13 ˖ ִֶָ࣪ ┋face your fears.
Al final, he conseguido que Nate me perdonara con la gran promesa de ser honestos uno con el otro, todo el tiempo. En un mundo donde las mentiras es algo que se respiran, es algo grande que prometer pero sé que podremos cumplirlo.
Además, cambiando de persona, hablando de Blair, ha entrado en una clase de crisis y decidió vivir una vida "salvaje" luego de no haber entrado a Yale como toda su vida lo deseó, ¿Lo peor de todo? Es que Carter apareció en la ciudad y mi querida hermana se lo agarró, es decir, se nota que el chico cambió pero es mi ex pareja... Estuve a punto de quejarme, hasta que recuerdo que su ex es mi ahora novio, así que no tengo mucho que reclamar en este momento.
Serena aun no me ha hablado, asumo que sigue molesta conmigo por lo de la vez pasada, aunque no me hay mucho problema por eso, de todas formas sé que esa chica no está demasiado bien porque se anda perdiendo en su propio reflector, o mejor dicho, a un reflector que se le está desvaneciendo. Así es, me entero de todo sin siquiera tener que hablar con la raíz del problema.
Saco un par de libros de mi casillero para guardarlos dentro de mi bolso, al cerrar la puerta de metal, pego un salto del susto al ver a la persona que me ve allí.
—Podrías hacer un ruido para no asustarme tanto con tu cara, eres muy silencioso.— Digo una vez calmo el latido de mi corazón ante el susto de verle el rostro.
—Hay momentos en los que me gusta serlo, y otros no.
No disimulo mi cara de disgusto, paso por su lado con la esperanza de que allí terminaran las cosas, sin embargo oigo sus pasos detrás de mi.
—Asqueroso, ¿Qué quieres, Chuck? Voy tarde a clases.
—Me gustaría saber qué le sucede a Blair, está fuera del radar, enloquecida.— Pregunta sin más vueltas alcanzando mi altura.
—Está mal por no haber entrado a Yale, está en un duelo, déjala lamer sus propias heridas.— Le contesto de mala gana caminando más rápido para escapar de su presencia.
—Podría lamerlas yo.—Otra vez, la cara de asco ante sus palabras tan delicadas.— ¿Cómo no te molesta que haya dormido con tu ex?
Cuando dice aquello, me detengo de golpe, el chico debe caminar unos pasos para atrás porque no se esperaba que hiciera eso. Ladeo mi cabeza forzando una sonrisa.
—Yo estoy durmiendo con su ex, ¿Cuál es el punto?—Se queda callado, así que aprovecho para darle un discurso que tal vez decida convertirlo un poco más open mind con la situación.— Mira Chuck, yo sé que no soy tu mayor fan, pero deja el juego, dile que la amas, que te preocupas, no me interesa estar en el medio, sólo hazte hombre de una vez, mierda.
Mis palabras lo dejan pensando en medio del pasillo o probablemente me quiera matar por no ser lo más ayudante posible, es decir, yo sé que se aman de manera mutua, sólo que los dos tienen un gran orgullo que los detiene por completo de ser felices uno con el otro. Es decir, yo también soy orgullosa, imagínense que el primer "te amo" que le dije a Nate, fue estando borracha en un momento de debilidad para mi, eso es lo que intento cambiar y madurar para mi misma porque sé que Nate merece a alguien que sepa decir lo que piensa y siente.
Una vez en el salón de clase, tomo asiento al lado de Blair, quien no se gira a verme sino que se mantiene con atención al pizarrón vacío de la escuela. Suelto un suspiro intentando no molestarla y saco mi celular de mi bolso, el cual tapo con mi libro para que el profesor, que está al frente, no vea lo que estoy haciendo.
Ahora mismo prefiero ver las reseñas de la primera temporada de la serie, ya había terminado y sin poder creerlo, mi primer proyecto salió perfecto, tanto así que a los dos días de que el show diera su fin, confirmaron una segunda temporada de la cual estoy muy emocionada de grabar, aunque ahora también estoy en sincronía con una película que por suerte se graba aquí en New York, sino me volvería loca.
Sobre todo porque quiero terminar la escuela aquí en Constance, eso a Alice la vuelve loca por la cantidad de fechas agendadas que tiene que dar vuelta para cumplir mis caprichos. Lo bueno es que no queda demasiado tiempo antes de que la graduación llegue, por lo que estamos en grandes exámenes casi todos los días para cerrar las notas y mi cabeza explota entre tantas cosas por hacer, después de todo, sigo siendo una adolescente.
Una muy exitosa debo de decir, estoy segura que Serena se debe de estar revolviendo de envidia ahora, he logrado pasarla en todos lados y sólo hablan de mi, lo que me saca una sonrisa sin querer.
Al terminar la clase, salgo sin despegar mis ojos del celular, sin embargo me toma de sorpresa una mano que agarra mi cintura. Estuve a punto de darle unos buenos golpes a la persona responsable, sólo que me calmo al ver que se trata de Nate.
—Hola, novio.
—Hola, novia, ¿Por qué tan pegada al celular toda la clase?— El chico baja la mirada a mi celular, el cual guardo dentro de mi bolso, así tengo las manos libres para colocarlas sobre su cuello.
—Estoy mirando que tan popular soy, tienes una novia muy famosa en tus manos ahora.
—Y eso amo de ti, estoy orgulloso.—Nate mira mis labios y comienza a dejar pequeños besos que recibo con gusto, luego se separa porque recuerda algo.— ¿Me acompañarás hoy a acompañar a mi primo a ver la iglesia? Quiere que vayamos a hablar algo en el almuerzo.
—No lo sé, eso suena muy familiar y digamos que tu familia no es muy fan mía, ¿Recuerdas cuándo conocí a tu abuelo? Dijo que prefería a Blair en vez de a mi.
—¿Y desde cuándo te interesa lo que los demás dicen de ti? Sobre todo mi abuelo, es un amargado pero un buen sujeto, por favor, ven conmigo.— Agarra mis manos para sacarlas de su cuello y entrelaza sus dedos con los míos, en lo que me ve con sus profundos ojos azules fijamente.
Intento no caer en ellos, por lo que en pocos segundos se vuelve una guerra de miradas, hasta que ruedo los ojos asintiendo con la cabeza.
—Bien, iré, pero si esta vez alguien me dice algo, no me voy a contener, tengo mucha energía violenta que descargar.
—Yo sé cómo podemos gastar esa energía.— Dice de manera coqueta volviéndome a acercar a su cuerpo, muerdo mi labio inferior con una sonrisa.
—Estás pasando mucho tiempo con Chuck, pero de alguna manera en ti no lo odio.—Lo beso con lentitud, lo suficiente para provocarlo un poco.— Tal vez esta noche, si tienes suerte.— Hablo alejándome poco a poco por el pasillo.
—¡Eres mala!
Nate grita en lo que me doy la vuelta, sonriendo negando con la cabeza.
Nate me pasó a buscar a mi departamento para que pudiéramos ir juntos a la iglesia donde Trip, su primo, se va a casar con una mujer que en realidad no conozco personalmente. Así que eso haré ahora, más al resto de una de las familias más importantes, poderosas, y debo de agregar aterradoras, de toda la Élite de Manhattan.
Antes de entrar al lugar, Nate me toma de la cintura y comienza a besarme con cierta necesidad y dulzura, a la que yo, obviamente, no me niego.
—¿Te dije que estás hermosa?
—¿Estás intentando seducirme en frente de la iglesia?
—Ven, vamos.
Con una pequeña sonrisa, agarra mi mano y los dos comenzamos a subir las escaleras para entrar a las grandes instalaciones del lugar. Hay varias personas allí, varias de ellas reconozco a Maureen, la mujer de Trip, además de otras mujeres que no sé ni quien son, imagino que serán damas de honor de la novia.
—Sabes, hay algo que debo decirte, ya no aguanto la emoción.— Nate se coloca al frente de mi en el gran pasillo entre los asientos, frunzo el ceño confundida.
—¿Es algo malo?— Pregunto sonriendo con cierta duda.
—Pasé a Columbia.
—¿Qué?
—Entré a Columbia.— Vuelve a repetir ante mi sorpresa, enseguida una gran sonrisa en ambos se instala en nuestros rostros.
—Nate, eso es increíble, no creí que lo habías hecho.
—Quería saber si podía entrar sin su ayuda, mi abuelo tuvo que hacer una sola llamada para que entrara a Yale y no sé, quería algo propio.
—Estoy muy feliz por ti Nate, la opción que elijas, sabes que estaré allí para apoyarte.
—Es por eso que te amo tanto.—Da suaves besos sobre mis labios, luego camina para atrás.— Mejor voy para allá, el ensayo está por comenzar.
—Yo me sentaré aquí a ver, ¡Te amo!
Tomo asiento en uno de los grandes bancos del fondo en la iglesia, sin poder quitar la sonrisa de mis labios. Siempre supe que Nate quería algo suyo, propio sin tener que depender de su familia, y que lo haya logrado por si solo, sumando que nunca había sido de las personas con las notas más altas de la escuela, lo hace incluso más especial.
Me encanta la idea de que estemos logrando cosas importantes en nuestra vida mientras estamos juntos, aunque algunas cosas las empezamos estando separados, ya no importa, lo que si es importante es que estamos uno para el otro.
El ensayo comienza en el lugar, Nate es el padrino de Trip, y se ve hermoso allí parado en lo que de vez en cuando se gira a verme para sonreírme.
Estoy completamente enamorada de ese chico.
—Hola Keira, es un gusto verte.— Una voz que no tengo muy registrada dentro de mi cabeza me sobresalta, giro a ver que se trata del abuelo de Nate, quien toma asiento a mi lado.
—Hola señor Vanderbilt, la boda va a ser hermosa.— Intento sonar amable y tranquila.
Después de todo, no soy de sus favoritas.
—Keira, oí que Nate entró a Columbia, ¿Te ha dicho algo sobre sus intensiones?— Directo al punto, interesante.
Sabía que no se sentaría conmigo a hablar del clima.
—No realmente, me acabo de enterar, sólo sé que está orgulloso de haberlo logrado por si solo, sin cierta ayuda.— Respondo girando a verlo por un par de segundos, sonrío un poco volviendo mi atención al ensayo.
—Como debería, mi nieto valora tu opinión, tal vez puedas mostrarle que Yale es la mejor opción.
—Lo lamento, pero Nate es quien debe tomar esa decisión, yo ni siquiera voy a estudiar en una universidad luego de la graduación, señor Vanderbilt, igualmente sé que Nate tomará la mejor decisión, confíe en él.— Ladeo mi cabeza encogiéndome de hombros.
—Por supuesto, sólo escuché que su hermana, ¿Blair? No entró a Yale como quiso, debe haber sido un error, puedo hacer una llamada para que revisen bien sus papeles.
Una vez más giro a ver al mayor, quien sonríe con satisfacción al tener mi atención.
—¿De verdad?— Pregunto, toda ingenua por el poder que este señor tiene.
—Por una amiga de mi nieto, no hay nada que no haría.
—Creo que Nate se verá bien en el uniforme azul.— Vuelvo a sonreír un poco.
Mi respuesta lo satisface lo suficiente para levantarse y volviendo a dejarme sola allí, sin embargo una parte de mi comienza a hacerme ruido y no, no puedo aceptar el trato. Por lo que me levanto del asiento para ver al abuelo de Nate caminando a la salida.
—Señor Vanderbilt.—Llamo su atención caminando por los pasillos de la iglesa, hasta quedar en frente de él, con el corazón en la mismísima garganta.— Retiro lo dicho, no puede manipularme para hacer esto, me importa mi familia, me importa Blair, pero también me importa lo que ellos opinen, así que lo lamento, no lo haré. Si realmente le importa Nate, sabrá lo que es mejor para él, y eso significa tomar dejarlo tomar sus propias decisiones, es lo que a mi me ha llevado donde estoy y todos están orgullosos de mi.
Pienso que el señor Vanderbilt está a punto de bloquearme de todos lados, hasta de la vida si es posible, sólo que una sonrisa aparece en sus labios y definitivamente no sé que significa eso.
—Admiro esas agallas Keira, te servirán mucho en el futuro.
Gira nuevamente para irse y tomo aire, al parecer no estuve respirando, ¿Por qué le tuve tanto miedo? De igual forma estoy orgullosa de lo que he logrado, no me dejé cegar por el poder de nadie y lo enfrenté, por un lado Nate me va a amar más, y Blair... Bueno, ella no se tiene que enterar acaba de perder su oportunidad de entrar a Yale, sé que me lo agradecerá en el futuro.
Recuerden:
—VOTAR; por favor no se olviden y no les pido mucho, es gratis y consiguen actualizaciones más seguido.
—COMENTAR; amo leer sus comentarios y opiniones sobre la historia.
—SEGUIRME; para no perderse ninguna actualización, noticia o lo que sea de la historia.
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