—¿Qué has hecho qué?— Le pregunto a mi hermana en lo que camino por las calles de New York de regreso a mi casa.

—Qué hablé con Serena y decidí darle una nueva oportunidad.—Contesta Blair desde el otro lado, puedo escuchar cosas moviéndose allí así que imagino que no se está quedando quieta.

—Blair, eres muy blanda a veces.

—Tu me conoces bien Keira, las cosas tampoco quedarán muy fácil, es sólo el comienzo.

Ni siquiera tengo que verle la cara para reconocer la expresión que debe estar haciendo en este momento, lo que me hace sonreír un poco en lo que entro al lobby del edificio, hago un gesto con la cabeza saludando al chico que trabaja allí y tomo el ascensor.

—De igual forma, yo se la dejaré menos fácil.

—Bien, pero tengo que dejarte hermanita ya que Nate está por llegar y es el momento.

No puedo evitar hacer una mueca de asco y Blair por supuesto, se ríe.

—Está bien, cualquier cosa me avisas, estaré despierta hasta que regreses.

Las puertas del ascensor se abren de par en par dejando ver mi humilde hogar.

—Muy bien, deséame suerte.

—¡Suerte!— Dicho eso cuelgo la llamada sonriendo al mismo tiempo que niego con la cabeza.

Blair pagó una habitación en The Palace para darle la cosa más importante a su novio, que a mi parecer es un idiota, aunque para gustos hay colores. Sobre todo porque mi sexto sentido, que es el estar acostumbrada a convivir con este tipo de gente, algo oculta y ni siquiera tengo que ser bruja para notarlo, hasta apuesto que el mismísimo Chuck Bass lo sabe, sólo que sabe guardar los secretos para su conveniencia y chantajes.

Avanzo un par de pasos hasta llegar a la escalera, pero el sonido de un carraspeo proviniendo de la sala, llama mi atención y veo a mi mamá dejando su copa de quién sabe que tipo de alcohol trae, para darme una mirada que me la conozco de memoria.

—¿Dónde has estado?— Pregunta levantándose del sillón acomodando la bata de su pijama, como toda una madre "preocupada" por su hija.

Vuelvo mis pasos bajando esas escaleras que había subido.

—Haciendo unas compras, eso no es ilegal, ¿Cierto? Aunque para ti todo lo que hago está mal.— Digo con total seriedad manteniendo la mirada desafiante de mi mamá.

—La forma en la qué me has contestado ayer en la fiesta no ha sido muy obediente de tu parte Keira, ¿Cuántas veces hemos hablado sobre esto?

—Muchas así como yo también te he dicho que la forma en la que nos tratas a Blair y a mi no es justo, sólo porque seas diseñadora de modas no te da derecho a criticar nuestra forma de vestir, nuestro cuerpo... Y mucho menos en gente interesada.— No puedo evitar levantar un poco la voz, porque ya estoy harta de esta misma discusión cada vez que la veo a la cara.

La mayor se queda viéndome con el ceño fruncido, como si algo de lo que dije la hubiera ofendido, lo cuál es bastante irónico ya que estoy diciendo la verdad.

—Sólo quiero lo mejor para ustedes.

—Sigue repitiéndote eso, tal vez algún día lo creas.— Fuerzo una sonrisa caminando para atrás

Vuelvo mi camino a las escaleras ignorando las llamadas de mi madre con toda la furia del mundo encima de mis hombros. A estas alturas ya tendría que estar acostumbrada a estas peleas, pero la verdad es que es imposible de hacerlo, sobre todo porque desde que nuestra papá se fue y la dejó por un modelo hombre mucho más joven, ha estado más tensa y más insegura, no sé si lo está reflejando a nosotras o qué, sin embargo ya no quiero seguir siendo esa bolsa de boxeo.

Blair es quien más busca aceptar sus criticas y estar de su lado, yo pienso que es muy blanda, además de que es muy probable que sea la hija favorita a pesar de que también tengan sus discusiones, sólo que menos que conmigo.

Entro en mi habitación y cierro la puerta con fuerza, para dejar en claro mi molestia, y enseguida suena mi celular en una llamada. Frunzo el ceño viendo que se trata de Blair otra vez, y se me hace raro ya que tendría que estar dándolo todo con Nate, no llamándome.

Algo no está bien.

—Blair, ¿Qué...?— Mis palabras se quedan en el aire ya que ella me interrumpe.

Definitivamente al juzgar por su voz, está llorando.

—Durmió con Serena.

—¿Qué? ¿De qué hablas?— Pregunto confundida, aunque por dentro lo tengo adivinado.

—Nate, Nate estuvo con Serena, ya sabes haciendo qué...

A Blair definitivamente le está costando mucho decir esas palabras, y por supuesto la furia que ya tengo por dentro, solamente acaba de aumentar por culpa de ese chico. Yo sabía, yo sabía que nadie podía ser tan perfecto, ¿Pero con Serena? ¿Con nuestra mejor amiga? Eso ya es otro nivel, siempre supe que había algo raro entre ellos pero nunca quise confirmarlo por protección a mi hermana, aunque ahora la única solución para esto, mantenerlo lejos y obviamente, un poco de venganza.

A la mañana siguiente, después de una larga noche consolando a Blair, he decidido salir a dar un paseo al Central Park para tomar un poco de aire para distraerme, ella seguía durmiendo cuando salí de la casa y mejor que lo haga, después de tanto llorar imagino que su cabeza va a doler un montón cuando se despierte.

Doy un sorbo a mi café viendo a la gente pasar y los pájaros caminar sobre las veredas, que me hacen sonreír un poco. Quisiera ser un ave para no tener que sobre pensar demasiado.

A la distancia veo a dos personas corriendo, parece ser una carrera entre ambos, no es hasta unos segundos después que me doy cuenta de quien se trata... El chico también se da cuenta de mi presencia y yo simplemente volteo a toda velocidad acelerando mis pasos volviendo por donde vine con tal de no tener que cruzar palabras con ese desastre andante.

—Keira, espera... — Nate se coloca al frente con una rapidez que ni yo pude ver, así acaparando cualquier lugar para que me pudiera escapar.

—Mierda.— Murmuro mirando para cualquier lado hasta chocar mis ojos con los de él.— ¿Qué es lo que quieres? La has arruinado, grande Nate.

—Lo sé, pero necesito que hables con Blair, estoy muy arrepentido de lo que sucedió... — Elevo una de mis cejas dando a entender que no le creo para nada.

¿De verdad cree que va a convencerme de algo con ese encanto que lleva puesto todo el tiempo?

—Hablo en serio, Keira.— Está serio, busca ser convincente pero yo no soy Blair, no me dejo convencer tan rápido ni mucho menos de gente basura como él.— Y sé que lo arruiné, todo lo que quieras, pero estaba borracho ese día, ¿De acuerdo? Los dos.

—¿Esa es tu excusa? ¿Exceso de alcohol? Vamos Nate, tu me conoces bien, sabes que no lo lograrás conmigo ni aunque me pagues por ello.— Respondo sin ganas, sin romper el contacto visual con el castaño y sus intensos ojos azules.— Si tienes que convencer a alguien, es a Blair y créeme que será fácil, conmigo ni lo intentes Nate, si ya habías perdido conmigo, ahora ya ni siquiera me vas a encontrar.

La verdad es que me estoy conteniendo muy bien en no hacer un gran escandalo en todo el Central Park, aunque por más que ni siquiera haya sido a mi quien rompieron el corazón, Blair y yo después de todo, somos la misma persona.

—Está bien, no te molestaré más.— No sé si sentirme culpable a tal respuesta pero no voy a dejar que él lo vea. Nate se corre a un costado extendiendo su mano para dejarme pasar.

Como si necesitara su permiso.

Ruedo los ojos y sigo mis pasos como si nada hubiera pasado así fue, además no tengo que dejarme preocupar y alterar por problemas que no son míos. Esta noche es la fiesta de Kiss on the lips que organiza Blair, la oportunidad perfecta para distraernos y olvidar un poco toda esta situación, y mi hermana no creo que sea capaz de faltar a algo que ella misma organizo, lo más probable es que ahora mismo esté despierta cuidándose un poco para dar lo mejor de ella durante la noche.

Blair acomoda mi cabello dando el último toque antes de entrar al ascensor y que este se cierre en frente de nosotras.

—Hay algo que debo decirte.

—Dime.— Me miro en el espejo del ascensor acomodando mi vestido negro ajustado al cuerpo para ver si realmente he hecho una buena elección.— ¿Qué sucede?

—He perdonado a Nate.— Mi cara cambia por completo cuando dice eso en lo que la veo a través del reflejo en el espejo.— Él dice que está en el pasado y le creo.

—¿Hablas en serio? ¿Se acostó con nuestra mejor amiga y le perdonas así nomas? Blair, de verdad... — Giro mi cuerpo para verla mejor pero esquiva mi mirada.— Él habló conmigo esta mañana para qué hablara contigo pero...

—¿Se vieron y no me dijiste?— Ahora si la castaña me mira pero con el ceño fruncido.— Eres increíble.

Las puertas del ascensor se abren y mi hermana sale disparada echa una furia de allí, me quedo unos segundos procesando que en serio se enojó conmigo por eso y acaba de perdonar al que le engañó con su mejor amiga. Toda mi vida viviendo con ella y hay ciertas cosas aun no logro entender sobre Blair.

Las dos nos subimos a la limusina de Chuck, en donde se encuentran nuestros amigos y justo el innombrable, el cual busqué sentarme lo más lejos posible del chico con tal de evitar cualquier contacto con Nate.

Todos allí están tomando y fumando a lo loco, yo por mi parte me mantengo durante el camino mirando la ventana con una copa que voy recargando de a poco sin perder la cordura como las personas dentro de la limusina. Soy tranquila y no necesito fingir cosas demás. 

Al llegar al lugar, la música está altísima y ya hay mucha gente tanto dentro y como fuera. Todos nos bajamos uno por uno de la limusina, pero cuando llega mi turno, Nate y yo chocamos por quien iba a ser el primero, ruedo los ojos y salgo primero lo más rápido que mi cuerpo dar para tener que evitarlo, de igual forma se coloca a mi lado cerrando la puerta de la limusina.

 —El enojo no te queda bien, Kiki.

—El ser infiel a ti no te queda bien.

Antes de que me responda, me alejo dando mi mejor sonrisa en lo que las personas allí me saludan como si de verdad les interesara como estoy. Lo primero que hago al entrar es ir a la barra, por supuesto Chuck es el primero en estar allí y da una leve sonrisa en mi dirección cuando me ve acercarme.

—Así que te has enterado lo que pasó entre Serena y Nate, ¿No es cierto? Esa carita lo dice todo, Keira.

—No te hagas el divertido conmigo Bass, o terminaras golpeado.— Le pido una bebida fuerte al chico detrás de la barra, quien enseguida me lo trae en una copa.

—¿Cómo sabías que es una de las cosas que me gustan?— Dice en un tono seductor y mi cara de asco es indescriptible.

—Eres un caso, ¿Por qué seguimos siquiera hablando todos estos años?— Me pregunto a mi misma en voz alta para después darle un sorbo a mi copa.

—Porque soy genial y alguien admirable.— Ruedo los ojos y se queda callado por un par de segundos.— ¿Quién es ella?— Chuck se coloca a mi lado viendo a una chica rubia y enseguida sé de quien se trata.

—Se llama Jenny, es de primer año y tiene catorce años, idiota.— Contesto pero al parecer nada de mis palabras le hace cambiar de opinión.

La conozco sólo porque anda muy pegada a Blair y no tengo idea de por qué, una chica con una beca asumo que quiere ser alguien dentro de este mundo. Algo que va a terminar mal.

—¿Has oído hablar de ella en "Gossip Girl"?

—No lo creo pero al parecer lo voy a hacer pronto, ¿No es cierto?— Elevo una de mis cejas viéndolo y asiente con la cabeza para alejarse de mi e ir directo a Jenny Humphrey.

Sé que esto también va a terminar muy mal.

La fiesta avanza y todos están cada vez más borrachos y drogados, yo tal vez estoy un poco pasada de copas pero lo suficientemente sobria para enterarme de las cosas. Por lo que de la nada las voces y murmullos de todos se hacen incluso más fuerte que la música, se encuentran mirando en una dirección en especifico, me acerco a Blair quien está enojada y eso no es bueno.

Serena.

—¿Qué hace ella aquí?— Pregunto yo concentrada en ella, quien tuvo el descaro de aparecer en la fiesta.

—No tengo idea, pero ya mismo lo voy a arreglar.— Contesta Blair a mi lado, comienza a caminar pisando fuerte contra el suelo, yo la sigo sin dudar evitando a todas las personas quienes miran esperando el drama que está a punto de armarse.

Nate aparece en la imagen agarrando a Blair de la muñeca deteniéndola, y a mi en el proceso.

—Chicas, vamos, ¿De verdad vas a echarla de la fiesta?— Pregunta y elevo ambas cejas.

—¿Tu la invitaste?— Respondo yo ya a punto de mandarlo a volar, lo cual es muy necesario.

—¿Qué? ¡No! Dios.— Salta ofendido, lo cual es irónico, está a punto de irse pero Blair lo agarra del brazo con fuerza.

—No hables con ella.— Le advierte.

—Iré a dar una vuelta.— Y así sin más Nate se va, ignorando por completo a la rubia pasando a su lado.

Serena nos ve a ambas, si no fuera por que Nate apareció justo a tiempo, Blair y yo ya hubiéramos hecho de esta fiesta un desastre pero así se debe de mantener.

Desaparece de nuestros ojos entre toda la gente, mi hermana y yo nos miramos.

—Si vuelve a aparecer ya sabes que tenemos que hacer.

—Destruirla.— Confirmo y ambas asentimos con la cabeza.

Bien sabemos que Serena se cree el centro del universo, puede desaparecer cuando quiere y hacer una gran aparición triunfal y todo el mundo ya la vuelve a querer. Así no son las cosas para nosotras, todavía recordamos cuando se fue sin decir nada y lo que nos dolió, ningún mensaje contestado y mucho menos cartas.

¿Y ahora con esto? Serena se ha buscado lo peor de Blair y yo.

HOLA GENTE CÓMO ESTÁN, acá les traigo otro cap del fic, pero es increíble lo que me está costando los capítulos JAÑLJDLA pero bueno, sé que más adelante va a ser mucho más fácil. De paso les dejo una fotito editada con la estética de nuestra querida protagonista para que se den una idea de que vibras da

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