ISABELLA

Los dias pasaban, y la boda cada vez se acercaba más.

Isabella no pudo ignorar la idea de que cuando quieres que algo no suceda... los minutos, los segundos, las horas y los dias, pasan más rápido de lo normal. Y cuando esperas algo con ansias es todo lo contrario... Todo se vuelve lento. El tiempo se detiene. El aire que respiras se vuelve denso.

Estaba en la prueba del vestido de novia y aunque Bella querría encontrarle algún defecto, no lo podía hacer; porque el vestido era simplemente perfecto.

Blanco como la nieve...

El corsé del vestido se ajustaba perfectamente a las curvas de Bella, los pequeños y finos tirantes cayendo como una cascada por la suave piel de sus brazos.

Ella realmente parecía una princesa.

Los detalles incrustados en la tela del vestido haciéndolo brillar...

Era simplemente perfecto.

Su cabello estaba perfectamente levantado en un pequeño moño, unos mechones cayéndole sobre la cara.

Sus ojos brillaban ante el espejo, viéndose a sí misma.

No podía negar que aquel reflejo de ella misma, en un vestido precioso de novia... le dio pequeñas ilusiónes.

Pero apenas escucho la voz de Narcissa, Bella volvió a la realidad o «la cruda realidad» como ella la llamaba.

— Preciosa... simplemente preciosa.— exclamó la mujer pálida al ver a su nuera.

— Gracias.— respondió Bella.

— ¡Bella, te ves ardiente! — exclamó su amiga Pansy Parkinson.

Ivy y Narcissa voltearon a ver a Pansy con el ceño fruncido.

Isabella rió ante las palabras de su amiga y se sintió un poco aliviada.

— Serás la novia del año.— dijo Ivy, y asintió con la cabeza con entusiasmo.

•~•~•~•

— Entonces...— Pansy hablaba con estusiasmo mientras caminaba al lado de su amiga, por el pueblo de Hogsmeade —. ¿Si tendrán despedida de solteros?

— Tal vez Draco tenga una... yo no lo veo necesario.

— Pero qué dices... si en el mundo Mágico las despedidas no son como en el mundo Muggle. Ambos deben tener despedida de solteros, el mismo día y en el mismo lugar.

— Oh, no creo...— Bella se negó rotundamente.

— Vamos... Bella.— Pansy hizo un puchero.

— Despedida de solteros... junto a Astoria Greengrass... eso suena excelente.— dijo Bella sarcásticamente.

— Oh... bueno, si lo pones así... eso sería horrendo, una verdadera pesadilla.

•~•~•~

Mientras Bella paseaba por Hogsmeade con su amiga Pansy Parkinson, Draco Malfoy se encontraba en un bar Muggle junto a Blaise Zabini.

— No lo puedo hacer, Blaise, no puedo.— le decía Draco a Blaise. Su cabeza gacha, y un vaso lleno de licor en su mano derecha.

— Amigo... si puedes.— el chico moreno trato de animar a Draco.

— ¿Qué pasará con Astoria? — se pregunto Draco. Era una pregunta más para si mismo, que para su amigo.

Aún así Blaise pensó por un momento en qué decirle a su amigo y después de unos largos minutos pensando, soltó un suspiro y respondió:— Debes dejarla ir.

— ¿Dejarla ir? — titubeó —. Ella nunca me dejó... — pensó en voz alta —. Cuanto todos me abandonaron ella nunca lo hizo, Blaise.— habló con voz ronca, tomando un trago.

— No puedes estar con Astoria solamente porque te sientes endeudado con ella. Draco, las cosas no funcionan así.

— ¿Ah, no? — Draco alzó la vista, viendo en dirección a Blaise —. ¿Entonces cómo funcionan?

— Estas comprometido con Isabella Rosier, una chica muy guapa... y a mi parecer muy linda, en el sentido de su actitud.

— No la conoces.— Draco lo fulminó con la mirada.

— Dejame terminar, joder — farfulló Blaise —. Draco... no puedes casarte con esa chica y hacerle la vida de cuadritos, sería injusto. Ella no tiene la culpa de nada.

— Tiene la culpa por existir.

— Seamos honestos, amigo... si no te hubieran comprometido con Bella hubiera sido con otra chica, ambos lo sabemos.

— Si... bueno.

— Ella no tiene la culpa, y no la puedes tratar mal porque tus padres y los suyos los obligan a ambos — Blaise enfatizó 'ambos' —, a casarse.

— ¿Por qué la defiendes tanto, Blaise? ¿Te gusta?

— ¡Joder, como no gustarme! Ella es ardiente.

— Si, claro.

— ¿No la has besado?

Draco negó con la cabeza.— No.

— ¡Dios! — exclamó—. ¿Ni siquiera lo has pensado?

Draco vacilo por un momento, sus ojos clavados en el vaso que tenía en la mano. Suspiro y vio a su amigo. Era Blaise... él podía decir cualquier cosa y se quedaría entre ellos.

— Soy hombre, Blaise... Claro que lo he pensado.

— ¿Y por qué no lo haces? Joder... tal vez al besarla sientas algo más que sólo odio.

— No la odio.— Frunció el ceño.

— Parece que si.

— No lo hago.

— Entonces, bésala.

— ¿Besarla? — a Draco le gustaría besarla, probar sus labios... pero se sentía culpable sólo de pensar en eso—. ¿Y Astoria?

— ¡A la mierda Astoria! — espetó —. ¡No puedes arruinar tu vida por Astoria! Besa a Isabella...

— Pareces un diablillo en mi hombro incitándome a ponerle los cuernos a mi novia.— bromeó.

— Deja de llamarla 'novia' — Blaise hizo comillas con los dedos y puso los ojos en blanco —, insisto... estas comprometido con una chica ardiente... muy guapa, está completamente a tu disposición... ¿y dudas en besarla por tu maldita novia? Ese no es el Draco que yo conozco.

— Exacto... el Draco que tú conoces ya no existe.

— Pues, no me gusta mucho este nuevo Draco, parece un viejo amargado con una vida de mierda.

Ambos chicos rieron, Draco se balanceó sobre su amigo abrazándolo... tal vez era el alcohol corriendo por sus venas o tal vez simplemente Draco agradecía tener a Blaise de amigo.

Blaise y Draco se quedaron en el bar por más tiempo. Cambiando de tema, bebiendo, haciendo bromas y jugando... hasta que llego la noche y al notar que ambos estaban un poco pasados de copas, volvieron a sus respectivas mansiones.

La fría noche abrazo a Draco al salir del bar y aparecerse en su mansión. El chico se frotó los brazos mientras caminaba por el jardín delantero de su mansió, hasta llegar a la puerta y entrar.

La mansión tenía su ambiente lúgubre como siempre... Algunas velas prendidas; silencio total, nadie por los pasillos.

Los cuadros de sus antepasados durmiendo plácidamente.

Draco suspiró y comenzó a caminar por las lujosas escaleras de la Mansión Malfoy, hasta llegar a su habitación.

Una ducha caliente hizo que Draco se relajará. Draco estiró sus brazos e hizo que su cuello hiciera un pequeño 'clic', llegó a su comoda abriéndola y buscando unos bóxer limpios, para poder acostarse y quedar profundamente dormido.

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Hola :) les dejo este capítulo, esperó les guste y lo disfruten.

Buenas noches <3