Capitulo 5 🔥 (Parte 2.1)
Brooks Heaven
“El poste es de acero con E=2,1x106 kg/cm^2 La sección transversal del poste es un cuadrado hueco de 10 cm de lado y el espesor es de t=1,5 cm. La viga CE es de madera laminada de sección transversal rectangular con ancho 20 cm y altura total h= 45 cm. Las cuatro capas de madera...
―Bla, bla, bla y mas bla―arrugue la guia hasta hacerla una bola de papel del tamaño de mi palma y la tira frustado hacia la pared―¡Joder!―grite.
Era la quinta vez que leía los mismos problemas que el profesor nos había enviado para que desarrollaramos y aun no los había resuelto. Ni siquiera uno. Y no porque no pudiera porque sí que podía,sabía que podía porque era inteligente. Siempre lo he sido... solo que mi mente estaba en todas partes menos en eso.
Mi mente se encontraba recreando imágenes de un cabello largo y tan sedoso como un atardecer naranja rojizo. Muy rojizo o muy anaranjado. No lo sabía con exactitud. Imaginaba lo suave que podía llegar a sentirse entre mis dedos y con la facilidad con la que lo podría trenzar. El contraste de su cabello rojo con su piel blanquecina, totalmente lisa, formaban una paleta tan cálida de colores que me llegaban a aturdir. Tenía grabada en mi mente además, unos grandes ojos azules que me miraban con una pasión que provocaba que cada parte de mi cuerpo cobrara vida.
Y si que cobraba vida…
El bulto de mi pantalón creció por quinta vez en el día al solo pensar en Jones. Mierda, Jones rondaba en mi cabeza más de lo que quería admitir. A cada hora y cuando menos necesitaba pensar en ella, llegaba a mi mente para atormentarme. Era como si hubiera caído en un hechizo que solo consistía en que mi vida desde que nos acostamos, rondara en ella.
No sabía lo que me pasaba, ¡Dios! ¡Ni siquiera la conocía!, ¿Cómo era posible que una chica de lo más común me hubiera afectado tanto?. Bambi no era ni la mitad de linda que otras chicas de mi facultad o de por sí de la universidad, a primera vista no llamaba la atención más que por lo llamativo de su cabello y sus prominentes caderas junto a otro atributo que se movían de una manera demasiado sexy, sin si quiera que ella misma lo notara. Atributos que debo aceptar que más de alguna vez le mire antes de acostarme con ella, porque ¡Vamos! soy hombre y casi siempre nos fijamos en eso a primera vista.
Joder, era una chica comun y no era que me importara eso en verdad, bueno...en realidad ¡Si! porque no entendía qué era lo que ella tenía para tenerme la cabeza hecha un lio.
Tomé un cojín que estaba a mi lado y me tape la cara con el―¡Sal de mi cabeza!―aleje el cojín y me pegue con él. No una, sino varias veces―¡Que salgas!―grite.
Inspire profundamente y solté el aire mientras dejaba de nuevo el cojín a mi lado con un golpe que provocó que se deformara y quedará hundido por mi puño. Este último tiempo, específicamente hace unas semanas, había tomado la costumbre de golpear todas las cosas a mi alrededor. Dentro de mí, crecía una frustración que no lograba diferenciar entre si era sexual, por no haberme podido seguir acostando con cualquier chica ya que casi en el clímax de la situación le buscaba a cada una de ellas, un lunar en forma de luna en el cuello y cuando no lo haya por obra del espíritu santo se me bajaba la calentura. O frustración emocional por no saber que mierda me pasaba.
Ninguna de las dos opciones me gustaba. Para nada.
Abrí mis ojos y me concentré en un punto fijo enfrente mio, pero como si la vida me odiara lo que se encontraba en la pared de enfrente era el post-it que Bambi me había dejado a la mañana siguiente de acostarnos. Cuanto la odiaba por no haberme dejado su numero de celular, si hubiera sido así ya la hubiera llamado para que terminara bajo mi cuerpo y con eso darle fin a mi frustración sexual. Un polvo de recuperación.
Pensandolo bien, si...lo más lógico era que eso necesitaba. Mi cuerpo necesitaba del suyo una vez más, nada más. Solo para recuperar fuerzas y que así yo pudiera recuperar el poder de mis erecciones. ¿Pero cómo haría para que se volviera a acostar conmigo? La oportunidad de habernos follado hasta el cansancio y que nuestras piernas no pudieran más, ya había pasado.
En realidad, yo la había dejado pasar por el simple hecho de que no estaba celosa, ¿Por qué se me había pasado eso en la cabeza? ¿Por qué mierda en ese momento mi erección había dependido de mi orgullo masculino al saber que tenía o no efecto en una chica? Por dios, era patético.
Necesitaba encontrar la forma, la excusa perfecta, para poder acostarme con…
―¡Idiotaa!―fui interrumpido por la voz de Jazmin, que venía de alguna parte de la casa. Poco después de gritarme, pasó como un huracán en mi habitación y se dejó caer en mi cama sin importarle que tuviera mis cuadernos y libros abiertos ahí mismo.
Jaz se acomodo mejor quedando boca abajo, sacó los cuadernos que había aplastado debajo de ella y los lanzó al suelo. Con uno de sus pies, empujó la bota negra de cuero hacia atrás hasta que se la logró sacar y con el pie que ahora solo tenía su calcetín de marvel puesto, empujó la bota que le quedaba puesta para que terminará también en el suelo.
―¿Te apetece salir hoy?―me pregunto batiendo sus pestañas y sonriéndome tiernamente para convencerme de que aceptara su plan.
―No tengo muchos ánimos de salir―me sincere. Cerré los cuadernos que quedaban sobre la cama y los deje apilados en una mesa de noche que había al lado. Después tendría que recorrer mis cuadernos y ordenar todo. A pesar de mí mismo tirar papeles, libros o ropa por doquier, me gustaba el orden cuando estudiaba.
Jazmin arrugó la frente―¿Por qué?¿Qué te pasó? Tu siempre quieres salir, sin importar que sea en mitad de semana.
―Solo no quiero salir―respondí teniéndome a su lado. Pase una mano bajo mi nuca―Hay alguna veces en que uno no quiere nada en la vida y para mi ese es uno de esos días.
―¿Paso algo con tu mamá?¿Tu hermanito?―preguntó preocupada mientras se giraba hasta quedar de medio lado, logrando así mirarme bien con sus ojos demasiados alerta.
―No, nada de eso Idiota...Nada de eso―”gracias a Dios” pense, si sucedida algo con respecto a mi madre o con respecto a mi hermanito, seria la guinda de mis preocupaciones― solo que...no encuentro la motivacion para ir.
Jaz se quedó callada, se corrió un poco mas hacia mi y dejo el mentón sobre mi hombro―¿Y si te dijera que tengo la motivación perfecta para que vayas?.
―No te creería, porque la única motivación que tenía antes para salir eras tú, además de acostarme con alguien―Jazmin puso los ojos en blanco con lo último―Pero desde que empecé a cuidarte por tu poco nivel de aguante frente al alcohol, se fue a la mierda esa motivación―dije para molestarla.
―No seas llorona, solo te vomite cinco veces la ropa, nada mas―me pego en el estomago haciendo que me lleve las mano hacia ahí―Pero es enserio, tengo tu motivación perfecta y te va a encantar.
―Pruebame―la rete.
―La fiesta será en el departamento donde vive Bambi.
Y como si fuera magia, mi pulso comenzó a acelerarse. Eso sí que era una motivación. Una gran motivación hecha color rojo.
Le baje las revoluciones a los latidos de mi corazón y trate lo máximo que pude de hacer que en mi voz no se escuchara sonara ni una pizca de emoción. Y como si no me importara tanto eso, le pregunte―¿Y como tu sabes eso?.
―Me acosté con su compañero de departamento hace un tiempo―se volvió a girar y quedó tendida de espaldas―En pleno acto me llamo Bambi y cuando me fui indignada de ahí, choque con ella que también iba saliendo, solo que de su habitación. Obvio...
Al entender a que se estaba refiriendo, algo se movió en mi estomago y subió hasta mi garganta. Pero me obligue a volver a tragarlo fuese lo que fuese. Pero no pude evitar que mis puños se apretaran hasta volverse blancos, pero no sucedió más que eso.
Así que Bambi no solo se había acostado conmigo (como me hubiera gustado que fuera así) también se había acostado con su compañero de departamento. Tipico Cliche. De un momento a otro mi mente comenzó a trabajar muy rápido. En vez de darle poca importancia a Bambi, mi mente comenzó a trabajar a la velocidad de la luz “¿Cuántas veces lo habrán hecho?” “¿Lo seguirán haciendo?” “¿Será mejor que yo en la cama?” No, eso es imposible.
―¿Estas segura que es compañera de piso de él?―pregunte como para asegurarme.
―Si estupido mas que segura, mira―Le quitó la contraseña a su celular y en tiempo record encontró la cuenta de instagram del chico del que me hablaba y me entregó su celular―La mayoría de sus fotos son de él con Bambi o con ella y el nerd. Mi nerd o próximo novio nerd o...como sea.
Tome el celular entre mis manos y si, se notaban que eran compañeros de piso. Hice click en una foto cualquiera y por decir cualquiera me refería a todas las que parecía Bambi junto a él y eran muchas en verdad. La primera foto que vi en su perfil, era de hace unos días, se veía a Bambi muy risueña abrazandolo por el cuello mientras a ella la abrazaba el tipo que siempre la acompañaba a todos lados como un perro faldero. La mano de chico que llevaba como apellido Karlarsson se encontraba enganchada en la cintura de ella como si con eso gritara a los cuatro vientos que ella era del.
Y no joder, no era de él. Ni en sus putos sueños sería de él, ella era mi…
Alto ahí vaquero, Ella no era mía, ¿Pero qué carajo había pasado por mi cabeza eso?. Pero mientras más veía esa mano en la foto, más ganas de cortarla en pedacitos tenía.
―Okey, iré contigo―le dije a Jazmin sin pensarlo dos veces mientras le entregaba su celular.
Jazmin rio contenta y con los ojos achinados―Sabia que funcionaria si te mostraba el perfil de instagram se su compañero de vivienda.
―¿Qué te pasa? Eso no me hizo nada, no me afectó ni un poco si quiera―me pase una mano por el rostro como si eso votara toda la rabia que comenzaba a acumular dentro―Además, ese chico no se compara conmigo.
―Por dios, ¿Tu eres ciego o que estupido? Su compañero está para comérselo con chocolate derretido―dijo haciéndose agua su boca y un poco de baba se asomaba por ahí.
Tomé un cojín y se lo lance a la cara―Callate estupida―lo tomó y me lo tiró de vuelta.
Comenzó a bajarse de la cama, se llevó las botas bajo su axila y me apuntó con su celular mientras caminaba hacia atrás.
―A las nueve salimos para allá, tienes una hora para arreglarte―y con eso cerró la puerta de un portazo.
―¡Que te quede claro que voy solo para ver que no te vomites encima!―grité bien alto para que me escuchara desde mi posición hasta su habitación.
―¡Tu solo vas a verla de nuevo! ¡Y yo tener un buen polvo con el nerd!.
Negué con la cabeza, pero me delató una sonrisa torcida que comenzó a crecer en mi rostro.
Alguien si tendra su sexo de recuperación y mucho antes de lo esperado.
Porque era solo eso lo que necesitaba, ¿No?
(...)
―¿Estás listo?―escuche una dulce pero chillona voz desde la puerta de mi habitación. Levanté la vista de mi camisa que estaba terminando de abotonar y mire hacia la puerta a través del espejo.
Jazmin se veía hermosa. Si nuestra historia fuera diferente, ella sí sería una de las chicas que a primera vista me llamaría la atención sin dudarlo. Con su cabello rubio platinado hasta los hombros que estilizaba más su cuello y con ese cuerpo en forma de violín, bien proporcionado. Con todo lo necesario, justo en el lugar debido.
Su cuerpo en este momento llevaba como segunda piel un vestido color rosado fluor, que llegaba un poco más abajo que la mitad de sus muslos, combinado con una chaqueta de cuero negra más corta que la de siempre, junto con unas botas motoqueras repletas de tachas. Su cabello en vez de estar liso como siempre, se enroscaba en finas ondulaciones que le enmarcan el rostro y como siempre, no tenía ni una gota de maquillaje. No lo necesitaba.
Una sonrisa apareció en mis labios―Como diría cualquier chica a su mejor amiga―hice una pausa dramática para darle emoción al momento―Estas que ardes.
Jaz agacho la mirada avergonzada y mientras se pasaba un mechón de su cabello detrás de la oreja, dijo―¿Cre-crees que le guste como me veo?―Enderezo su rostro y caminó hacia mí para mirarse al espejo―Y-yo...bueno tu...sabes que no soy delicada y mucho menos femenina para vestirme―se pasó las manos por el vestido tratando de alisar cualquier arruga que no existía―Nunca me había puesto un vestido, siento que me ahorca todo el cuerpo...Me-mejor me lo ire a sacar.
Antes de que se marchara, la tome del brazo para detenerla y lleve mis manos a sus hombros―Jazmin, ¿Te vestiste para él?.
Hizo una mueca con los labios―No, bueno...si, creo que si.
Negué con la cabeza, lleve su pelo para atrás y acomode su chaqueta de cuero aunque no lo necesitara. Más que nada era una forma de hacer que se sintiera segura―No hagas eso, vístete para ti. Como a ti te guste, no para los demás. Está bien que quieras impresionar al nerd ese, pero no tienes que hacerlo perdiéndote a ti misma.
Sostuvo mi mirada con sus ojos preocupados―Pero esque lo he visto en los pasillos y mira siempre a chicas más femeninas que yo. Que andan con sus vestiditos floreados y sus sandalias planas―dijo eso haciendo muecas de odio―¡Por eso me puse este maldito vestido!.
―¿Y qué importa si mira a chicas que visten distinto a ti? Jazmin, eres una mujer muy hermosa y mas aun con lo que te colocas―asegure―Porque brillas siendo tu misma sin importar que siempre andes vestida de negro o con cuero.
―¿De verdad?―preguntó dudosa.
―¿Es que tu eres estúpida o que?, ¡Te estoy diciendo la verdad!―la zarandee para ver si le entraba o no en la cabeza lo que le decía―¡Así que anda a sacarte esa mierda que parece semáforo rosado!.
Jaz sonrió de nuevo y rió con ganas.
―¿Cierto que parece semáforo?―negó con la cabeza y se soltó de mi agarre mientras se reía―Iré a cambiarme de nuevo―cuando ya se dio vuelta para retirarse de mi habitación, yo me di vuelta para terminar de mejorar mi aspecto frente al espejo―Oye Brooks.
―¿Que?―gire mi cabeza hacia su dirección. Jaz volvía a hacer asomada por el marco de la puerta.
―Tu tambien te ves bien y aunque no quieras admitirlo, se que tu si te vestiste para impresionar a alguien―dicho eso, me guiño un ojo y se fue hacia su habitación haciendo que sus botas sonaran contra la madera del suelo.
(...)
―Mierda, este lugar parece todos menos un departamento―sujete mejor a Jazmin contra mi y no la solté. El lugar era pequeño y no de esos lugares donde los chicos ricos dicen “Tengo un pequeño departamento” que en realidad es de lujo, casi forjado por oro, hasta con cinco pantallas última generación por habitación. En verdad el departamento era muy pequeño y cuando digo pequeño es que más de cincuenta personas estaban entre cuatro paredes cuando apenas 20 cabían ahí.
¿Cómo habían logrado entrar y más nosotros? Ni la menor idea. Para estas situaciones todo era posible.
Aún tratábamos de pasar más allá de la puerta y al fin lo logramos cuando un grupo de chicos y chicas salieron junto con un barril de cerveza al pasillo, recien ahora me atreví a soltar a Jazmin de mis manos para que pudiera caminar libremente. Poco después de que ese grupo se fuera, otro grupo más que también llevaba otro nuevo barril salió al pasillo. Un chico que conocía a vista porque me había golpeado con él por tratar de sobrepasarse con Jazmin pasó por mi lado como si fuera el rey del mundo.
―¡Ahora esto es mío!―le grité sobre la música arrebatándole el vaso rojo que llevaba en su mano. El chico si antes estaba borracho ahora se encontraba con todos sus sentidos activos. Sin dudarlo me entrego el vaso y si no es porque uno de sus amigos lo empuja para que avance, se hubiera meado ahí mismo.
Una parte de mi amaba el poder que tenía mi presencia.
Lleve mi nuevo vaso hasta los labios y eche la cabeza para atrás dejando que el líquido transparente me quemara la garganta.
―Aag, vodka―me pase una mano por los labios para secarlos―Como amo el vodka―dije irónico. Si esta noche tendria sexo, tendria que estar con varias copas encima para que fuera mas llevadero toda esta situacion.
Jazmin tomó un puñado de mi camiseta y se ganó en puntas para acercarse a mi rostro―Iré por algo de tomar―semi grito y hablo normal por la música, dejo un beso en mi mejilla
―Ten cuidado con el imbécil de Javier―le dije sin pelos en la lengua refiriéndome al chico que casi daña a Jazmin.
Jaz zapateo el suelo―Tengo a mis amiguitas de guerra y un amiguito en mi muslo―guiño el ojo.
―Ten cuidado, solo estoy pidiendo eso―volví a tomar otro trago.
Colocó los ojos en blanco―Si papá, tendré cuidado―me arrebató el vaso y se terminó todo el contenido como si fuera agua. Ni yo tenía tanto aguante para el alcohol―¿Y tú que harás?―pregunto curiosa mientras caminaba hacia atrás.
―¿Y a ti que mierda te importa?.
Ya a unos metros de mi grito―¡Usa condon!.
Negué con la cabeza y me senté en el sillón observando a mi amiga mientras se servía en un vaso rojo algunas mezclas raras de alcohol. Sabía que ella se podía cuidar sola, lo tenía más que claro. Era ruda, no le daba miedo golpear a alguien y sabía defensa personal por lo que el que quisiera hacerle algo de nuevo, estaría frito. Pero eso a mi no me dejaba tranquilo por lo que preferí quedarme cuidando de ella a lo lejos hasta que viera que se incluía bien en el ambiente.
Unos cincuenta minutos después, dos chicas borrachas en mis piernas (pero que no tome en cuenta ni lo más mínimo a pesar de sus extravagantes senos) y alguno que otro porro compartido con unos chicos de mis clases, recien ahi deje de cuidar a Jazmin ya que me habia dado el reto más grande del mundo por estarla mirando como un halcón al acecho y porque comenzó a entablar conversación con una chica bajita que me parecía haberla visto en algún lugar.
Esa chica era todo lo contrario a Jazmin pero ,desde donde estaba, parecía que habían congeniado.
Durante todo ese rato, no hubo ningún avistamiento de un cabello rojo natural ni de unas prominentes caderas y no es que la estuviera buscando. Solo que...bueno, si, lo admito. La estaba buscando.
Deje mi quinto vaso en la mesa que había a un lado y me enderece del sillón. Necesitaba mear con urgencia.
Camine unos pasos y me pille con un pasillo en donde habían unas tres parejas dándose el lote ahí mismo. Camine entre ellas tratando de no interrumpir a ninguna. Vi las puertas y tres de ellas estaban con unos dibujos raros que marcaban el nombre de “Robbie” y “Jackson” y “Oliver”.
―Ah que bien, además de vivir con el tipo ese vive con dos hombres más. Perfecto―susurré entre dientes para mi mismo. Más opciones para estar celoso, me encanta.
La otra puerta que estaba enfrente de la de Oliver estaba sin ningún diseño y la última a la que daba el pasillo, solo tenía una frase que decía “Si no eres Harry Styles vete, Obviously”. ¿Quién era Harry Styles? Por deducción supe que esa era la habitación de Bambi y como si mis pies no me pertenecieran dieron unos pasos demás hasta quedar enfrente de esa puerta, en vez de la del baño.
Levanté mi mano hacia la manilla, pero la dejé ahí. Sin moverla, sin hacer nada, simplemente sintiendo lo fría que estaba y pensando que si ella estaba dentro solo nos separaba una maldita puerta.
Como si el mundo quisiera responder y hacerme mierda, unos quejidos de mujer se comenzaron a escuchar cada vez más altos mientras varias cosas caían al suelo ¿Había estado todo este rato cogiéndose a otro mientras yo la esperaba?. Una parte de mi quería arruinar su noche por lo que sin más gire la manilla y abrí hasta atrás la puerta.
Una pareja que no estaba formada por Bambi y Karlarsson estaban follando encima de un mueble, cuando vieron que la puerta se abrió y yo me encontraba ahí, el chico salió de dentro de ella y se subió los pantalones mientras que la chica se quedó estática con las piernas abiertas. Mi cuerpo que estaba temblando de furia por la imagen que mi mente había formado de Bambi haciéndolo con otro, comenzó a relajarse pero eso no fue un motivo para no gritarles hecho una furia;
―¡Vayanse!―los dos me miraron asustados―¡AHORA!―grite más alto.
Al chico le importó una mierda dejar a su novia semidesnuda sobre el mueble, por lo que pasó a mi lado casi corriendo. Negué con la cabeza y comencé a sacarme la chaqueta que llevaba puesta, camine hacia ella y con una de mis rodillas la invite a que cerra sus piernas mientras le dejaba caer mi chaqueta sobre los hombros.
―Lo Siento por gritarte, en cambio a el me importa una mierda―le dije sincero.
La chica que antes no parecía nada tímida, ahora tímidamente adentro los brazos por las mangas y se bajo del mueble para acomodarse la ropa―Gra-gracias y lo-losiento por el desorden, si-siquieres te ayudo a ordenar…
―No te preocupes, yo que tu voy a terminar con tu novio...no merece la pena.
―¿Y tú?¿Y tu chaqueta? quiero decir―preguntó comenzando a sacarsela.
―No te preocupes―la comencé a detener―En algún momento de la noche me la devuelves―le guiñe un ojo mientras rogaba por dentro que de verdad me la devolviera. Era la única chaqueta de cuero negra original que tenía.
Asintió―Gracias Brooks― y se fue cerrando la puerta detrás de ella.
Apenas se fue, solté un suspiro que no sabía que estaba guardando. Era un suspiro de alivio, de no tener que haber visto una imagen de Bambi desnuda con otro que no era yo.
Pero apenas volví a respirar varias arcadas aparecieron. La habitacion olia a sexo y sudor. Asqueroso si tu no eres el dueño de esas partículas. Sin siquiera darme cuenta de lo que hacía o de preguntarme porqué lo hacía, fui a abrir la venta para que circulara aire por la habitación. Limpie el mueble con mucho alcohol para eliminar cualquier rastro de gérmenes y coloque todas las cosas que Bambi antes tenía ahí.
Una de todas las fotos que había ahí, me llamó mucho la atención. Una pequeña Bambi de aproximadamente quince años aparecía siendo envuelta por dos brazos que cubrían casi todo su torso. Esos brazos correspondian a un chico algunos años mayor que ella. Primero pensé que era su hermano, pero no se parecían. El tenia el cabello negro al igual que sus ojos, por lo que la otra idea que paso en mi mente fue que era algun novio antiguo.
Negué con la cabeza y volví a dejar la foto donde estaba. No debía meterme en lugares donde no debía. Me enderecé y volví a aspirar el aire de la habitación, por fin olía bien...solo que faltaba algo.
Mire por todos lados hasta que encontré lo que buscaba. Sobre una pequeña mesa al lado de la cama, se encontraba el pequeño frasco de Bambi que tanto la caracterizaba y me permití olerlo. Mierda, olía a ella. Apreté el botón algunas veces y eché su perfume por todos lados de la habitación.
Ahora era el paraíso de las manzanas. Malditas manzanas. Podría ser una adicto a las manzanas gracias a ella.
Tome el cojín en que más cantidad de perfume había caído y lo lleve a mi rostro.
No sabía en qué hechizo me encontraba. No sabía qué efecto había hecho Bambi sobre mi, pero en vez de negarlo una y otra vez como estos días, me permití sentir por unos momentos, eliminando mis “supuestas intenciones”. Me permití sentir que algo sucedía dentro de mí, algo que nunca me había pasado...pero fue tan fuerte esa sensación que me dio miedo.
Pero más miedo me dio escuchar la voz de Bambi justo en su habitación mientras olía su cojín como un maldito acosador.
―¿Brooks?.
Hola mis pimpollos, espero que se encuentren muy bien.
Espero que el capito de la vision y de lo que vivió Brooks antes de que Bambi lo pillara, les haya gustado mucho como a mi me gusto escribirlo 💕
Acuerdense de votar, de comentar y de seguirme tanto en instagram como aqui en wattpad.
Los quiero un momenton.
Pd: Quieras cambiar portada ¿Alguien que me quiera diseñar algun invento hermoso suyo?
Pd2: Tratare de actualizar pronto, pero tengo certamenes asi que tratare de dividirme como pueda 💕
Pd3: ¿Ya les dije que los adoro?
Pd4: El proximo capitulo, ¿Quieren que lo narre Brooks o que lo narre Bambi? Ustedes eligen y yo escribo jejeje.
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