O4.
“¿Sincero?”
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JungKook miraba detenidamente al castaño esforzarse en la pequeña escultura que estaba haciendo. Esta vez no estaban en el parque sino que en la casa de Jimin ya que el no quería cargar con las herramientas de escultura y el bloque ya que dijo que se vería mal cargando eso.
— ¿Qué opinas? ¿Va quedando bien? — preguntó dejando las herramientas aún lado.
— Se ve bastante bien, como dije una vez... Eres muy detallista — respondió mirando los detalles de la escultura — Hay que tomar un descanso, debes estar cansado.
— Bien... — se levantó de la silla y caminó hasta el pelinegro — Toma.
JungKook miró el trozo de papel que le extendia el castaño.
— ¿Qué es? — cuestionó desinteresado tomando el papel y cuando lo desdobló miró con una sonrisa al castaño
— Tómalo como una muestra de agradecimiento, ¿Bien? Solo no hables de esa copia estando conmigo — ordenó mirando hacia otro lado.
— ¡Eres el mejor! ¡Te quiero! — abrazó con fuerza a Jimin.
— ¡Oye! ¡No me toques! — se quejó tratando de alejar al menor.
— Eres el mejor, gracias — dejó un pequeño beso en la frente del castaño.
— Iugh, no vuelvas hacer eso... — ordenó con un leve rubor en sus mejillas.
Después de unos minutos ambos estaban sentados en un pequeño sofá que habia en aquella habitación donde Jimin solía hacer arte.
— ¿Crees que logré sacar un diez? — preguntó el mayor mirando al techo.
— Por supuesto que lo harás, solo debes esforzarte — contesto tratando de darle ánimos.
— ¿Más? ¿Mi esfuerzo no es suficiente? — cuestionó — Todos los días me esfuerzo mucho para ser el hijo que tanto quieren pero siempre seré opacado por Taemin, a veces quisiera ser él — dijo con un nudo en la garganta.
— Eres muy bueno, Park. Tu esfuerzo rendirá frutos solo ten paciencia.
— Ya no puedo... Al parecer siempre seré la sombra de Tae, en el colegio, con las personas, con mis padres... — su voz comenzó a quebrarse — Solo quiero que me miren a mi, ser el centro de atención, que estén orgullosos de mí y que ya no me comparen con Taemin.
— Tu mismo te haz comparado con Taemin varias veces, sino te gusta ¿Por qué lo haces? — preguntó.
— Por la simple necesidad de escuchar que me prefieren a mí, aunque solo lo digan por caerme bien o porque es lo que quiero escuchar. — se permitió derramar unas cuantas lágrimas enfrente de JungKook.
El pelinegro volteó a verlo y creía imposible lo que estaba viendo, aquel arrogante que menosprecia el trabajo de todos, el vanidoso con aires de grandeza y que cree que todos son inferiores a él, estaba llorando justo a su lado.
Sin pensarlo dos veces, lo abrazó fuertemente mientras acariciaba su suave cabellera, Jimin se aferraba a la blusa del menor. No sabía cuento necesitaba un abrazo hasta que JungKook lo abrazó.
“Jimin está siendo ¿Sincero? No importa, sea actuado o no. Se ve que necesita un abrazo”
[🥀]
— ¿Qué haces? — cuestionó NamJoon entrando a su habitación sin siquiera tocar.
— Pinto... — respondió dando los últimos detalles a su pintura, aquella dónde había plasmado el rostro angelical de ese arrogante con lágrimas.
— Wow, ese es ¿Park, llorando? — cuestionó señalando la pintura — Amigo, si él ve eso te matará
— ¿Por qué? Solo es una pintura, además, no es nada malo llorar — dijo.
— Si tan solo hubieras estado cuando derramó unas cuentas lágrimas por haberse torcido el tobillo — comentó mientras recordaba aquel momento.
— Cuéntame de ese momento.
— Bien, solo promete que no le dirás a nadie. Nadie puede volver hablar de ese momento — advirtió NamJoon.
[🥀]
— ¡Jimin, cuidado! — gritó uno de sus compañeros.
El castaño trató de esquivar el balón que venía hacia su dirección con velocidad y claramente fuerza, pero lamentablemente no pudo y el balón termino golpeando su mejilla y provocando que se doblará el tobillo al tratar de esquivar. Cayó al suelo mientras sujetaba su cara con ambas manos. Sus compañeros se acercaron con preocupación al ver que el castaño no se paraba y su camiseta blanca empezaba a llenarse de pequeña gotas de sangre.
— Jimin oppa, ¿Se encuentra bien? — preguntó una chica acercándose.
— Amigo, lo siento mucho, es que no te vimos — se disculpó uno.
Inmediatamente empezaron a escuchar leves sollozos por parte de Jimin cuándo intentó levantarse.
— Jiminie, no llores, solo fue un golpe. Te acompañaremos a al enfermería — un chico intentó tocarlo pero Jimin lo empujó.
— ¡Eres un maldito idiota! ¡¿Eres estúpidamente ciego o que te pasa?! ¡¿Cómo se te ocurre golpearme?! — gritó quitando las manos de su rostro.
— ¡Fue un accidente! — se defendió el otro.
— ¡¿Accidente?! ¡Solo eres un idiota que no sabe patear correctamente! No me sorprende el porqué no te hayan elegido para el equipo de fútbol — habló totalmente enojado.
— Oppa, te está diciendo que un accidente.
— Calla tu estúpida boca — ordenó — ¡Esto es un maldito accidente! — gritó mientras le pegaba al chico con el pequeño bastón de madera con el que estaba practicando un poco de gimnasia — ¡Maldito estúpido!
NamJoon, que miraba todo se acercó y le quitó el bastón para evitar que le siguiera golpeando al chico.
— Jimin se ve gracioso llorando — murmuró una chica.
— Es extraño verlo llorar y con sangre — murmuró otra.
Jimin obviamente pudo escuchar esos “murmuros" y se enojó más.
— ¡Cállense la estúpida boca! ¡Si vuelvo a escuchar que dicen algo de que lloré los voy a golpear hasta hacerlo llorar! — gritó.
Todos se callaron inmediatamente y desviaron su mirada. NamJoon al ver que nadie quería ayudarlo por miedo a que les diga algo o golpee lo cargó al estilo nupcial.
Esperaba que Jimin lo golpeará o lo insultara pero sucedió lo contrario, Jimin se aferró a él y escondió su rostro en su cuello.
— ¡Si vuelven a tocarme o a decir que lloré los golpearé, malditos idiotas! — gritó antes de salir de la cancha.
[🥀]
— ¿Enserio es tan agresivo? — cuestionó impresionado, entonces, ¿El era afortunado?
— Desde ahí me enamoré, parece un...
— Un lindo cachorro — interrumpió JungKook.
— ¿Acaso lo haz visto llorar? — cuestionó.
— ¿Qué? ¡No! Pero lo imaginé — rió nervioso.
— ¿Cómo siguen tus clases con Jimin o como tú le dices, arrogante Park? — cuestionó tratando de cambiar un poco el tema.
— Supongo que bien, últimamente ya no es tan arrogante. — respondió dejando aun lado el cuadro.
— ¿En serio? ¿Una semana y ya no es tan arrogante? — preguntó asombrado.
— Pues si, si lo quieres conquistar tratalo como si fuera poca cosa y hará de todo para llamar tu atención — habló.
— ¿Qué? No haré eso, imagínate que te traten así. No, no, que horror. Sabía que no te agradaba Jimin pero nunca pensé que aconsejarias tratarlo mal — sin más que decir salió de la habitación de su amigo.
— ¿Que le sucede? — Murmuró.
Su teléfono vibró indicando un nuevo mensaje.
Jimin.
Salgamos, yo invito.
Iba a ignorar el mensaje pero realmente quería saber más de aquel joven arrogante.
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