Oficialmente el programa había salido ayer a la noche, y también oficialmente mi vida como una persona normal había terminado, aunque nunca lo he sido para ser sincera. La única diferencia con todo esto es que no seré capaz de caminar por la calle sin ser reconocida, nunca más.

Supongo que extrañaré eso pero por fin he cumplido mi sueño, así que no tengo nada de que quejarme.

Oh esperen, en realidad si tengo de qué quejarme.

De Sean, por favor, ¿En qué momento pensé que aceptar fingir una relación con él iba a ser buena idea? Es decir, entiendo que haya sido necesario para que me volviera conocida en un elenco lleno de actores con una carrera antes y que una protagonista que nadie conoce no hubiera sido bueno, ¿Pero en serio? Lo único bueno que puedo sacar de esto es que voy a sacar a Nate de mi vida mientras crea que Sean es mi novio de verdad.

Sobre todo porque es una buena distracción ya que al parecer Nate si está con una señora a la cual deberá llevar en silla de ruedas muy pronto.

—Ya tenemos que irnos de vuelta a New York, aunque imagino que tu irás con el duque, ¿No es cierto?

—Así es, y tu con tú nuevo novio falso, ¿Verdad?— Dice Blair guardando sus últimas cosas en su bolso, ruedo los ojos levantándome del sofá.— Por cierto, amé el primer episodio de tu show, quien diría que Sean se vería tan guapo haciendo de vampiro.

—Nadie, no me hagas recordar eso por favor.— Hago una mueca negando con la cabeza.— Lo bueno es que sólo quieren que la gente nos vea llegar juntos, después de eso nos separaremos.

—¿Cuándo le dirás a Nate que en verdad no estás con él?— Pregunta Serena arrastrando su bolso con nosotras.

—Nunca, prefiero mantenerlo de esta manera, si es necesario para siempre, ¿Escucharon?

Miro a ambas chicas de manera amenazadora y asienten con la cabeza, muy bien, algo claro por fin así que bueno, es momento de irnos devuelta a nuestra vida en New York. Se me hace raro volver a aquel lugar, ahora soy una actriz famosa, con un futuro distinta al que tenía meses atrás, incluso volver a Constance va a ser un viaje distinto al que esperaba.

Las tres nos dispersamos para ir por distintos lugares, al frente de la casa me espera la limusina, el vidrio de atrás se baja y allí me ve Sean con unos lentes de sol. Elevo una de mis cejas en lo que espero que el chofer suba mis maletas a la cajuela.

—¿Lentes de sol en el auto? Eres el cliché de los famosos.

—Y tu eres la famosa más aburrida del mundo, oh espera, ni siquiera serías famosa de no ser por mi.

Keira, respira que tienes que estar ahí atrás con él hasta New York, va a ser difícil no matarlo.

Suelto un suspiro mirando el cielo, doy la vuelta por la parte trasera de la limusina y me subo desde la otra puerta para estar lejos de él lo suficiente para llegar vivos a la ciudad.

De igual forma me distraigo fácil durante el camino, viendo las reseñas y la cantidad de fans que la serie ha recolectado con el primer episodio, es más, están tan emocionados que nunca creí estar viva para ver esta gente, y si soy famosa por mi cuenta después del primer episodio, por supuesto hay unos cuantos comentarios fuera de lugar, ¿Pero desde cuándo a mi me ha importado lo que dicen de mi? Soy puro orgullo de mi misma en este instante, nadie podrá cambiar eso nunca.

Cuando arribamos a la ciudad, Alice me manda por mensaje que las afueras de mi edificio está lleno de gente esperando la llegada de la "pareja" del momento. Tomo aire para soltarlo lentamente viendo las calles de New York, este lugar que tanto he extrañado y en donde por fin podré sentirme feliz otra vez.

Una vez la limusina estaciona, los gritos de afuera me toman por sorpresa, Sean me mira con una sonrisa asintiendo con la cabeza y frunzo  el ceño. Él es el que baja primero en cuanto el chofer le abre la puerta, luego el chico extiende su mano para ayudarme a bajar a mi, los guardaespaldas formaron una pared para que los fans enloquecidos no se atravesaran al igual que los paparazzies, los dos saludamos con una gran sonrisa y puedo decir que es lo único natural.

Sean ama la atención y yo estoy cumpliendo uno de mis sueños.

Entramos al edificio y caminamos hasta la parte trasera de este, en donde nos soltamos las manos enseguida con cierto asco alejándonos como el otro tuviera parásitos.

—Por fin no te veré hasta mañana, un alivio.— Murmuro en lo que tomo mis maletas, el cual el chofer fue muy amable de bajar por mi y dejarlo a mi lado.— No tienes que hacer nada, iré a mi departamento, adiós Sean.

Me escapo por el ascensor antes de tener que seguir escuchando su molesta voz, en todo momento no he podido quitar la sonrisa de emoción.

Las puertas se abren de par en par, no logro ni siquiera poner un pie fuera del ascensor porque alguien me ataca con un fuerte abrazo.

—¡Señorita Keira! La he extrañado.— Dice Dorota con emoción, a lo que me río devolviendo su abrazo, aunque se separa enseguida para verme seria.— Por favor dígame que Jake muerde a usted, me refiero a Lia.

—No lo sé aun Dorota, no me lo han dicho los productores.— Contesto entre risas.

—Vaya vaya, su madre está aquí también, yo le llevo las maletas.

Creo que nunca vi a Dorota tan acelerada como lo está ahora, me da un par de empujones que me sacan del ascensor y camino negando con la cabeza entre risas.

—Es un escandalo allí afuera.— Mi mamá aparece, me ve y se relaja con una pequeña sonrisa.—Keira cariño, que bueno verte.— Camino hasta ella y allí ambas nos abrazamos.

—Hola mamá.— Ambas nos alejamos para vernos con una sonrisa.— Creo que con todo esto tendré que conseguir mi propio apartamento.

—Estoy de acuerdo, no estoy acostumbrada a tanta gente esperando afuera.

Mi mamá me da una sonrisa confirmando sus palabras y creo que por primera vez no me siento ofendida porque piense que sea buena idea que me vaya de la casa, no sólo estoy cuidando a mi familia, sino que también a mi misma al tener mi propio espacio.

Subo las escaleras con cuidado, cuando veo que nadie me está prestando atención, sigo corriendo hasta mi habitación que me estuvo esperando todos estos meses y la cual he extrañado. Salto a mi cama mirando al techo sin quitar la sonrisa de mis labios.

Finalmente he conseguido lo que quería, a excepción de una persona que de verdad creí haber olvidado.

Salgo de la ducha de la habitación con una toalla alrededor de mi cuerpo, no tuve tiempo de vestirme porque Blair estuvo hablando de como debe hacer una de las mejores fiestas para impresionar al Duque y como debe ser muy madura y otras cosas que de verdad no escuché n lo absoluto.

¡Recién acabamos de llegar a New York! No planeo estresarme con eso, ni ella debería hacerlo, pero sé que lo hace para estar lo más distraída de Chuck y mostrarse a si misma que el Duque le interesa de verdad, aunque todos sabemos quien realmente está en su mente la mayor parte del tiempo.

Muy bien sé que igual Chuck se pasó de idiota por dejar plantada a mi hermana después de haberla invitado a pasar el verano juntos, recordó que tenía que dejar de ser cierta persona para convertirse en alguien serio y eso lo espantó. 

En lo que seco mi cabello, mi celular comienza a sonar a lo que frunzo el ceño, ese tono especifico para una persona no había sonado desde hace meses. Batallo conmigo misma de si atenderlo o acercándome a la pantalla viendo su nombre brillar en la pantalla, ruedo los ojos por mi poco autocontrol cuando se trata de Nate y atiendo la llamada.

—Hola Keira, ¿Estoy interrumpiendo algo?— Pregunta del otro lado y muerdo el interior de mi mejilla.

—No, para nada, ¿Qué sucede?

Maldita sea.

—Tengo que hablar con alguien y quería hablar contigo, ya sabes, como amigos.— No tenemos que estar cara a cara para darme cuenta que no quería decir aquello en realidad.

No fue fácil escucharlo tampoco.

—¿Es sobre tu padre?¿Ha pasado algo?— Tomo asiento en la cama.

—Es increíble como lo sabes todo...— Su tono de voz cambia y es probable que esté sonriendo, algo que hago yo también de manera consciente.

—Podemos hablar entonces en la fiesta de Blair hoy a la tarde, ¿Te parece?

—Suena perfecto, nos veremos allí entonces.

—Nos vemos, Nate.

Corto la llamada mordiendo mi labio inferior queriendo golpearme a mi misma, ¿Dónde está la parte en que no tengo que acercarme a él? Más que nada por mi bien social, si supieran que estoy con otra persona que no es Sean, me van a criticar en medio de la calle, no puedo dejar que eso suceda, recién estoy empezando así que mientras todo suceda a escondidas, nadie lo debe de saber.

Para que todo esté bien tapado, le mando un mensaje a Alice que nuestra primera aparición pública con Sean, será en la fiesta de mi hermana, lo cual me confirma que es buena publicidad para todo el programa y nosotros, lo que me quita un peso de encima.

Enseguida comienzo a arreglarme, un vestido floral violeta, maquillaje ligero y mi cabello liso sobre mis hombros. A cambio de vida, cambio de cabello, me lo he cortado y también ahora vive planchado, algunas veces, mis rulos necesitan salir a la luz de vez en cuando.

La limusina nos lleva a Sean y a mi, al momento que la hora llega, hasta el lugar donde Blair está haciendo la fiesta, ya había empezado ya hace un par de minutos pero nada mejor que llegar tarde, o eso me dijo Alice antes de mandar la limusina media hora tarde, y en un lugar tan grande, el viaje es media hora más.

A causa de las noticias, los paparazzies nos esperan allí con gran cantidad de fanáticos, fotos, autógrafos, vernos como la pareja más hermosa del momento y entramos al edificio el cual nos guía hasta la terraza. Allí está lleno de gente que no conozco, es más, son todos adultos y desde cuándo Blair quiere verse tan madura.

—¡Keira! Oh por dios, me alegro que llegaras.— Blair corre en mi dirección en donde me da un abrazo rápido.— Esto esta siendo un desastre y tengo que hablar con la madrastra del Duque y convencerle que soy la indicada... Oh, allí viene.

Mi hermana señala una mujer que viene caminando con mucha seguridad, y en mi mente siento que la he visto en algún lado, sólo que aun no logro realmente conectar mis neuronas.

Comienzan a hablar de cosas que de verdad no me interesan, mi cabeza está más que nada en mirar en todas las direcciones para encontrar a Nate, a Sean lo perdí hace rato gracias a que él busca atención y la encuentra enseguida. Por lo menos es un problema del que no tengo que preocuparme.

Una pequeña sonrisa aparece en mis labios cuando lo veo entrar por la puerta, lo raro es que no lleva traje ni nada como los demás aquí de invitados. Se ve preocupado, e incluso su expresión cambia cuando nos ve a las tres juntas.

Serena corre en donde nos encontramos con una sonrisa incómoda.

—¡Nate!— Dice la mujer mayor de todos nosotras.

—¿Catherine? ¿Keira?— Repite la misma acción sin tener idea de qué sucede.

—¿Se conocen ustedes?— Pregunta Blair.

—Blair sale con su hijastro, y Nate es el ex de Blair y también de Keira.— Comienza a explicar Serena y entiendo todo.

La mujer esta, Catherine, es la mujer con la que está saliendo Nate.

Aprieto mis labios forzando una sonrisa y salgo de allí entrando a las instalaciones, dejando que la incomodidad que se acaba de hacer allí desaparezca.

¡Ni siquiera soy la ex de Nate! ¡No soy nada de Nate! Voy a reclamarle a Serena luego.

Me adentro a una biblioteca, cuando intento cerrar la puerta, un pie se coloca entre la pared y la madera, Nate enseguida empuja la puerta entrando y cierra esta detrás de su espalda.

—No esperaba esa escena tan incómoda, deberías ir allá a arreglar eso con tu novia, o tu abuela, cualquiera de las dos es buena opción.

—Keira, vine por ti, ¿Bien? A ti tenía que hablarte no esperaba que Catherine estuviera aquí.

—¡Oh! Espera, ¿Acaso también olvidaste la parte de que es una mujer casada? ¿Me hubieras hecho lo mismo si estuviéramos juntos, Nate?— Muy bien, eso fue muy fuera de lugar pero es que ahora me encuentro bastante enojada.

—Tu estás con Sean, ¿A qué se viene todo este reclamo?— Su ceño se frunce y yo me calmo.

Cierto, Sean.

—Por supuesto, estoy saliendo con Sean, buen chico por suerte.— Digo más calmada viendo a cualquier lado menos a él.— Pues está Catherine aquí, así que puedes contarle a ella, te salvé de verme la cara.

Paso por su lado para irme de una vez por todas, sin embargo su voz me detiene.

—Los del FBI están acosándonos para que les digamos donde está mi padre, además congelaron todas nuestras cuentas y oficialmente no tenemos nada.

Giro sobre mis pies para verlo.

—Lo lamento Nate, ¿Hay algo que pueda hacer? Te puedo prestar dinero, mi cuenta se libera en unos meses cuando tenga dieciocho años.— Mi voz sale tranquila, Nate niega con la cabeza.

—Ya tengo a alguien que me puede ayudar, o por lo menos lo hará.

—Catherine.

—Lo siento, debo irme.

Antes de que decida hablar, me escapo por la puerta volviendo a la fiesta, pero no sin antes mandarle un mensaje a mi agente.

"Alice, comienza a buscar departamentos para mi, voy a mudarme."

Después de enviar eso, suelto un suspiro, siento que es el comienzo de una nueva vida para mi, una nueva vida sin Nate.

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