Después de mi exposición en Gossip Girl, Georgina decidió que lo mejor era desaparecer como siempre hace luego de arruinarle la vida a todo el mundo, supongo que era la siguiente en su lista y lo ha logrado. Blair no me habla hace días, Serena está en medio de las dos y esa misma cantidad de tiempo llevo ignorando llamadas y mensajes de Nate, tengo cosas que pensar antes de saber que es lo que va a suceder entre nosotros.

Todos en la escuela llevan mirándome como si fuera alguna clase de nueva burla para ellos, decido que por le momento es mejor ignorarlos antes de que mi poca paciencia gane y me haga golpear a cada uno de ellos en la calle, lo que llevaría a mi expulsión y a compañeros en el hospital.

Tranquilamente podría decir "Oh no, no me afecta en nada" "Todo esto es pasajero y cada uno se olvidará muy pronto" "No me duele toda esta situación" sólo que no puedo decir eso porque sería mentira. Al fina si pude sentir más de lo que decía que podía, todo se volvió tan intenso entre Nate y yo que al final puedo decir que estoy completamente enamorada de ese chico, lo peor es la situación en la que nos encontramos porque no hay manera en que se lo diga por las más obvias razones.

Blair.

Acabo de, tal vez, romper una de las relaciones más importantes de mi vida por no decir la primera. No estaba preparada para que esto sucediera, nunca la verdad, nadie te prepara para el odio gigante de tu propia hermana, en parte es mi culpa por haberme metido con un chico tan prohibido como usar pantalón pollera, palabras de Blair, no mías. 

Suelto un suspiro abriendo mi casillero para guardar unos libros, allí tengo pegada una foto de nosotras dos de niñas. Quisiera que todo volviera a ser así de simple para nosotras como lo fue antes, ¿Por qué cuando uno crece todo empeora? No hay forma de que haya una vida tranquila, para nadie.

Cierro el metal con un poco de fuerza, pego el salto de mi vida al ver a la persona que está allí esperando por mi. Miro en todas las direcciones y por supuesto, enseguida la atención se posa sobre Nate y en mi.

—¿Qué haces? No deberíamos estar hablando.— Murmuro entre dientes, hablando bajo para que nadie tuviera un material exacto que difundir con el resto de la clase.

—Necesitamos hablar, fui a tu casa esta mañana y...

—Espera, ¿Fuiste a mi casa? Estás loco, sabes que no puedes hacer eso, menos ahora.— Lo interrumpo con un regaño.

—Tranquila, Dorota fue quien me atendió.— Contesta y sonrío sin ganas.

—Claro, eso me deja mucho más tranquila, gracias.— Digo con sarcasmo, cada persona que pasa por nuestro lado se nos queda viendo en lo que trato de evitar el mayor contacto visual posible con Nate.— En serio, no podemos hablar aquí.

El chico se da cuenta de todas las miradas puestas en nosotras, me toma de la mano y me guía hasta un salón vacío. Me quedo allí parada en el medio viendo que esta es el salón en donde lo hicimos por primera vez y el que nos trajo tanto problemas con todo el mundo.

—¿Dónde estabas? Dorota no me quiso dar demasiada información.

Gracias Dorota, a eso le llamo yo lealtad.

—Tuve que ir a la productora, me dieron mi primera copia del primer episodio del guion de la serie.— Contesto con tranquilidad, entre Nate y yo hay una gran distancia que nos separa.— También me proporcionaron una agente porque nunca me esforcé en buscarme una para mi.

Oficialmente todos los ensayos para la serie habían empezado, eso es lo que me a logrado mantener distraída de todo lo sucedido, estoy feliz por esa parte, de lo que he logrado por fin pero, ¿Qué sentido tiene esta felicidad si no puedo compartirla con alguien?

—Siempre fuiste muy eficiente, siempre sabiendo que es lo que quieres y como conseguirlo.— Él me habla de la misma manera, que siento derretirme ante su actitud.

Nate avanza un par de pasos y yo los retrocedo extendiendo mi mano para darle a entender que no se acercara más.

—Por más que estemos en este salón, ¿De verdad crees que no hay chicos escuchando o esperando afuera para saber que estamos hablando aquí dentro? Es demasiado arriesgado, Nate.

El chico se pone a pensar, mira el techo un par de segundos y asiente con la cabeza.

—¿Está bien? ¿Irás a la boda de Bart y Lily mañana?— Pregunta y asiento con la cabeza.

—La última vez que revisé, aun sigo invitada.

—Allí no habrá nadie que nos pueda molestar, hablaremos sin problemas, ¿Te parece?

¡No! No me parece.

Asiento con la cabeza apretando mis labios mientras me cruzo de brazos.

—Si, estoy de acuerdo.— Lo peligroso de esto es la mirada que nos damos uno al otro cada vez que estamos solos, y no podemos ni nunca podremos hacerlo.— Puedes irte primero.

—Fue lindo verte Keira, te extrañé.

Se queda esperando a que dijera algo con respecto a su confesión, contengo con fuerzas mis ganas de decirle lo mismo. Nate suelta un suspiro y sale por la puerta primero, dejándome allí con unas intensas ganas de llorar y correr a sus brazos a besarlo.

¿Por qué todo tenía que pasar justo ahora? Veníamos tan bien y la maldita Georgina vino a arruinar eso con tal de hacerse sentir bien ella misma, que nadie la quiera no es mi problema.

Me toma un par de segundos antes de recomponerme y salir de aquel salón que tantos recuerdos me trae, los celulares de todas las personas en aquel pasillo suenan de manera simultanea incluyendo el mío. Por más que no quiero sacarlo de mi bolsillo, lo hago, como era de esperarse hay una foto de nosotros dos que fue sacado desde la ventana de la puerta del salón en donde nos muestra hablando, cortesía de nuestra Gossip Girl.

Nate, quien estaba a pocos metros de donde estoy yo, se gira a verme con su celular en la mano. Ruedo los ojos y me voy por el lado opuesto con tal de estar en cualquier lado menos cerca de él.

Vaya forma de ponerle leña al fuego.

El chofer de la limusina abre la puerta de atrás para que pudiera bajar en el salón donde se celebraría la boca. Le doy una pequeña sonrisa en forma de agradecimiento, arreglo mi vestido de color violeta viendo el lugar con un gran susto.

Blair ni siquiera me había esperado para venir juntas, no esperaba menos así que sabía que debía rentar mi propia limusina para no tener que pasar vergüenza. Por detrás de la limusina en donde vine, se estacionó otra y de allí bajan el Capitán junto con Nate, él en traje es algo que siempre me dejará sin aliento, él se percata con mi presencia pero no se me acerca, supongo que debo de decir que eso me alegra pero acaba de lastimarme. 

Ellos dos se acercan a Chuck quien está esperando allí a los invitados, saluda al Capitán estrechando su mano en lo que Nate se lo queda viendo. Había olvidado que desde que salió la noticia de Blair sobre que durmió con ambos chicos, no se hablan desde entonces y las cosas aun están tensas entre ambos como siempre, como Nate no hablaba mucho sobre el tiempo imaginé que a pesar del enojo seguía enojado por la traición de su mejor amigo.

Cuando el padre e hijo se alejan, me acerco a Chuck, quien me da una pequeña sonrisa recorriéndome con sus ojos de arriba hasta abajo.

—Luces bien, Waldorf.

—Ven, debemos hablar.— No contesto a su supuesto halado y enseguida comienzo a caminar.

Sé que me está siguiendo porque Chuck es para lo único que sirve en realidad, entro en una habitación del salón en donde hay sillones allí y lo suficiente para una novia, por suerte que esta no es la habitación de Lily así que no habrá nadie que nos moleste.

—¿Acaso por fin has recapacitado y decidirás darme una oportunidad? Será mágico.

Hago una cara de asco cerrando la puerta detrás de mi y él se ríe de mi reacción.

—Ignoraré la cosa más asquerosa que me has dicho y seré directa contigo, ¿Por qué no invitas a Blair a salir? — Mis palabras cambian por completo sus expresión a una más serie e incluso veo su mandíbula tensarse. Creo que acabo de tocar una fibra sensible de su vida.— Ella me odia...

—Ella también me odia a mi.— Me interrumpe pero lo ignoro, continúo hablando.

—¿De verdad crees eso? Nunca te había visto ver a una chica como lo haces con ella, y por más que lo deteste debes admitir, y ella debe admitir, que ambos al final son el uno para el otro.

—¿Por qué me estás diciendo todo esto a mi?— Frunce el ceño.

—Porque... — Me trabo, tomo aire y sonrío un poco.— Si las dos no podemos ser feliz al mismo tiempo, una de las dos tiene que serlo, y no seré yo esta vez.

Chuck se dedica a analizarme con atención.

—Tu realmente te has enamorado de Nate.

—Y tu realmente te has enamorado de Blair.— Elevo una de mis cejas en forma de burla, por primera vez sacándole una sonrisa genuina de su parte.— Así que ambos dejen de hacerse los idiotas y sean felices, o lo que Chuck Bass haga y no me interesa realmente.

—Disfruta la boda, Keira.

Chuck ignora mis palabras pero aun así con una gran sonrisa en sus labios saliendo por la puerta volviendo a la civilización y a la gente lista para celebrar la boda.

Salgo de allí viendo a mi hermana y a Serena caminando juntas hasta donde se encuentra el altar de la boda.

Me siento en las sillas del fondo viendo a Lily y Bart casándose allí en frente, ignorando el drama que hay detrás de unos puros adolescentes. Por suerte toda esta parte es la que más rápido pasa de todo el día porque necesito tomar alcohol hasta olvidarme de las cosas por lo menos durante un par de horas, o llorar, lo que sea que me haga mejor.

Estoy sentada en una de las mesas allí, escuchando el discurso más romántico que alguna vez haya pensado escuchar de la boca de Chuck, todas dirigidas a mi hermana quien a pesar de que esté a mi costado, sus ojos brillan con emoción junto a una sonrisa. A la distancia veo a Nate que me hace un gesto con la cabeza para que lo siguiera, el momento del que más miedo tenia acaba de llegar, así que me levanto con cuidado de no hacer mucho ruido e interrumpir el momento más decente de la vida de Chuck y voy hasta donde se encuentra Nate, detrás de la pared que separa la fiesta a un gran pasillo.

—Ahora si podemos hablar, y es necesario hablar Keira, no podemos seguir así.— Él es el primero que habla, asiento con la cabeza estando de acuerdo con sus palabras.

—Así es, y he tomado una decisión.

—Keira, no puedes tomar una decisión sola con respecto a esto.— Se queja y cierro mis ojos manteniendo la calma.

—Por favor Nate, escúchame.— Digo y vuelvo a verlo, está serio por no decir un poco molesto, asiente con la cabeza y me deja seguir.— He llegado a la conclusión de que debo hacer que Blair me perdone, la traición es algo complicado y todo esto ha arruinado mi relación con mi mejor amiga, necesito arreglar esto... — Ahora viene la parte difícil.— Y tiene que ser sin ti a mi lado, no es bueno que estemos cerca uno del otro por el momento.

—Es una broma, ¿No es cierto? Ella puede perdonarte en cualquier momento, eventualmente lo hará, ¿Pero estar separados uno del otro? Sabes que es inútil, Keira me he enamorado de ti, ¿De acuerdo? No puedes tomar una decisión tu sola de esta manera sin arreglarlo entre los dos, así no es como una relación funciona.

—Nunca estuvimos en una relación en primer lugar.— Mi voz sale más fría y seria de lo que esperaba, desde aquí puedo escuchar su corazón romperse con mis palabras.— Me iré a Los Ángeles a penas termine la boda, empezaremos a grabar mañana en la mañana.

—¿Qué?— No puede creer lo que está escuchando ni yo mucho menos creo decirlo.— ¿Acaso algo de lo que dices tiene sentido? Estás queriendo arreglar tu relación con Blair, ¿Yéndote a la otra punta del país? Ahora en serio debes estar bromeando Keira.

—Para nada Nate, esto es lo mejor, la distancia entre nosotras tal vez sea lo mejor y cuando vuelva las cosas serán diferentes.

—No puedo seguir escuchándote, no puedo seguir con esto, ¿Sabes qué? Ni siquiera estuve tan enamorado de ti como crees.— Oh vaya, parece que se ha transformado en otra persona.

Asiento con la cabeza controlando mis ganas de llorar.

—Estamos de acuerdo en eso Nate.

—Adiós Keira, suerte en lo que sea que hayas decidido pero ya no insistiré con esto.

Nate vuelve a entrar al salón donde todo estaba ocurriendo con felicidad, mientras que del otro lado de la pared comienzo a ahogarme con mis propias lágrimas. Sollozo un par de veces antes de tranquilizarme y limpiar el agua de mis mejillas antes de que me preguntaran que sucede, mando un mensaje al conductor de la limusina para que viniera a buscarme antes de lo esperado y salgo del salón para esperarlo afuera y no tener que estar allí dentro, no quiero despedirme de nadie ni que me vean.

A los diez minutos la limusina que había encargado estaciona en frente, más bien detrás de otra limusina. La cual veo que se le acerca al Capitán y parece estar haciendo algo extraño allí, como si deseara que nadie lo viera, a los segundos Nate sale por la puerta junto con Chuck que se queda a mi lado viendo la escena que se desarrolla.

Ambos comienzan a discutir, de la nada Nate le proporciona un golpe en la cara a su propio padre, enseguida me acerco a él estando preocupada.

—¿Nate? Nate, ¿Estás bien?— El chico me mira, sus ojos contiene lágrimas que lucha por contener.

—¿Qué si estoy bien? Acabo de perder a mi padre y te acabo de perder a ti, estoy lejos de estar bien.

Eso probablemente sea lo más doloroso que haya escuchado en mi vida, sólo que ahora no hay vuelta atrás y necesito seguir como sea.

EL PRIMER ACTO SE ACABA DE TERMINAR AAAAAAAAAAAA, bueno no sabía que lo iba a terminar ahora pero me da felicidad. Por cierto, la publicación el "acto dos" también tiene un limite de 100 votos antes de publicar el siguiente capítulo así que no se hagan los tontos y voten gente.

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