Pero claro que hay luz al final,
y yo la llegué a mirar.
Justo antes de morir
volví a mí.

La vida llegó en un destello
lleno de brillo,
y se fue en un apagón
dejando todo en negro.

No quiero mirar a ningún lado.

Camino perdiendo sangre,
mis heridas solo se agrandan,
voy cayendo,
me voy hundiendo.
Lo típico.

Esto es vida:
duras caídas,
pequeñas levantadas,
entusiasmo perdido,
imposible olvido.

Aún sabiendo que vamos a morir,
vivimos,
aún sabiendo que mañana no estaremos,
respiramos tranquilos.
Perderemos el amor
e igual seguimos amando.
Diremos adiós,
pero igual saludamos.

La ignorancia es un don,
tal vez nací sin ello,
o a lo mejor me lo quitaron.
Me dejaron solo con un IQ alto
que prefería tener bajo
y así ignorar todo
lo malo que me han dejado.