Capítulo 6 🔥
(Les recomiendo releer el capitulo anterior por si no se acuerdan)
Bambi Jones:
―Red, por favor no me ignores― escuche por segunda vez que mi hermano repetía la misma frase en menos de un minuto.
Podía ser mi hermano mayor, lo podría querer con toda mi vida, pero jamás me haría cambiar de opinión. Tenía 19 años, edad suficiente para poder tomar mis propias decisiones sin que me importaran las opiniones de los demás.
Quite la vista de los árboles que pasaban velozmente por la carretera para mirar de nuevo su rostro, y no de una manera muy linda que digamos―Ya sabes cual es mi decisión, no insistas.
Quitó la vista de la carretera para mirarme por unos segundos―¿Que no insista?―preguntó. En su tono de voz pude escuchar el leve enojo que comenzaba a crecer poco a poco en su interior. Bells no era un chico que se enojara con facilidad, siempre mantenía la calma ante cualquier situación.
En nuestra familia cuando había algún pleito entre papá, mamá y yo, él era el que nos sentaba a todos juntos, nos calmaba y lograba que terminaramos los cuatro abrazados como si nunca hubiera pasado algo.
Tan calmado era, que escuchar como su tono de voz se volvía algo oscuro me desmoronaba un poco. Nunca se había enojado conmigo, ni desde pequeños, y el hecho de que lo estuviera haciendo ahora por una decisión que era solo mía, me enojaba a mi también.
―Exacto Campanas, no insistas ¿Como te lo tengo que decir? Ah, ya sé...En francés ¡N'insiste plus!―grite dentro del auto.
Bells negó con la cabeza y no dijo nada mientras apretaba el volante hasta dejar sus dedos blancos. Sin que estuviera preparada, maniobró el auto hacia la derecha deteniéndose a un lado de la carretera desierta, provocando que me pegara contra el parabrisas sin querer.
―¡Idiota!―grite mientras una mano la llevaba a mi frente golpeada y la otra hacia su hombro para empujarlo.
Bells se quitó el cinturón y se abalanzó hacia mí hasta girarme en mi asiento para que pudiera mirarlo directamente y así no desviara mi mirada a otro punto.
―¡No porque yo no pude entrar significa que tu no lo tengas que hacer!
―Ya tome mi desicion―dije decidida mientras me cruzaba de brazos―Desde un principio lo dijimos. O entrábamos los dos a la carrera o ninguno entraba, ¡Hasta lo firmamos en un papel…
―¡En un papel que hicimos a los 5 años, Bambi!―abrió sus ojos marrones tanto que tenía la leve sensación que si lo seguía haciendo se le saldrían hacia afuera.
―¡Papel que sigo llevando conmigo! ¡Y vuelve a ponerte el cinturón, por favor!.
―En estos momentos lo que menos me importa es colocarme el puto cinturón, Red. Por Favor no cometas el error más grande de tu vida.
―¿Y como sabes que va a ser un error que no quiera estudiar esa carrera?.
―Por dios Red, fue nuestro sueño desde los 5 años. Jamás renunciamos a él durante toda nuestra adolescencia.
Mire hacia otro lado que no fueran sus ojos de perrito, porque solo Dios sabe que esos ojos lograban lo que querían cuando la gente adecuada los miraba―Por eso mismo―dije bajito. Sin que pudiera detenerlo, una lágrima se escapó de mis ojos―Era nuestro sueño, no solo mío.
Bells suspiró pesadamente como si esa realidad lo hubiera golpeado y luego su tacto desapareció de mi piel―Ahora solo es tuyo.
Volví a girar el rostro hacia él, pero ahora no solo con una lágrima cayendo por mis mejillas. Lloraba libremente y sin nada que me detuviera―Juro que si vuelves a decirme eso…
―¿Que? ¿Qué me dirás ahora? Pensamos igual Bambi, se que me dirás. Soy tu hermano gemelo.
―No tienes ni la menor idea de que dire―dije pasándome el brazo por la nariz para quitarme los mocos que me colgaban.
―Si, si lose.
―¡Que no!―grite―¡Te odio Bells!―El brillo de la luna que asomaba por fuera del automóvil que seguía encendido, logró que viera como sus ojos se agrandaron. Dolidos y brillantes. Odiaba sentirme tan impotente, como una verdadera idiota por seguir nuestro plan sabiendo que el lo cambiaria sin importale mi opinion―¡Te odio! ¡Por mi, jamás hubiéramos hecho ese maldito contrato!―lleve mi mano al bolsillo trasero de mi pantalón y comencé a desdoblar un papel arrugado y amarillento por llevarlo conmigo durante 14 años. Y sin pensarlo bien lo comencé a romper en pedacitos―¡ESTO JAMAS DEBIO DE EXISTIR! ¡NUNCA JAMAS DEBISTE DARME ILUSIONES DE QUE SEGUIRÍAMOS JUNTOS EN EL FUTURO! ¡ME ABANDONAS COMO SI NADA Y SIN SIQUIERA PELEAR! ¡TE ODIO!.
―Bambi no lo dices enserio―comenzó a llorar Bells mientras recogía cada parte de nuestro contrato que yo seguía haciendo pedazos enfrente de él.
Rompí la última parte del acuerdo, que ahora, era solo un insignificante papel,y se lo tiré al rostro―¡OJALA NUNCA HUBIERAS SIDO MI….
―¡Bells!―grite volviendo a la realidad. Mi cuerpo por instinto hizo que me sentara en la cama y saliera de mi pesadilla atrayendo a mi conciencia devuelta a la realidad―¡Bells no!―comencé a llorar desconsoladamente sin siquiera atreverme a abrir los ojos. Mis manos yacían temblorosas al lado de mi cuerpo y mi pecho subía y bajaba como si hubiera corrido una maratón.
No de nuevo.
Llevaba días sin tener mis pesadillas, no las quería devuelta.
―¿Bambi?―a lo lejos escuche una voz gruesa y áspera detrás de mí, pero no hice ni el menor caso. Estaba concentrada en llorar y tratar de recuperar solo una imagen de mis pesadillas. Su rostro.
Necesitaba ver su rostro una vez más. Solo una vez más antes de abrir los ojos.
La cama se hundió más a mi lado y de la nada una mano se posó en mi cintura haciéndome saltar por el repentino contacto. No me esperaba ese gesto de su parte, por lo que me giré hacia él y me obligue a abrir los ojos ya que la imagen del rostro de Bells no había vuelto a aparecer. El rostro somnoliento de Heaven por haberlo despertado de la nada debido a mi llanto desapareció al darse cuenta de mi estado, siendo reemplazado por uno de preocupación ante la imagen que tenía enfrente.
Debía de estar dando realmente pena mi estado.
―Ay Bambi―Sin esperarme un apoyo de Brooks, este se acomodó detrás mío, dejándome sentada en medio de sus piernas―Ven, deja descansar tu espalda en mi pecho―me sugirió de una manera muy suave.
Como vio que no hacía nada, el mismo con sumo cuidado deposito mi espalda sobre su pecho, dejando mi cabello a un lado. Una de sus manos se fue a mi estómago y el otro a las mantas para poder taparnos como pudiéramos en esta posición.
―¿Tuviste una pesadilla?―escuche como susurraba sobre mi nuca.
Asentí en signo de afirmación.
―¿Quieres hablar de ello?.
Negué sin mucho ánimo.
―Entonces dime que puedo por favor, me duele verte así―No sabía si debía creerle o no. ¿Cómo le podía creer algo así cuando apenas nos conocíamos?, ¿Cómo podía experimentar ese sentimiento cuando apenas me conocía? Aun con la duda cruzando vagamente por mi mente, la parte de mi cuerpo y corazón que les gustaba mucho Brooks, lograron que me diera vuelta y llevara mis brazos hacia su cuello quedando extendida sobre el. Hundí el rostro en su cuello y así me quedé.
―Dime que no fue mi culpa―sollocé sin poder evitarlo―Dime que no tuve la culpa de nada.
Brooks respiró pesadamente y llevó sus manos a mi cintura para envolverme―No tuviste la culpa de nada Bambi. Nose que pudo haber sucedido para que estés con ese dolor tan profundo, pero lo único que sé es que las cosas suceden sin razón alguna y no puedes evitarlas, pero no por eso vas a hacer tu la culpable.
Mi corazón ya estaba roto, pero cada una de sus partes se contrajo nuevamente al escucharlo. Brooks se equivocaba y el no lo sabía. Había algunas cosas en la vida que si se podían evitar y lo que había pasado hace unos años, sí se podía haber evitado y siempre me sentiría culpable por no haberlo hecho.
Así que mientras me hundía mentalmente, lo único que hice, fue aferrarme más a Brooks y tratar de calmarme.
Brooks no era Oliver, quien era el que sí sabía toda la historia y lograba sacarme todo pensamiento de autoculpa. Pero por el resto de la noche, me permití resguardarme en los brazos de Brooks, que fueran mi refugio por una noche. Y me obligue a no acostumbrarme a ello.
(...)
Dolor. Una gran punzada en la espalda logró despertarme de lo que parecía una de las peores noches que había tenido.
Trate de estirar mi cuerpo sobre la cama, pero aun podía sentir como los brazos de Brooks seguían aferrándose a mi cintura descubierta de una manera fuerte y posesiva.
Despegue mi rostro que se encontraba oculto en el espacio entre su hombro y cuello, y gire lo máximo que pude para observar la situación. Nos encontrábamos en la misma posición en la que Brooks me había consolado durante la madrugada. Literalmente se había quedado dormido de la peor manera conmigo encima y al final quien terminaría más adolorido al despertar no sería yo.
Sin pensar si se podría despertar, me afirmé en la pared en la que estaba afirmada la espalda de Brooks y me enderece para poder depositar un corto beso sobre sus labios que se encontraban semi abiertos mientras dormía―Gracias por consolarme―susurre.
Pensé en volver a quedarme dormida sobre su hombro hasta que él despertara, pero el ruido de algunas voces al otro lado de la puerta atrajeron mi atención. Como pude, comencé a arrastrarme hacia abajo por sobre su cuerpo, en un momento Brooks se acomodo y parte de su prominente miembro quedó acomodado entre mis senos.
―Ay por dios, mal momento para esto Brooks―susurre. Mire hacia su rostro para ver si se había despertado por mi contorsionismo, pero nada. Con un dedo corrí su erección mañanera hacia un lado y con esa misma mano levanté sus brazos para sacar mi cabeza que era lo único que aún quedaba atrapada entre su cuerpo y mi libertad no tan deseada.
Después de lo que pareció algo eterno, al fin me encontraba de rodillas en el piso, fuera de la cama. Sinceramente no había encontrado razones que me hubieran obligado a salir de su contacto que tanto me había agradado, en especial por el olor a su perfume que con cada respiración que daba, llenaba mis pulmones y uno de mi sentido con un exquisito aroma a cítricos.
Pero pensando fríamente mi situación, necesitaba mi espacio para dedicarme a pensar sobre mi pesadilla y también para encontrar a Oliver. Necesitaba de él en este momento y lamentablemente no de Brooks, y esperaba que jamas lo necesitara porque seria mi fin.
Depender de la ayuda de un amigo, es muy diferente de una persona que sabes que en cualquier momento puede llegar e irse de la nada.
Me pare con cuidado del suelo, limpie mis rodillas y tome la camisa de Brooks que él había dejado sin doblar encima de mi escritorio. Antes de salir de la habitación, me dedique unos segundos en tapar con mis mantas el cuerpo de Heaven, el cual seguía durmiendo en la misma posición.
Lo menos que podía hacer por él, era hacer un buen café para que despertara y un “gracias” de mi parte, por lo que me anoté mentalmente hablarle a Oliver sobre mi pesadilla en otro momento del día.
Salí de la habitación con sumo cuidado de no meter ningún ruido, ya afuera caminé el corto pasillo mientras peinaba mi cabello con los dedos. Al entrar a la sala, mis ojos hinchados por tanto llorar se abrieron al notar el peor desorden del mundo.
―Yo no ordenare―fue lo primero que dije llamando la atención de Karlarsson que yacía extendido sobre la mesa americana―Ni en tus mas lindos sueños limpiaré yo.
―Te lo dije Kar―hablo una tercera voz de la que no me había percatado. Robbie salió de su escondite con una taza humeante y con paso lento pero decidido caminó hacia mi lado―Buenos días―me saludó con una voz ronca y muy varonil para mi propia salud. Por unos segundos su mano que estaba libre, la apoyó sobre mi cintura provocando una pequeña corriente que me hizo estremecer en mi lugar, mientras que a él le sorprendió.
Mire su mano y luego a mi cintura y como si Robbie se hubiera dado cuenta de su error, coloco un espacio prudente entre los dos―¿Café?―me ofreció su taza tratando de que olvidara ese momento que apesar para mi no había sido incómodo.
―A eso mismo vengo―dije sonriéndole. Sin saber porque, recorrí las distancia entre los dos y le di un beso en la mejilla―Buenos días para ti también.
Robbie me miró extrañado y bastante serio por lo que ahora sí que me sentí incómoda y más que nada, bastante rechazada, por lo que me aleje y camine hacia los muebles de la cocina para sacar dos tazas, el café y el azúcar.
―¿Por qué no puedes ordenar tu preciosa?―gruñó Karlarsson mientras se enderezaba de la mesa y se arrastraba hacia mi. Mientras echaba dos cucharaditas de café en cada una de las tazas, Karlarsson pasó sus brazos por mi cintura y pegó su rostro en mi estómago ―Limpia por mi por favor.
―No―dije cortante mientras dejaba el café a un lado―No soy la ama de casa, aquí todos podemos limpiar—Tome sus brazos y los despegue de mi cintura—Tienes manos, usalas idiota.
Robbie que seguía de pie en medio de la sala mientras bebía de su café, se rió ante mi respuesta. Era muy raro escucharlo reír, aunque en realidad nunca lo había escuchado hacer eso antes.
—Acuerdate Kar que tu prometiste ordenar, tratos son tratos—miró a Karlarsson y luego a mi para guiñarme uno de sus lindos ojos.
Arrugue mi frente ante ese pensamiento, ¿Desde cuando pienso que tiene lindos ojos?.
Me giré en mi propio eje y fui a colocar poquita agua en el hervidor para el café, al estar colocando la maquina, una cuarta voz chillona apareció en el ambiente.
—Pero miren lo que ven mis ojos, alguien está usando ropa que no es de ella—Hablo Oliver con un tono de estar insinuando algo comprometedor.
Automáticamente tome un puñado de la camisa de Brooks entre mis manos.
Me di la vuelta y luego afirmé mi trasero en el mueble. Levanté una ceja curiosa al ver que no era la única que tenía colocado algo que no era de él—Miren lo que ven mis ojos, alguien se pintó los labios de rojo, oh esperen, ¿De quién es ese labial?.
Antes de que me respondiera, el hervidor hizo un pequeño sonido indicando que el agua estaba hervida, por lo que lo tome y llene las dos tazas hasta casi estar con el líquido hasta arriba.
Oliver iba tomar una de las tazas pero le pegue en la mano para que no hiciera nada―Saca la mano―chille―Eso no es tuyo.
Como si se hubiera dado cuenta de lo que sucedía, antes de que yo pudiera siquiera dar un paso hacia fuera de la sala, se interpuso en mi camino―¿Para quién es ese café?.
―¿Y a ti que te importa?―respondí aguantándome los nervios. Que no diga sus pensamientos en voz alta, que no los diga…que no los diga, comencé a rezar.
―¿Hay alguien en tu habitación?―preguntó con una ceja acusatoria.
―Ni mi mamá se comporta como una madre y lo vas a hacer tú―me rei tratando de desviar el tema―Con tu permiso, se me enfriaran los cafés―dije nuevamente tratando de dar un paso directo a mi habitación. Pero ahora dos personas se interponian en mi camino y no solo una.
Karlsson que de la nada se interesó en lo que Oliver estaba discutiendo conmigo,por lo que le hizo compañía en el "Cuestionario mañanero de Bambi".
―¿Quien esta en tu habitación?―Kar se cruzó de brazos mientras achinaba los ojos como si en mi rostro estuviera la respuesta.
―Lo mismo que le dije a Oliver, ¿Y a ti que te importa? Déjenme pasar―Dije esto último con una risa suelta, risa que claramente me delataba.
Oliver se dio vuelta para quedar de frente a Kar―Ella esta con alguien―afirmó mientras movía la cabeza apuntando a mi dirección.
―¿Tienes una sospecha de quién es?―pregunto curioso Kar.
―¡Chicos, estoy aquí!¡No pueden hablar de lo que hago y no hago frente mio!―hable un poco más alto mientras movía los dedos que comenzaban a arder por el calor de las tazas.
―Pff, obvio que la tengo―le pego Oliver en el hombro a Karlarsson―Soy su mejor amigo.
―¿Y quién es entonces?―subió y bajó los hombros en señal de que poco le importaba si era mi mejor amigo o no―¿Es alguien que conocemos?.
―¿De verdad hermano que no tienes ninguna sospecha?...
―¡Suficiente!―hable aún más alto pero sin llegar al punto de estar gritando―Yo no estoy comentando con Robbie de quien te beso como desesperada dejando labial hasta en tus boxers―dije mirando directo a Oliver―Y tampoco ando preguntándole a Robbie quién fue la dueña de todos los chupones que llevas esparcidos por el cuello y abdomen, Kar.
Oliver y Karlarsson me miraron avergonzados, cuando iban a abrir sus bocotas de las cuales lo más seguro saldrían varias disculpas y palabras lindas para recompensar mi mini cabreo, me corri hacia un lado y comencé a hacer mi recorrido hacia mi habitación.
―Olviden que me vieron aquí.
Pero antes siquiera de dar cuatro pasos, enfrente de nosotros la puerta de mi habitación se abrió dejando en claro quién era el dueño de la camisa que llevaba puesta y a quien le iba a dar su café de Buenos días.
Mi cuerpo reaccionó con solo verle. Se había vuelto a vestir con la misma ropa de la noche anterior. Su cabello iba desordenado con algunos mechones blancos cayendo sobre su frente dándole un aire bastante sexy, mientras que su abdomen iba al descubierto debido a que yo llevaba puesta su camisa. Me derretí al verlo en especial caminando hacia mi, por lo que me aferre mejor a las tazas para que no se me cayeran por que en algún momento, había comenzado a tiritar de los nervios al recordar algunas situaciones comprometedoras que habíamos vivido hace poco.
Cuando estaba ya casi enfrente mio, sacudí la cabeza despejando toda imagen de mi mente y coloque mi mejor sonrisa mientras le tendía con anticipación su taza de café―Buenos Di…
Y antes siquiera de terminar mi frase, mis palabras quedaron suspendidas en el aire al ver que Brooks pasó de largo sin tomar en cuenta mi presencia. Cruzó la sala, tomó su chaqueta de cuero que yacía sobre el sillón y cerró de un portazo la puerta de entrada.
Pero que mier…
Sin siquiera comprender lo que había pasado, la puerta de la habitación de Oliver se abrió de la nada y salió la mejor amiga de Brooks, que recorrió el pasillo lo más rápido que pudo.
Paso a un lado de mi y fue directo hacia Oliver.
―¿Ese fue Brooks?―le preguntó Jazmin.
―Si―respondí yo aun mirando a la nada.
―Mierda, debo ir a buscarlo―dijo y luego se escuchó un sonoro beso―Te llamaré durante el día ¿Si?.
―Estaré atento al celular―respondió mi mejor amigo.
Antes de irse, de la nada Jazmin se paro enfrente mio con una mirada de tristeza y me dijo algo que me dejo aun peor de lo que estaba―Espero que no seas tan tonta como para esperar que el te quiera.
Y con eso se fue del departamento corriendo detrás de Brooks.
Mi corazón que aun seguía sensible por mi pesadilla y por las dudas de que sentía Brooks por mi, se terminó por caer al suelo y ser aplastado por la indiferencia del chico que me había abrazado durante noche y las crudas palabras de su mejor amiga.
―¿Qué mierda fue todo eso?―preguntó Robbie.
Karlarsson se ganó enfrente mío y me quito las tazas de las manos. No me había dado cuenta que había comenzado a botar su contenido debido a que en algún momento comencé a derramar el líquido hirviendo sobre mis manos.
―¿Enserio te acostaste con ese imbécil?―volvió a hablar Robbie con un deje de decepción.
No respondí a pesar de que sus suposiciones eran falsas.
―Realmente la chica tenía razón, eres una tonta.
―¡Callate Robbie!―salto en mi defensa Oliver―No estás ayudando en ninguna mierda con tus comentarios.
―Dejalo―hable por fin, tomé una respiración y me di vuelta para encararlos.En especial a Robbie―¿Sabes que?―me dirigí directamente a él―Si, soy una tonta y lo seré mil veces lo más seguro… Así que vete acostumbrando o si no ahí está la puerta.
Me di la vuelta y comencé a caminar hacia mi habitación―¡Ni se les ocurra entrar!.
Al cerrar la puerta de mi habitación lo primero que sentí fue el perfume de Brooks, lo cual provocó que llorara aún más de lo que ya lo estaba haciendo. Trate de alejar su perfume de mi sentido del olfato abriendo las ventanas, pero fue inutil por lo que preferí irme directo a mi cama. No tenía ganas de nada.
Muy en el fondo, una parte de mi se esperaba esa actitud de parte de Brooks, pero imaginar algo es muy diferente a vivirlo.
Mi mente se había nublado junto a mis sentidos, por lo que no noté la presencia de Oliver a mi lado hasta que sentí su fuerte brazos envolviendo mi cuerpo mientras yo seguía en posición fetal.
―No debiste acostarte con él.
―No, no debí.
Hola mis pimpollos, lo siento muchísimo por desaparecer pero estuve 0 motivada a editar y escribir ya que la universidad terminó por colapsarme hasta quitarme las ganas de escribir.
Pero aquí hay nuevo capitulo, espero les guste mucho y hayan extrañado mis actualizaciones 🖤.
TEORIAS Y COMENTARIOS SOBRE EL CAPITULO AQUÍ.
Gracias por el apoyo, los quiero un montón. Y espero que se esten cuidando mucho porque aun existe el 👑virus.
ACUÉRDENSE DE DARLE ESTRELLITAS A LOS CAPÍTULOS Y SEGUIRME TANTO EN INSTA COMO AQUÍ EN WATTPAD.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro