo, intentó convencer al tonto de su amigo que era una mala idea, que su orgullo no iría a ningún lado que el chico era un teniente por su cuenta. Y cuando casi logra eso una revelación algo impactante o al menos para Rose los llevó a esa situación.
Tampoco es que desconfiara en las habilidades de Rōjūrō, por el contrario, lo considera un rival formidable. En lo que no está de acuerdo es en él pelear con alguien que no les a hecho nada, mucho menos si no se saben los límites de ese alguien.
-¿Tú qué opinas?- pregunta mirando al hombre a su lado.
Con el uniforme estándar de Shinigami y gafas de sol rojas sin marco, tiene el cabello negro atado en una cola de caballo. Tiene cejas negras pobladas y una perilla negra. Una cicatriz recorre el lado izquierdo de su rostro, desde la frente, pasando por el ojo hasta la mejilla.
Su nombre es Jinemon Kotsubaki (小椿刃右衛門) el teniente de la Séptima División.
-Eso, me gustan tus respuestas- Love se respondió a si mismo pues su subordinado era callado, algo bueno para guardar información y pésimo para tener una conversación.
-Esto será emocionante- dice Yumichika afilando su mirada.
-Tienes razón- apoya Ikkaku.
Byakuya por su cuenta quería estudiar cada movimiento que iban a realizar, para quizás aprenderlo y ampliar sus otras estadísticas más allá del Zanjutsu.
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Yoruichi estaba en un lugar que no era su oficina, sino en el centro ceremonial de su clan.
Sentada en el trono como la matriarca y última heredera, aunque no en una posición en la que se viese imponente como la diosa que sus subordinados solían ver. Más bien en una desparramada y con un aura que no daba muchos ánimos.
Ahora mismo quería maldecir a Urahara por dejarla entre la espada y la pared.
-Ya sé puedo ir y decirle "Oye, resulta que más hombres pasaron por mi vida"...no, no lo va a entender, "he tenido mucho sexo" ¿pero sabrá qué es eso? necesito algo más simple- piensa un poco, no puede hacerlo pensar que es una cualquiera cuando no lo es- "no eres el primero al que quiero"...agh, con eso le romperé el corazón- retiene soltar un grito de frustración.
¿Por qué el amor no era tan simple como pelear? Todo era tan complicado, no quería arruinarlo.
-Yoruichi-sama- una voz se escuchó tras la puerta.
Soltó un suspiro y se acomodó en su asiento- Adelante.
Ingresó una joven relativamente pequeña con ojos grises y cabello negro le llegaba hasta los hombros. Vestía con el uniforme estándar a las Onmitsukidō.
Ella es Suì-Fēng (砕蜂 (ソイフォン)), miembro de la Segunda División así como de un clan menor leal a la familia Shihōin.
Yoruichi sonrió al ver que se trataba de tu protegida.
-Suì, pasa- dice con calma, vió como la chica cerró la puerta y entro con cautela.
-Yoruichi-sama...
-Te dije que podías hablarme sin honoríficos, además no soy tan vieja para que me digan señora- explica, a menos a ojos de un alma ella es jóven.
-No puedo hacer eso- refuta con mucha seriedad.
La capitana solo pone sus ojos en blanco pero con una sonrisa, por más que se esforzará parecía que no llegaría a convencer-. De acuerdo- alza sus manos en rendición- ¿A qué debo tu presencia?- pregunta arqueando una de sus finas cejas.
-Abajo están entrenando y usted no está allí para dar instrucciones, ni siquiera para burlarse de los reclutas- cuenta viéndola con duda-. Algo está mal con usted.
La capitana solo trazó una suave sonrisa, ese nivel de deducción fue lo que la llevo a escogerla como su protegida y pupila, claro y otras razones más.
-Es un problema menor...
-Por su mirada parece que es muy grave- refuta, la salud de su capitana y 'diosa' eran muy importantes para ella.
Soltó un suspiro- Te diré que son problemas del corazón- es toda la respuesta que da.
Puede notar como el rostro de la jóven pasa de confusión a sorpresa y después a enojo, vaya que su mente trabajó rápido.
-¿Quién...¡¿Quién es esa persona?!- pregunta aumentando su presión espiritual de forma incosiente.
-Calma, calma- mueve sus manos rápidamente- ¿Por qué el enojo?.
Al notar lo que estaba haciendo, Suí-Feng se detuvo y volteo hacia otro lado totalmente avergonzada.
-Es un asunto de adultos, no creo que sea tan trascendental para un alma inexperta cómo la tuya- ahora sí sonaba como señora, hasta se sentía hipócrita considerando que el chico en su corazón tiene más o menos la misma edad que su 'favorita'...vaya que estaba en problemas.
-Yo...
De pronto se escucharon muchos pasos corriendo por los pasillos, así que la joven fue a revisar.
-¿Qué está pasando?- pregunta o más bien exige saber.
-¡El capitán Ōtoribashi y el teniente del escuadrón 11 están peleando!- explico eufórico y listo para ir a ver ese combate.
Los chismes vuelan, tanto que Suì-Feng no fue la única que escuchó esas palabras.
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¡FLUSH!
¡FLUSH!
Solo se producían ondas de choque producto de los golpes, que iban y venían a una velocidad considerablemente rápida.
-Tsk- Rōjūrō chasqueó su lengua, más de un golpe le había dolido y su labio estaba partido y su ceja tenía un corte. Aún así lo seguía intentando.
Por su parte Goku igual tenía marcas de golpes en el pecho y en su rostro, aún así se dignaba a plasmar una sonrisa. Se veía la emoción en ella.
-Tal parece que no nos hemos perdido de mucho- comenta el capitán Kyōraku.
A quien se dirige es una mujer adulta joven con ojos turquesa, viste una variación de las túnicas estándar de Shinigami. Lleva un hakama recortado parecido a una falda. Lleva el pelo recogido en dos coletas trenzadas, aunque un poco más corto y mucho más cuidado con un flequillo recto. También usa anteojos cuadrados de color rojo.
Su nombres es Lisa Yadōmaru (矢胴丸 リサ) teniente de la Octava División.
Junto a su superior visitaron al capitán Ukitake quiten tuvo una recaída de salud y justo cuando regresaban a sus cuarteles se enteraron de eso debido a la cantidad de shinigamis corriendo hacia donde se estaba llevando el encuentro.
Para disgusto de la responsable teniente, el 'vago' de su capitán esquivó sus responsabilidades y la llevo con él.
-¿Qué tanto miras?- pregunta- ¿Acaso uno de esos torsos desnudos te hizo babear?- la mira con una sonrisa descarada.
La teniente le dió un leve golpe en el hombro, aunque eso no basto para borrar la sonrisa de su capitán, si tan sólo no estuvieran en público.
-Oh- finge estar sorpresa- ¿Es Son Goku? Claro, es de tu edad y parece ser atractivo para ti- su sonrisa es curvilínea.
Siempre tratando de revelarla como una pervertida de closet, quizás si lo sea pero no era el momento de dar rienda suelta a sus instintos.
-Ahora no es...No es eso- corrige sus palabras-. Es alguien muy misterioso- dice sería.
Ni en las reuniones de tenientes se le pudo acercar y presentarse, ese chico solo llegó con su gran reiatsu y congeló a todo el mundo, lo peor es que lo hacía en inconsciencia y parecía estar como en las nubes.
-Sin duda alguna, deberías hablar con él y ser su... amiga- aconseja con su vista fija en el combate.
¡FLUSH!
Goku escupió sangre y su sonrisa no se quitaba.
¡FLUSH!
Un golpe justo en las costillas causo que Rõjūrō se contrajera del dolor, aunque no fue por mucho porque tuvo que bloquear otro golpe.
-¿Cansado, capitán? Puede tomar un respiro, pero para eso debe salir del circulo- propone Goku, le gustaba actuar como alguien cortéz.
-...A-así estoy bien- comenta tratando de dibujar una sonrisa y después dándole un codazo al azabache en la boca del estómago.
Ese golpe le sacó el aire y después recibió otro en la cara.
-¿No te estorba ese vendaje?- pregunta ahora el capitán.
-A-si estoy bien- da la misma respuesta.
«Son unos dementes» piensa alguien.
Se trataba de una mujer joven con ojos color avellana, vestía las túnicas estándar de shinigami, aunque sus mangas eran muy largas. También llevaba una bufanda rosa y un par de anteojos sobre su cabello ondulado de color verde lima.
Mashiro Kuna (久南 白) es su nombre y es la teniente de la Novena División.
Ella no es alguien que pone atención a las cosas que pasan a su alrededor, pero ante tal muestra de destreza evitarlo le era difícil.
Incluso para su capitán resultaba sorprendente ese silencio de su fastidiosa subordinada, algo gratificante y que le permitía perder su vista en el combate.
«¿Por qué lo retas?» fue lo único que rondó la mente de Kensei.
Y no era el único que estaba teniendo dudas en ese combate.
-Esto está muy equilibrado- comenta Ikkaku cruzado de brazos.
-Ciertamente- dice Yumichika cuyos ojos seguían todo al pie de la letra-. Uno golpea, el otro bloquea y regresa, todo en un siglo.
-Si lo ven así...entonces no están entendiendo- la voz de Kenpachi intervino.
-Capitán...
-Ninguno puede derribar al otro, eso es cierto- interrumpe-. Pero solo los instintos salvajes de uno pueden subyugar la voluntad de otro, la pregunta entonces es ¿quién revelará su lado animal primero?- dice con una sonrisa de emoción en su rostro.
Y también nota que una capitana, llegó.
Fin del capítulo 10.
¿Qué les pareció?.
Tuve una semana jodida, pero al fin pude traerles un capítulo. Casi olvidó a los tenientes y en último momento los incluí.
La meta será de 90 estrellas, confío en que se llegué.
Sin más que decir, me despido.
Bye!!
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