6 - El primero
F É L I X
Serendipia, diría Alegra. Uno busca dormir abrazando a su chica y de pronto ella tiene su mano en mis pantalones.
Me encanta que se ponga en ese plan, porque teniendo en cuenta que sé que es un punto difícil para ella creo que yo no lo hubiera hecho. Aunque reviente de las ganas, siempre hubiese esperado por ella.
Pero al parecer no será necesario esperar, Valeria ya no es una niñita asustada, y esta faceta de ella que desborda seguridad me trae loco.
Tengo que dejar mis nervios de lado y solo mostrarle las ganas de ella que vengo acumulando.
Su mano hace contacto con mi dureza, siento sus pechos pegados a mi espalda justo cuando sus dedos se envuelven alrededor de mi polla y comienza a mover su mano hacia abajo y hacia arriba muy lentamente.
A la mierda la ternura, llevo mi mano hacia atrás y la entierro en su trasero sin dudarlo. El sonidito dulce que se escapa de sus labios llena mis oídos y mi mente, despertando mi imaginación por completo.
Me volteo pegando su cuerpo al mío, nos miramos a los ojos por un breve momento y siento que el fuego que se ha encendido entre nosotros no será sencillo de apagar.
Mi palpitante erección me exige que me apresure porque ya necesita estar dentro de ella, pero no voy a apurar las cosas, voy a disfrutar de saborear cada rinconcito de su piel, empezando por sus labios.
La tomo por la parte de atrás de su cuello y estampo mi boca contra la suya con deseo, ella me corresponde con la misma intensidad y comienza a caminar lentamente hacia la cama empujándome para que quede sentado.
Rompe con el beso y se aleja apenas de mí para quitarse la ropa. Primero la camiseta, no hay nada debajo y me quedo como idiota viéndola, de milagro no estoy babeando. Todo en ella es caliente y perfecto, estiró mi mano y la paso suavemente por la curva de su cintura, mis dedos encajan perfectamente allí.
Es lindo que quiera tomar el control, pero no puedo simplemente quedarme quieto mientras la observo quitarse la ropa. Necesito hacerla sentir todo el placer que una persona pueda sentir, así que la tomo por la cintura y la recuesto en la cama, tal vez me excedí un poco en la fuerza pero la sonrisa en su rostro me indica que esa es la forma en la que quiere hacerlo: rudo.
No voy a negar que eso me enciende mucho, así que la tomo por las muñecas con una sola mano y las elevo por sobre su cabeza dejando su cuerpo a mi entera disposición.
Empiezo por sus labios, luego bajo lentamente a su cuello dejando que mi lengua y mis labios saboreen cada pequeña porción de su piel.
La observo presionar sus piernas entre sí para aliviar el deseo, cerrando sus ojos y mordiendo su labio inferior.
Tranquila bebé, ya llegaré allí.
Los besos continúan bajando, lentamente pasan por la cuenca entre sus pechos, y entiendo su ansiedad pero no los voy a desaprovechar. Se ven perfectos y completamente apetecibles, así que no me resisto a pasar mi lengua suavemente por uno de ellos y de inmediato siento su respiración acelerarse. Le dedico mi tiempo a cada uno, ella está un poco tensa y cada tanto se le escapa un pequeño gemido, como si quisiera contener sus sonidos tan perfectos.
Solo entonces recuerdo que su experiencia es casi nula, y en mi misión enseñarle a dejar fluir sus más bajos instintos. No quiero que sienta vergüenza conmigo, pero supongo que es algo que me tengo que ganar.
Libero el agarre en sus muñecas y me acerco a su oído para susurrar muy suavemente:
—Quiero escucharte, Valeria.
Mientras las palabras dejan mi boca mis dedos la tocan haciendo una leve presión sobre el short que aún trae, logrando que deje salir un pequeño quejido, suena tan dulce y caliente a la vez que va a volverme loco. Vuelvo mis besos a su abdomen, pero al parecer he llegado al límite de su paciencia, porque aprovechando que liberé sus manos toma mi cabello y empuja mi cabeza hasta posicionarla entre sus piernas.
Suelto una risita y deslizo sus shorts junto con su ropa interior por sus caderas. Ya no la torturaré o yo también explotaré.
Separo sus piernas sin suavidad, mis bajos instintos se han despertado, y aunque sé que ella espera mi lengua decido que para sorprenderla meteré primero mis dedos.
Y vaya que lo logré, su gemido resonó en toda la habitación, y se intensifica en cuanto mi lengua hace contacto con el lugar preciso. Su sabor es completamente perfecto, podría pasarme el día entero aquí, saboreándola mientras entierro mis dedos en ella una y otra vez; y lo haría, de no ser porque tengo algo mucho mas interesante para enterrarle que mis dedos.
Siento su interior contraerse alrededor de los dos dedos que tiene dentro, uso mi mano libre para mantener su pierna a un lado en cuanto sus músculos comienzan a tensionarse, pero no voy a detenerme, que ella lo haga; de hecho voy a aumentar la intensidad.
Ella aparta mi cabeza de entre sus piernas en cuanto todo estalla, sus piernas se cierran de golpe mientras suelta una serie de pequeños e intensos gemidos. Mis dedos aún están dentro y no dejan de moverse mientras la observo retorcerse de placer frente a mis ojos.
El primero, el primer orgasmo de los miles que te esperan, mi amor.
Le doy diez segundos para recomponerse mientras me quito los pantalones de mi pijama, busco un condón en el bolsillo y me lo pongo.
Diez segundos, y entonces la giro sobre mí para dejarla encima. Aún se ve agitada, su cabello desordenado cae sobre su rostro dándole una imagen salvaje y caliente. Me jala por el cuello haciendo que me siente y no tarda nada en descender suavemente sobre mí.
La sensación cálida y húmeda acompañada de lo mucho que ajusta dentro de ella me obligan a cerrar los ojos y contener mi respiración. Si no desvío mis pensamientos terminaré muy rápido.
Pero es que no puedo, ella se ha adueñado de todos mis sentidos, desde hoy le pertenezco, o en realidad siempre lo hice. Siento una clara e intensa mordida en mi hombro en cuanto estoy por completo dentro de ella. Creo que le duele, así que debo ser mas cuidadoso… si tan solo pudiera... apenas si puedo controlarme.
Llevo mis manos a sus nalgas para ayudarla a moverse, marcándole el ritmo, la forma y acompañando e impulsando sus movimientos. De verdad es demasiado intensa cada sensación, cada vez que sube y baja se siente como un mini orgasmo, sus gemidos están justo en mi oído y no tengo idea de cuanto aguantaré, así que decido centrar mi atención en sus pechos que tengo frente a mis ojos, sacando mi lengua para lamerlos mucho mas intensamente que antes, usando incluso mis dientes para dejar pequeñas mordidas.
Ella deja caer su cabeza hacia atrás y luego se pega a mí llevando sus manos a mi espalda. Siento la presión de sus dedos, la tensión en todo su cuerpo, así que guío sus movimientos a que sean más rápidos y profundos.
Sus uñas se entierran en mi espalda, dejando su huella y acompañando sus mas intensos gemidos. Siento su cuerpo aflojarse sobre mí, intentando mantenerse pero así sin conseguirlo, así que dejo estallar todo lo que había estado conteniendo.
Es como si fuera de viaje a las estrellas y regresara en un mismo instante, cada cosa en el jodido mundo parece estar en su lugar en cuanto deja caer su cuerpo transpirado sobre mí.
Se acomoda en mi pecho rendida, aún siento su corazón acelerado.
Me quito el condón con mi mano libre y lo arrojo a un lado de la cama antes de cubrirnos con las sábanas.
He ansiado este momento más veces de lo que puedan imaginar, pero ni en mis mas locos divagues era tan perfecto.
La amo, ¿Ya lo he dicho?
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Hola Pollitos 🐣
No diré nada, solo que actualicé rápido en honor a la bella cantidad de comentarios que me dejaron 💚
Los amo 🥰
Besos, mil besitos 💋
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