El Snowflake Ball terminó con una tragedia que nadie se esperaba, la mamá de Serena en medio del baile recibió una llamada de alguien para decirle que Bart Bass, el papá de Chuck acababa de tener un accidente, el cual al llegar al hospital, se cumplió la peor noticia, sobre todo para su hijo.

No me imagino lo que él debe estar pasando, sólo sé que desde el accidente no ha aparecido por ningún lado y Blair está haciendo lo posible por encontrarlo para llevarlo al funeral esta tarde en la iglesia. Además de que al parecer Cyrus, el nuevo novio de mi mamá, o debo de decir prometido, se van a casar.

¿Pueden creer todo lo qué me he perdido? Y yo tan sumida en mis pensamientos y drama y la fama que no pensé que el no vivir con ellas iba a hacer que me perdiera de absolutamente todo. Creo que esto del accidente está cambiando ciertas cosas que quería, y ahora ya ni de cerca las quiero cerca.

Bajo de la limusina justo frente de la iglesia, todo el mundo se muestra vestidos de negro en respeto al recién fallecido. Suelto un suspiro mirando en todas las direcciones con la esperanza de encontrar a algún conocido, y una pequeña sonrisa aparece en mis labios cuando veo a Nate bajando de aquel auto negro, si, después de que entregara a su papá a la policía, se desbloquearon todas sus cuentas en el banco por lo que ya no es pobre, y hace un par de días que se fue de mi casa para volver a la suya.

Tampoco fue fácil eso, porque lo hizo sin despedirse.

Nate gira su cabeza en mi dirección y se acerca con las manos en los bolsillos dentro de su gran saco negro.

—Hey.— Habla una vez está frente a mi.

—Hey.— Digo con una pequeña sonrisa cuando lo veo de cerca después de tantos días. Nos quedamos en silencio por un par de segundos, hasta que decido abrir la boca una vez más.— ¿Cómo has estado? La casa está silenciosa sin ti allí.

—Bien, por suerte, ya nos acomodamos con mi mamá devuelta, para ella ha sido más difícil que para cualquiera.— Expresa con tranquilidad en lo que me ve con sus ojos azules.

—Sabes que a pesar de todo puedes contar conmigo, ¿No es cierto?

—Lo sé, gracias.— Aprieta sus labios en una sonrisa casi visible.

Nate está a punto de irse, pero lo agarro de la muñeca, acto del cual lo suelto enseguida.

—Espera.—Sonrío estando un poco nerviosa, ¿Por qué estoy actuando de esta manera?— Lo siento, nunca tuve oportunidad de decírtelo, lo lamento por todo.

—Está bien, sé que lo sientes, no te odio si eso piensas.— Bromeo ladeando mi cabeza ante sus palabras.

—Eso me alegra como no tienes idea, todo bien, ¿Entonces?

Extiendo mi mano en su dirección como si estuviéramos a punto de cerrar un trato, Nate se ríe y estrecha mi mano con la suya.

—Así es.

Nuestras miradas se conectan por más tiempo de lo debido, incluso nos quedamos agarrados uno del otro pasando los segundos de los cuales me he perdido. Nos hace volver a la realidad un drama que sucede detrás de nosotros, al parecer Chuck está ebrio gritándole a alguien a quien no distingo de esta distancia debido la cantidad de gente que tienen rodeándolos, incluso mi hermana se encuentra allí.

Nate y yo nos vemos una vez más con la mirada cansada y vamos hasta aquel lugar para ver de qué se trata todo este escandalo, para llevarme la sorpresa de que es a Dan a quien le grita para que se vaya y pues Serena quiere que se quede. Chuck le echa la culpa a Dan sobre algo que no sé, sólo lo quiere fuera y eso me da a entender todo lo que me he perdido.

¿He sido demasiado egoísta? Como sea, no dejaré que eso siga.

Al terminar el funeral, lo primero que hago es mandar mensaje a la misma compañía que me hizo la mudanza, que quiero volver a donde estaba, por suerte con un poco de perseverancia, y por supuesto, dinero, aceptaron a hacer el cambio ahora mismo. Así que antes de que llegaran, reciclo todas las cajas que usé y guardo mi habitación en cada una de ellas porque si algo me ha hecho ver lo devastado que se encuentra Chuck, es que no quiero estar lejos de ningún familiar mío, no sé quien me dijo que era una buena idea.

Oh si, fue Alice, pero lo que ella no sepa hasta que esté hecho, no se daña a nadie.

El servicio de mudanzas llega a la hora frente al edifico, en donde comienzan a bajar cada mueble y cada caja para subirlos a la camioneta estacionada frente al edificio. Yo llevo conmigo mis maletas a la cual pongo en un taxi, el cual me lleva a mi antiguo departamento, ya sin vueltas.

Increíble cómo ver a una persona pasando tanto dolor, a punto de destruirse a si mismo, por haber perdido a alguien, te cambia la forma de ver la vida. Mis decisiones no han sido las correctas y creo que estos meses he madurado lo suficiente para darme cuenta de eso, además de que sé que no estoy echa para vivir sola por el momento, o lejos de mi familia.

Bajo con mis maletas del taxi y me adentro a mi edificio, subo por el ascensor sin esconder mi sonrisa y a penas las puertas se abren en el departamento, veo a un montón de personas yendo y viniendo, pero aun así veo como unas columnas raras en el centro de la sala.

—¡Keira! Justo te estaba por mandar mensaje, mamá se está por casar esta misma noche.

—Estas bromeando.

—¡Para nada! Así que tenemos que arreglar todo, tu también ayudarás...—— ¿Por qué traes tus maletas?

—Me estoy mudando devuelta.

—¿Qué?—— Oh Keira, estoy tan feliz que vuelvas.— —¿Pero qué dirá Alice?

—Tendré tiempo de lidiar con eso, ahora ayudaré a planear tu boda, la cual estoy muy feliz que suceda.

—¡Keira!

—¡Cyrus! Felicidades.

—Que lindo que mis Waldorf estén todas juntas, ahora si, a moverse que hay una boda que preparar, no tenemos mucho tiempo.

Me encojo de hombros con una sonrisa en lo que Cyrus me empuja con emoción hasta las escaleras, en donde subo y le hago un gesto a Blair para que me siga, con la mirada confundida, lo hace.

Llegamos a lo que es mi habitación completamente vacía por supuesto, ahora los del servicio de mudanzas se van a encontrar con las trabajadoras para la boda, será un desastre allí abajo, sin embargo no sabía que iba a suceder.

—Reconozco esa cara, ¿Qué sucedió?

—Me das miedo lo bruja que eres.

—No soy bruja, soy tu hermana, y melliza debo agregar.

—Le dije a Chuck que lo amaba, no me lo dijo devuelta.

—Oh Blair, lo siento tanto.

—Él cree que no merece amor, que está sólo en el mundo, le quise recordar que me tiene a mi, no salió cómo esperaba. —— Igualmente ya no quiero llorar al respecto, se supone que es un momento feliz ahora, ¿No es cierto? Nuestra mamá se va a casar.

—Así es, dale tiempo a Chuck, está roto pero volverá.

Ambas nos sonreímos, ella asiente con la cabeza, suelta un gran suspiro y sale de la habitación dejándome sola, me corro a un lado cuando varios hombres con cajas comienzan a entrar, eso me hace rodar los ojos por querer hacer esto a último momento. Creo que ni siquiera seré capaz de dormir en una cama decente esta noche, me pasaré a la habitación de invitados, no planeo hacerme problema por eso.

Lo que resta del día, hasta la noche, nos encontramos organizando absolutamente todo, las decoraciones, las luces, arreglando los vestidos blancos tanto de la novia como de Blair y mío. Agrego también la emoción de Dorota al verme regresar al departamento, se puso muy feliz de que haya recapacitado, porque sino lo hacía, iba a hacer lo posible para viajar y trabajar para mi también, sobre todo para mantenerme controlada por lo horrible que me estuve comportando últimamente, no la culpo.

Cuando la ceremonia comienza, me coloco al lado de mi hermana que está seria, a pesar de que quiera demostrar una sonrisa, y está dolida. Mi expresión no es muy diferente.

Los rabinos dicen un par de palabras, hasta que Cyrus y mi mamá se giran a verse frente a frente.

—Yo, Cyrus, te tomo a ti, Eleonor tal y cómo eres...

Ruedo los ojos intentando contener las inutiles lágrimas que amenazan con salir de mis ojos.

—Te doy mi amor, soy de mi amado y mi amado es mío.

Los dos se colocan sus anillos, ahora ya no logro contenerme y termino por llorar, tanto yo como Blair, ella coloca su cabeza sobre mi hombro y yo la mía sobre la suya viendo la escena.

Por supuesto, la escena termina con ellos dándose su primer beso como marido y mujer, mi hermana y yo nos tapamos los ojos entre risas. Nos damos el brindis entre sonrisas, por alguna razón me encuentro más sensible de lo normal con todo esto, por lo que puede que esté hacer la cosa más tonta del mundo, no obstante sé que es necesario.

Pido una disculpas a los invitados para caminar a la cocina, en el proceso agarrando mi celular.

Me escondo entre la comida y le mando un mensaje a Sean: "¿Quieres terminar con esto de la relación falsa?"

Aprieto enviar y espero con ansiedad moviendo mi pie contra el suelo, tarda unos minutos hasta que suena y ni siquiera dejo que termine el ringtong que me apresuro a abrir el mensaje.

"Creí que nunca lo ibas a pedir, ¿Qué tienes en mente?"

Muerdo mi labio con una gran sonrisa contenida, porque planeo hacer un par de cambios a partir de ahora.

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