— No te ves bien, Kakarotto.

— Fue una noche cargada.

No pudo dormir. Hubo mucho ruido.

Nappa estuvo vomitando cerca de cuatro horas. No fue bueno combinar el whisky con la heroína.

Raditz lloró por alguna razón. Fue tanto que no le sorprendería que esté deshidratado otra vez.

Vegeta golpeó paredes y rompió vasos con bastante rabia. Eso explicaba sus manos vendadas y los vidrios en el suelo.

— Lo siento.

— Está bien.

No podía reprocharles nada.
No era su culpa estar tan jodidos.

Aunque Nappa se haya vuelto drogadicto y alcohólico por sí mismo, no contaba. Él ya estaba arruinado desde un principio.

Todos sabían que su manera de olvidarse de los problemas era pésima, pero no se podía esperar mucho de alguien que siempre odió su vida.

No lo culpaban.

Una vez intentaron usar el dinero que ahorró para internarlo en un centro de rehabilitación.
Casi los asesina, pero no porque no quisiera ir.

«Ese jodido dinero es para que ustedes vayan a la universidad. No lo inviertan en mí, putos imbéciles.»

Odiaban verlo acercarse cada vez más a la muerte sin poder hacer nada.

— Tenemos que barrer antes de que Nappa despierte y vea los vidrios. — dijo Vegeta.

No tuvo que explicar nada, las experiencias pasadas lo hacían: querría cortarse o le daría un episodio de estrés postraumático pensando que tiene que limpiar.

Puta Zangya.
Tuvo que esforzarse mucho para provocarle traumas con algo tan simple.

Nunca les dijo los castigos que le daba. Solo sabían que la cicatriz que tenía en el brazo fue porque lo quemó con una plancha debido a que encontró una pequeña arruga en la ropa.

Loca de mierda.

— ¿Podrías hacerlo tú mismo? Iré a comprarle suero a Raditz. Se le acabó el que tenía. — preguntó Goku.

— De acuerdo, toma el dinero de esta semana.

Acordaron en que no había problema en gastarlo si era por la salud de alguno.

No les importaba quedarse otra semana sin comer.

— Fui a verlo hace un rato.

— ¿Pálido?

— Bastante.

— Ve rápido, Kakarotto.

Típica conversación después de sus llantos.

Pensaron en la posibilidad de que tuviera anemia, pero esa apariencia solo se presentaba algunas veces. Aún así no era sorpresivo verlo de esa forma.

— Con respecto a lo de anoche... — habló Vegeta, tratando de traer el tema nuevamente.

— No hay problema. — interrumpió Goku. De verdad no le molestaba.

Solo era uno de los diversos colapsos que tenían, pero no significaba algo bueno.

— Se avecina una temporada difícil, Kakarotto.