04 ˖ ִֶָ࣪ ┋welcome to a new beginning.
Hoy es el último primer año en Constance, debo de decir que me tiene muy emocionada y al mismo tiempo estresada. Como saben, nunca fui muy fan de las personas que me rodean al estar allí, el estar alejada de todo el drama adolescente para grabar un drama sobrenatural adolescente me ha ayudado a ver que son demasiados exagerados.
De todas formas, también sé, que no iba a desaprovechar para restregarle a todo mundo mi más nuevo éxito, uno de michos, además un artista debe vivir de los halagos de los que aun siguen esperando cumplir sus sueños. Eso si, algo que tengo muy claro, es que debo de alejarme lo más que se me sea posible de Gossip Girl, una noticia mía allí puede hacer que lo que construí en estos meses, se desmorone en cuestión de segundos y no estoy lista para volver al pozo de donde estuve, emocionalmente hablando.
Estoy demasiado bien, de una forma que no creí estarlo, sacando de lado la relación falsa y que en realidad quiero estar con Nate pero no es posible a causa del marketing. Pensar en eso me hace soltar un gran suspiro dentro de la limusina en lo que llegamos a la escuela, Alice insistió que Sean me acompañara el día de hoy así que lo tengo a mi lado, sin dejar de sacarse fotos con su nuevo celular, porque quiere asegurarse de verse bien para que lo vean "las nenas de Constance" sus palabras, no mías.
Maldigo el día que dije que si a esta idiotez.
—¿Cómo te sientes al respecto de empezar la escuela?— Pregunto de la nada y no puedo fingir ni por un segundo que esa pregunta es de verdad.
—¿En serio? Como si te importara.
—Es verdad, no me interesa pero si me preguntan debo de ponerme en el papel del mejor novio del mundo.
Ahora eso tiene mucho más sentido.
Agarro mi bolso para ponerlo sobre mis piernas fingiendo que estoy pensando algo para que él diga.
—Tienes razón, puedes decir, emocionada, asustada, feliz de volver a donde antes era una chica normal y ahora vuelve como una super estrella, eso último agrégalo como detalle de lo mucho que te interesa mi felicidad.— Parpadeo con inocencia, al ver su cara de molestia es oficial que he logrado mi objetivo del día.
—Que irritante eres.— Dice entre dientes y sonrío.
—He aprendido del mejor estos meses, te llevas el crédito, cielo.
Resalto esa última palabra chasqueando mi lengua, Sean rueda los ojos abriendo la puerta de la limusina para salir. Supongo que si me encuentro más nerviosa de lo que quiero admitir porque ni cuenta me di cuenta que habíamos llegado, por supuesto el chico bajó primero porque veo que me abre la puerta a mi para que pueda bajar, suelto un suspiro y entro en el personaje más difícil de toda mi vida, el fingir que no lo detesto y estoy completamente enamorada de él.
Sean extiende su mano para ayudarme a bajar, y eso hago colocando mi bolso sobre mi hombro, como es de esperase, la entrada de la escuela también se llenó de fotógrafos y fans enloquecidos. Veo un par de autoridades de la escuela viendo todo de lejos, probablemente me llamarán para hablar de todo este barullo.
Mi querido "novio" y yo posamos para las fotos que nos pide todo el mundo, camino para atrás sin soltarle la mano dando una gran sonrisa con tal de entrar de una vez y dejar de fingir. Sin embargo, Sean me jala de la mano y me atrae a su cuerpo con fuerza, todos allí comienzan a gritar de la emoción pero ambos estamos muy conectados uno con el otro, él es el primero que se acerca a mis labios para darme un beso que es más intenso que los anteriores que alguna vez nos hayamos dado, incluso cuando filmábamos.
Me dejo llevar un poco por eso, me deja descolocada cuando nos separamos y Sean no es el único que tal vez sintió algo extraño después de eso. Doy varios pasos para atrás, esta vez si alejándome de toda la situación y entrando a la escuela, en donde dos profesores cierran los grandes portones para que nadie de allí se atreviera a pasar.
Adentro del instituto no es demasiado diferente, muchos chicos se acercan a mi como si de la nada fuera la persona más atractiva y las chicas me hablan como si quisieran ser mis amigas, pero ya conozco el modo operadis de toda esta gente.
Guardo un par de cosas dentro de mi casillero, cuando cierro la puerta allí están las minions de mi hermana que me ven con emoción. Elevo una de mis cejas.
—¿Qué es lo que quieren saber? Hablen.— Digo de mala manera, apoyo mi hombro sobre el metal de los casilleros.
—¿Qué se siente besar todo el tiempo a Sean Wild.— Pregunta una de ellas y por qué no me sorprende.
—¡Si! Es de los actores más lindos de la década por no decir del siglo.
—¡Anda, Keira! Danos información.
Abro la boca con la intensión de contestar, veo a Nate desde lejos acercándose y finjo estar lo más emocionada que pueda, aunque de verdad planeaba decir las cosas sin emoción.
—Es muy lindo chicas, Sean es mágico, tal y como ustedes se lo imagina... Oh hola Nate, no te había visto.— El chico se coloca a mi lado, sonríe de manera ladina y asiente con la cabeza.
—Si, por supuesto...— Dice con sarcasmo.—¿Podemos hablar por un momento?
—Estoy hablando con las chicas...
—Un momento.— Vuelve a insistir y... maldita sea, sigue teniendo poder sobre mi.
Suelto un suspiro y aprieto mis labios viendo a las chicas, les hago un gesto con la mano para que se vayan y eso hacen, entre ellas a medida que avanzan siguen hablando. Nate me guía con él hasta un salón vacío y un extraño deja vu acaba de aparecer en mi mente.
Sacudo mi cabeza y cierro la puerta para verlo.
—¿Qué es tan urgente que necesitas hablar conmigo?— Me cruzo de brazos.
—Nada, sólo sabía que querías que te liberara de las minions de Blair.— Sus ojos azules se conectan conmigo en lo que tiene una expresión juguetona.
Contengo mis ganas de sonreír y lo reemplazo por elevar ambas cejas.
—Supongo que gracias.— Murmuro por lo bajo, Nate sonríe.— ¿Y tu cómo estás? Con Catherine.
—No he escapado si eso es lo que esperabas que dijera.— Si, eso quería que me dijera.— Pero está bien, es lo que debo hacer.
—No está bien, de ninguna manera Nate, esa mujer necesita que alguien le dé una lección.— Esa mujer cada vez que aparece tan sólo en palabras, me genera muchas ganas de destruirla, por su bien y por el de Nate.
—Sea lo que estés planeando, no. Conozco esa mirada, la he visto en Blair muchas veces y ambas son idénticas. — Señala mis ojos en lo que avanza un poco, acercándose a mi.
—No iba a hacer nada, sólo voy a dejar que el karma actué por su cuenta, y sino, planeo ayudarlo un poco.— Ladeo mi cabeza con la mirada inocente.
—Me gusta que te sigas preocupando por mi, eso significa que te sigo importando.
—No se puede olvidar un buen sentimiento por alguien, ¿No es cierto?— Los dos nos quedamos mirando más tiempo de lo normal, así que abro la puerta del salón.— Debo irme pero nos veremos todo el tiempo.
—Es lo que hace mis días mejores.
Salgo del salón soltando todo el aire que estuve conteniendo, sin embargo no hago caso a lo que Nate me dice, ¿Desde cuándo yo le hago caso a alguien? A nadie, además es por un bien mayor.
Al terminar el primer día de clases, y escuchar a Blair durante los recreos como Chuck intenta convencerla de que estén juntos otra vez, decido escaparme por la puerta trasera debido a que es lo mejor si quiero lograr la libertad de Nate de esa vieja abusadora. No es fácil verlo sabiendo que se está acostando con alguien sólo por el dinero, se ve que es más duro de lo que pensábamos y no quiero verlo más de esa manera.
Se suponía que debía de alejarme de este tipo de dramas y actitudes, simplemente no puedo. Nací en el Upper East Side, estoy lejos de tener una vida normal lejos de los escándalos que conllevan llevar el titulo de "élite."
Tomo un taxi, ignorando las llamadas de Alice y sus mensajes de "¿Dónde estás?" y más cosas que de verdad no me interesan. A los pocos minutos el auto estaciona justo en frente de la casa de los Duques, en donde me bajo después de pagar y toco el timbre, por suerte allí me abre uno de sus empleados, me dejan pasar sin dudar y pienso la poca seguridad que tienen para dejarme entrar sin conocerme. Allí me recibe un señor, muy amable.
—Quería hablar con la Duquesa, no tengo cita pero es muy importante.
—Por supuesto, está en una reunión pero, ¿No le molestará esperar?
—No, para nada, muy amable, señor.
En cuanto el botones se aleja dejándome allí sola, mi sonrisa cambia a una cara seria en lo que me acerco a la puerta de la oficina de Catherine. No pienso esperar, no soy de las más pacientes y ella no merece mi tiempo, así que abro la puerta con lentitud, sin embargo me quedo helada cuando veo la imagen frente a mis ojos.
Catherine, y quien se supone que es el novio de mi hermana, o sea su hijastro, se están besando, apasionadamente y en el proceso quitándose la ropa. Una sonrisa aparece en mis labios, saco mi celular de mi bolsillo pasa sacarle una foto, la cual envío enseguida a Blair, sé que no estará contenta pero estoy matando dos pájaros de un tiro con esto, y también sé que ella hará algo aun mejor con la información.
No sé que es peor, qué se acueste con su hijastro o que le sea infiel a su esposo con su hijastro, al final del día, nada de esto es moral.
Salgo de allí casi corriendo, antes de que alguien me viera, ignorando las miradas raras de los empleados. Tomo nuevamente el primer taxi que se me atraviesa frente a mis ojos, el cual le digo que me lleve a mi casa, con Blair, ya que aun no me he mudado porque Alice dice que quiere arreglarlo y dejarlo perfecto antes de que pueda habitarlo.
Una vez en el departamento, lo primero que veo es a mi hermana allí sentada con su celular, suelto un suspiro y dejo mi bolso en uno de los sillones. Me pongo en cuclillas frente a ella, lágrimas caen de sus ojos, las cuales se limpia con rapidez cuando me ve.
—¿Estás bien?
—No realmente, ¿Cómo pudo hacerme esto? Es un idiota.— Rueda los ojos tratando de evitar que las lágrimas salgan de sus ojos.
—Lo lamento mucho, pero tenía que protegerte.
—Lo sé, y es por eso que yo misma me encargaré de esto, por mi y por Nate.
—Sé que lo harás.— Murmuro con tranquilidad.
Ambas nos levantamos y nos damos un fuerte abrazo, Blair me da una débil sonrisa pasando por mi lado, ella iba ya arreglada, así que imagino que a tener una cita con el Duque, en cualquier momento recibiré una noticia por el celular así que por ahora iré a mi habitación a ver las cosas que me dijo Alice por haberme escapado.
Me coloco mi pijama y me la paso la mayor parte del tiempo frente la computadora viendo las noticias, comiendo por supuesto unos macaroons. Todo el mundo encantado con mi relación con Sean, el segundo capítulo de la serie una vez más sirve para marcar un éxito, mi carrera comenzando a flote y varios famosos diciendo que soy una de las mejores cosas que le pasó a esta generación, eso y los comentarios de odios diciendo que no creen mi relación con Sean, lo cual no los culpo porque es así, y otros diciendo que soy una trepadora de fama.
Oh si ellos tan sólo supieran.
A una hora de que Blair se fue, me llega su mensaje diciendo que todo salió bien y que ya no molestarán más a Nate, pero que el esposo de Catherine se enteró del amorío con su hijo y que cancela toda plata que se le fuera dar al chico.
Eso no era parte del plan, ahora me siento mal al respecto.
La puerta de mi habitación se abre, allí entra Nate y me levanto de la cama con rapidez.
—Blair me dijo que lo solucionaste, más o menos, su esposo se enteró.— Parece un poco molesto, ahí es cuando me doy cuenta que piensa que es mi culpa.
—No quise que pasara de esta manera, y lo sabes, nunca haría nada para lastimarte Nate.— Trato de sonar lo más relajada, todo con tal de no alterar más la situación.
—¿En serio? Primero Sean y ahora esto, es irónico como las cosas suceden entonces.
—No me eches la culpa a mi, hice lo que pude, y Sean no tiene nada que ver en esto.
—Y te dije que no hicieras nada, Keira.— La forma tan fría con la que me habla hace que se mueva algo dentro de mi pecho, probablemente se acaba de romper mi corazón.
Auch.
—Voy a arreglarlo, no planeo dejarte en la calle.
—No quiero que me ayudes, no ahora, me las arreglaré solo.
—Nate.— Cuando se da la vuelta, me apresuro a tomarlo de la muñeca.
Ante tan poca distancia, lo tomo del rostro y lo beso sin dar más vueltas.
El chico no reacciona, es como si se estuviera conteniendo, a los segundos me toma del rostro a mi para hacerlo ver a los ojos una vez nos separamos. Da varios pasos para atrás, yéndose por la puerta así sin más.
Voy a arreglar esto, incluso si Nate no quiere, porque bien sabemos los dos, que es difícil mantenernos lejos uno del otro.
Recuerden:
—VOTAR; por favor no se olviden y no les pido mucho, es gratis y consiguen actualizaciones más seguido.
—COMENTAR; amo leer sus comentarios y opiniones sobre la historia.
—SEGUIRME; para no perderse ninguna actualización, noticia o lo que sea de la historia.
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