020
ISABELLA
Al día siguiente Bella se despertó y vio que Draco no estaba a su lado, no se extraño. Pensó qué tal vez había salido o estaba abajó.
No era muy de su importancia, en realidad.
Bajo por la escalinata de piso laminado, sus pies podían sentir el frío del piso, así que comenzó a caminar de puntillas.
Llegó hacia la cocina y se preparó un poco de té.
Unos ruidos provenientes del jardín llamaron su atención, así que puso en marcha sus pasos y se aproximó hacia el jardín.
Era Draco... el cual estaba volando en una escoba y jugaba al Quidditch, solo...
Bella rió al verlo y decidió molestarlo.
— ¿Juegas solo? — grito para qué él pueda escucharla.
— ¿Ves a alguién más aquí? — preguntó sarcásticamente.
— No, pero es mejor, ¿no? Así te acostumbras...— bebió un sorbo de su té.
Draco frunció el ceño y comenzó a bajar con lentitud, hasta que sus pies tocaron el fresco pasto.
Tomó en su mano su escoba y se acercó a Bella, quitándole la taza de las manos y tomando un sorbo.
— ¿Acostumbrarme? — el muchacho tenía una mirada burlona en su cara —. ¿A qué, exactamente?
— A estar solo, Malfoy. Te quedarás solo, porque eres un asco de persona.— Bella se encogió de brazos.
— ¿Quién? — Draco hizo la pregunta. Su labio curvado en una sonrisa y su ceño ligeramente fruncido.
— ¿Quién? ¿Cómo qué quién? Pues tú, bobo.— Bella bufó.
— ¿Quién pidió tu opinión? Estúpida.— Draco dejó salir una risa burlesca, lo cual hizo que la sangre de Bella hirviera.
Le empujó el brazo y le arrebató su taza nuevamente.— Cambiare de taza, no quiero probar tu baba.
Le echó un último vistazo a Draco. Él se veía tan relajado, con una simple playera blanca, — pegada a su cuerpo, a causa del sudor —, y unos pantalones cortos negros.
— ¿Te levantaste enojadita, no? — preguntó Draco siguiéndole el paso hacia la cocina.
— No, para nada.— replicó.
— Bueno, entonces me alegro.
— ¿Ah, si? — Bella levantó una ceja —. ¿Y eso por qué?
— Porque hoy saldremos en la noche.
— ¿Adónde iremos? — preguntó Bella llena de curiosidad.
— A una discoteca. He escuchado que no te perdías una fiesta, que eras el 'alma de la fiesta' — enfatizó —. Así que... te llevaré a una discoteca, te emborrachare y me divertiré al verte.
— Bien — Bella se volteó, tendiéndole la mano a Draco —. Quién termine más borracho pierde, ¿trató?
Otra sonrisa de superioridad creció en el rostro de Draco, arqueando la ceja, le estrechó la mano.— ¡Hecho! — dijo y ambos juntaron sus manos, cerrando un trató.
Pasaron la mañana y la tarde separados, cada quien por su lado. Desayunando, duchándose, cambiándose. Leyendo algunos libros, haciendo otras actividades, esperando por la bendita noche.
•~•~•~•~•
Bella estaba viendo su closet, mordiéndose las uñas, con el entrecejo fruncido, muy concentrada.
Tenía varios vestidos, claro... pero ninguno la complacía.
Quería algo sexy pero no mucho, elegante pero no tanto. Quería estar descolgada pero dejar más a la imaginacion.
En cambio para el ego de Draco esa decisión era fácil y sencilla.
Pantalones negros de vestir, camisa blanca y un saco. El outfit perfecto.
— ¡Qué desorden! — exclamó Draco al ver a Bella sacando todos sus vestidos.
— ¡No sé qué ponerme! — exclamó Bella de vuelta.
— ¿Quieres sorprenderme, Rosier? — bromeó—. Quítate la ropa y lo lograrás.
— Ni en tus sueños, Malfoy.— replicó Bella.
— Ponte algo, no es la gran cosa.
— Quiero verme bien.
— Uhm... — Draco se acercó a un vestido negro, estaba tres centímetros debajo de la rodilla, pero tenía una gran abertura del lado izquierdo, era pegado al cuerpo, y la parte de atrás era completamente descubierta, tenía un broche en la parte del cuello para mantener oculta la parte delantera —. Éste — dijo y se lo tiró —, me gusta.
Bella lo observó por un momento —. ¿Éste?
— Si, ese mismo.
— Bien.— Bella aceptó.
Draco se tiró a la cama, colocando sus dos brazos debajo de su cabeza, haciendo palanca para ver hacia Bella.— ¿Te lo pondrás?
— Pues, sí.— respondio Bella insegura, observando el vestido.
— Está bien, póntelo.
— No me cambiare delante de ti.— se burlo y entro al baño.
Draco bufó, y aprovechó que Bella entró al baño para cambiarse.
Estaba cerrando los botones de su camisa, delante de un espejo, cuando un ruido llamó su atención. Él se volteó inmediatamente, viendo a Bella salir del baño. Traía el vestido ya puesto y tenía el maquillaje hecho.
Ella se lucia bien.
Él siguió observándola, sus ojos viajaban por todo su cuerpo, viendo cada detalle, tratando de no perderse ninguno. Como el vestido se pegaba ligeramente a sus caderas, mostrando perfectamente sus curvas algo definidas, sus pechos se marcaban debido a la tela, y su espalda estaba completamente al descubierto.
— ¿Cómo me veo? — pregunto ella, dándose una pequeña vuelta.
— Bien, te ves bien.— respondio Draco, y siguió abotonándose la camisa.
— Gracias.— Bella se aproximó hacia el espejo y comenzó a arreglarse las hondas del cabello.
Mientras Draco se ponía su saco y buscaba su perfume.
•~•~•~•
Los dos ya estaban en la discoteca. Las luces parpadeaban al ritmo de la música, las personas bailaban y en algunos rincones se besaban, otros simplemente se quedaban cerca de la barra tomando y platicando.
— Bien — Draco suspiro y se frotó las manos —, ¿drogas?
— ¿Estás de broma? — Bella puso los ojos en blanco. Sí, apesar de que Bella siempre hubiera estado en fiestas, no significaba que siempre se metía drogas. Estaban contadas las veces que ella había probado algún tipo de drogas. Pero en ese momento, aceptó —. Bien, ¿qué tipo?
Draco se llevó el dedo índice y el dedo pulgar cerca de los labios, simulando fumar.— Hierbita, Bell.
— Sácala.— dijo Bella indiferente.
Sintió la mano fría de Draco sobre su muñeca, jalándola hacia un rincón.
Al estar en aquel rincón, Draco buscó en sus pantalones y sacó el cigarrillo ya hecho.— Las samad primero.
Bella se burlo y le arrebató el cigarrillo de sus dedos, colocándolo justo entre sus labios — pintados de un rojo intenso —. Draco acercó el encendedor, hasta que el cigarrillo se prendió.
Los cuerpos de Draco y Bella estaban lo demasiado cerca, al igual que sus caras. Draco no quitaba los ojos de los labios de Bella, mientras que ella lo miraba directamente a los ojos.
Le dio una profunda calada al cigarrillo, sintiendo el sabor del cigarrillo filtrarse por sus pupilas gustativas, sintiendo como el humo llenaba sus pulmones, para después dejarlo salir por sus labios.
Draco separó levemente sus labios, y aspiró el humo saliente de los labios de Bella, ahora mirándola directamente a los ojos.
Giró un poco la cabeza, dejó salir el humo y luego volteó a verla nuevamente, guiñándole un ojo.
Bella siguió a Draco hasta la barra, en donde él ya estaba listo con algunos tragos para ellos.
Sin esperar más... ambos bebieron sus tragos. Pidiendo más y más... hasta entrar en ambiente.
El ritmo de la música estaba vibrando en las venas de Bella, el alcohol y las drogas solamente la ayudaban a soltarse un poco más.
Emprendió sus pasos hacia la pista de baile, sus caderas moviéndose con cada paso que daba, con aquellos tacones de aguja.
Varios hombres se voltearon a verlas, algunos detenidos por sus novias, otros temiendo a acercarse y otros acercándose a ella descaradamente.
— ¿Vuoi ballare? — pronunció un italiano cerca de su oreja.
Bella se volteó, y levantó ambas manos.— Yo no hablar Italiano.— dijo haciendo una mueca.
El Italiano simplemente sonrió.— ¿Bailas?
Bella rió torpemente.— ¡Oh, sí! — exclamó.
Bella comenzó a bailar con aquel Italiano. Las manos del hombre estaban sobre las caderas de Bella, mientras que las manos de Bella descansaban sobre el pecho del hombre, bailando al compás de la música.
Sus caderas se movían lento y seductoramente.
El calor comenzaba a llenarla, pero... todavía no estaba borracha, y no pensaba perder aquel reto con Draco.
Se separó del muchacho disculpándose, buscando a Draco por toda la discoteca.
Él la miraba atentamente desde la barra, con un trago en su mano, bebiendo de vez en cuando.
Ella se acercó a él, y le arrebató el vaso de la mano, dándole un trago.
— No te olvides de nuestro trato.— dijo Bella.
— Lo tengo presente, Bell.— respondio Draco.
Pidieron mas tragos, consumidos por el ambiente, el calor y la emoción.
Al pasar los minutos ambos perdieron el trato, pero ya no importaba... Ya no les importaba.
La droga y el alcohol corrían por sus venas, la adrenalina y el ambiente estaba presente en sus cuerpos.
Bella seguía bailando seductoramente, tratando de llamar la atención de Draco, ya sea por el alcohol qué corría por sus venas o la droga que contorsionaba su mente, o el simple hecho de qué quería volver a probar sus malditos labios...
Draco la miraba bailando, observando cada uno de sus pasos... casi...casi leyéndole la mente, porque para ser sinceros, ella era una buena Oclumante.
La sonrisa de superioridad no se le borraba de la cara. Sabía las intenciones de Bella, sabía lo qué quería. Sabía qué pensaba al mover las caderas de esa manera, y él sin duda se lo daría...
Con pequeños y cortos pasos llegó hacia ella, sus manos se apretaron alrededor de sus caderas. Bella pudo sentir como los dedos de Draco la sostenían con desespero y rigidez.
Sus ojos se unieron, al igual que sus labios. Un beso... hambriento y desesperado. Las manos de Bella encontraron el cuello de Draco, tirando de él para acercarse más, haciendo fricción entre sus cuerpos.
Los dientes de Draco se clavaron en el labio inferior de Isabella, tirando de él hacia abajo, dándole entrada a su lengua, la cual entró con una cálida bienvenida. Se encontró con la lengua de ella, jugando suavemente.
A Draco no le importo los Muggles que estaban alrededor suyo. Aferrándose más al cuerpo de Isabella se aparecieron ambos en la casa, en su cuarto...
Se separaron por un momento para tomar aire, pero Bella volvió a tirarse hacia él. Ahora ella besaba y chupaba el labio inferior de Draco, dándole pequeños mordiscos, ganándose quejidos del chico rubio.
Draco sin dejar de besarla, comenzó a caminar hacia la cama, dejándo caer a Bella sobre la cama y el cerniéndose sobre ella.
Le desabotonó con cuidado la parte trasera del vestido, dejando ver la clara piel de su cuello. Comenzó a dejar besos húmedos por los lunares que adornaban el cuello de Isabella, chupando y mordiendo... dejando pequeñas marcas moradas y rojas sobre esta.
Bella dejó salir un gemido involuntario, al sentir la lengua de Draco sobre su cuello, sus manos viajando sobre todo su cuerpo...
Paso sus manos por debajo de sus caderas y Bella obedeció, alzando un poco las caderas y enrolló sus piernas alrededor de la cadera de Draco. El vestido se subió a causa de eso, y ella pudo sentir el bulto de Draco sobre su intimidad, haciendo fricción. Otro gemido más abandonó sus labios, y Draco comenzó a mover sus caderas contra Bella, haciéndola gemir más...
Las grandes manos de Draco se posaron sobre el trasero de Bella dándole un apretón y acercándola más a él...
La quería más cerca... la quería sentirla más cerca y más cerca.
Bella con desespero le quitó el saco a Draco y comenzó a desabotonarle la camisa blanca.
— Maldición.— soltó de repente al no poder abrir los botones de Draco
Él rió... y su risa hizo vibrar todo el cuerpo de Bella. Se separó y comenzó a abrir su camisa, dejándola caer al suelo.
Draco bajo por completo el vestido de Bella, dejando al descubierto sus pechos y sus panties de encaje negros. Se humedeció los labios y se rascó la nuca.
— Al centro — Draco ordenó, y Bella obedeció —. Bonne petite fille.— murmuró.
Bella contuvo el aire, su corazón comenzó a latir con fuerza, la habitación le daba vueltas... Comenzó a sentir miedo.
Draco comenzó a quitarse los pantalones, dejando ver sus bóxer blancos a la vista. Había un gran bulto entre sus bóxers, y Bella se asustó aún más.
Se tapó los pechos con un brazo, viendo hacia Draco.
— ¿Estás bien? — preguntó él.
— S...sí.— Bella tartamudeó.
Él asintió, y se acercó más a ella, se cernió sobre ella y comenzó a besarla nuevamente. Sus manos viajaban por las curvas de Bella, serpenteando por todo su cuerpo, frotando sus muslos con deseo. Mordiendo y chupando sus labios.
— Joder, Bell... abre las piernas.— pidió él con suavidad.
Ella asintió y abrió las piernas. Aún llevaba sus bragas puestas. Draco se colocó justo entre sus piernas, frotándose contra ella.
Sus dedos se engancharon en el principio de los panties de Bella y tiro de ellas, haciendo lo mismo con su bóxer.
Él la miro, y ella entendió... le pedía permiso, así que dio un leve asentimiento con la cabeza.
Draco llevo dos de sus dedos a los labios de Bella, ella abrió la boca, y los dedos de Draco se introducieron en su boca, ella los lamió hasta dejarlos completamente mojados. Draco sacó sus dedos y los llevo a la parte íntima de Bella, frotándola en círculos.
Ella pegó un brinquito, y un jadeo salió de sus labios.
Se mordió el labio inferior para evitar más sonidos.
— Debes relajarte, Bell... Así no podré.
— Está bien.— murmuró ella.
Draco se separó un momento y se llevó la palma de su mano a su boca, escupió sobre ella y después frotó por completo el coño de Isabella. Ella pegó otro brinquito y su respiración se aceleró, no podía relajarse...
Sintió la punta de Draco jugar con su entrada de arriba a abajo, y pegó otro brinquito — éste último más exasperado —.
Draco volvió a mirarla, su expresión era seria.
— ¿Eres virgen? — soltó la pregunta de repente.
Bella cerró los ojos y suspiró.— Sí, lo soy.— admitió.
— Joder.— murmuró Draco y se quitó de encima de ella.
Bella aprovecho y tomó la sábana para taparse.
— Creí qué lo sabías...— dijo Bella en un susurró —, siempre me lo decías. Siempre decías que me quitarás la virginidad y cosas así...
— No, no lo sabía — admitió Draco —, solamente bromeaba con eso, Rosier — Draco estaba sentado en la orilla de la cama, sin mirar a Isabella —. Eres muy atrevida con los chicos, no lo digo de mala manera — se apresuró a añadir —, solamente... pensé qué ya lo habías hecho con alguién.— finalizó.
— Soy virgen — dijo Bella —, no lo he hecho con nadie, nunca.
— Lo siento... — Draco se levantó buscando su ropa interior —, no puedo hacer esto.— dijo y se metió al baño.
Bella se sentía avergonzada... aún tenía el corazón acelerado, al igual que su respiración.
No entendía que es lo qué detenía a Draco... y trato de no pensar en eso, apesar que le hubiera dolido.
Se levantó de la cama y buscó una pijama, al vestirse se metió nuevamente a la cama y cerró los ojos. Las lágrimas querían salir... quería llorar, quería gritarle a Draco, quería preguntarle el por qué... pero no tenía las agallas para hacerlo.
Se sentía humillada y avergonzada.
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Sientanse libres de liberar la tensión aquí >>
JAJAJAJAJA
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