Es tarde
Suspiró aliviado al llegar a su casa, había perdido nuevamente a la camioneta unas 15 cuadras antes. Al parecer lo estaban esperando en las cuadras cercanas que siempre pasaba.
—¿Kōki-sama está bien?— preguntó Kano.
—Dios... Estoy temblando. Los volví a encontrar, no pude ver quiénes eran.— dijo sentándose.
—He chequeado las cámaras de seguridad y no hay nada de la descripción que me dijo— comentó Kizuke.
—ya veo.... ¿Masaoki y Seiji?— preguntó.
—Siguen durmiendo— respondió con una sonrisa.
—Bien.... Voy a despertarlos, bajáremos a desayunar en una hora— dijo subiendo las escaleras.
Llegó a su habitación, buscó ropa cómoda y se dirigió a al cuarto de sus hijos.
—Buen día ¡Vamos levántense! — ordenó abriendo las cortinas.
—aghh Noouu— dijo uno de los niños.
—Vamos a desayunar— dijo y ambos se despertaron por completo. Kōki sonrió, sus hijos tienen un buen apetito —Dejen me buscar su ropa y nos bañamos— dijo teniéndoles la cama. Buscó rápido un conjunto para cada uno y se dirigió al baño de los niños. Encendió la bañera y comenzó a desvestir a los niños y luego el.
Introdujo a Masaoki y Seiji a la bañera, luego el. Los niños comenzaron a chapotear con el agua y subirse a Kōki.
—¿Mami eso de que es?— preguntó Masaoki tocándole su vientre.
—Es de cuando ustedes nacieron— dijo cargándolo.
—¿Cuándo vamos a tener un hermanito?— dijo Seiji.
Kōki se sonrojó —No lo sé— respondió cohibido y recordando el besó de la noche anterior.
—Una hermanita— dijo Masaoki.
—¡Hermano!— grito Seiji y comenzaron a pelear a porque tendrían.
Kōki sólo rió y los terminó de bañar. Desayunaron y luego se pusieron a jugar, mientras que Kōki comenzaba a escribir su nueva historia.
—Kōki-sama se le hace tarde— dijo Emi.
Miró el reloj y faltaba media hora —Gracias, Emi— dijo apagando la laptop y llamando a los niños. Los baño rápidamente y vistió (un short corto y playera roja).
Fue a su habitación y se bañó, al salir decidió un pantalón negro entallado junto con una playera manga corta entallada a su cuerpo y se peinó de manera habitual. Tomó la carpeta roja de su lugar y la guardó en un bolso negro cruzado.
—Vamos niños— dijo bajando las escaleras. Masaoki y Seiji tomaron sus balones de basquet y salieron tras su madre.
Kōki subió a los niños en los asientos traseros y les colocó el doble cinturón de seguridad. El subió ya ni se quitó la mochila cruzada, la dejó puesta, la acomodó, se colocó el cinturón de seguridad y salió de la casa.
——————Mansión Akashi—————
—Tranquilizante Seijūrō— dijo Masaomi con una sonrisa en la cara.
—Ya es tarde— dijo viendo que pasaban los 10 minutos.
—Deja le llamo— dijo sacando su celular y puso el altavoz.
—————— En el auto —————
Su teléfono comenzó a timbrar y respondió con el altavoz de la camioneta —Bueno—
—Kōki ¿Dónde estás? Ya es tarde— escuchó a Masaomi decirle.
—¡Lo siento! Estaba escribiendo la nueva novela que no me di cuenta de la hora. Estamos a unas 10 cuadras— dijo viendo el caminó.
—Ya veo, me....— Kōki lo interrumpió.
—Es de nuevo la camioneta— dijo viéndola por el retrovisor.
—¿Qué? Piérdela— dijo Masaomi.
—Eso intentó. Niños sujeten se bien— ordenó, y aumento la velocidad.
Haciendo que Masaomi notara el miedo que Kōki tenía — Tranquilo. No asustes a los niños.
—Lo sé— dijo y escuchaba lo que le decía Masaomi.
Según él ya la había perdido, cuando la camioneta estaba a su lado y vio quienes eran —Son mis padres— dijo aterrado al ver que la camioneta se iba sobre ellos.
Masaomi le hizo señas a Seijūrō de que llamará a la policía. El primer golpe alertó a los niños y comenzaron a llorar. El llanto de los niños y a Kōki tratando de calmarlos le pusieron los pelos de punta a ambos.
—¿Donde esta?— preguntó Masaomi.
Kōki estaba por responder cuando la camioneta se le fue encima impactando los de costado —Oh no— grito aterrorizado. Perdió el control por el golpe y la camioneta comenzó a dar vueltas.
Los gritos de los niños, Kōki y el impacto resonaron a través de la sala de los Akashi.
—Oh dios mio... ¡Kōki!¡Kōki!
————
—No... Masaoki Seiji respóndanme— decía una y otra vez viendo que sus hijos estaban inconscientes. Logró divisar que la camioneta se marchaba. Kōki trataba de soltarse pero no podía mover su brazo derecho y su cabeza dolía demasiado.
—Kōki— escuchó.
—No despiertan. Mis hijos no despiertan— dijo llorando y desesperado.
—¿Dónde están?— preguntó Masaomi.
Kōki les dijo donde, rápido Seijūrō llamó a la ambulancia y se dirigieron hacia el lugar.
Al llegar ya se encontraban las ambulancias y los policías sacándolos. Rápido corrieron y vieron a los niños en dos camillas —Masaoki, Seiji— dijo Masaomi viendo a los niños.
—Están inconsciente señor— dijo el paramédico —Los llevaremos al hospital.
—Lleven los al hospital Midorima— ordenó y salió la ambulancia rumbo al hospital.
Seijūrō por ver a Kōki no vio a los niños. Estaba al tanto de que sacaran a Kōki de la camioneta, al hacerlo observó que tenía la playera manchada de sangre. Ambos se aproximaron a él.
—Señor tiene que soltarlo— decía el paramédico tratando de quitarle el bolso, ya le había cortado las tiras.
—No... Mis hijos.
—Kōki suelta eso— dijo Seijūrō tocándole la mejilla.
—Seijūrō...— dijo logrando enfocarlo —Sei... Tómalo— dijo soltando el bolso, Seijūrō lo tomó y Kōki lloró —Ellos...—murmuró.
—¿Kōki?— dijo desesperado.
—Esta inconsciente señor— dijo el paramédico y subieron a Kōki a la ambulancia.
Masaoki arrastró a Seijūrō al auto, se dirigieron al hospital, al llegar preguntaron por ellos y les dijeron que acaban de ser ingresados que fueran a la sala de espera.
Se sentaron y Masaomi vio el bolso —¿Qué hay dentro?
—No lo sé— dijo abriéndolo y vio que decía el nombre de los niños. Abrió la carpeta y comenzó a leer:
"Hola, Seijūrō. Te lo oculte, por miedo a que los rechazarás. Masaomi guardo el secreto porqué yo se lo pedí, estaba muy lastimado por lo que me hiciste.
Cuando me enteré, fue un schok para mí. Me habías abandonado y no quería que dijeras que te buscaba por caza fortunas o algo peor.
Por eso, no te dije... Aquella noche quedé embarazado. Tenía tres meses de gestación cuando me enteré que era un doncel y de mi embarazo: Masaoki y Seiji son tus hijos...."
Lágrimas recorrían sus mejillas —Mi-Mis hijos...
—Sí, Masaoki y Seiji son tus hijos. Esos niños a los has maldecido hace semanas son tus hijos, Seijūrō— dijo Masaomi viendo llorar a su hijo.
"Malditos bastardos" le vino a la mente —Lo siento Kōki. Perdóname — dijo llorando y abrazando el álbum.
Por más que he intentado terminar de editar el fanfic no he podido 😅 quería concluirlo antes de que terminara el año pero no me será posible 😥en fin. ....
Aprovecho para desearles feliz navidad y próspero año 😘
Nos leemos pronto
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