Capítulo 16. La desaparición de Dim
Jen
Después del mensaje que recibí de Dim en la madruga era como si hubiese desaparecido; ni si quiera se tomó la molestia de ver el mensaje con mi respuesta. Casi diez horas transcurrieron y era una eternidad no saber nada de él, ¿Acaso era otra de sus sorpresitas?
Estas repentinas ausencias por horas me carcomían las ansias, por esa justa razón aborrecía las sorpresas. Sin embargo, teniendo en cuenta de que ambos tenemos una vida y responsabilidades, sé que él tiene itinerarios como modelo que debe de atender como parte de su profesión, mientras que yo tengo que concentrarme en mis entrenamientos para ganar mi segunda medalla de oro en los Juegos Olímpicos.
Pero no sé porque sentía una horrible sensación en el pecho, una angustia que no dejaba de darme punzadas.
—Jen, Jen, reacciona.
Parpadeé para volver a poner los pies en la tierra y darme cuenta de que no estaba sola.
—Dios, cuando te vas de esa manera me asustas —dijo Milly—, ¿Estás bien? Pareces preocupada.
Le di vueltas con ambas manos a mi té verde.
—Es que... no he sabido nada de Dim durante horas.
Vega saboreó su pastel de frambuesas y me apuntó con el tenedor.
—Pastelito dietético deja de martirizarte de esa forma. Dim tiene su trabajo y son horas y horas de estar presentándose como la perfecta imagen masculina que es. De seguro también te está dando tu espacio para que hagas tus deberes, por ejemplo, vernos a nosotras.
Sacudí mi cabeza sin dejar de lado esa inquietante sensación.
—Es que —sobé mi pecho con presión—, no me siento tranquila, hay algo que anda mal.
Milly torció sus labios muy atenta.
— ¿Quieres que vayamos a buscarlo?
—O puedes hacerle una llamada.
Ambas opciones eran buenas, pero si no contestaba los mensajes menos contestaría una llamada. Tal vez sea mi paranoia, alguna parte de mi inconsciente traicionándome porque todo estaba marchando a la perfección con él desde que nos dimos la oportunidad de ser pareja.
Todo debía de estar bien, intenté relajarme y convencerme de lo contrario. Calmé mis nervios para disfrutar de mi estancia en Ámsterdam y prepararme para mi debut de mañana.
—Le daré su tiempo también.
—Esa es mi constrictora Roux, dando el ejemplo de una relación sana.
Milly se rio e intenté reírme también.
Adopté la imagen de un león enjaulado, yendo de un lado para otro con las ansias de que me llegara un mensaje de Dim. Nada. Tres horas más pasaron y no tenía respuesta de él, mi mensaje seguía sin ser leído y justamente su última hora de conexión en Instagram era de hace un día.
Joder, joder, jo-der.
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Chip salió de la piscina, impulsándose para llegar a la superficie, tomó su toalla y caminó hasta llegar y sentarse a mi lado.
— ¿Sigue sin responder?
—Algo no me está gustando de todo esto, Chip.
Mi hermano me analizó con detenimiento.
—Si te sientes más cómoda, podemos ir al hotel donde se hospeda y ver qué ocurre.
Lo miré expectante.
—Pronto cerrarán las salidas de la villa.
Chip me señaló con el dedo índice para darme un punto por ese pequeño y gran detalle.
— ¿Tienes el número de alguno de sus hermanos?
Sacudí mi cabeza.
—Puedes buscar en Instagram a alguno de ellos y comunicarte, solo para saber si está bien.
Chip se recargó en la grade y estiro sus piernas.
—No estaré tranquila hasta escuchar su voz.
—Bien, suficiente —se puse de pie—, vayamos a buscar a Kelly.
Elevé mi cabeza para verlo.
— ¿Estás seguro, Chip?
Me sonrió y me sacudió el cabello como si fuera su mascota.
—Con tal de que mi hermanita esté tranquila. Anda, antes de que sea demasiado tarde.
No lo dudé, Chip y yo salimos corriendo como si fuéramos dos fugitivos de la justicia, listos para su siguiente crimen. Con todo el cuidado del mundo brincamos una barda para salir de la villa y corrimos a toda velocidad para alejarnos sin que se dieran cuenta de nuestra fuga nocturna.
Tomamos un taxi directo al centro donde se encontraba el hotel de Dim y—cosa que no hago a menudo—recé porque estuviese bien.
Al llegar al hotel, en la recepción intentaron ponerse en contacto con Dim y lo más extraño era que no contestaba las llamadas. Mi sexto sentido hecho un nudo de frustración se intensificó más por la ausencia de respuesta de parte de mi novio.
Chip carburaba alguna otra idea y en eso, vi llegar a Mary Ellen junto a Tristan. Corrí hasta que me detectaron.
—Jen.
— ¿Dónde está Dim? —me apresuré a decir de manera atropellada.
Ni si quiera me tomé la molestia de saludar, solo quería saber dónde estaba mi novio. El miedo que se estaba generando en mi sistema era cada vez más grande. Ambos se miraban, parecía que intentaban intercambiarse ideas mediante telepatía, me acerqué aún más a ellos hasta sujetar a Mary Ellen de los hombros.
—Por favor, hablen ¿Dónde está Dim?
Tragó saliva y sacudió la cabeza.
—La habitación estaba vacía cuando fuimos a verlo, no respondía los mensajes ni las llamadas y cuando entramos a la habitación la encontramos sin él.
—Estuvo ahí, pero... no sabemos a dónde pudo ir, no dejó nada.
El terror dominó mi rostro, ¿Dim desaparecido?
—Yo no he sabido nada de él en todo el día, hay que hacer algo.
Mary Ellen asintió y me sujetó de las manos.
—Ya hablamos con nuestro padre. Lo que más nos desconcertó fue que el móvil de Dim seguía en la habitación y nunca sale sin el.
—Señorita Kelly.
Ambas volteamos a la misma dirección, un hombre alto y robusto con un traje elegante se detuvo frente a nosotros, su rostro duro no albergaba buenas noticias.
—Ya tenemos las cámaras de seguridad —informó el hombre a Mary Ellen—, encontramos algo.
Por un momento creí que me caería desmayada de la angustia.
—Queremos verlo —me lanzó una mirada fugaz y se dirigió de nuevo al guardia—. Ella es la novia de mi hermano y él hermano de ella, vienen con nosotros.
El hombre asintió.
Recorrimos las instalaciones del hotel hasta llegar al cuarto donde tenían todas las cámaras de seguridad, dos largas y anchas pareces con pequeños monitores con vistas claras y a color de cada punto del hotel. Chip permanecía a mi lado y avanzamos a una esquina de la habitación donde el guardia reprodujo unas cintas.
En la pantalla se apreciaban dos sujetos de negro que caminaban por el pasillo, era justo en el que los hermanos Kelly se hospedaban; abrieron una puerta con bastante facilidad e ingresaron.
El hombre detuvo la grabación.
—Lamentamos tanto ese descuido. De aquí pasó casi una hora cuando el joven Dim Kelly llegó a su habitación con ellos adentro.
Reprodujo el video y fue cuando Dim iba llegando, abrió la puerta con su tarjeta de acceso y entró.
—Joder —susurró Tristan con una mano en la boca.
—Mi hermano.
El nudo en mi garganta se hizo presente cuando volvió a detener la grabación.
—Aquí pasaron alrededor de veinte minutos cuando salieron con el joven Kelly... inconsciente.
Ahogué un grito y Chip me abrazó. Mary Ellen no podía creer lo que veía cuando la grabación tomó su curso y vimos claramente como Dim era sacado de su cuarto, la cabeza abajo como si lo hubiesen dormido, y justo cuando creí que las cosas no podrían ser peor, reconocí de inmediato esa figura femenina que se ocultaba bajo la gabardina oscura.
—Es ella —afirmé sin ninguna duda, apuntando a la cámara de seguridad—, es... —me daba tanta vergüenza decirlo, pero necesitaba sacarlo, tenía la respuesta atorada en mi lengua.
—Habla, Jen, por Dios —exigió Tristan.
Pude sentir como mi pecho colapsaba.
—Mi madre. Conozco sus caminados y ni si quiera se preocupó por tapar su cabello.
— ¿Está segura, señorita?
Miré al guardia.
—Completamente. Esa mujer ya ha cometido un atentado en contra de nosotros en Estados Unidos. Desapareció después de eso, es una fugitiva, necesitan encontrar a Dim pronto ¡Por favor!
Pero sé que no sería suficiente con la policía, esa mujer no iba a descansar hasta tenerme con ella. No entendía por qué razón seguía obsesionada con hacerme daño, bien pudo desaparecer y no vernos nunca más, sin embargo, decidió causarme problemas, meterse con mis seres queridos y sobre todo, darle justo al blanco para que doblara las manos, Dim.
Yo iba a detenerla, la encontraría y la haría pagar por todas las cosas que me ha hecho, por todas las ocasiones en las que ha causado daños irreparables. Haré que se arrepienta de haber vuelto a mi vida.
—Haremos todo lo posible por rastrear a Dim Kelly, lo encontraremos —aseguró el guardia.
Fruncí el ceño, me sentía cabreada, deseaba descargar mi furia a golpes.
—Ella me quiere a mí, por eso encontró a Dim.
—Entonces ¿Se pondría en contacto contigo? —cuestionó Tristan, de verdad se miraba muy afectado por la situación.
Asentí.
—Estoy segura, nadie conoce a Bethany tanto como yo, esa mujer me quiere a mí.
—Hay que avisarles a nuestros padres —dijo Chip—, y tenemos que regresar a la villa, Jen, compites mañana, sé que no es el momento de recordártelo, pero tienes responsabilidades que cumplir.
A regañadientes asentí, mi competencia era mañana y mentalmente no me sentía preparada, todo se me estaba cayendo a pedazos. Era como si hubiesen lanzado un misil directo a un muro aparentemente indestructible y con el primer golpe de fuego lograron derribarlo.
—Los llevaremos —agregó Mary Ellen al tiempo que se enjugaba las lágrimas—. Llamaré a mis padres para ponerlos al tanto e intentaremos rastrear a Dim, debe de haber algo que no hayamos visto en esas grabaciones.
No quería moverme, deseaba con todas mis ganas seguir aquí y ayudar a los hermanos de Dim, él no merecía esta situación, no merecía ser arrebatado de su libertad por mi culpa, todo por mi maldita culpa; debí ponerle un alto a Bethany cuando tuve oportunidad, así solo hubiese quedado en una horrible pesadilla.
✨Estamos a punto de llegar al fin de esta historia✨
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