Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

04 ˖ ִֶָ࣪ ┋acting out.

La semana universitaria acaba de empezar y todos se encuentran más que nerviosos, todos esperando hacer sentir a su familia orgullosa porque al ser de la élite de Manhattan es lo que menos esperarían de sus hijos. Blair es la más nerviosa con respecto a eso, ¿Pero yo? Ni siquiera planeo mostrar presencia porque ir a la universidad no es algo que tengo en mente para mi futuro, ¿Y qué si? Toda mi vida quise ser actriz, representar a otra persona en la gran pantalla o en la pequeña, mostrar emociones y convertirme en una de las mejores actrices que esta generación alguna vez haya conocido.

Y por supuesto, no está muy lejos de lograrse, tengo todo al alcance de mi mano para lograrlo y sin tener que usar a mi querida madre para conseguirlo. Soy talentosa, seré ambiciosa pero así las cosas se logran aquí. 

Todos mis compañeros llevan dentro de la reunión mientras que yo me quedé afuera porque no es algo que me interese escuchar. Estoy en constante alerta en caso de que algún profesor decida aparecer y regañarme, sin embargo lo que mis ojos logran captar es a Chuck saliendo de la asamblea, aunque no es eso lo que me molesta sino más bien la persona que le viene por detrás que es mi chico menos favorito en este momento, incluso le gana a Chuck, ¿Pueden creer eso?

Este último gira su cabeza y enseguida me ve, su expresión cambia a una sonrisa y camina en mi dirección a lo que yo me levanto del asiento acomodando mi bolso sobre mi hombro.

—¿No se supone que deben estar allí dentro? Pensando en su futuro.— Digo con sarcasmo.

Chuck enseguida saca de su bolsillo un cigarro y me pongo nerviosa.

—Soy el primero, tengo que relajarme un poco.— El chico enciende este con un encendedor que sacó de su otro bolsillo, le da una calada en lo que me mira con atención para luego soltar el humo.— ¿Quieres? Tus ojos me dicen que lo necesitas.

—Tal vez un poco.— Sonrío un poco en su dirección y le quito de la mano el cigarro, estoy a punto de llevarlo a mi boca pero una voz me detiene a mitad de camino.

—Keira, no lo hagas.— Nate habla llegando a colocarse al lado de Chuck viéndome con atención que parecen que me atraviesan gracias al azul de ellos.— No es bueno para ti.

—¿Por qué si quiera te importa a ti? — Espeto con brusquedad ante su innecesaria preocupación que no tengo idea de dónde proviene y ni me interesa.

—Me importa más de lo que crees.

—Eres el menos indicado para decirme las cosas que tengo que hacer y qué no.— Doy una calada al cigarro en mis manos viéndolo directamente a los ojos para que vea que me importa absolutamente nada lo que él piense, Nate rueda los ojos y se cruza de brazos.

—De todas formas, ¿Qué haces tu aquí? ¿Aun sigues con la idea de ser una famosa actriz?

Chuck se lleva una mala mirada de mi parte ante el tono sarcástico que usó al referirse a mi decisión de carrera.

—¿Y tu aun sigues con la idea de tener un futuro?— Chasqueo mi lengua levantando ambas cejas y luego una sonrisa se posa en mis labios, le doy una última calada su cigarro para devolvérselo y Chuck ríe rendido, sin ganas.

Esas expresiones de su parte me causan satisfacción.

—Eres buena, tengo que admitirlo.

—Por supuesto que lo soy.— Murmuro con una pequeña sonrisa y apoyo mi dedo sobre el pecho de Chuck para empujarlo para atrás.— Ahora vete, no tengo ganas de soportar a personas como tu... — Reboto mi mirada a Nate, quien me analiza con sus ojos.— Ni a lo que tu seas.

—Como sea, tengo que ir a mi entrevista, no quiero llegar tarde a tener un futuro, aunque te sorprenda, reina malvada.

El chico hace una reverencia levantando en exageración el cigarro en su mano, lo que sé a la perfección que lo hace a propósito. Chuck desaparece por la puerta de que da a el pasillo de la escuela, sin embargo mi mayor y principal molestia se queda conmigo.

—¿Por qué no vas con tu amigo? Él te necesita, no yo.

Fuerzo una sonrisa, sin embargo Nate provecha para colocarse justo en frente de mi sin dejar de verme a los ojos, como si por alguna razón buscara leerme la mente o algo así, y juro que cuando era pequeña él lo hacía debido a la profundidad y claridad de sus ojos que siempre me llamaron la atención.

Él me molestaba con eso.

—¿Ahora por qué me miras así? ¿Acaso quieres que te golpeé?

¿En serio? ¿Eso es lo mejor que se me ocurre decir? Tengo que volver a buscar nuevas respuestas para este tipo de situaciones.

—¿Ya estás curada de tu...?— Hace un leve gesto señalando para atrás y entiendo a lo que se refiere.

—Por supuesto.— Contesto con rapidez.— Lo tengo muy bien controlado, y no necesito que nadie me esté controlando, yo puedo sola Nate.

—Sólo me preocupo por ti.

—¿Así cómo te preocupas por Blair?— Justo donde lo quería, mis palabras lograron causar un efecto en él en lo que levanto ambas cejas.— Es lo que pensé.

—¿Cuándo vas a perdonarme por eso?

Elevo mis hombros dejándolos caer de golpe, camino para atrás apretando mis labios.

—Tal vez en unos segundos, tal vez en una semana o tal vez nunca.— Sonrío un poco y tal vez me doy cuenta que aquel efecto del cigarro de Chuck comenzó a hacer presencia en mi sistema.— Tu me conoces, no te la dejaré fácil, Archibald.

—También como te conozco, las cosas serán diferentes.

Mi sonrisa se desvanece por completo y entro a la escuela dando una última mirada al chico quien ahora es él quien posee una sonrisa creyendo que ganó. En la guerra hay batallas, y en esta batalla puede que lo haya ganado Nate pero lo cierto es que yo estaré sonriendo al final sabiendo que yo gané la guerra.

Al regresar a mi departamento después de que finalizó el horario de clases, paso por un cappuccino en una de mis cafeterías favoritas de Manhattan, debo recuperar muchas energías porque este día me las ha consumido demasiado y es probable que no termine allí debido a que Blair tendrá muchas cosas que contarme porque me he enterado lo que le ha hecho a Serena en la clase de hoy.

Saludo al portero del edificio y me entrega un sobre que se me hace curioso de ver, sin embargo no digo nada y sólo voy al ascensor. A mediada que este subo, me apresuro a abrir el sobre en lo que sostengo el vaso del café entre mi brazo y cintura, todas mis alarmas se encienden cuando se trata de un pedido que había pedido ya hace un tiempo, sin querer dejo caer el café al suelo y con rapidez guardo dentro de mi mochila, en el preciso momento antes de que las puertas se abrieran deteniéndose en mi departamento.

Esquivo como puedo el café esparcido en el suelo y me adentro, para encontrarme con Blair en el sofá, aunque no se encuentra sola, sino más bien está allí Nate acostado en el sofá al lado de mi hermana.

—¿Dónde estuviste? Te estuve buscando pero no te he encontrado.

—Decidí salir antes para tomar un pequeño paseo.— Le contesto a mi hermana.— Me he enterado lo sucedido con Serena, ¿Pelear en el campo de hockey? ¿De verdad?— Sonrío y a ella parece traerle buenos recuerdos eso.

—Ella se lo merece y estoy a punto de descubrir algo que nos sacará muchos problemas.

Fuerzo una sonrisa y mis ojos se desvían para ver a Nate quien deja el libro que está leyendo a uno de sus costados.

—Creo que ambas tenemos diferentes problemas actualmente.— Confieso volviendo mi atención a Blair.

—¿Acaso no te quieres vengar de Serena y lo que ha hecho?— Mi hermana murmura aquello último ya que la persona que fue parte de "lo que Serena ha hecho" está acostado plácidamente en su sofá. La castaña se da cuenta de lo que hablo y su expresión cambia por completo.— Yo lo he perdonado, ¿Por qué tu no puedes? Es fácil, Keira.

—Debería ser fácil y lo es, decirlo, no sentirlo, me preocupo por ti y lo sabes.—  A pesar de que mis palabras se dirigen a Blair, no puedo evitar mirar con atención a Nate quien toma asiento en el sofá viéndome. — Como sea, iré a mi habitación y suerte hermanita con la reunión de universidades, luego me cuentas todo.

Subo las escaleras a toda velocidad hasta llegar a mi habitación y encerrarme allí, tiro mi bolso sobre la silla al lado del escritorio. Estoy a punto de tirarme en mi cama para quedarme dormida, sin embargo recuerdo el pequeño regalo que me hice a mi misma con a aquel pedido, me acerco a la puerta estando segura de que nadie se estaba acercando, así que a toda velocidad saco el sobre de mi bolso para correr al baño de mi habitación, en donde saco todas las píldoras para guardarlas con el resto dentro de un pequeño estuche que sólo yo puedo abrir.

Porque si Dorota lo abre, eso sería un problema y no tengo ganas de nada de eso, ya es suficiente con lo que vivo todos los días. De igual forma una de aquellas píldoras se mantiene en mi mano y la veo con atención, luego levanto la cabeza para encontrarme con mi rostro, suelto un suspiro para llevarla a mi boca, una voz me interrumpe a medio camino causando el susto de mi vida escondiendo la pastilla detrás de mi espalda.

Nate.

Mierda.

—¿Acaso no sabes respetar la privacidad de las personas? Ya estás comenzando a cansarme, Nate, hablo en serio.— Digo con toda la furia resurgiendo en mi cuerpo.

El chico se acerca a mi a pasos duros.

—Muéstrame lo que tienes detrás de tu espalda, ahora Keira.

—No eres nadie para decirme que tengo que hacer, no eres nada para mi Nate, deja de insistir.— Camino para atrás, sin embargo él logra acorralarme dentro de mi propio baño.— Ve con Blair, te debe estar buscando, déjame sola.

—Se fue a hacer unas cosas, ahora tengo que saber que es lo que estás haciendo, Blair sabe de tus problemas tanto como yo así que tengo que cuidarte, quieras o no.

¿Soy yo o me está cuidando que mi mismísima hermana? Que por cierto, no tendría que haberle dicho nunca sobre mi problema con las drogas.

—No tengo nada Nate, déjalo ir.

—No voy a dejarlo ir, ahora muéstrame, todo lo que tienes, sólo intento ayudarte.

Mi mirada cae por detrás de él, sobre el empaque donde guardo toda mis pastillas, Nate se da cuenta y maldigo dentro de mi cabeza. Antes de que pudiera darme cuenta, él toma mis pastillas y se apresura tirarlas por el inodoro tirando la cadena, estas comienzan a girar ahí hasta desaparecer de mi vista.

Hice lo que pude para detenerlo y me quedo allí viendo como se va.

—No tenías que hacer eso, no debiste hacer eso.— Musito entre dientes para encontrarme con su mirada preocupada.— Te vas a arrepentir.

—Tal vez lo haga, pero siempre volveré a hacer lo mismo para que no vuelvas a caer en esas cosas.

—¿Por qué te preocupas demás si tu también las consumes?

—No todo el tiempo como tu Keira, te cuido porque eres hermana de mi novia.

—Y cuando dejen de serlo, ¿Seguirás preocupándote por mi?

Cruzo mis brazos, y es allí cuando me doy cuenta que la distancia entre nosotras y por poco desaparece por la cercanía de nuestros cuerpos.

—Me seguiré preocupando porque es lo que hace una buena persona y amigo.

No puedo contener una risa sarcástica cuando se refiere a él mismo siendo un amigo para mi.

—Tu y yo dejamos de ser amigos desde que cumplimos los doce años Nate, déjalo ir.— Mi voz suena tranquila pero yo no lo estoy para nada.— Pensaba dejarte en paz, ¿Sabes? Y de la misma manera que tiraste mis píldoras al inodoro, también te irá a ti.— Hago un gesto medio raro pensando en la idiotez que acabo de decir, ya ni yo misma me puedo tomar en serio.

—Eso mismo que tiré, te está quemando las neuronas, solías tener buenas respuestas.— Ahora Nate se está burlando y su expresión me lo dice todo.— Ahora sólo hablas, ¿Dónde está la chica vengativa que de verdad conozco?

—Vete de mi habitación, ya mismo.

El chico vuelve a sonreír, pasa por mi lado muy cerca sin desconectar sus ojos de los míos, no me doy cuenta que estuve conteniendo la respiración hasta que Nate desaparece del lugar. Paso mi mano por mi cabello y vuelvo a mi cama, esta vez para tirarme en esta, tomo una almohada y tapo mi rostro para dar un grito de frustración.

Nate tiene razón, lo estoy perdiendo y lo odio, a él también.






Spotted:

¿Recuerdan de una pelea que nunca supimos que sucedió? Pues por supuesto hablamos nuestro Golden Boy y Dark Queen, si bien sabemos que han sido amigos durante su infancia, algo en su pre adolescencia los hizo alejarse y ahora son enemigos públicos, lo que provoca la curiosidad de todo el mundo, ¿Será que de verdad se odian o hay algo detrás de toda esa supuesta pelea? Cuando sepa más, ustedes serán los primeros en saberlo.

XOXO, Gossip Girl.

Recuerden:

VOTAR; por favor no se olviden y no les pido mucho, es gratis y consiguen actualizaciones más seguido. 70 VOTOS PARA EL NUEVO CAPÍTULO.

—COMENTAR; amo leer sus comentarios y opiniones sobre la historia.

—SEGUIRME; para no perderse ninguna actualización, noticia o lo que sea de la historia.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro