011
ISABELLA
Había pasado uno, dos y tres dias, sin que Isabella y Draco se volvieran a ver. Tal vez ambos estaban diciendo la misma excusa a sus madres, "me ha dicho que hoy no nos podemos ver, porque tiene cosas que hacer". Pero eso no duraría mucho...
El vestido de novia estaba listo, al igual que casi todos los preparativos de la boda. Solamente faltaba la fecha de la boda, la cuál se decidiría el día de hoy.
Tanto la familia Rosier como la familia Malfoy se estaban arreglando para encontrarse en un lujoso restaurante, para decidir la fecha entre ambas familias.
— Familia Rosier —Informó Jack Rosier al recepcionista del restaurante —. Nos espera la familia Malfoy.— añadió sonriente.
— Claro — asintió el recepcionista—. Por éste lado, por favor.— dijo, haciendo un ademán para que la pequeña familia los siguiera.
— Quita esa cara.— regaño Ivy a Isabella en un susurró.
Bella maldijo por lo bajo, poniendo los ojos en blanco ante el comentario de su madre.
— Por un minuto pensé qué lo habías olvidado, Jack.— dijo Lucius al ver a la familia Rosier, con una sonrisa llena de sarcasmo.
— ¿Olvidarlo? — Jack resopló—. Nos hemos atrasado, pero ya estamos aquí.
Lucius Malfoy les pidió que se sentarán, y así lo hicieron. La mesa después de unos minutos ya estaba llena de comida. Vino, whisky, agua, y todo lo que pudieran imaginar... Las dos familias más poderosas y famosas juntas en una mesa. Ivy y Narcissa hablaban de sus cosas, mientras Lucius y Jack hablaban de otras cosas por su parte. Draco y Bella no habían dicho ni la mitad de media palabra. Draco se limitaba a echarle a Bella miradas llenas de odio, y Bella igual.
Lucius Malfoy se aclaró la garganta, haciendo que todos los que estaban en la mesa voltearan a verlo.— Bueno. Estamos aquí para una cosa — sonrío —, y, es hora de hablarlo. ¿Me permites, Jack?
— Por favor, Lucius.— cedió Jack con amabilidad.
— La boda de nuestros herederos — Lucius alzó su barbilla, adoptando una mirada egocéntrica, llena de maldad —. Hemos esperado tanto para esto, y por fin esta pasando.— alzó su copa de vino al centro, Jack, Narcissa e Ivy lo imitaron, haciendo un pequeño brindis. Entonces Lucius prosiguió hablando —. Creo que los muchachos ya se conocieron lo suficiente. Opinó que la boda se lleve al cabo de una semana.
Isabella comenzó a temblarle las manos. Y Draco agradeció no haber comido mucho, porque lo hubiera vomitado todo.
— ¿Una semana? — preguntó Ivy.
— Claro, una semana.— contestó Cissy.
— ¿A qué estamos? — preguntó Jack.
— 21 de mayo.— informó Lucius.
— ¿Entonces, el 28? — Jack sonrío, al igual que Lucius. Las dos mujeres se limitaron a hacer un brindis entre ellas. Isabella que esperaba que su padre rechazará aquella fecha, se le cayó el mundo a los pies, lo único que quería hacer ese momento era llorar hasta quedar dormida. Draco se quedo mirando a la nada. Aquello qué él pensó que era sólo un juego, se convirtió en realidad; pasaría toda su vida al lado de la chica Rosier.
— ¡Sabía qué estaríamos de acuerdo! — exclamó Lucius, dándose un pequeño apretón de manos con Jack.
•~•~•~
Y una vez más Isabella Rosier estaba siendo arrastrada a una fiesta, por Pansy Parkinson.
— ¿Entonces, te casarás en una semana?
Bella asintió levemente.— Si, eso han dicho.
— ¡Sexo! — exclamó Pansy agitando las manos en el aire. Bella rió y le tapó la boca con una mano.
— Estamos a mitad de la calle... Pansy, shh.
— ¿Y qué tiene? Todo el mundo tiene sexo, Bella — la pelinegra se encogió de brazos —. ¿Cuál fue la reacción de Malfoy?
— No sé... — Isabella vaciló por un momento, y se dio cuenta que estaba tan sumida en sus emociones y pensamientos; que no se había dispuesto a observar la reacción de Draco —. Pero creo que también está disgustado.
— Es un imbecil.— declaró Pansy mientras ambas brujas giraban a la izquierda, llegando a su destino.
Ambas dieron su nombre al guardia; el cual las dejó pasar.
Ellas comenzaron a caminar dentro del club, el cual estaba como siempre; lleno de gente, alcohol, música alta, drogas, gente besándose por todas partes. Pero ellos tenían reservado la sección VIP. Con pesar Bella siguió a su amiga hasta llegar a la sección VIP.
Un chico moreno y alto; Blaise Zabini llamó a Pansy al verla entrar. Pansy se disculpó y comenzó a caminar hacia su amigo.
Bella quedó en su lugar sin moverse, parecía que estaba petrificada, y se sentía muy tonta al estar parada en medio de todos como una tonta.
Paso de ser el alma de la fiesta, a ser la aburrida prometida de Malfoy.
— ¡Bell! ¡Bell! — Theo llamaba a Bella mientras se abría paso para llegar hasta ella.
— Oh — Bella volteó a verlo —. Hola, Theo.
— ¿Cómo estás?
— Bien, estoy bien. ¿Qué tal, tú?
— Bien. ¿Y nosotros? ¿Estamos bien?
— ¿Por qué no deberíamos de estarlo?
El chico le sonrió con dulzura y se alejó de su lado, dejándola nuevamente sola.
Bella quería irse a casa, quería regresar a casa ya.
Sus ojos vagaron por el lugar, y sin querer se encontró con los ojos de su ex mejor amiga. Astoria estaba sentada en el regazo de Draco hablando y por momentos comiéndose la boca. Al encontrarse con los ojos de Bella, Astoria sonrío con maldad y volteó a ver a Draco, uniendo sus labios en otro beso devorador.
Draco estaba completamente drogado, si otra vez. Dejándose llevar por el momento, podía sentir como la rabia corría por sus venas, lo único que quería era un descanso de su vida.
A los pocos minutos Bella pudo ver como Theo se unía al grupo de Astoria y Draco, haciendo literalmente un trío. Bella alzó ambas cejas con asombro y decidió que unos tragos estarían bien para calmar el ambiente.
Ella se dirigió a la barra, pidiendo tres shot de tequila, los cuales se los llevó a los labios sin pensarlo dos veces.
Se quedó cerca de la barra. Pansy habia desaparecido con Blaise, Draco Astoria y Theo tenían un trío delante de sus narices, y las otras personas ni siquiera era cercanas a ella.
No tenía nada qué hacer, y le parecía incómodo ver el trío de su prometido con su ex-mejor amiga y su amigo Theodore Nott.
Decidió ignorarlos, uniéndose en más y más shots, todos los que pudiera tomar.
— ¡Hey, Bella! — Blaise la saludó.
— Zabini.
— Pansy estará aquí en un momento... Fuimos, por ya sabes — el chico moreno hizo un gesto con la nariz y su dedo, como si inhalara algo —. ¡Cocaina! — susurró.
— Oh.— respondió Bella. El alcohol corría por sus venas al igual que la euforia del momento. Ella podía follarse a alguién aquí mismo sin ningún problema.
— ¿Cuánto has tomado?
Ella se encogió de brazos.— No lo sé.
— Bueno... tienes que probar esto.— y con un rápido movimiento Blaise sacó de sus pantalones un pequeño sobre transparente que contenía un especié de polvo blanco, medio brillante. Él colocó una fina línea de ese polvo blanquecino sobre la barra de mármol que tenían delante de ellos. Y con un gesto, caballeroso, exagerado... invito a Bella a inhalar aquel polvo.
— ¡Nunca lo he hecho! — confesó Bella, mordiéndose el labio inferior.
Blaise hurgó otra vez en sus pantalones, esta vez sacando un billete Muggle, enrollándolo y tendiéndolo hacia Bella, ella lo agarró y arqueó una ceja en dirección a Zabini.— Sigo sin saber cómo hacerlo, Blaise.
— Oh, cierto. Bueno, es fácil Bella... solamente coloca bien el billete a una razonable distancia de tu nariz, te inclinas, te tapas una fosa nasal e inhalas el polvo.
— ¿Eso es todo?
El chico colocó sus brazos detrás de su espalda, asintiendo y cerrando un poco los ojos contestó:— ¡Sip!
Bella no dejo que pasara más tiempo, quería intentarlo... quería sentir algo nuevo. Así que puso en marcha las instrucciones del moreno. Colocó el billete Muggle enrollado a una distancia razonable de su fosa nasal izquierda, se inclinó y se tapó la fosa nasal derecha... inhalando aquel curioso polvo blanquecino. Bella sintió un pequeño malestar en su nariz, procedió a pasarse un dedo por debajo de su nariz e inhalar con fuerza hasta que sintió el malestar desaparecer.
Su mirada vagó por todo el lugar. Sintiéndose extraña... Sintió que el alcohol que había ingerido minutos atrás ya no tenía efecto sobre ella, se sentía sombría, más atenta... Su cerebro produciendo cantidades de Dopamina en menos de un segundo y su corazón comenzó a acelerarse.
— Me siento bien.— dijo Bella.
— Lo sé.— Blaise se inclino sobre la barra e inhaló varias líneas del polvo blanquecino.
— ¡Esto es otra cosa! — Bella se sentía bien, se sentía más viva.
Pansy llegó y se unió a sus dos amigos. Tenía las pupilas dilatadas y el cabello un poco más desordenado de lo normal.
— ¡Blaise Zabini! — exclamó Pansy, su amigo volteó a verla —. ¿LE HAS DADO A BELLA?
— ¡Sip! — asintió con la cabeza.
— ¡Estas demente!
— Déjala que se divierta, Parkinson... En una semana su vida será un infierno junto a Malfoy.
Pansy puso los ojos en blanco y se dirigió a su amiga. Bella se sentía en las nubes.— ¿Estás bien? — le preguntó.
— Joder — exclamó Bella sonriente —. Estoy más qué bien.
— Definitivamente estas drogada, Bella.
— ¿Tienes hierba, Pans? — preguntó Bella sin mirar a su amiga, pues las luces la atraían más que cualquier cosa, brillando y cambiando de colores. Blancas, verdes, rojas, azules... como un arcoiris.
— No te daré hierba.— su amiga se negó.
— Oh, no seas amargada, Pans.
— No lo soy, solamente soy madura.
— Tú...no...eres...madura. Además tus pupilas te delatan, has estado fumando.
— He fumado porque no me he metido esa mierda.— señaló el polvo sobre la mesa.
— ¡Entonces hagamos algo! ¿Por qué siempre estamos en la sección VIP? Esto es muy aburrido.
— Porque allá hay muggles.
— ¿Y qué tiene de malo?
— Somos brujas, Bella. Ven.— Pansy tomó a su amiga de la mano jalándola, pero Bella se negó.
— Draco esta ahí.— murmuró.
— ¿Qué? — Pansy frunció el ceño, acercándose más a su amiga.
— Draco esta ahí .— Bella repitió.
— ¿Y?
— No quiero acercarme a él, Pans. Él es muy malo conmigo, además su novia está con él.
— Oh...— Pansy no sabía que decir, y en cierto modo se sintió mal por Bella.
— No tienes porque sentirte mal — repuso Bella —. En realidad no me importa.
Pansy sacó rápidamente de su falda un cigarrillo bien hecho, lo colocó dentro de sus labios y le prendió fuego, le dio una breve calada y se lo paso a Bella. Bella lo cogio como una niña chiquita, repitiendo los pasos de su amiga, solamente que Bella le daba grandes y profundas caladas al cigarrillo. La sensación que sentía Bella en ese momento no se comparaba con nada en el mundo.
Bella se acercó más a Pansy, colocó una mano sobre su cadera y la acercó más a ella. Podía sentir sus pechos sobre los suyos. Pansy la miró expectante, con una media sonrisa en la cara. Entonces Bella le dio otra calada al cigarrillo y se acercó más a los labios de Pansy, exhalando el humo sobre sus labios, mientras Pansy con los labios entreabiertos inhalaba el humo que recién había abandonado los pulmones de Bella... Pansy unió sus labios en un beso hambriento, mordiendo y succionando los labios de Bella, ella le respondió al instante, abriéndose paso para que su lengua se encontrara con la de su amiga.
Las manos de Pansy viajaron al trasero de Bella, dándole un apretón y mordiendo su labio inferior, separándose de su amiga.
— Draco se lo pierde.— le guiño un ojo.
Bella rió, y odiándose a sí misma buscó a su prometido por toda la habitación, hasta que sus ojos lo encontraron...
Se sorprendió al ver que Draco ya la miraba, Astoria ya no estaba a su lado y Theodore tampoco.
La valentía que sentía en esos momentos hizo que sus pies comenzaran a moverse hacia él, y sin darse cuenta en unos pocos segundos ya estaba sentada junto a Draco.
— Hola.— fue lo único que pudo decir.
— ¿Hola? — Draco arqueó una ceja.
— Si, hola.— repitió Bella y se maldijo por hacerle caso a sus pies.
— ¿Dónde está Parkinson? — preguntó Draco con seriedad.
— Oh, no lo sé. ¿Dónde está Astoria?
— Se fue a su casa.
— ¿Junto a Theo?
Draco se burló.— No.
— ¿Entonces dónde está Theo? Creo que hoy si tengo ganas de follar con él.
— Tal vez follandose a alguna Muggle, Rosier.
— Oh, entonces creo que follare con Blaise.
— ¿Qué mierda te dieron? — la expresión de Draco se endureció. Y por primera vez Bella se sintió chiquita al lado de Draco.
— ¡Cocaina! — susurró al igual que Blaise lo había hecho.
— Cocaina — Draco repitió —. Has inhalado cocaina.— no era una pregunta.
— Lo he hecho y se siente genial.
— No lo vuelvas a hacer o me veré en la obligación de contarles a tus padres, Rosier.
— ¿Por qué eres así, Draco? — Bella preguntó con cautela, mientras se inclinaba y le arrebataba el vaso que Draco sostenía. Sin quitar sus ojos de él, se llevó el vaso a los labios y bebió un pequeño sorbo.
Draco se movió incomodo en su asiento, y le quitó el vaso con un movimiento leve, llevándoselo esta vez él a los labios.— ¿Así cómo, Isabella?
— Eres raro... Actúas de una forma muy rara.
— ¿Ah, si?
— Si — Isabella asintió —. Hay veces que parece que me odias, y luego actúas como si te preocuparas por mi.
Draco dejó salir una risa sarcástica.— ¡No te confundas, cariño... yo no me preocupo por ti! Te detesto, Rosier.— dicho eso se levantó y comenzó a caminar a la barra.
Bella no sabía cómo sentirse al respecto. Todo la hierba, la droga y el alcohol que había consumido se le bajo al instante, la euforia se remplazó por un sentimiento de humillación. Ella suspiró y cerró los ojos, queriendo desaparecer de ese lugar.
Unos minutos después sintió como el asiento a su lado volvía a hundirse, ella no quiso abrir los ojos, no quería ver quién estaba a su lado... porque seguramente Draco no era, ella pensó.
— Bebe esto.— escuchó la voz de Draco y abrió los ojos, viéndolo.
Bella tomó el vaso que Draco le estaba ofreciendo y lo olió; era agua. Bebió un trago largo y después lo dejo a un lado.— Quiero irme.— dijo.
— ¿Quieres irte?
— Quiero regresar a mi casa.
— Bien, vamos.
Bella se sorprendió al oir eso.— ¿Qué quieres decir con vamos?
— Te acompañaré, ya es muy tarde.
— Oh, bien.— Bella se levantó y Draco imitó su acción, en ese momento Pansy y Blaise se acercaron a ellos.
— ¿Bella, te vas? — preguntó Pansy.
— Oh, si.
— Bueno... esperaré la invitación a tu boda.— Pansy se acercó y dejó un beso sobre los labios de Bella.
— ¡Eso fue jodidamente caliente! — exclamó Blaise, ganándose una mirada de Draco—. ¡Oh, vamos... no lo puedes negar, Draco!
— Como sea.— se limitó a contestar, para después colocar una mano sobre la espalda baja de Bella y empujarla hacia la salida.
En todo el camino Bella y Draco no hablaron, y era un silencio incómodo, realmente incomodo.
— Lo siento.— soltó Bella de repente.
— ¿Por qué? — Draco se extraño.
— Yo... yo no quería arruinarte la vida, Malfoy.
— ¿De qué hablas?
— Yo no sabía sobre nuestro compromiso.
— Está bien, Bell... Estas drogada, luego hablaremos sobre eso, tenemos la vida entera para culparnos.
Ya habían llegado a la Mansión Rosier, y Draco sintió la necesidad de entrar con Bella y asegurarse que ella llegaba bien a su cuarto.
— Te acompañaré hasta tu cuarto.— le dijo.
— No es necesario.
— No seas tan dificil. No voy a violarte, Rosier...
Bella cedió. Antes de entrar se quito los tacones y cerró la puerta detrás de Draco, guiándolo por las escaleras hasta llegar a su habitación. Cerró la puerta con cuidado y se dejó caer sobre su cama.
— ¿Dónde están tus pijamas?
Bella no sabía porque preguntaba eso, pero sinceramente no tenía fuerzas para preguntar o para hablar, así que señaló el cajón donde guardaba todas sus pijamas y se cubrió los ojos con un brazo debido a la luz.
Draco busco en los cajones hasta encontrar una pijama, se acercó y la dejó sobre la cama de Bella.— Póntela.
Pero Bella ya estaba dormida.
Draco resopló y decidió dejarla vestida. No la iba a desvestir, no estando ella drogada. La acomodó debajo de las sábanas y apagó todas las luces.
Salió de su habitación y comenzó a caminar hacia la salida. Hasta que estuvo afuera y apareció en su mansión.
—
Niñassssss... acuérdense que lo ficticio es ficticio, no usen las drogas.
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