Dim

Estar en la dirección del instituto Atlas ya me parecía parte de mi rutina, el tipo de traje guindo y con una camisa que combinaba fatal me observaba.

Me era difícil concentrarme con los pecados de moda que este ser inculto cometía.

—Me han reportado que no asistes a ninguna de las optativas que tenemos en el instituto ¿Por qué?

Me duró poco el gusto.

—No me interesa tomar ninguna.

—Es parte del reglamento a seguir, Dimitri, tenemos varias y tal vez una pueda gustarte.

Voltea a su derecha en su silla giratoria y toma una carpeta azul para abrirla. Aclara su garganta y me mira de nuevo por arriba de sus lentes.

—Tenemos ciencias políticas, administración de empresas, contaduría, psicología comunitaria y hasta cinematografía —dice con una voz que me irritaba por sus ánimos falsos—. No puedo permitir que sigas saliendo más temprano que tus compañeros, tienes un trato igual que todos, así que elige una, yo me encargo que no tengas problemas por estas cuatro semanas que has faltado.

Puse los ojos en blanco y enarqué mis cejas para tratar de no perder la paciencia. Hice un mohín antes de contestar.

—No me gusta ninguna.

—No me interesa si te gustan o no, lo que quiero es que estés en una, ahora elige.

Fruncí mis ojos al ver como se dirigía a mí, de nuevo con esa confianza la cual me molestaba. Era amigo de mi padre, no mío.

—Tal vez por lo que te dedicas, lo más cercano seria cinematografía —sugiere.

Torcí mis labios y ladeé mi cabeza para tratar de no terminar dormido.

—Psicología comunitaria —contesté.

— ¿Cómo?

—Ya me escuchó, entraré a psicología comunitaria.

Su expresión fue de total asombro y hasta escéptico.

— ¿Por qué esa?

Este tipo de mal gusto en ropa me exasperaba a un nivel que nunca creí tener.

—Da igual el porqué, solo iré a esa y ya.

El director fundió su rostro en uno más severo y pegó su mano a su escritorio.

—Más respeto, Kelly —miró la carpeta y después me observó de soslayo—. La optativa es impartida los miércoles y jueves, así que desde ahora estarás en esa clase.

Solo tenía una razón para entrar a esa jodida optativa y era Jenedith.

Metomé la amabilidad de darle un descanso de las tareas que le obligo hacer—unoscuantos días sin mi presencia y mis exigencias—y que mejor manera de regresarque invadiendo su optativa; porque lo que dije aquel día frente al director solo fue para zafarme rápido.

     Aunque, a estas alturas no sabía qué grado tenía de veracidad esa confesión en mí.

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Jen.

—Parte de nuestra formación como profesionistas en el área de la salud es tener desarrollado nuestro lado humanitario —hablaba el profesor Robinson con elocuencia que cautivaba, su voz era dulce y siempre tenía palabras de aliento.

Era la clase de psicología comunitaria y como parte de mi currículo para la facultad de medicina era tener actividades que contribuyeran a la sociedad de una forma solidaria, opté por estrategia elegir esta optativa.

»Quienes están aquí es porque probablemente elegirán una carrera como médicos, enfermeros o psicólogos, y mi trabajo es forjarlos y prepararlos como seres humanos que tendrán presentes sus valores y...

El profesor fue interrumpido por el inesperado ruido de la puerta al abrirse, pelé mis ojos del pánico al ver a Dim Kelly entrar al aula, miró a su alrededor como en busca de algo y sus ojos se detuvieron en mí.

Movió de un lado a otro el plástico entre sus labios y miró al profesor.

El murmullo femenino que causó el modelito de calzones de Calvin Klein se hizo más grande, las chicas se emocional al verlo y si no fuera porque estaban sentadas lo más seguro es que terminarían en el suelo desmayadas por culpa del mojabragas cretino.

Por Dios, daban pena de solo verlas.

—Señor Kelly —lo llamó el catedrático—. El director me comunicó su incorporación a esta optativa, así que por él no tendrá problemas por presentarse cuatro semanas después.

Dim lanzó el resto de su paleta de cereza al cesto de basura.

—Como sea.

—Sea más inteligente a la hora de elegir su vocabulario cuando se dirija a mí —lo corrige el profesor Robinson para imponer respeto.

Dim Kelly y él intercambiaron miradas y el modelito arrogante solo asintió con una sonrisa soberbia.

—Bienvenido, ahora vaya y tome un lugar —alza su mano para darle la entrada oficial al grupo.

      Había estado tan tranquila estos días porque tomó su distancia después de que le confesara eso al director Gorman. Por su mirada, sabía que lo que dijo era mentira, sus ojos humeantes eran de maldad y de una terrible tormenta que se avecinaba para crear una catástrofe.

Era caótico y frustrante cruzar miradas con él en la optativa y aún más, que fuera un miembro más de ella.

Éramos quince alumnos en esta clase y me puse un poco nerviosa cuando Dim Kelly caminó en mi dirección, se sentó en el pupitre de mi lado derecho y volteó a verme.

—Hola, pequeña bestia.

Lo miré de reojo con mi mejor cara de odio e ignoré su saludo. Aunque por otra parte, me daba curiosidad por saber qué lo trajo aquí, esta era una clase humanitaria y Dim Kelly era todo menos humano.

Era un vil demonio que me convirtió en su esclava para guardar mi secreto, era un tormento por no saber qué esperar de él.

Lo miré con discreción y volteó a verme como un zorro fanfarrón.

— ¿Qué carajos haces aquí? —bisbiseé lo más que pude para no llamar la atención del profesor Robinson quien seguía hablando.

Sonrió ligeramente.

—No había elegido una optativa hasta ahora.

Era el colmo del cinismo.

— ¿Por qué precisamente esta?

Me miró con malicia.

—Porque la usaré para dormir.

¡Sin vergüenza!

—Así que jóvenes, el instituto Atlas tiene la responsabilidad este año de llevar a cabo la kermes del día de las profesiones. Tendremos de invitados a los estudiantes de grados menores que ustedes, secundaria y primaria —comenta el profesor muy entusiasmado—. Nos toca a los profesores de optativa organizar el evento y nuestros alumnos llevarán la parte creativa para armar sus estaciones de acuerdo a la profesión que se les asigne.

Una chica levantó la mano.

—Profesor ¿Qué quiere decir con estación?

—En una palabra más coloquial, stand —explica—. Armarán diferentes estaciones donde tengan como protagonista la carrera que les toque adornar, y se caracterizarán con vestimentas representativas, por ejemplo: maestro, los elementos serían: un salón, un pizarrón, tal vez manzanas, las vocales, libros ¿queda claro?

Levanté mi mano.

— ¿Será individual? —cuestioné con la esperanza de que así fuera.

—No, Roux, será en binas.

Dim me miró como diciéndome: "Estaremos juntos en esto, jodete".

Dejé caer mi cabeza sobre mi pupitre sin importarme llamar la atención de los demás, el infierno con Dim Kelly ardía cada vez más y yo no estaba soportando las llamas en su máximo nivel.

—Elijan a su compañero.

Levanté mi cabeza mirando a cualquier parte y tratando de ignorar a Dim.

—Laura...

En cuanto alcé mi mano para llamar la atención de la rubia, Dim Kelly la sujetó y la bajó de inmediato.

—Tú y yo lo haremos juntos.

—Vete al diablo.

—Estás con él —espeta, ejerciendo presión en mi muñeca—. Vas a tener que ceder, porque ya sabes lo que pasará si no obedeces.

Sacudí mi mano y miré a Kelly con un enorme deseo de tener rayos láser en mis ojos y deshacerme de él para siempre.

—Eres un bastardo.

—Llámame como te dé la gana, pero tú eres solo mía.

Sentí arritmia y me crucé de brazos en mi pupitre para darle la espalda a Dim Kelly. Como odiaba a este maldito engreído manipulador.

Miré por el rabillo del ojo a una chica de cabello negro que se acercó a Dim y él dirigió su mirada a ella.

—Seamos pareja, Dim —propuso la pelinegra con tanta emoción que era difícil de ocultar.

—Ya la tengo, pero gracias.

Fui testigo de como la seguridad y el entusiasmo de una chica se evaporó al instante ante el rechazo del modelo.

Pasaron como dos minutos y el profesor volvió a hablar.

—Bien, de una vez para terminar la clase asignaré a las parejas para que trabajen en su estación.

—Bien, Henry ¿Quién es tu pareja?

—Joe es mi pareja, profesor.

—Excelente. Les tocará piloto aviador.

Ambos amigos chocaron sus manos, felices por la profesión que les tocó.

—Carolina, tu pareja.

—Laura.

—A ustedes les tocará periodismo.

Ambas chicas sonrieron.

—Jenedith, ¿Quién es tu pareja?

Quería perder mi voz antes de decir el nombre de mi compañero pero era demasiado tarde para negociar con Úrsula, la bruja del mar.

Miré al maldito modelito quien esperaba mi respuesta con una sonrisa arrogante.

—D-Dim Kelly, profesor.

Todas las chicas—y algunos chicos—se sorprendieron de eso, hasta el profesor parecía impresionado por mi elección.

—Bien... ustedes tienen biología.

—Animales, genial —respondí y volteé a ver a Dim—. Ya estoy con uno —dije solo para él.

—Dilo por ti, pequeña bestia —gruñe Dim de regreso.