Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

11 ˖ ִֶָ࣪ ┋i miss that.

Las vacaciones de las fiestas habían terminado, Blair emocionada por saber si va a entrar a Yale, quien por cierto, pude escuchar como miraba Gilmore Girls durante toda la noche, y yo por supuesto sin realmente poder dormir tampoco que terminé yendo con mi hermana a su habitación para ver la serie juntas.

Hoy es el día que vería a Nate después de dos semanas de gran gira de entrevistas, viajando a otras ciudades, y por supuesto, la primera vez que lo vería desde que la noticia de Sean y yo terminamos. No ha sido fácil porque todas las personas comenzaron a bombardearnos a los dos sobre lo que sucedió, fingimos que todo terminó en buenas condiciones y somos muy buenos amigos, y de vez en cuando salimos a tomar café o a pasear para demostrar que así es, es lo único que calma a Alice.

Quien por cierto, me odió en un principio, sin embargo ahora ve que una pareja que se volvió amigos que lo demuestran al mundo, aumentó el rating del show, así que supongo que no hice todo mal después de todo.

Al bajar las escaleras colocando mi bolso sobre mi hombro, en la sala me encuentro con un barullo, allí me acerco para ver a Dorota, a mi papá y a Roman, la pareja de mi papá. Blair tiene un perro en sus brazos, que lo carga con felicidad mientras me lo muestra.

—¿Un perro? Una buena opción de regalo, pero no lo dejes entrar a mi habitación, se sagrada.

—Hola, mi estrellita.— Camino hasta mi papá quien extiende sus brazos para abrazarme con fuerza.

—Me has visto ayer.— Digo entre risas, ambos nos alejamos y se me queda viendo con una sonrisa.

—Siempre que pueda voy abrazarte, siempre ando viajando.

Asiento con la cabeza en lo que extiendo mi cabeza para saludar a Román con la mano.

—¡Mira! Se llama Guapo, me lo dieron como Dan, pero ya tenemos un perro llamado Dan.— Habla Blair mostrándome al perro con una gran sonrisa, y yo pues no contengo la risa ante el comentario de mi hermana.

—Es hermoso, ahora si me disculpan, tengo que salir antes porque hay algo que debo hacer.— Doy varios pasos para atrás, Blair me da una mirada cómplice asintiendo con la cabeza.

—Ah, esa cosa.

—¿De qué nos perdimos?— Pregunta Román, niego con la cabeza sin quitar mi sonrisa.

—Nos vemos luego, y tu, llámame a penas sepas si entraste a Yale.

—¡Así será!

Ante esa confirmación, tomo el ascensor de una vez por todas, me pregunto si Nate me seguirá odiando o esperando algo de mi parte después de la "ruptura con Sean" pero planeo dejárselo muy en claro que lo hice por nosotros, no puedo seguir pretendiendo que amo a alguien más cuando dentro de mi cabeza sólo vive una persona. 

El me pertenece, y yo a él, estamos destinados en este retorcido mundo en el que vivimos.

Una vez en la escuela, me quedo mirando la entrada viendo a todos los estudiantes hablando entre ellos en lo que se reencuentran después de sus vacaciones. Paso entre ellos para entrar al establecimiento de Constance tratando de lucir muy segura de mi misma aunque por dentro siento que estoy por explotar.

Y allí es, cuando veo a Nate hablando con sus amigos, él también nota mi presencia a la distancia y su expresión cambia.

Mi corazón late con una mezcla de nerviosismo y emoción dentro de mi pecho, mientras observo a lo lejos a Nate. Mientras caminamos los dos al mismo tiempo por los pasillos de la escuela, nuestras miradas se encuentran en el proceso.

Con cada paso, la distancia entre nosotros disminuye y mi determinación crece, ya no estoy tan nerviosa. Había llegado el momento de ser honesta conmigo misma y con él. Al acercarnos, nuestros ojos se conectan y, por un instante, todas las personas del pasillo de la escuela desaparecen, aun así puedo verlos de reojo viendo que nos acercamos a hablar.

Finalmente, estábamos lo suficientemente cerca como para hablar. Él rompió el silencio con una sonrisa tenue que apenas disimulaba su curiosidad.

—¿Estás bien?— Pregunta con voz tranquila, como si pudiera percibir la tormenta de emociones en mi interior. Además es muy obvio que sabe a qué es lo que vine, por eso su expresión.

Sonrío, no puedo evitarlo. Nunca creí que pudiera sentirme así de libre por primera vez en mi vida, estuve rechazándolo desde hace mucho tiempo, me merezco esto.

—Sí, estoy bien. De hecho, estoy mejor que nunca, gracias por preguntar. —Respondo, mis ojos reflejando la sinceridad que estoy a punto de compartir. Nate asiente, pero sus ojos espera que diga algo más. Decido ser directa, no había razón para fingir que ninguno de los dos lo sabe.— Como has visto, Sean y yo terminamos, oficialmente, y al fin puedo obtener lo que quiero. —Confieso, sin más vueltas. 

Y sus ojos se iluminan, esos bellos ojos azules brillan aun más de lo normal. 

Él se detiene por un momento, procesando mis palabras. Finalmente, rompe el silencio con una pregunta que resuena en el pasillo.

—¿Es de verdad?— Sé que ahora Nate está molestándome, porque yo esa sonrisa la conozco a la perfección, y sólo quiere estar más que seguro.

Asiento con una sonrisa más amplia, incapaz de contener la felicidad.

—Sí, Nate. Te confirmo lo que has visto en la televisión, siempre vas a ser con el que quiero estar a futuro, y quiero estar a presente.

Después de decir eso, todo el cuerpo de Nate se relaja, cierra sus ojos soltando un suspiro y por un segundo creo que va a mandarme a volar, hasta que los vuelve a abrir tomándome de la mano para acercarme a su cuerpo.

—No sabes cuánto esperaba escuchar eso.— Suelta esas palabras como si fuera un gran alivio, y por fin una sonrisa en su rostro rompe la seriedad que tanto me asustó.

En medio del pasillo, ya no nos importó nada, Nate me agarra de la cintura y junta nuestros labios en un suave beso, que me genera miles de sensaciones que no podrían imaginar. Es como el primer beso con él para mi, aunque en ciertas maneras lo es, porque es un nuevo comienzo en todos los sentidos de la palabra y no puedo estar más feliz, no hay palabras que lo logren expresar.

—Nuestra primera cita debería ser en la Opera, ¿Qué piensas?— Me pregunta en lo que nos mantenemos aun pegado uno al otro, viéndonos a los ojos como hace tiempo no lo hacíamos. 

—No me interesa dónde, mientras sea contigo.

Nuestro intento de volver a besarnos, se ve interrumpida por una voz que conozco a la perfección.

—¡Keira!—Blair aparece en los pasillos diciendo mi nombre, luego se queda viéndonos con ambas cejas levantadas.— Necesito tu ayuda... ¡Oh por dios! Los acabo de interrumpir, ¿Volvieron? 

—Así es.— Confirmo con una gran sonrisa.

—¡Estoy muy feliz por ustedes!— Mi hermana se queda viéndonos a ambos en un gran silencio.

Ruedo los ojos y ambos nos separamos, suelto un suspiro.

—¿Qué necesitas, hermanita?

—Creo que ya sabes que necesito, te la robo por unos minutos.— Blair me agarra de la muñeca para comenzar a arrastrarme con ella.

—Minutos no van a ser, ¿Nos vemos en la Opera esta noche?— Le pregunto en el proceso a Nate quien asiente con la cabeza sonriendo.

—Por supuesto.

No puedo creer que Blair me esté necesitando justo ahora, aunque bueno, creo que en ese departamento no me extrañó tanto como ella así que la puedo justificar un poco. Sé a que se debe todo esto, y me alegra ser incluida otra vez, sus primeras palabras son "Necesito vengarme de una profesora porque me desaprobó y arruinó mi promedio perfecto para entrar a Yale."

Así que enseguida nos ponemos manos a la obra, hacía tiempo que no hacía esto, tramar cosas para destruir personas, lo extrañaba. Sólo que mi agente no debe de enterarse o estaremos en problemas, tengo que seguir manteniendo una buena imagen, aunque cualquiera que entre a Gossip Girl, verá mi pasado más oscuro.

Entre planes y planes, terminamos en hacer una llamada a esa profesora, la invitamos a la Ópera, dándole una dirección falsa, lo cual sabemos que es perfecto para hacerle quedar mal, y para Blair, darle una lección haberle bajado la nota.

Después de eso, vuelvo al departamento para elegir que ponerme, con esto del viaje no he tenido tiempo de arreglar mi habitación así que busco entre todas las maletas, algo que haya comprado y nunca usado para la gala de la Ópera de esta noche, me emociona por fin aparecer con Nate en algún lado en público.

Blair decidió salir después de mi junto con nuestro papá y Róman, me despido de ella una vez llega la hora se acerca y el chófer me espera con la puerta abierta, le agradezco y entro en la parte trasera para así dirigirme al teatro.

No voy a mentir, me siento bastante nerviosa, pero sé que esto es por ir en contra de las reglas de absolutamente todo.

En cuanto el auto es estacionado, el chofer gira para volver a abrirme la puerta, allí me encuentro a mi misma, parada en la calle con un vestido largo de color negro, con una tela suelta y elegante, cuando mis ojos caen en Nate, él está allí afuera esperándome. Camino con seguridad hasta él, me ve y lo primero que hace es agárrame de la cintura para besarme en frente de todo el mundo, por supuesto el lugar estaba lleno de fotógrafos, así que los flashes no tardaron en llegar.

Si Lily Van Der Woodsen puede salir con el papá de Dan a días de que su esposo haya muerto, yo puedo hacer lo mismo luego de haberme separado de Sean. Aunque lo de la mamá de Serena sigue siendo peor.

—Te ves increíble con ese vestido.

—Y yo debería decirte que soy débil a un hombre de traje.—Planto un suave beso, como toda adolescente enamorada.— Me siento muy feliz de estar aquí contigo, oficialmente eres mi novio.

—Y tu eres mi novia, tu perteneces conmigo, no con Carter, no con Sean, con nadie.

—Estoy tan feliz de que tengas eso claro, y ahora todo el mundo lo sabe.

Nos agarramos de la mano y caminamos por el teatro hasta ir en busca de nuestros asientos, sonrío cuando veo a mi papá allí sentado esperando así que le hago un gesto a Nate para que nos acerquemos.

—Papá.

—Hija, te ves preciosa.—El mayor se nos queda viendo a los dos, luego baja hasta nuestras manos entrelazadas.— Disculpa, ¿Pero tu no eras novio de Blair?

—Si, hay cosas que no te dije sobre mi, aunque sabes que Blair superó a Nate y pues Nate, ahora es mío.— Hago una mueca para luego transformarla en una sonrisa.

—Soy suyo, señor.— Nate habla con orgullo, niego con la cabeza entre risas y mi papá es contagiado por el ambiente.

—Keira, te necesito, cometimos un error.— Blair parece de la nada entre nosotros.

—¿Ahora?—Asiente con la cabeza desesperada.— Bien, vamos a arreglarlo.—Me dirijo a Nate, quien eleva una de sus cejas.— Volveré enseguida, ve a buscar nuestros asientos, te lo prometo.

Las dos salimos corriendo por las escaleras con los vestidos de gala, hasta subirnos al auto en donde ella llegó. Resulta que la profesora arregló su nota, por lo que estamos yendo al lugar para que ella pueda disculparse, aunque comienzo a sentirme un poco mal yo también, pero aun así siento que debo de hacer algo.

Giro para verla, estando a pocos metros de llegar, está ansiosa.

—Voy a bajar a la vuelta de la cuadra, ¿Bien? Hay algo que debo de escuchar.

—¿Espía? Me gusta.

El chofer deja y continúa para dejar a Blair, camino a toda velocidad, incluso con los tacones que me molestan en este tipo de situación. Subo unas escaleras que dan a un restaurante cerrado y abandonado, veo a las dos personas allí hablando, la señal para acercarme es cuando se sube al auto, la profesora saca su celular de su bolso con rapidez, camino por detrás de ella en silencio.

—¿Directora? Lamento molestarla a estas horas pero ay algo que debe saber.—Comienza a hablar ella, y yo me cruzo de brazos.— Blair Waldorf acaba de citarme en medio de la nada, para venir a la Ópera para vengarse de que le puse una mala nota.—Oh no, esto no va a terminar nada bien para ella.— Muchas gracias, que tenga buena noche.

—Tu vas a arrepentirte de eso.— Digo en el silencio de la oscuridad, provocando el susto de la mujer.

—Señorita Waldorf, me ha asustado.

—Bien, porque ahora, si creía que esto era algo malo, no sabe lo que le espera.— La miro de abajo hasta arriba, analizando que está seria, como una mujer que recién acaba de llegar a la adultez, por lo que aun tiene los miedos de una adolescente.

—Es igual a su hermana.— Murmura levantando su cabeza, en señal de desafío.

—Puedo ser peor si así lo deseo. Nos vemos en lunes en la escuela.— Le sonrío de una manera amable, giro sobre mis pies y me alejo de allí.

No puedo creer que vaya a decir esto, pero extrañaba destruir personas.

Recuerden:

VOTAR; por favor no se olviden y no les pido mucho, es gratis y consiguen actualizaciones más seguido.

—COMENTAR; amo leer sus comentarios y opiniones sobre la historia.

—SEGUIRME; para no perderse ninguna actualización, noticia o lo que sea de la historia.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro