—2200, aceptable.— Dice Blair luego de ver los resultados de aquella prueba para los SAT.

Todos están muy concentrados en aquello, tuve que ayudar a mi hermana durante toda la madrugada más o menos para que esté muy preparada para dar su mejor resultado. Eso define su entrada a Yale.

—Ese es el perceptil 90.

—O sea que Nelly Yuki probablemente sacó 2300, ¿Qué probabilidades hay de que acepten a dos estudiantes de Constance en Yale? Es mi mayor competencia.

—No tienes que preocuparte, sé que lo harás perfecto, además me tienes a mi ayudándote.— Digo para luego darle un sorbo a mi jugo.

—Por más que agradezco tu ayuda, ¿No deberías también estar buscando qué hacer con tu futuro?— Mi hermana eleva una de sus cejas en mi dirección y yo entrecierro mis ojos.

—De hecho, lo estoy haciendo, hoy tengo dos audiciones, como las próximas semanas, no pienso rendirme, sólo que estoy más relajada, es todo.

—Necesito tu secreto para eso, estoy por perder mi mente.— Murmura Serena sin despegar sus ojos de aquel libro.

Sonrío un poco y vuelvo a tomar mi jugo desviando la mirada para cualquier otro lado, ¿Mi secreto? Creo que es bastante obvio cual es la respuesta a esa pregunta, Nate.

He pasado mucho tiempo con él estas últimas dos semanas y déjenme decir que es extraño, muy raro pensar que ahora somos algo hace cuando un mes atrás luchaba por no querer verlo y estaba en una relación con mi hermana. No voy a mentir, han sido las dos mejores semanas de mi vida a su lado, la cosa es que aun no hemos oficializado nada y es extraño porque ni siquiera sé si eso es lo que quiero, traería muchos problemas por lo que sea un secreto por ahora es algo que funciona para mi... Espero que para Nate también.

Mientras Blair y Serena siguen discutiendo sobre los exámenes para las entradas a las universidades, un mensaje hace sonar mi celular. Lo miro con total calma hasta que veo que se trata de un número desconocido, lo primero que mis ojos es ven una foto que puede comprometer todo lo que había armado hasta ahora.

Nate y yo besándonos aquel día en el salón de clases.

—Chicas, las veré luego, tengo que ir a devolver unos libros a la biblioteca.— Me levanto con rapidez, sin siquiera darme tiempo a sonreír como si todo estuviera bien, lo cual no es así.

Camino con toda rapidez en busca de Nate por toda la escuela, si es que siquiera llegó, si conozco a alguien que le interesa mucho menos la escuela que a mi, es él. Además sé que ya tomó todas las clases de los SAT desde su casa porque sus padres no quieren que vaya a cierta Universidad, él ya logró sacar su mayor puntaje por su cuenta.

Por suerte lo veo a la distancia hablando con uno varios de sus amigos, todos vertidos de manera deportiva. Le mando un mensaje rápido para llamar su atención y por suerte lo ve enseguida, se despide de ellos y voy al lugar donde le dije que nos encontráramos, justo en el salón donde todo el problema empezó, pero esta vez justo en las zonas que no dan al vidrio de la puerta para que no se viera nada.

A los segundos, entra Nate con una pequeña sonrisa, sin embargo cuando ve mi rostro de preocupación, frunce el ceño e intenta entender.

—¿Qué es lo que sucede?— Pregunta con tranquilidad, levanto mi celular con la foto justo en la pantalla y ahora entiende todo.— ¿Quién envió eso, Keira?

—No lo sé, pero tenemos suerte de que no por todo Gossip Girl todavía.— Dejo caer mi brazo a mi costado.— ¿Qué haremos ahora? Nadie lo puede ver hasta averiguar que es esto, Nate.

—Tranquilízate, no hay nadie mejor para encontrar quien es la persona.— El chico deja caer su bolso de deporte al suelo para colocar sus manos sobre mis brazos intentando calmar mis nervios.

—En realidad es Blair, sólo que esta vez no podrá ayudarnos.— Hago una mueca, ahora las manos de Nate se posicionan en mi rostro, sus ojos azules se conectan con los míos y él me da un suave beso en mis labios que me hace sentir alivio por un par de segundos.— Supongo que si confías en mi, si seré capaz de encontrarlo.

—Todo con tal de que no te estreses, ¿De acuerdo? Hay tiempo para todo y esperaré hasta que tu quieras que todo el mundo sepa de nosotros.

—En serio te odio, nunca dejé de hacerlo, sólo que ahora te ves más encantador.

—Lo sé.— Contesta con un poco de egocentrismo y ruedo los ojos.

—Por cierto, también te queda muy bien la ropa deportiva.— Digo de forma coqueta en lo que él se ríe bajando la mirada.— Me vas a distraer, tengo una misión importante ahora.— Beso sus labios.— Nos vemos luego, ¿Está bien?

—Por supuesto, mucha suerte.

Otro beso más y soy la primera en salir de aquel salón antes de que alguien nos vea juntos otra vez. Hablar con Nate se ha vuelto de las cosas más fáciles que he hecho en mi vida, y juro que nunca pensé que terminaría teniendo de confidente a la persona siempre he odiado, porque claro no tiene ningún sentido. De todas formas no sólo me estoy protegiendo a mi, sino a Nate quien ha sido muy comprensivo con toda esta situación para no lastimar a Blair.

Salgo de la escuela, en el proceso me encuentro con Serena despidiéndose de Dan, me acerco a ella con una sonrisa y golpeo su brazo de manera traviesa.

—Estoy muy feliz por ti y Dan.

—Lo sé, ella siempre los tiene como quiere.— Una voz que hacía tiempo que no escuchaba, se hace presente en mis oídos. La rubia y yo nos giramos, no voy a mentir que mi cara acaba de cambiar por completo.— Serena y Keira, que lindo es verlas devuelta.

—Georgina.— Decimos las dos al mismo tiempo, en lo que la pelinegra nos da un abrazo a ambas.

—¿Qué haces aquí? Se supone que debes estar con un príncipe, en Suiza.— Resalto la última palabra, tratando de dar una pequeña sonrisa a pesar de que su presencia aquí es más que sabido que trae problemas.

—A ti te dije que venía.— Georgina me señala a mi con una sonrisa.— ¿Acaso no recibiste esa hermosa foto que saqué?

—¿De qué foto habla?— Pregunta Serena a mi lado por lo bajo y decido que lo mejor para hacer es ignorarla.

—Has sido tu, por supuesto, aun tienes a gente trabajando para ti, es impresionante.

—Todavía tengo el poder, Keira.— Dice ella con orgullo y asiento con la cabeza sonriendo.— Esta noche me gustaría hablar con ustedes, ponernos al día.

—Serena no puede.— Salto enseguida para que la rubia no tenga que ser parte de esto.— Yo si, ya sabes, tengo más tiempo de lo usual.

— ¡Perfecto! Nos vemos esta noche entonces.

Georgina se aleja de nosotras, y por supuesto que las dos la miramos como si fuera el mismo fantasma el que se encuentra allí frente a nuestros ojos. Nunca es fácil cuando ella vuelva y no creo que esta sea la excepción.

—Hola Dorota, ¿Keria está aquí?— Es lo que escucho cuando poco a poco voy bajando las escaleras, distingo la voz de Serena en el momento exacto con la intensión de volver a subir hasta mi habitación y esconderme, sin embargo la rubia me ve.— ¡Keira!

Giro justo en el escalón para verla con una sonrisa.

—Serena, hey, ¿Quieres pasar a mi habitación para hablar?

—¿Qué sucede aquí?— Pregunta Dorota con los ojos entrecerrados cargados de sospecha.

—Nada, sigue trabajando.— Le señalo cualquier dirección para hacerle un gesto con la mano para que suba las escaleras y me siguiera.

Algo me dice que no tengo muchas opciones aquí, además a Serena le afecta tanto la presencia de Georgina como a mi así que tendremos que ponernos de acuerdo es eso, ella puede parecer amable pero la verdad es que es cualquier cosa menos eso.

—Ahora si, me dirás de que habla Georgina.— Es lo primero que dice Serna una vez cierro la puerta de mi habitación y hago gestos para que baje la voz.

—Blair está en la otra habitación... Y lo que tengo que decirte no es conocimiento público y no lo será hasta que por lo menos solucione esto, ¿De acuerdo?— Voy caminando hasta a mi cama en donde me siento viendo a la rubia quien se cruza de brazos.

—Ya me estás asustando.

Tal vez si lo digo rápido no sea tan fuerte el impacto, además si lo digo en voz alta va a terminar siendo real por más que me asuste.

Tomo aire y simplemente lo dejo ir.

—Estoy con Nate.— Hablo rápido con la esperanza de que Serena no me haya escuchado en lo absoluto, sin embargo su mirada me dice otra cosa aunque no lo entendió desde el principio.

—¿Cómo qué estás con Nate?— Pregunta intentando procesar lo que acabo de decir, poco a poco su rostro va cambiando de expresión y termina entendiendo.— Oh... ¡¿Cuándo pasó eso?! ¿Están saliendo?

—¡No sé que estamos haciendo! Hay muchas cosas antes de poder decidir que es lo que realmente pasa, un día estamos peleando y al otro tenemos sexo en un salón de clase y ahora Georgina tiene esa foto que al parecer alguien de su sequito sacó para chantajearme.

—Espera, ¿Ya hasta tuvieron sexo? Esa si no me la esperaba, Keira.

—¿Entiendes por qué nadie lo sabe? Es más, estoy esperando a que Blair me dé una señal de que ya no le interesa y está completamente enamorada de Chuck aunque le cueste admitirlo.— Digo tratando de sacarme un peso de encima, sin embargo cada vez que lo digo en voz alta, suena peor que antes.— Por eso iré con Georgina esta noche, no necesito que tu veas la foto, yo la vi, Nate la vio, Georgina la vio, no necesito que se esparza más el rumor,

—Sólo que no es rumor, es real, y en algún momento el mundo lo sabrá, tienes suerte que aun no esté en Gossip Girl.

—Lo sé, sólo necesito más tiempo y tengo que convencer a Georgina de que la borre para evitar problemas y tu guardaras este secreto por mi, ¿Estamos de acuerdo?— Elevo ambas cejas esperando su respuesta, la rubia rueda los ojos y asiente con la cabeza.

—Estás a cargo de alejarla de esto, mientras iré a estudiar para los SAT de mañana, ¿Cómo te han ido en las audiciones de hoy? 

Hago una mueca.

—No he podido ir.

—¡Keira!— Me regaña enseguida.— Es tu futuro.

—¿Crees que no sé eso? Tengo que solucionar las cosas de a poco, ahora ve a estudiar que tengo que prepararme para ir a ver  a Georgina.

Serena se va pero sin dejar de mirarme de una forma extraña, cuando escucho la puerta cerrarse, me tiro en mi cama tapando mi rostro con una almohada conteniendo mis ganas de gritar hasta romperme las cuerdas vocales.

¿Por qué todo se volvió tan complicado? Era mucho más fácil todo antes de saber que me enamoré de Nate.

Como sea, me preparo antes de salir a enfrentar al diablo en persona, tengo que evitar a Blair a toda costa así que salgo con cuidado de mi habitación antes de que ella decida también salir para ver que es lo que planeo. Tomo un taxi una vez fuera del edificio yendo a la dirección que Georgina me envió y es uno de los lugares donde solíamos frecuenta cuando aun seguía viviendo aquí, lo cual agradezco que ya no esté aquí.

Llegando, la veo esperando allí afuera con el celular, me bajo del taxi y enseguida salta a abrazarme como si de verdad yo estuviera feliz de verla.

—Vamos adentro, hay que ponernos al día.— La pelinegra me toma de la muñeca para arrastrarme hasta dentro del bar.

Empiezo con el plan, que lo primero es fingir que de verdad me interesa algo de lo que ha hecho con su vida, evitando cada gramo de alcohol posible y cambiándolo cada vez que ella se va al baño porque necesito estar sobria con ella allí dando vueltas, bien sabemos que con Georgina estar decente no es mucha opción y Serena lo sabe muy bien a causa de los problemas que ella le ha dado.

Mi historia con Georgina empezó cuando terminé con Carter, ella se ofreció a ayudarme y en vez de hacerlo de verdad, todo terminó empeorando conmigo y mi adicción y la verdad es que nunca supo la verdad. Que en serio la odio.

Bueno, ya ha pasado hora así que tendré que soltar la verdadera razón por la que vine aquí.

—Georgina sabes, he venido por una razón y es por la foto.— Hago una mueca entre risas a lo que ella me mira.

—¡Por supuesto! ¿Tu y Nate? Quien lo diría, pensé que seguía con Blair aunque sigue siendo el ex de tu hermana.— Las dos reímos, aunque la verdad es que ya no tengo ganas de escuchar ninguna palabra que venga de ella.— ¿Y besa bien?

—De hecho si lo hace, pero ya sabes, tengo que solucionar un par de cosas antes de que salga a la luz nuestra relación. También sigue siendo el ex de mi hermana, es complicado, ¿Sabes?— Doy un sorbo a mi bebida.— Es por eso que necesito que borres la foto, ya sabes, es para proteger a una amiga, no queremos que eso salga en Gossip Girl, ¿verdad?

Georgina da una sonrisa que es extraña, de todas formas ella asiente con la cabeza.

—Por supuesto, no queremos eso, lo borraré cuando llegue a casa.

—No.— Digo demasiado rápido, tal vez no pude contener mi ansiedad.— Me refiero, quiero ver que lo borras, para asegurarme de que va a seguir siendo un secreto.

—Lo entiendo, después de tanto me sorprende que aun no confíes en mi.— Ahora la tensión entre ambas ya no es demasiado amistosa que digamos, la chica saca su celular para mostrarme su celular. Allí entra en galería y me muestra como borra la foto.— Ahí está, deberías aprender a confiar más, ¿Acaso también vendrás a mi habitación de hotel para verificar que no tenga una copia?

—Nunca es demasiada desconfianza, ¿No lo crees?— Saco mi celular de mi bolso para ver la hora.— También iría contigo a tu habitación, pero confiaré en que los borraras tu sin tenerme allí a tu lado, se está haciendo tarde y debo volver antes de que cierta persona se dé cuenta que no estoy allí. Mucha suerte en tu regreso a Suiza, te extrañaremos.

Claro que no, arruina la vida de todos y para qué, sólo divertirse.

—Muchas gracias Keira.

Sonrío en lo que me levanto de aquel taburete del club y coloco mi bolso sobre mis hombros, repasando dentro de mi cabeza que no me haya olvidado nada de valor con Georgina porque ya la conozco demasiado bien y es la mala suerte en persona para el resto que la rodea. 

Una vez más, decido confiar en ella porque es más que obvio que debe tener cientos de copias de esa foto que pueden arruinarme la vida. Lo bueno es que se irá pronto y no tendré nada de que preocuparme, de hecho, me mantendré lo más lejos de ella lo que queda de su estancia para asegurarme que o diré nada que arruine el pequeño progreso que hemos hecho ambas esta noche. Así podré concentrarme en encontrar nuevas audiciones y hacerlas esta vez, ya no voy a perder el tiempo ni mi futuro por esto.

Spotted:

Un nuevo problema se avecina que tiene preocupada a nuestra Dark Queen, el regreso de fantasmas pasados son algo de lo que no todos se pueden liberar. Uno que sabe muchos secretos y sabe como usarlos, después de todo, es casi imposible escaparse de ellos y una de nuestras mellizas lo tiene bien claro como funcionan las cosas en este lado de Manhattan. Mucha suerte encubriendo todo.

XOXO, Gossip Girl.

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