Capitulo 5 🔥 (Parte 1)
Bambi Jones:
―No puedo más―me queje mientras sin mucha fuerza por parte de mis huesos dejaba caer la cabeza sobre el hombro de Oliver―Necesito comida. Ahora. ya.
Desde mi nueva posición, pude observar a Oliver levantando su reloj de muñeca para observar la hora.
―Solo quedan.. treinta minutos de clase―bajo su mano y siguió anotando sus apuntes al ritmo de la voz del profesor. Cosa, que yo igual debería estar haciendo, pero mi estómago quejumbroso se llevaba todas las energías que me quedaban como para terminar de escribir.
―Es mucho―susurre alargando la "u". No sabía que sacaba con decirle que el tiempo que quedaba de clases era infinito para mi, siendo que para él, ese tiempo era demasiado corto como para alcanzar a escribir todo lo dicho del profesor.
Como no me tomo mucho en cuenta, me acomode como una gatita que ronroneaba,en el espacio entre su hombro y cuello, y acerqué mi boca a su oído para rogarle con voz de niña pequeña―¿Hazme nanai en el pelo?.
Oli soltó una pequeña risa al sentir la fricción de mi cabello en su piel y mi aliento en su oreja, pero la disimulo en segundos con un raspado de garganta. Algo así, como si se hubiera atorado con una pepita de sandia.
―¡No hagas eso!―me reto bajito―Sabes que me da cosquillas y Bambi...soy hombre y esa zona es un punto g.
Tragué saliva e instintivamente dirigí mi mirada a su pantalón y él estaba en lo correcto. Era hombre y el montículo que sobresalía en su pantalón me lo confirmaba.
―¡Cochino!―le pegue en la pierna―Iug, ya me traumaste―levante indignada mi cabeza de su hombro y tuve la intención de volver a sentarme normal, pero Oliver alargó su mano hasta mi cabello y tiró de él hasta tratar de dejarme devuelta en su hombro.
―No te dije que te salieras.
―Pero yo me quería salir después de ver―apunte con un dedo hacia su parte baja mientras mi rostro se arrugaba―eso.
―¿Quieres tu nanai si o no?―Oliver levantó una ceja mientras sonreía estúpidamente.
No lo pensé dos veces.
Asentí al mismo tiempo en que sonreía mostrando todos mis dientes―Shi―me moví en el asiento y volví a dejar mi cabeza en su hombro. Pero esta vez con la vista a cualquier lugar menos la zona baja de mi amigo.
Oliver permitió reírse por lo bajo mientras llevaba su mano a mi cabello para comenzar a masajear mi raíz. Mis ojos se cerraron apenas sintieron sus dedos moverse.
―Te despierto cuando termine la clase.
Asentí despacio, y sin darme cuenta en qué momento había pasado, ya me encontraba en mi quinto sueño.
(...)
―Bambi―escuche un pequeño susurro que no provenía de los labios de Brooks que se encontraba frente a mi―Bambi―volví a escuchar, pero esta vez más cerca.
Frente a mi se encontraba Brooks sonriéndome como un bobo, a unos escasos centímetros de mi boca logrando que nuestras respiraciones formarán unas pequeñas nubes rosadas, que lo más seguro eran de un rico y esponjoso algodón de dulce. Sentí como una de sus gruesas manos comenzaba a apretar mi cadera mientras la otra apretaba mi trasero logrando que mi cuerpo se pegara más al suyo,
―Brooks―solté su nombre en medio de un quejido. Mi voz hizo que su sonrisa se agrandara más mientras que en ese mismo momento cortaba la distancia de nuestras bocas.
Abrí mis labios para él y así poder saborearlo, pero no llegué a sentir nada.
Trate de volver a tocarlo, pero cuando ya estaba apunto de hacerlo mi mente voló de ahí y se desvaneció de entre mis manos.
―¡BAMBI!―Oliver grito en mi oído, provocando que me asustara y me cayera del asiento de poto en el suelo.
―Auch―exclamé al sentir el golpe hasta la médula. Me pasé las manos por el rostro y luego pestañee varias veces para salir del trance "Brooks"―Mmmm―me queje estirando mis huesos aun sentada en el suelo.
―¿Despertaste bella durmiente?.
Me gire con mi frente arrugada y mis ojos lanzando dardos hacia donde se encontraba la voz de Oliver―¿Tu que crees?―afirmé una mano en el suelo y la otra en mi asiento para poder pararme. Una vez parada volví a estirar mis brazos hacia el techo y luego tomé mi bolso para echarlo al hombro.
Al pasar por el lado de Oliver y comenzar a bajar las escaleras de la sala junto a él, este me regaló una mirada coqueta como si me estuviera insinuando algo―¿Que?―pregunte.
Movió las cejas de arriba a abajo, cerró los ojos y con una voz quejumbrosa o ¿Excitada?, soltó―"Brooks".
―Ay mi dios―me llevé las manos al rostro mientras negaba―Ay no.
―"Ay siiiii" "Asi porfavor"―comenzó a quejarse Oliver en medio del pasillo imitando con cada frase mi voz, sin importarle que eso llamara la atención de más de alguno que otro metiche―"Brooks más duro"―siguió molestando descaradamente.
Abrí mis ojos como plato y lleve mis manos hacia su boca para callarlo―¡No soñe eso! ¡No dije eso, idiota!―lo retaba mientras me reía con toda la libertad del mundo. Mire a nuestro alrededor para ver si a alguien le había llamado la atención el nombre "Brooks", pero creo que nadie lo había escuchado.
Oliver llevó sus manos como pudo hasta mis costillas mientras caminábamos y me enterró los dedos para que lo soltara.
―¡Ay!―me quejé aun entre risas.
―No lo abras dicho, pero el "Brooks"―volvió a imitar mi voz excitada―Sonó como si en tu sueño te estuviera haciendo el kamasutra.
Oliver abrió la puerta que daba hacia el campus y me dejó pasar primero.
―Fue solo una vez―levanté mi dedo índice en su dirección―¡Unaa vez!―confirme por segunda vez―Y solo...solo estaba apunto de besarme en mi sueño.
Olvier abrió la boca en forma de "O" y se llevó el puño para ocultar ese gesto mientras se reía―Roja, si en el sueño solo te quiso besar y ya te quejabas como si estuvieras en cuatro...No me quiero imaginar cuando de verdad sea así.
Me detuve enfrente de él y me pase las manos por el pelo revolviendolo, luego por el pecho hasta llegar al abdomen mientras hacía mi propia voz excitada―Asi hare, mmmm―
Antes de poder reírme a todo nivel junto a Oliver, se escuchó detrás de mí, el ruido de dos platos quebrarse contra el suelo. Me giré y observé que habían dos chicos a unos pocos metros de mí, mirándome con la boca abierta y aun con las manos en la posición en que deberían estar sujetando sus platos. Me volví a girar hacia Oliver con la boca abierta del asombro y al mismo tiempo comenzamos a reírnos.
―Mierda roja, cautivaste a esos dos―camino dos pasos y pasó su brazos por mis hombros―Para la otra...excitate más bajito.
Estaba acostumbrada a perder la poca vergüenza y cordura que me quedaba con Oliver, los dos en eso éramos iguales. Pero esa tampoco era una razón para no evitar que mis mejillas se tiñeran de un rojo fuerte y aún más, cuando más de la mitad de los alumnos de la universidad se encontraba en el campus observando. Observandome.
O eso sentía yo.
Pasamos al lado de los chicos que ahora se encontraban recogiendo del cemento lo poco y nada de sus platos intacto que le habían quedado y solté un pequeño―Lo siento chicos.
Volvimos a reírnos, pero el tema voló a los segundos entre los dos―Ahora Roja sexy, ¿Almorzamos?.
(...)
Veinte minutos después, nos encontrábamos con Oliver tendidos en una zona del campus en que un árbol con sus frondosas ramas daba una sombra perfecta para sentarnos ahí. Mi torso estaba oculto entre las sombras mientras que mis piernas se encontraban extendidas absorbiendo los deliciosos y calientitos rayos del sol. Necesitaba sol, estaba demasiado blanca para mi gusto aunque aun bajo mi ropa,se veían las marcas del bikini que quedaron marcadas con el verano pasado.
―¿Aun sigue el plan?―preguntó Oliver mientras volvía a darle un mordisco a su hamburguesa.
Antes de sentarnos, nos dirigimos a uno de los carros de comida rápida que se encontraba en el campus y pedimos una triple ración de papas fritas para los dos y dos hamburguesas para cada uno, juntos a nuestras bebidas favoritas. De lima para mi y de Frutilla para él.
Yo ya me había terminado mis hamburguesas por lo que estaba esperando unos minutos para que mi cuerpo las digiera y así pudiera comer mis papas tranquilas. Siendo estudiantes de medicina, en este momento nos debería estar pesando la conciencia al ver lo que estamos comiendo, ya que sabemos de que este tipo de comida lo único que logra es tapar nuestras arterias junto a nuestras venas y que así se formen coágulos de sangre que terminaran en taquicardia. Pero, aquí estamos. Engordando y dándole energía "grasosa" a nuestro cuerpo para poder seguir estudiando.
―Sip―afirmé mientras tomaba la pajita de mi bebida y la llevaba a mis labios, observando a todos los que pasaban, sin ningún punto en específico. Aunque sí entre la gente hubiera un chico de cabello blanco, piernas delgadas y un torso formado por los mismos dioses, no tendría ningún problema en mirarlo más de unos segundos o horas―Terminamos y nos vamos a la biblioteca.
Agache mi cabeza y estire el cuerpo perezosamente hasta la bolsa que estaba al lado de Oliver para poder alcanzar una papita. Antes de siquiera poder llevarmela a la boca, alguien detrás de mí me la arrebató y se la comió.
―¡Ey!―chille enojada, tire mi cabeza para atrás y vi a Karlarsson al revés―¡Hola!― olvidé mi enojo en segundos y salude animada, mientras me giraba para terminar de rodillas en el suelo y así poder estirar los brazos para abrazarlo.
Era una costumbre para mi saludar con abrazos, encontraba que era una forma bonita de demostrar que de verdad estaba contenta de ver a esa persona, sin importar que la hubiera visto días o horas antes.
―Hola a ustedes también―salude con un movimiento de mano a los seis amigos de Karlarsson que lo acompañaban y se encontraban a una cierta distancia de nosotros mientras éste saludaba a Oli con un saludo de puños―¿Que les trae por aquí?―pregunté mientras utilizaba la mano de visera, para así ocultar el sol de mis ojos y poderle ver bien el rostro a Jackson.
Jack, se arrodilló hasta quedar a la altura en que nos encontrábamos sentados Oli y yo, y antes de hablar lo primero que hizo fue hacer una carita de puchero.
―Ay no―solté sin poder evitarlo, gire hacia la derecha y le sonreí con los labios apretados a Oliver―Este ser quiere algo.
―Solo se nos acerca cuando quiere algo―soltó Oliver levantó su vaso de bebida en forma de afirmación a sus palabras―O cuando quiere que le cocinemos en el departamento.
―Eso es mentira―contradigo Jackson. Le quitó el vaso a Oli, dejando a este, con la mano en la misma pose y los labios semi abiertos porque justo iba a por la pajita de su bebida―Bueno...esta vez sí, vine porque quiero algo― dijo y luego tomó un poco del líquido―Iu, frutilla...No me gusta, toma tu bebida.
Tome una respiración profunda y me prepare para escucharlo―Adelante, sueltala...pero no se si tenga lo que quieres.
―Quiero que me den permiso para hacer una pequeña, pequeñiiita reunión en el departamento―sonrió mostrando sus dientes.
―Es martes―dijo Oliver ya un poquito enojado, haciendo sonar el contenido casi inexistente de su vaso gracias a Jackson―Ni siquiera estamos a mitad de semana.
―Ñe―subió y bajó los hombros Jackson―Eso es lo que menos importa, ¿Y tú Bambi? ¿Qué dices? ¿Me dejas?.
―¿Por qué siempre las decisiones caen en mi?―pregunte en voz alta mientras me sobaba la frente―Haber...¿Seran pocas personas?.
―Si, si, sip―aseguro tres veces sonriendo como un angelito inocente―Solo seremos unas diez personas en el departamento.
Me quede pensando por unos segundos en los pro y los contra de tener diez personas encerradas en un departamento que apenas alcanzaba para nosotros―Bueno, no sé si es una buena idea Jackson―respondí indecisa. Le iba decir que para Oliver y para mi, la semana siguiente estaría llena de exámenes por lo que lo que más necesitamos era silencio desde hoy mismo.
Pero apenas dije "nose" Jackson aplicó su puchero de bebe y me derretí por dentro.
¿Por qué los hombres se ven tan adorables haciendo gestos de bebés?.
―¡Eso no se vale!―lo apunte con un dedo―¡Eso es trampa!―asegure. Jackson se rio y antes de pararse me depositó un beso en la frente y luego otro a Oliver sin saber porque.
―¡Son los mejores!―exclamó mientras caminaba hacia atrás junto a su grupo―¡Yo limpiare todo el desorden!―aseguro con un grito mientras se iba.
―¿Sabes que terminaremos mañana como las mucamas de él no?.
―Lo tengo más que claro Oli, más que claro―termine de decir mientras mordía una papita.
Por dios, cuánto amaba la fritura.
(...)
―Oli―dije su nombre para llamar su atención, pero ni siquiera levantó la mirada de la pantalla de su celular. Tomé mi cuaderno que estaba a unos metros de mí en la mesa, abrí una hoja cualquiera , la rasgue y forme varias pelotitas que me servian como pequeños misiles.
Lance un misil, pero no le dio―Oli―volví a lanzar y tampoco le dio porque pasó justo por al lado de su oreja―¡Oliver!―dije su nombre lo más alto que me lo podía permitir al estar en la biblioteca y esta vez, el papel le pegó justo en la frente.
Oli levantó la vista y me miró sin entender porque le hablaba―¿Que?.
―¡Que me nombres 7 protooncogenes y sus funciones biológicas!.
Dejó el celular boca abajo y se llevó una mano al mentón como si estuviera pensando―Un protooncogen sería "Jazmín es el amor de mi vida", y su función biológica es tener a los bebés más guapos del mundo, conmigo obvio.
Me golpee la frente con el libro―Me rindo―dije cerrando el libro con el que estábamos estudiando―Es perdido estudiar contigo cuando tienes el celular al lado.
―Esque por favor Bambi―levantó su celular y giro la pantalla en mi dirección. En su celular estaba el instagram de jazmin―Es la mujer más bella de todo el planeta―hablo de Jazmin como si fuera un tesoro al que apreciaba con el alma y eso que ni siquiera habían salido aún o conversado denuevo.
Mi corazón dio un pequeño brinco al ver a mi amigo tan embobado por una chica. Me gustaría ser la chica de alguien así. Que desde el inicio, aún sin estar juntos, piense que soy especial.
Pero no.
Solo estaba yo, mi intimidad no tan seca y...nadie más. Ya que Brooks no era una posibilidad.
―¿Han hablado estos días?.
El rostro de mi amigo se contrajo en un gesto de tristeza―No― respondió apenado― No me hablo apesar de haberle dado mi numero, siento que quede como idiota.
―No quedaste como idiota Oliver― lo apoye, estire uno de mis brazos por encima de la mesa para alcanzar su mano y entrelazarla con la mía―Sólo, que capaz que ella no se atrevió a llamarte o a enviarte un mensaje de texto, no seas negativo.
Mi apoyo no sirvió de mucho, porque Oliver soltó un suspiro y volvió a tomar su celular entre las manos para volver a mirar las fotos de Jazmín.
―Piensa que es mejor ser ignorado, qué dejado en una escalera de servicio con la falda hasta la cadera ―y a quién le tocó ser envuelto por una burbuja de tristeza, fue a mí.
Hace algunos días había ocurrido el accidente de la escalera de servicio y seguía dándome vuelta en la cabeza la pregunta de por qué Brooks me había dejado plantada ahí. Pero aún no encontraba respuesta a su maldita actitud, porque... literalmente me hubiera abierto de piernas ahí mismo si él me lo hubiera pedido. Sé que era muy hipócrita de mi parte sabiendo que ese mismo día me había dado cuenta que era mejor hacerse la difícil para llamar su atención pero entre sus besos y caricias esa idea se había ido a la mierda y seguiría yendo por ese camino si él me volvía a besar.
Quería pedirle explicaciones enfrente de él y preguntarle "Ey Brooks, hola, ¿Porque me dejaste con la falda arriba y no me hiciste tuya ahi mismo?", ¿Pero porque le pediría explicaciones yo, que ni siquiera era su novia?.
Y aún peor, si lo hacía me dejaría expuesta ante él.
Quería ser obvia, pero nunca tanto.
Un pequeño bostezo me sacó de mis pensamientos, elevé la vista y vi a Oliver bostezando hasta querer tragarse el mundo. Estaba muerto de sueño y la verdad era que el sueño también se estaba apoderando de mí pobre cuerpo. Después de almorzar nos dirigimos a la biblioteca general de la universidad y hasta ahora, que eran casi las diez de la noche, nos habíamos pasado estudiando.
Literalmente habíamos estado encerrados ocho horas aquí y para mi, esas ya eran más que suficientes horas de estudio y merecía un bendito descanso.
Me giré en mi asiento y comencé a guardar mis cuadernos junto a los libros y mi estuche dentro de mi bolso. Oli no perdió el tiempo y comenzó a ser lo mismo y en menos de 5 minutos ya nos encontramos caminando bajo la noche fría hacia nuestro departamento, que gracias a Dios quedaba solo a diez minutos de aquí.
Durante esos minutos nadie dijo nada, los dos nos sumergimos en un silencio cómodo que fue rellenado por el sonido del viento y algunos grillos cantando. Amaba las noches eran de lo más relajante.
El trayecto al departamento se nos hizo muy corto, Oliver abrió la puerta de entrada del edificio para que yo pudiera entrar, saludamos a nuestro amable portero y luego nos dirigimos a los ascensores.
Apreté el botón para que el ascensor bajara y mientras esperábamos, deje caer mi cabeza en el hombro de Oliver―Necesito una ducha―mi oración fue interrumpida por un pequeño bostezo―Una ración de Netflix y un buen café.
Oli pasó el brazo por mi cintura y me atrajo más a él para que apoyara mi cuerpo completamente sobre su costado―Yo prefiero solo dormir, necesito mis ocho horas de sueño.
El ascensor justo en ese momento, sonó indicando que había llegado. Me separe del cómodo cuerpo de mi amigo y me acomode el bolso mientras las puertas se abrían. Di un paso adelante, pero tuve que dar diez pasos atrás, debido a que del ascensor bajaron siete chicos borrachos que se tambaleaban mientras cantaban a todo pulmón.
Mi cabeza siguió el recorrido de los chicos que se dirigían hacia afuera, pero los que recién habían salido, fueron reemplazados por otro pequeño grupo, solo de chicas muy arregladas, que venía entrando.
―Ay no―deje caer los brazos al lado de mis caderas, tome un puñado del poleron de Oliver y me apresure a arrastrarlo hacia el interior del ascensor.
―¿Porqué habrá tantos universitarios paseando por aquí?―me giré hacia él con los brazos cruzados sobre el pecho sin poder creer lo que había escuchado― Este edificio es de ancianitos, no entiendo como...
Alce una ceja indignada.
―Aaaaaaah, Jackson es la respuesta―asentí―Bueno...adiós a mis horas de sueño.
Me volví a girar y comencé a respirar profundamente mientras me preparaba mentalmente para el huracán que debió de haber formado Jackson en nuestro pequeño hogar. "Por Favor Diosito, que solo sean esas personas y nada más" comencé a rezarle al de arriba, pero al volver a abrirse las puertas del ascensor, me pude dar cuenta que mis plegarias no fueron escuchadas.
El pasillo estaba atestado de gente que llevaba uno o dos vasos de plastico en sus manos. El pasillo que para mi era largo, ahora era solo un espacio reducido que se repartia entre gente sirviendo alcohol al lado de algunos ¿Barriles? y parejas manoseándose como si no hubiera nadie a su alrededor.
―¡Permiso!―grite cada vez que no podía pasar entre algunas personas, para poder llegar a la puerta de mi departamento, pero muy pocas se movían o simplemente me ignoraban―¡Que se hagan a un lado!.
Cuando por fin llegue a la puerta, observe que el interior del departamento estaba aún peor y el aire que circulaba por ahí era más pesado y más aún por la música a todo volumen―¡¿Ves a Jackson?!―trate de gritar para que Oliver que venía aferrado a mi cintura, me lograra escuchar.
―¡Si!―acomodo sus manos en mi cintura y me ordenó ―¡Salta!―di un pequeño salto y Oliver me elevo para que pudiera buscar entre el tumulto de gente una cabeza rubia desteñida. Al encontrarla, le pedí a Oli que me bajara.
―¡Iré a ver que no estén follando en mi cama!―me gritó mi amigo antes de irse.
―¡Iré a cortarle las pelotas a Jackson!―respondí con un grito enojado. Me di vuelta y volví a pedir permiso cada vez que no podía pasar entre la gente. Al llegar donde Karlarsson, lo primero que observé fue que se encontraba sin camisa, mi mirada descaradamente se detuvo más de lo debido en su abdomen y mucho más en su "v", pero me obligue a apartar la mirada.
Me pare enfrente de un Jackson borracho, que si no es por su amigo que le dice que le estoy hablando, no me ve―¡No que eran diez amigos!―le recrimine lo más alto que pude.
Jackson tardó unos segundos en reconocerme y cuando su mente lo logró, sin que yo lo esperara me tomó en brazos levantándome del suelo y chillo―¡Pequeña Tamtiiiii! ¡Estaaaas aquí!.
―Si, estoy aquí―dije sin mucho aliento―Me estás asfixiando Karlarsson.
―¡Oh! ¡Oh! Losientooo mucho roja―se disculpó mientras me dejaba en el suelo.
Negué con la cabeza y dije lo único que me importaría mañana―¡Yo no voy a limpiar tu desorden, que te quede muy claro!.
―¿Qué es lo que di- hip-dicen las chicas? ¿Tinki poto?―dicho eso, comenzó a reír hasta quedarse sin aire.
Me contuve para no reírme, porque era demasiado tierno ver a Karlarsson pasado de copas―"Pinki promis" se dice Kar.
―Eso, eso―respondió, llevándose de nuevo el vaso a la boca.
―Entonces, si estas claro en eso.... ¡Adiós!―grite y sin esperar una respuesta borracha, me di vuelta y comencé a caminar entre la gente para poder llegar a mi habitación. Quería mi cama, mi cómoda y dulce cama.
Al estar enfrente de ella, vi un pequeño cartel improvisado que decía "Prohibido pasar, santuario de la peliroja" pegado con una tirita para heridas, sonreí por el detalle de Karlarsson al hacer que nadie entrara a mi santuario.
Deje el cartel ahí y abrí la puerta, cerrándola con pestillo por dentro. No me moleste en encender la luz ya que me sabía de memoria donde estaban ubicadas mis cosas, pero me detuve aturdida en medio de ella al observar que a unos pocos metros de mi, gracias a la luz que provenía desde afuera, podía ver claramente la silueta de un chico que tenía el rostro escondido en uno de mis cojines.
―¿Brooks?.
¡Hola!
Solo quiero decirles que espero que esten super, super bien...esten teniendo un muy buen casi fin de semana y que sigan buscando la felicidad en su vida 💕
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Espero que les haya gustado y me digan que opinan de esta historia 💕
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