Capitulo 4 🔥 (Parte 2)
Bambi Jones:
Esto era una broma.
―Necesito que me revisen―dijo una voz prepotente.
Abri los ojos como platos y me quede estatica en mi lugar. No podía ser real.
Tome una respiración tranquila y apreté la tablita con los papeles sobre mi pecho, como si de esos pequeños papeles dependiera mi vida. Aunque literalmente mi nota depende de ellos, así que si. Mi vida dependía de ellos.
“ Compórtate bien”. “No te emociones”. “Es pura coincidencia que él entrara en mi tienda en vez de las cuarenta y nueve más que había en el campus”.
―Hola―dije sin sonreír y lo más seria que pude cuando me gire hacia Brooks. Aunque en el fondo, una pequeña yo se encontraba saltando de felicidad por estar volviendo a ver al chico que alboroto todas sus hormonas, mientras que mi otra yo la seguía con una escoba para calmarla y que no cometiera ninguna estupidez.
Traté de no ser muy obvia en que mis ojos se lo estuvieran comiendo descaradamente, pero me fue imposible. Brooks se hallaba enfrente mio con un aire de superioridad que atraía a cualquiera. Se encontraba vestido con una camisa celeste que marcaba cada parte de sus músculos, dejando poco a la imaginación y ocultando sus tatuajes. Yo quería verlos de nuevo, lo anhelaba. Y sus piernas estaban cubiertas por unos jeans desgastados que le marcaban todo el…
―Jones, necesito que me revises, no que me desnudes con la mirada―volvió a hablar Brooks, trayendo mi mente a la realidad―Que poco profesionalismo.
Deje a un lado mi emoción con su último comentario y me trague mis mariposas que revoloteaban―Si, claro―dije tomando la silla en que me había sentado yo hasta dejarla en medio del lugar―Siéntate y deja que tome tus datos por favor.
Pero qué tonta soy, había sido muy obvia. Tome una bocanada de aire fresco y me adentre en el papel de profesionalismo que él tanto deseaba.
Brooks dejó caer su mochila al lado de la silla y se sentó de mala gana como si no tuviera ningunas ganas de estar aquí.
―Necesito tu nombre completo, tu edad, tu tipo de sangre y la fecha de tu último chequeo médico―hable sin poder evitar sonreír. Dios, tenia verguenza de mi misma.
Pasaron apenas segundos y mi papel profesional se había ido a las montañas.
Heavens se cruzó de brazos aburrido y colocó los ojos en blanco―Esas cosas ya deberías saberlas―soltó sin más.
Mi sonrisa desapareció―¿Cómo?―negué con la cabeza―¿Porque yo debería…
Brooks soltó una risa irónica que me coloco nerviosa.
―Desde que nos acostamos estas pendiente de mi―comenzó a hablar mirándome directo a los ojos sin dejar de sonreirme, era como si su intención fuera avergonzarme sin importarle mis sentimientos―Eres la primera que ve mis historias de instagram, facebook y snapchat―levantó un segundo dedo de la mano. Estaba enumerando cada cosa que segun el yo hacia―La primera en darle me gusta a todas mis cosas y reaccionar a ellas.
Mis ojos se abrieron más de lo normal, expresando mi sorpresa.
―Yo no hago eso―dije bajando la tabla y apretandola contra mi muslo. Bueno, en realidad sí que hacía esas cosas pero solo por que por cosas del destino se colocaban primero. No porque tuviera activada las notificaciones de su cuenta.
Trague saliva al escuchar que mi parte racional me gritaba a los cuatro vientos “Acosadora”.
―Por dios Jones―Brooks se levantó de la silla hasta quedar a unos centímetros de mi, logrando que me sintiera pequeña y como un siervo queriendo ser cazado. Brooks sonrió de lado y tomó una mechita de mi trenza para dejarlo detrás de mi oreja y de apoco se fue acercando hasta sentir su respiración en mi oído―Admite que desde que nos acostamos estas loquita por mi.
Quería saltar, correr y gritar de la emoción porque se había dado cuenta de que el habernos acostado me había dejado mal, pero, también quería correr a esconderme y tirarme por un puente por semejante vergüenza. No sabría decir en que momento llegue a pasar al nivel de obsesionarme con el. ¿Estaría también obsesionado conmigo?.
A Pesar de este momento tenerlo muy cerca de mi hasta el nivel de que su voz susurrandome al oido me llegara erizar la piel, debía abstenerme a parecer una chica estupida.
Debía hacerlo por mi y mi dignidad.
Tome a Brooks de los hombros y lo empuje con un brazo hasta dejarlo sentado―Quédate ahí, bien quieto―demande―y déjame hacer el estudio indicado―Los ojos de Brooks se abrieron sorprendidos, como si no se hubiera imaginado que yo podía llegar a ser fría y pasar por alto su presencia cerca de mi cuerpo.
Hasta a mi me sorprendió lo fria que me habia escuchado. Wow, creo que juntarme con Robbie me hacía bien.
Me semi estire sobre una mesa en donde había más papeles, dándole la espalda y en esa posición me quedé mientras le pedía los datos―Nombre.
―Sabes cual es mi nombre, cariño.
Sonreí para mis adentros al escuchar ese apodo, pero se borro al instante en que recordé que a muchas se los decia, asi que preferí colocar los ojos en blanco y perder un poco la paciencia.
―No, no lo se, porque en este preciso momento soy tu doctora y no te conozco―mordí el lápiz inconscientemente y me di vuelta hacia él―Y en realidad...no te conozco―lo apunte con el lápiz que estaba mordiendo―Asi que porfavor, dime tu nombre completo.
Brooks de estar sonriendo y tener una mirada amplia que me dejaba ver su precioso color de ojos, la achico juntando más sus pestañas mientras se lamía los labios lentamente. Como si estuviera analizando mi cambio de actitud y cómo mi cuerpo se afecta a sus movimientos.
―Por Dios―solté un suspiro exasperante mientras me despegaba de la mesa y quitaba la vista de sus labios―No puedo estar perdiendo el tiempo cuando este estudio. Tu estudio. Hace que valga un 80% de mi semestre, así que tienes dos opciones―tome otra silla que había en la tienda , lo deje enfrente de él y me sente―O me facilitas las cosas o te largas―finalice sonriendo educadamente.
Porque...era verdad. Para mi mala suerte, mi semestre dependía de él y por más que tuviera las hormonas vueltas locas por él, no podía descuidarme.
Brooks colocó las manos en mis piernas descubiertas por la falda y acercó su rostro hacia el mio―Estas mandona, me gusta más tu lado sumisa―jugueteó con el arito de su lengua luego de decir eso―Como cuando estabas en mi cama.
Mi boca se secó y me tente demasiado en mandar a las montañas mi dignidad. Quería besar su boca y jugar con el piercing de su lengua, Oh sí, quería sentir sus labios una vez más pegados a los míos y ver qué más podía sentir con ese metal contra mi piel.
Pero no...No, no no.
Contra mi voluntad quite sus manos de mis muslos y se las deje encima de las suyas―Sal de la tienda―hable sin sonreír y di por finalizado todo esto.
Me levanté del asiento y caminé hacia la mesa con la intención de hacer mil pedazos del formulario, pero eso cambió al escuchar de nuevo su voz.
―Brooks Alexander Heavens Black―soltó un suspiro.
Ahora sí que me permití sonreír sin que él se diera cuenta. Así que de verdad funcionaba hacerse la dificil...Interesante.
Tome el formulario y me volví a sentar por segunda vez en donde había dejado la silla muy peligrosamente al lado de Brooks.
Anote su nombre y luego le mire indicando que podía seguir dictando sus datos.
―Soy AB Negativo―levante mi vista de nuevo hasta dar con su mirada y arrugue la frente―Si, si, soy uno de esos tantos chicos con la sangre más rara del mundo.
―No es rara, yo también soy ese tipo de sangre―le conté como si nada. Pero como no obtuve una respuesta a mi intento de conversación, subí y agaché los hombros y termine de marcar las casillas―¿Último chequeo? ¿Edad?.
―Hace un mes―indico―Y mi edad pues.. Veintitrés años y el resto de ellos para pegarme muchos revolcones.
Ya había perdido la cuenta de cuántas veces había puesto los ojos en blanco. Termine de anotar el número veintitrés y me paré una vez más, tomando la silla con mi mano derecha para poder dejarla en otro lado que no estorbara.
Tome una respiración profunda y no pensé en cómo mi corazón volvía a romperse.
“Bambi, tú también disfrutas de unos buenos revolcones solo que tu no lo andas refregandolo en la cara de los demás” “Sigue siendo la chica buena” me dije a mi misma antes de volver a hablar.
―Bueno chico de los mil y un revolcones, dime…¿Porque estas aqui?.
Brooks afino la mirada como si estuviera enojado―Que me de una que otra sesion de sexo no significa que hayan sido miles―se defendio.
―A mi me interesa un reverendo rábano si te has tirado media universidad o si solo fueron cien chicas las que pasaron por tu cama, solo me interesa saber que te sucedió para que estés aquí, así que ...¿Me lo dirás?.
“Que sea algo grave”
“Dios porfis, que sea algo grave”.
“Que sea algo grave para salir de aquí”.
Desee con ganas, porque así podría darle el caso a Robbie y yo podría esperar a otra persona para hacer mi estudio.
―Anoche me caí de la cama―mis esperanzas salieron volando de la tienda, pero mis ganas de reirme llegaron en reemplazo.
Una gran sonrisa apareció en mis labios, pero la oculte con una mano para recuperar mi frialdad. Camine hacia él y coloque mi dedo enfrente de su rostro y a la altura de sus ojos―Ve mi dedo.
―¿Para que?―Alzó una ceja.
―Porque soy tu Doctora en este momento y me debes hacer caso, Brooks―hable con poca paciencia.
Brooks se quedó mirando mis labios por una milésima de segundos pero luego lo dejo de hacer y asintió.―Sigue mirando a ese punto cuando saque mi pulgar y sin dejar de hacerlo, toca mi dedo que se estará moviendo con tu pulgar derecho ¿Entendido?.
Volvió a asentir sin decir nada.
Comencé a mover mi dedo y Brooks sin ningún problema tocó mi dedo en cada altura y distancia en que lo coloque.
―Perfecto, no hay indicios de derrame o aneurisma―hable para mi misma.
―¡¿Por un golpe me puede suceder eso?!―exclamó asustado, como si no se hubiera imaginado una respuesta así.
―Obviamente, el cerebro es una de las partes más complejas y sensibles del cuerpo. Es por eso que lo primero que debo examinar es el movimiento de tus pupilas que van conectado con los sensores de tu cerebro―le trate de explicar en palabras simples pero su rostro me dijo que no había entendido nada. Bobo―Ahora, levántate la camisa que necesito escuchar tus latidos.
El rostro de Brooks de estar inexpresivo cambió drásticamente a uno coqueto―Por Favor Bambi, si necesitas ver mi cuerpo solo dilo. No tienes porque poner de excusa el “escuchar tus latidos”.
Cerré los ojos, me coloque el estetoscopio y camine hacia atrás de su cuerpo y sin esperar más, le levanté la camisa que por obra de Dios, le comenzó a ahorcar.
―Dios, eres muy bruta―reclamo, mientras desabotonaba la camisa para poder respirar.
―No te diré nada, porque no te conozco y eres mi paciente―respondí. Y era verdad, estaba loca por un desconocido―Ahora, inhala...exhala―cambie de lugar el auscultador―De Nuevo―y volví a cambiarlo―Otra vez.
―Está muy helado.
No escuche sus quejidos―Bueno...no se escucha nada extraño. Ningún ruido pulmonar, ni torácico y tus palpitaciones son normales...asi que...Nose que carajos haces aquí.
Me crucé de brazos y espere una razón específica.
―¿Te dije que sentí mareos?. ¿No?,puedes después de eso fui al baño a vomitar bastantes veces en la noche.
―Te diría que te hicieras una prueba de embarazo pero se mas que bien que tienes un amiguito entre tus piernas...así que, te sacaré sangre y la llevaré al laboratorio para analizarla.
Brooks afirmó su codo en la rodilla y su rostro en su mano, mientras me regalaba una sonrisa picara―No te vendría tan mal recibar si deverdad tengo pene, puede que eso te motive a ser menos frigida.
Mis mejillas se sonrojaron por el nivel de coquetería que estaba tomando la conversación―No―negué―Me basta con una vez y ya la tuve―menti. Menti para apagar la pequeña llama que crecía dentro de mi y que lamentablemente el único que la calmaría sería el mismo que la encendió―Y no soy frígida―susurre.
Abrí la aguja nueva y la coloque bien en la jeringa, la deje a un lado y tome una cinta―Extiende el brazo―le pedí.
―¿No quieres que extienda otra cosa para que esté a tu disposición?.
Me mordí el labio y solo negué con la cabeza. Tome el brazo de Brooks y le apreté arriba del codo una cinta negra para que las venas de su brazo se marcaran a un mas de lo que ya estaban sin ningún esfuerzo.
Como quisiera tocar su piel y sentir la textura de sus tatuajes sin los guantes.
Quise volverme mala un poco, tanto como él lo estaba haciendo conmigo, por lo que tendí un poco mi torso hacia su cuerpo y deje mis senos cerca de su cara para provocarlo, alcance la jeringa y me levanté despacio. Alcanzando a observar como Brooks se lamía sus labios resecos.
Mierda, de verdad que los había mirado.
―Esto dolerá un poco―le indique antes de insertar la aguja en una de sus venas.
―A mi nada me due..Auch, Auch, carajo―se quejó Brooks mientras apretaba la silla con la otra mano.
―¿Qué habías dicho?―pregunte riéndome libremente mientras colocaba un pequeño algodón en donde había estado la aguja―Sostenlo por favor.
Le coloque la tapa a la jeringa y lo heche dentro de una bolsita con cierre hermético. Bote los guantes al basurero y me saque la bata.
―¿Dijiste que tuviste mareos y vómitos cierto?―asintió―Esperame, no te muevas.
Salí de la tiendita y caminé contoneando mis caderas hacia a donde estaba Oliver, solo para provocar a Brooks. Aunque dudaba que me mirase.
―Oli―lo llame, Oliver giró la cabeza a mi dirección y caminó hacia mí con el formulario en sus manos―¿Todo bien?―le pregunté mientras sonreía.
―¡¿Porque carajos Heavens esta contigo?!―preguntó asombrado y sin tomar en cuenta mi pregunta―Necesito detalles―antes de que lograra emitir alguna palabra, Oliver de repente abrió sus ojos asustado―Dime que no perdiste la dignidad por favor.
―Ay no seas idiota, si dignidiad nunca he tenido―le pegue en el brazo―A lo que iba ¿Por casualidad tu superior no tendra antiacidos y dimenhidrinato?―batí mis pestañas para convencerlo―Que Robbie no volvió y él tiene las llaves de los cajones en donde están los medicamentos.
―Dame unos segundos―sentí tranquila.
Comencé a girar mis caderas inquietas de un lado a otro. En un momento, sentí una vista pesada en mi espalda por lo que me gire en mi eje para observar si alguien se estaba mirando. Cuando observe mi tienda Brooks giró la cabeza muy poco disimuladamente he hizo como si estuviera revisando su celular.
¿Okey?
―Toma―hablo Oliver mientras me extendía dos cajas con lo que necesitaba―¿Son para Heavens?―levantó una ceja.
―Sip―asenti―Tuvo mucho vomito y mareos después de caerse de su cama.
―¿Dónde quedó la confidencialidad de los pacientes?―me pregunto curioso.
―Con mi dignidad en la cama de Brooks―respondí sonriendo mientras caminaba hacia atrás―Gracias por esto―levante los medicamentos.
―¿Nos vemos en el departamento?.
Asentí mientras me despedía con un movimiento de mano. Me gire sobre mis talones y comencé a caminar a mi tienda.
Cuando entre, Brooks hizo como si yo no existiera mientras miraba algo en su celular. Suspire dándole poca importancia, deje las cajas sobre la mesa, fui por mi abrigo en el perchero y me lo coloque para luego volver a por los remedios.
―Aquí tienes―le extendí enfrente de su cara sus remedios―Toma dos cada cinco horas, con eso se te debería pasar.
Brooks los tomó entre sus manos y eso fue todo.
Tome mi bolso junto con la bolsita que contenía la jeringa y me lo coloque en mi hombro―Cuando salgas―me dirigí a Brooks, él levantó la vista de su celular y me miró―cierra la cortina por favor.
Pero antes de que respondiera yo ya había comenzado a caminar lejos de ahí. Necesitaba respirar o moriría asfixiada por los nervios.
―Oliver―grité. Oli asomo su cabeza por la tienda para mirarme―Si ves a Robbie dile que yo ya estoy lista para comenzar con mi informe y que llevó una muestra de sangre al laboratorio.
―A la orden capitán―respondió mientras realizaba un saludo militar.
Salí del campamento médico, cerré los ojos y suspiré sintiendo los rayos del suelo sobre mi. No podría haber salido peor mi segundo encuentro con Brooks. Maldito sea él con su sonrisa y cuerpo de ensueño que me alteraba.
El muy desgraciado había tenido el descaro de decirme en mi cara que yo era por lo menos una acosadora, pero si él se había dado cuenta de eso ¿Era porque estaba pendiente si le miraba sus cosas? ¿O que?.
Y aun no entendía porque había ido a mi tienda si sólo había sufrido una caída. Lo peor de todo es que con eso no alcanzaba a realizar ni la mitad de mi informe para la asignatura, lo cual me complicaría la vida entera. Tendría que pedirle una oportunidad más a mi profesor o su ayuda. Mi yo responsable me reclamaba que debía haberme quedado para esperar a otro paciente, pero algo me decía que si me quedaba Brooks igual lo haría y solo para complicarme mi existencia, lo cual...no quería.
No ahora.
No ahora que aún no lograba superar nuestro primer encuentro.
Cerré la puerta de la facultad al entrar. Mientras caminaba por los pasillos casi desiertos salvo por algunos estudiantes que cambiaban sus libros por otros, coloqué los audífonos y puse play a la primera canción de spotify mientras me dirigía a los laboratorios.
Bad Romance, en versión acústica comenzó a acunar mis tímpanos como una balada de cuna. Apreté el botón de reproducir dos veces la canción y guarde mi celular.
Amaba esta canción y parte de ella provocaba que un frío recorriera mi columna haciéndome estremecer.
Al llegar al laboratorio, no me quite los audífonos pero si le baje un poco el volumen para poder hablar y no gritar.
―Hola Gabi―salude a una chica de sexto año de medicina que era la encargada de realizar cada análisis.
Gabi se sacó sus lentes y empujó sus piernas la silla en la que estaba sentada. Se deslizó hasta el mostrador y se detuvo justo antes de chocar.
―Hola pequeña Bambi, ¿En que te puedo ser útil?―pregunto.
Le sonreí de vuelta y dejé la bolsita con la jeringa encima―Necesito saber hasta la última información que me pueda brindar esta muestra de sangre. Es para un trabajo y necesito la mejor nota.
―Claro, ningún problema―tomó la bolsa entre sus manos y se deslizó de vuelta a su lugar―Termino con esta muestra y analizo la que me pediste. Te subiré la información a tu página personal.
―Gracias, mil gracias―le agradecí como una niña pequeña―Cuidate mucho Gabi.
―Tu igual pequeña―respondió y volvió a lo suyo sin perder el tiempo.
Me giré en mi propio eje y comencé a caminar de vuelta para ir al primer piso ya que me encontraba en el quinto. Le subí el volumen a mis audífonos y me deje llevar mientras mis pasos recorrian tranquilos la facultad.
De un momento a otro mi tranquilidad fue interrumpida por un peso sobre mis hombros que me asustó bastante. Me quite un audífono y comencé a mirar por todo lados, pero no había nadie en esta zona salvo Gabi y yo, camine unos pasos asustada y volví a sentir lo mismo. Pero antes de girarme, la puerta de la escalera de emergencia se abrió y fui arrastrada hacia ella.
―Pero que..―pero antes de decir algo, me detuve al ver quien me había arrastrado hasta aquí.
Antes de lograr articular alguna palabra, Brooks me acorralo entre su cuerpo y la pared.
―¿Te asuste pequeño cervatillo?―preguntó ladeando la cabeza mientras se lamía sus labios carnosos.
Quite la mirada de sus labios y la lleve a sus ojos.
―No―susurre bajito.
―¿Entonces porque estas temblando?―una de sus manos bajó hacia mi cintura y la rodeó con su brazo para atraer mi cuerpo mas al suyo.
No encontré mejor excusa que decir―Porque tengo frío.
―No mientas.
―No miento―hable tratando de sonar segura pero aun si me escuchaba así, mi cuerpo me traicionaba porque seguía temblando debido a los nervios. Nervios de encontrarme con Brooks a solas. Nervios de tenerlo tan apegado a mi cuerpo. Nervios a que me pillaran con el, apesar de estar en la zona en que menos transitaban estudiantes.
¿Dónde se había ido la Bambi segura? La necesitaba.
Cerré los ojos contra mi voluntad. No podía darle todo fácil, ¿Que pensaria de mi si hacia eso? ¿Que estaba tan necesitada de él como en realidad era? ¿O que conmigo tenia sexo seguro a su disposicion cuando el quisiera?.
Enderecé mis hombros y tiré mi cuerpo hacia atrás para que me soltara―¿Qué haces aquí? Yo ya terminé contigo.
―Yo aun no― respondió sin más. En un movimiento inesperado Brooks se agarró de mis muslos y me incorporo encima de su cuerpo hasta que mis piernas rodearon su cintura.
Santo cielo.
―¿No te vasto con la acción que tuvimos el otro dia y las siguientes con las chicas sin nombre?―pregunte pero me arrepentí al instante. Me había escuchado celosa, por dios. Por lo que deje de mirarlo a los ojos.
Llevó su mano hacia la mejilla y deslizó su pulgar por mi pómulo poco marcado―La única acción que recuerdo es entre tu, yo y mi cama―hablo mientras soltaba un poco su agarre de mis piernas para que mi entrepierna bajara y se rozara con sus jeans. Un pequeño suspiro quiso salir dentro de mí al sentir la fricción sobre mis bragas diminutas. Pero me aguante.
Intenté girar mi cabeza para no mirarlo por la vergüenza que sentía, por lo mucho que lo deseaba en ese momento, pero la suave y al mismo tiempo demandante presión de su palma sobre mi mejilla hizo que quedaramos cara a cara, provocando que me perdiera en el cielo de sus ojos.
―Cervatillo―pronunció con un tono sensual―¿Estas celosa?.
Mi intención fue responder, pero perdí el habla al sentir como su pulgar bajaba hasta mis labios, lo frotó y se detuvo en la comisura antes de deslizarlo entre medio.
―Responde―demandó.
Sentí un escalofrío por mi espalda, que subió hasta mi cuello. Entre abrí los labios y por una reacción instintiva los entreabri, permitiendo que Brooks introdujera su dedo hasta la parte húmeda de ellos. Rozó mis dientes con las uñas y antes de darme cuenta de que estaba haciendo, mordí la punta de su pulgar con suavidad.
Brooks me regaló una sonrisa torcida.
―Eso me gusta―hablo casi en susurro. Al quitar su pulgar de mi boca, mi labio inferior quedó expuesto y él sin demora lo mordió con suavidad y lo tiró, provocando que por fin soltara el suspiro que estaba guardado bajo mis entrañas―Mierda, necesito saber si estas celosa.
¿Que debía responder a eso?
Si mis hormonas ya estaban alborotadas, ahora estaban al borde del colapso. Necesitaba más, necesitaba más de él. Por lo que como pude restregue mi centro sobre su erección oculta entre sus jeans.
Los dos soltamos un gruñido de excitación al mismo tiempo mientras nuestras respiraciones entrecortadas se escuchaban más alto por las escaleras.
―Respondeme Jones―pidió, mientras que esta vez era él quien subía y bajaba su erección sobre mí, empujándome cada vez más a la pared para sentirme. Para provocarme. Mis manos se fueron a su cabello tiraron de él mientras temblaba bajo su cuerpo.
Llevó sus labios a mi mejilla mientras me rozaba una vez más y con la otra mano me apretaba los muslos internos.
“Sube un poco más la mano Brooks, por favor” quería rogar a gritos.
―Dime y te daré lo que quieras―lamió mi oreja con la lengua. Eche el cuello hacia atrás lo poco que podía para invitarlo a que lo devorase.
―No― respondí suspirando. Brooks pasó de lamer mi oreja hacia mi cuello, como tanto deseaba pero de un momento a otro se detuvo y me bajo hasta dejar mis pies inestables en el suelo―Pero que…
Apenas podía encontrar mi voz.
Heavens se pasó el pulgar por su boca y se acomodo el pantalón para disimular la prominente erección que tenía. Caminó unos pasos para atrás y me observó arrugando su frente.
De un momento a otro me comencé a sentir expuesta al tener mi falda sobre las cadera y mis diminutas bragas a la vista.
―Entonces aun no he hecho bien mi trabajo― y con esto tomó su mochila del suelo y comenzó a bajar las escaleras a toda prisa dejándome en mi lugar sin entender nada.
Dejándome malditamente excitada en unas escaleras de servicio.
Me pasé las manos por el rostro y pegué mi espalda a la pared mientras llevaba las manos al pecho―¡Oh Dios mio!.
Nueva Actualización 🔥
Espero que les haya gustado. Diganme que esperan y que opinan de nuestros personajes tan alborotados y en espacial Brooks.
Voten apretando la estrellita y comenten. Que eso es un gran apoyo para mi.
Y acuerdense de seguirme en Instagram
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