Ya saben lo que el mundo dice.

Si quieres impresionar a tu padre, convéncelo de invertir en un Cabaret donde mujeres te bailaran toda la noche por dinero. Por supuesto, esta idea es de Chuck, no mía, aun sigo con la esperanza de tener mi imagen lo suficientemente limpia antes de saltar a la fama por mi cuenta.

—Así que quieres convencer a tu padre de invertir en un striptease, que mediocre.— Dice Blair a mi lado en lo que gira a ver a dos bailarinas exóticas con casi nada de ropa.

—Un club de burlesque, un lugar donde la gente puede ser transportada a otro tiempo y liberar tensiones, sin juicios, escape puro. Lo que pasa en Victrola, se queda en Victrola.

—Bueno Chuck Bass, se puede decir que es algo interesante. Felicitaciones.— Contesto girando sobre mis pies para poder verlo con atención, sonrío ladeando la cabeza.— Es impresionante como el estar rodeado de mujeres y alcohol por fin generaran dinero.

—Gracias, y las traje a ambas porque son mis dos criticas más importantes, bueno, las segundas.

—¿Y crees que tu padre esté de acuerdo con esto?

—Es exactamente la clase de pensamiento innovador con el que se fundó el imperio Bass. Es el negocio que estaba esperando.

En lo que Chuck y Blair continúan hablando sobre el tema del lugar, mi celular suena indicando que acababa de llegarme un mensaje. Me alejo un par de pasos para ver la pantalla y encontrarme con un mensaje de Nate que dice: "Sucedió algo, ¿Nos podemos ver?" Suelto un suspiro y giro mi cabeza con rapidez para confirmar que ninguno de las personas detrás de mi no vieran lo que recibí, miro a la nada un par de segundos y maldigo dentro de mi cabeza, por lo que simplemente contesto: "Esta bien, ya sabes donde."

Guardo mi celular dentro de mi bolso una vez más y vuelvo con los dos chicos.

—Ya se nos hace tarde, debemos irnos.— Digo apurando a mi hermana.

—Recuerden, fiesta de victoria, aquí, mañana.

—No nos lo perderíamos por nada.— Contesta Blair girando para comenzar a caminar.

—Les enviaré un auto.

—No estés nervioso, lo amará.— Le saludo con la mano y voy detrás de Blair.

El padre de Chuck da miedo, es como esos robots sin sentimientos que se me hace raro pensar que haya tenido un hijo después de todo. Chuck tampoco ha salido de lo más bien pero esa es otra historia aparte que no me concierne en lo absoluto.

Un vez afuera de aquel club, me giro a verla a Blair.

—Nos vemos luego en la escuela, ¿De acuerdo? Debo hacer algo antes.

Mi hermana me mira con curiosidad.

—Estás teniendo muchos secretos y desapareciendo más de lo normal, ¿Acaso tienes algún nuevo pretendiente del que no sepa?— Blair me da un suave golpe en el brazo con una pequeña sonrisa, ruedo los ojos.

—Por supuesto que no, son cosas estúpidas, además sabes que si sucediera algo con un chico, serías la primera en saberlo.

—Estoy contando con eso.— Blair me da una última mirada abriendo la puerta de la limusina.— Nos vemos en la escuela entonces.

Asiento con la cabeza apretando mis labios, no comienzo a caminar hasta que me aseguro que desaparecen completamente de mi vista. Odio tener que mentirle a Blair sobre esto, además no tendría que ser así de no ser porque ella estaba muy emocionada con el tema de baile de mascaras y no pudo apoyar a su novio en los problemas con su familia, yo ni siquiera debería contar como alguien para que le ayudara sin embargo aquí me tienen.

Siendo uno de sus mayores apoyos.

A medida que me voy acercando al establecimiento, a la misma distancia veo acercarse a Nate. Ambos nos quedamos justo en la puerta de Magnolia's con una pequeña sonrisa.

—¿Te molestaría si vamos hablando mientras vamos a la escuela? Ya estoy teniendo muchos problemas con mis padres y no quiero que la escuela sea uno de ellos.— Al chico se lo nota cansado y harto, al parecer ahora con algo más que aumenta eso.

Dudo por un par de segundos porque la verdad es que no creo que sea de las mejores ideas caminar juntos o llegar juntos a la escuela. Aun así no quiero molestarlo más de lo que se debe y asiento con la cabeza, ante esa señal los dos empezamos a caminar.

—¿Por qué necesitabas hablar ahora?— Pregunto con tranquilidad en lo que veo lo entretenido que está el suelo en lo que avanzamos.

—Mis padres quieren enviarme a un centro de rehabilitación, más bien mi mamá, no sabe que las drogas en realidad son de mi papá.

—¿Qué? ¿Y tú padre no ha dicho nada?— Digo con cierta molestia en mi voz, esta vez viéndolo de costado. Nate niega con la cabeza y suelto una risa sin ganas.— Sé que amas a tu padre y viceversa, pero si no dice nada por proteger a él mismo y no quedar cómo un drogadicto, no estaría protegiéndote a ti, sino a él.

—Lo sé, según sus palabras dice que no terminaré en ninguno de esos lugares, y de ser así, será después de la cena mañana con tu familia para celebrar su fusión o algo así.

—Él no está siendo muy justo, ni contigo ni consigo mismo.— Cada vez que Nate abre la boca con respecto a su problema, siento que tal vez y me esté involucrando más de lo que debería porque me enoja más de lo que se supone que me debo de enojar. El castaño a mi lado se ríe un poco y frunzo el ceño.— ¿Por qué te rías? No veo nada gracioso en la situación.

—Es genial... Cuando no quieres matarme a cada rato o peleamos a cada rato, a veces me olvido que puedes ser una persona decente.—Sus ojos azules caen sobre los míos y no sé que responder al respecto, o más bien una vez más mi cabeza deja de funcionar.

Elevo una de mis cejas conteniendo mis ganas de sonreír.

—Soy decente que las personas que lo merecen, no digo que tu lo seas sólo que la situación lo amerita. — Bromeo un poco, ahora riendo y contagiándolo a Nate.— Además, alguna vez fuimos amigos, supongo que tengo un recuerdo borroso de como era eso.

—Yo aun lo tengo muy presente a esos días, ¿Qué fue lo que cambió tanto, Keira?

Nate y yo nos detenemos en la esquina justo antes de doblar a la escuela.

—La adolescencia, crecimos, los novios y novias... Todo terminó de sumar, creo yo.— Estiro mi cabeza para poder ver si hay alguien allí que puedas arruinar esto y nos exponga, suelto un suspiro volviendo a Nate quien se encuentra muy entretenido viendo, y no voy a mentir que comienza a ponerme nerviosa.— Iré yo primero, espera unos cinco minutos antes de ir, ¿Estamos de acuerdo?

—Daré la vuelta para aparecer desde el otro lado.— Contesta asintiendo con la cabeza.— Gracias Keira...

—No digas más o aparecerás con un ojo morado en la escuela.— Mis ojos rebotan entre los suyos y la pared porque al parecer no puedo mantener un contacto visual con él. El chico se ríe y asiente con la cabeza.— No ha sido nada, ahora si, me voy antes de que alguien nos vea.

Comienzo a caminar doblando oficialmente por la esquina sosteniendo mi bolso en mi mano viendo en todas las direcciones, asegurándome que es lugar seguro aunque todos sabemos que no es así.

Nate y yo hemos pasado más tiempo de lo que deberíamos desde que me llamó para ayudarlo, eso provoca que todo enojo y odio hacia su persona, se guarde poco a poco en el cajón y se abra uno nuevo llamado recuerdos o más bien, el que comience a caerme bien una vez más. Mi ego no me lo permite sabiendo que engañó a mi hermana sin embargo ahora tampoco puedo crear una venganza que valga la pena.

Como sea, entro a Constance y lo primero que veo es a Blair y Serena sentadas en el escalón, camino hasta ellas con una pequeña sonrisa.

—¡Hey! Keira, te perdiste las dos primeras clases.—Es lo primer que dice la rubia.

—¿Las dos primeras? Wow, supongo que se me ha pasado el tiempo más de lo que pensé.—¿Tan lento íbamos caminando Nate y yo? Supongo que cuando la conversación está interesante no importa el resto.— ¿De qué estaban hablando ustedes? Denme información.

—Serena por fin está en una relación sería y aun no han hablado sobre hacer los asuntos.— Contesta Blair dándole una mirada de arriba hasta abajo a Serena, quien se ríe y le da un suave golpe.

—¡No es eso! Dan y yo vamos despacio, además cuando suceda, va a suceder, ¿No piensas así, Keira?— Por un segundo me distraigo cuando noto que Nate ya entra a la escuela, lo sigo con la mirada al igual que él a mi. Entra a la escuela y...— Tierra llamando a Keira, ¿Está todo bien?

—¿Qué? ¡Oh, si!

—Ni te molestes, ha estado así por días, y no quiere decir nada.— Mi hermana contesta en lo que lleva una frutilla bañada en chocolate a su boca.

—Es porqué no hay nada que decir, Blair.— Mi tono de voz suena más como una advertencia que otra cosa. Y si lo digo probablemente me mate. Tomo asiento en un escalón debajo de ellas.—Mejor sigamos hablando de los asuntos de Serena, es más interesante que yo.

—Oh por dios, ambas son increíbles.

—Lo sabemos.— La conexión de mellizas se hace presente cuando contestamos al mismo tiempo, aunque a veces no funciona como que digamos.

Veo el vestido que mi madre decidió elegirme para ponerme hoy en la cena con los Archibalds, me miro ahora en el espejo acomodando mi cabello y dándole un último retoque al labial antes de colocarme la última pieza para terminar con esta tortura.

—¿Estás lista para esta noche?— Blair aparece en la puerta de mi baño, asiento con la cabeza.— La familia acaba de llegar.

—Iré en un minuto, me falta ponerme los zapatos y listo.

Ambas nos sonreímos un poco y se va, no salgo del baño hasta que escucho la puerta de mi habitación cerrarse. Voy en busca de algo que combine con el vestido y fin de la historia.

No tengo idea por qué estoy tan nerviosa, no es como que estuviera haciendo algo muy malo con respecto a esto. Sólo que la parte de los secretos no ayuda demasiado, mucho menos si a lo secretos se los escondo a mi hermana, voy directo a mi cajón del baño una vez más y de allí saco una pastilla para que me dé "motivación" a dar la cara frente a los Archibalds, tengo que poner mi mejor cara de "odio estar aquí" y fin de la historia. Capaz que mi mamá me deje ir antes a causa de mi malhumor y termino ganando por fin algo.

Me dirijo a paso lento con tal de perderme la mayoría de la conversación, bajo las escaleras con cuidado.

—Eleonor tiene razón, basta de hablar de negocios.— Dice la mamá de Nate, él y mi hermana se encuentran sentados juntos en el mismo sofá.

—¡Cierto! Hablemos de la otra empresa familiar, la unión de nuestros hijos.— Empieza el papá del chico, está allí parado en medio de la sala dando una sensación de que se encuentra muy acelerado. Conozco esa sensación, Howard me mira y sonríe.— ¡Keira! Justo estaba hablando de como cada vez que veo el dedo de Anne y veo el futuro anillo de Blair, a penas puedo contener la emoción. Blair, ¿Por qué no te lo pruebas?

—No gracias, está bien.— Mi hermana se niega.

—Si, me gustaría verlo.— Insiste nuestra mamá y no oculto mi descontento por sus palabras.

—Anne, dáselo a Blair.

—Papá, no quiere probárselo.— Nate aparece también en la imagen para evitar que mi hermana haga algo que no quiere.

—¿Alguno aquí entiende el concepto de no? Mi hermana no quiere probárselo.— Digo llamando la atención de todos, increíble que mis primeras palabras en toda la conversación sean casi empezar una pelea.

—Papá, ¿Por qué no fumamos esos puros que traes? —Dice el chico en lo que se levanta del sillón, casi empujando a su papá quien acepta a ir con él. Por supuesto Nate no tarda en darme un asentamiento con la cabeza de manera disimulada hasta que los dos desaparecen de la sala y bajan por el ascensor.

—Me disculpan por un segundo.

Muevo mi cabeza un poco con una pequeña sonrisa y subo las escaleras otra vez para acercarme a la ventana de mi habitación que da a una vista perfecta donde se encuentran Nate y su papá. La policía aparece después del que mayor le haya dado un golpe a su propio hijo, no voy a mentir que me preocupo enseguida por tener que ver esa escena de Nate pasando con su papá.

Todo allí abajo se vuelve un caos hasta que veo al señor Howard subir a la patrulla, así el silencio volviendo a aparecer en las calles. A los pocos minutos veo a Blair hablando con Nate allí abajo al lado de un auto, que al parecer es uno de los de Chuck... Victrola, la fiesta, lo había olvidado por completo, aunque en realidad mi mente está tan en otro lado que mi cabeza no procesa tener que ir a una fiesta.

Blair se toma aquel auto y deja a Nate allí afuera solo, estoy segura que discutieron sobre algo por lo que cuando mi hermana se va, salgo del apartamento enseguida evitando las miradas de Anne y mi mamá en el proceso.

El ascensor parece ir más lento de lo normal, y cuando por fin llega, camino hasta la puerta del edificio en donde el portero me abre enseguida. Nate aun sigue allí afuera, él cuando nota mi mirada sonríe sin ganas y veo su labio que está lastimado por aquel golpe que su padre le había dado.

—¿Estás bien?— Digo en lo que camino con lentitud hasta donde se encuentra.

—¿Tu también has visto todo?

—Siempre veo todo, Archibald.

Mi respuesta le saca una pequeña risa que me hace sonreír un poco.

—Estoy bien, mi labio sanará pronto.

—Sé lo que haces, y sabes que no estoy hablando de tu labio lastimado.— Elevo una de mis cejas cruzándome de brazos.— ¿Quieres hablar de eso?

—No realmente, se solucionará.— Sus ojos me ven de manera intensa.— Prefiero ir a dar una vuelta, despejar mi mente, sabes.

—No irás a Victrola a apoyar a Chuck, ¿No es cierto?

—Blair estará allí y si has visto todo, has visto también que acabamos de pelear y creo que de romper.— Nate se queda pensando un poco si eso ha sucedido o no.— ¿Quieres ir por unos helados?

—Me convenciste con los helados, es más entretenido que tener que ir a un club donde me bailarán mujeres con nada de ropa.

—Después de ti, entonces.— El chico extiende su mano a su costado para que comenzara a caminar primero y se coloca a mi lado. Me da un suave empujón de manera juguetona que me saca una sonrisa que oculto enseguida porque por alguna razón, todo esto está llevando a algo que no debería.

Spotted:

Bueno, bueno, bueno, es interesante como las cosas van evolucionando entre nuestros dos enemigos. Quien diría que aquella amistad que existió hace años volvería a hacerse presente en sus vidas y en las nuestras para hacerlas más interesante. Pero muy bien sabemos que lo bueno no dura demasiado en el Upper East Side.

XOXO, Gossip Girl.

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