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Un día más, nueva lucha y algo nuevo por lo qué invertir tu tiempo.. Oh quizás vuelta a lo cotidiano. Un chico de cabellos azabache contempla el paisaje que tiene desde su habitación en un departamento cerca a su futura empresa, la cual va a heredar dentro de poco tiempo, quizás se debería estar arreglando para la ceremonia, bueno, estaba arreglado, pero un poco más de perfección no hace daño a nadie, ¿verdad?
Su pelo sedoso y bien cuidado es peinado por décima vez ese día, nada podía ir mal cuando se supone que tienes el control en tus manos. Al menos así lo pensó hasta que cuando apareció por los pasillos de su futura empresa un chico que pasaba corriendo se tropezó con él, con un café en la mano, y se lo tumbó todo encima de su traje.
El chico de pelos rubio, claramente beta y trabajador de su empresa estaba inclinado, pidiendo perdón, rogando por otra oportunidad al inmenso alfa que tiene al frente fulminándolo con la mirada lila de sus ojos. ── Despídelo ── El asistente del alfa estaba atónito. Luego se le acercó al oído y le susurró un par de cosas.
El beta por otro lado estaba temblando mientras seguía inclinado ¿de verdad lo iba a despedir tan solamente por eso? Mierda y más mierda, quería gritarle y decirle todas las groserías que se le ocurriera. Pero pronto vio cómo este caminaba con tranquilidad siguiendo su camino, entonces.. ¿Eso significaba que sí estaba despedido?
El asistente de el chico le puso una mano en el hombro al beta y luego le tranquilizó. ── No te preocupes, no hará eso, sigues con el trabajo. ── El beta suspiró más calmado.
── Claro, gracias. ── Sonrió y luego el asistente siguió su camino detrás de su jefe.
── Señor Rethey, no debió hacer eso.. ── El asistente estando detrás de su jefe mientras lo seguía le estaba regañando. ── Por favor, no soy tan viejo. ── Parecía que le había dado igual, tomó más en cuenta el detalle de "Señor" qué el tema del cual le regañaba. ── Pero Duxo- ── Duxo paró en seco y luego se dio la vuelta para mirar a su asistente. ── Mira, "Spreen", es Joven Duxo, que te quede claro. ── Spreen hizo una mueca y luego su jefe volvió a darse la vuelta para seguir caminando.
Lo odioso que llegaba a ser su jefe era abrumador para Spreen, aquel que siempre intentaba dar buena cara para cualquier situación. Bueno, eso se estaba volviendo un trabajo también con el jefe que tenía.
¿Qué a dónde van?
Bien, me alegra que preguntes.
(sé que no lo hiciste pero igual te lo diré)
Duxo y su asistente Spreen están yendo en dirección a una entrevista de parte de una revista muy famosa llamada "Adulando al momento" qué específicamente trata una revista que recopila los datos de personas importantes en sus páginas. Sí, cómo si fuera una revista de chismes, pero con el consentimiento de ellos mismo.
Duxo no ha tenido muchas opciones al no querer hacer la entrevista, pero la simple amenaza de su padre hizo que dejara de pelear por algo tonto y decidiera hacer la entrevista a regaña dientes. Claro, sin antes haber mandado al demonio al mundo para poder aceptar, que sin liberar la rabia del momento no podía estar.
Al menos ese era su destino hasta que ese chico beta se fuera a tropezar con él y llegara a derramar todo su café encima de su chaqueta y camisa blanca de valor exagerado monetario. Ahora debía ir hacia algún lugar para cambiarse la ropa toma mojada llena de dulce qué tenía encima, ya sea a su apartamento o ir a una tienda a comprar.
Y cómo para cagando plata decidió ir a comprar un par exactamente igual, no quería ir con otro conjunto que sea el que tenia, el que había elegido para este día. Spreen ya se estaba asfixiando con todo eso, no sabía de dónde había salido a ser así este chico si su papá es muy humilde aparte de tener mucha amabilidad en su corazón. Ser amable y algo más considerado más que no sea sólo contigo no te mata, lastimosamente eso no lo sabía Duxo, y se lo habría dicho Spreen si no tuviera miedo de hablarle con confianza.
"Qué horror"
Spreen ya hubiera dado su carta de renuncia si es que no le pagaran tan bien en un trabajo en que parecía que debía cuidar a su jefe.
Definitivamente no le agradaba ser la niñera que tenia encargado de resolver los problemas de su jefe. Tiene 27 años, por el amor de Dios, no servía para esto.
── Spreen. ── Salió de su trance y luego devolvió la mirada a quien lo estaba llamando, Duxo. ── ¿Si joven Duxo? ── Duxo frunció el seño y luego chistó entre dientes. Entonces, Spreen se dio cuenta de que había echo algo mal. ── No duermas despierto, Spreen, te estaba hablando. ── El ojo ónix asintió y se inclinó levemente. Debía inclinarse frente a su superior de 24 años del cual debía cuidar, algo le fastidia en el pecho.
Levanta la cabeza y luego Duxo le toma de su traje por el hombro y le jala hacia la salida de su empresa para luego pedirle que conduzca hacia la tienda de diseñador más cercana. Spreen asiente y evita volver a criticarlo para subirse al auto y ponerse en marcha.
Personas corriendo, los tacones de una chica alta y con buena forma resuenan por la sala de trabajo. Luces, cámaras y.. Bueno la acción faltaba por que aún van con los preparativos y demás cosas que necesitaban para iniciar las filmaciones de la entrevista.
Pronto otra señorita con cabellos castaños y pequeñas extensiones pintadas de celeste en el cabello, con los ojos de color chicle y una carta en la mano. ── ¡Ari! ── Trató de llamar a su superior mientras menea la carta en la mano corriendo en dirección a la jefa de la producción
Pronto, la chica de cabellos dorados dirige su mirada hacia la chica que corre hacia ella, ve la carta y se acerca para que se la de. Cuando tiene el sobre en sus manos deja de ver a la otra chica y abre con cuidado para ver el interior de la carta.
⇉ [📩 ; ❛ Buenas tardes, promotora Ari. Usted a recibido una carta de parte de la empresa N'lessfat, específicamente del presidente de la empresa, Rethey. Esta carta es para informar que afirmativamente el sucesor, Duxo Rethey, asistirá a la entrevista que se realizará a las 9:20 p.m. Gracias por la invitación.❜ ↷
La chica comenzó a saltar de alegría, pensó que simplemente iban a ignorar su invitación pero resulta que el hijo heredero de una de las empresas más grandes del país iba a estar en su revista al final de todo, todo un sueño echo realidad.
── ¡Rivers, ayúdame sacando impresión la lista de preguntas que te envié ayer en la noche! ── Gritó a lo que iba hacia otra dirección de la producción. La chica de sudadera y pantalones miró sorprendida a su jefa, sabía lo que significa que imprima esa hoja, y la mantenía sorprendida en su lugar con la boca abierta, hasta que escuchó otro grito desde donde sea que se haya ido. ── ¡Es para hoy, Rivers! ── Y entonces la chica comenzó a moverse rápidamente.
De forma automática ahora todo el estudio sabía que vendría Duxo Rethey, no podían creerlo, esto daría un impulso abismal a la ya reconocida empresa de revista de chismes en la que trabajaban, simplemente impresionante. Los rumores comenzaron a esparcirse, e incluso de ello llegaron otros chismes sobre que el joven Rethey estaba con su promotora Ari, bueno, es un área de trabajo de una revista de chismes, no era de sorprenderse que la gente ahí también sea algo chismosa y comience a decir todo tipo de cosas al respecto de algo que les pareciera impresionante.
Alistaron de todo, desde la cosa más insignificante hasta lo más importante, Ari estaba devuelta en el área de trabajo y ahora estaba mandando a maquillar a su entrevistadora favorita: Biyin. Un vestido elegante, claro que sí, un buen peinado que resalten sus pequeños cuernillos rojos y un maquillaje que resalte sus ojos celeste pastel.
── ¿Usted cree que también debamos invitar a el hijo de la empresa Blevennt? ── La estilista de Biyin alza una ceja, analizando lo que le decía Biyin. ── ¿Ah quién dice? ── Biyin voltea un momento a verla y luego vuelve a su posición con una expresión de "¿es enserio?" ── Al hijo del señor Beauchamp, al joven Aquino Beauchamp ── La estilista se quedó pensando unos momentos y algo no le cuadraba en la cabeza. ── ¿El señor Beauchamp tenía un hijo? ── Biyin rodó los ojos y sonrió. ── Pues claro, sólo que dicen que no suele gustarle salir mucho a eventos importantes ni sociales, y por eso poca gente conoce de la existencia del chico. ──
La chica estilista dio unos últimos detalles al maquillaje de Biyin y a en general de su aspecto para decirle que estaba lista. Biyin contenta se levanta y felicita a la chica. Luego de unos momentos se dirige hacia la promotora para que le dé la hoja de listas de preguntas y después de eso de aleja para sentarse en una silla justo en el área de filmaciones, esperando la llegada del joven Rethey al ser en exacto las 9:00 p.m.
Se dispusieron a calmarse y relajarse luego de tanta movida al estarse preparando para la llegada de alguien sumamente importante que les daría un aumento excesivo de audiencia, sobre todo por que se trataba de uno de los alfas más aclamados por la audiencia, que inclusive ya les habían pedido que traigan al joven Rethey a sus cámaras para hacerle un cuestionario.
El relajo no les duró mucho tiempo y pronto Ari recibió una llamada de la recepcionista qué le decía que el joven Rethey ya estaba en la entrada del edifico por la planta uno. Ari, con sus tacones intentó correr hacia el elevador que la llevaría hasta la primera planta y casi cae, aunque eso no importó mucho y presionó el botón que la llevaría al piso número uno.
En cuanto llegó encontró al joven Rethey sentado en uno de puffs de la sala, paciente y calmado. El traje de alfa estaba impecable, incluso parecía nuevo — Porque claro que lo era — y el peinado eran perfectos, si tuviera un alfa así en su vida juraría que podría darle hasta los cachorros que no quisiera. En pocas palabras, el joven Rethey era tan atractivo cómo en las fotografías que le toma su cámara, el alfa perfecto..
── Joven Rethey.. ── Ari se inclina levemente demostrando respeto. Duxo se queda callado y sigue mirando a la chica omega, la cual desprendió un olor de mango, rápidamente hizo una mueca ante el olor dulce presente. ── Por favor sígame, le voy a guiar hacia el área de filmación y entrevistas. ── Levantó la cabeza y miró una vez más de frente al alfa para darse la vuelta para que lo siga. Duxo se levantó y se acomodó la ropa para comenzar a ir detrás de la chica.
Polvo y mucho más maquillaje para quedar impecables e eliminar todas las imperfecciones del rostro, haciendo que puedan lucir "perfectos". Ambas personas sentadas ya en sus asientos y la Señorita Biyin con las preguntas a la mano, justo con el joven Rethey a su lado izquierdo mirando hacia adelante, donde se encuentra la cámara qué los estará filmando dentro de poco.
Para romper el hielo, Biyin dirigió su atención al joven Rethey e intentó buscar algo que decir para quitar el ambiente algo tenso. ── ¿Nervioso? ── Pese a lo que dice ella es la que sonríe algo nerviosa. ── Para nada. ── Tan frío cómo cortante responde al instante Duxo, sin siquiera mirar a la entrevistadora. Biyin se siente confundida y luego de un momento recapacita en que Duxo realmente no era una persona de hablar de día a la mañana cómo si fueras su mejor amigo, quizá debía tratar de ubicarse mejor.
Y pronto la entrevista empezó.
El aroma delicioso de un platillo recién hecho y con los cubiertos ya en el plato para poder disfrutar de su cena, aunque ya había un problema en ese plan: Que odia lo que le han de preparar todos los días.
Soltó los cubiertos en el plato y recostó en sus puños sus mejillas, frustrado, mirando hacia la mujer que se sienta al costado suyo con apariencia de funeral.
Cómo si fuera un reproche hace un puchero y decide decir algo luego de días a la chica de su edad aproximadamente, unos 24 años. ── ¿No pudiste abstenerte de hacer tu dieta hoy? ── La chica dejó de comer y dejó los cubiertos en posición de pausa para terminar su bocado, limpiarse la boca pintada de un rojo intenso y por fin abrir sus labios para hablar. ── Te dije que pidas algo específicamente para ti, te lo he advertido. ── La chica alfa lo fulmina con la mirada y él se intimida levemente.
Era verdad que podía haber pedido lo que quería pero sinceramente no le gustaba la idea de hacerle más trabajo a los chefs personales qué tienen. ── Lo sé.. Pero... ── No supo qué decir, negó con la cabeza y luego de eso se dispuso a agarrar nuevamente sus cubiertos y comenzar a comer. La chica lo vio comenzar a comer, colocando la cuchara en la sopa para llevársela luego a la boca. ── Y dime.. ¿Ya sales con alguien? ── El chico casi se atraganta y mira a la chica con confusión. ── ¿¡Ahora tú!? ── Ni siquiera se molestó en responderle, estaba impactado.
── Por favor, Aquino. Soy tu hermana y claro que me interesan estas cosas, se trata de ti finalmente. ── Menea la cuchara en su mano. ── Por favor, ajá, cómo no. ── Exclamó con ironía. ── Jamás les importó nada que tenga que ver conmigo. ── Continuó y se levantó de la mesa. ── Termina la comida, Aquino. ── La chica lo amenazó con la mirada pero Aquino ya estaba demasiado furioso como para hacerle caso. ── Estoy lleno, GRACIAS. ── La cuchara qué tenía en la mano la estampó en la mesa y luego se dio vuelta para ir a su habitación.
Cuanto necesitaba tener un amigo ahora mismo para contarle de toda su vida. Los tiene sí, si es que los que compra cuentan, pues sí. Aunque tiene uno que no ha visto en mucho tiempo y desde entonces no lo olvida.
Si hay algo que Aquino agradece es tener una buena memoria —Aunque justo por eso sea algo rencoroso—, ya que tenía tan claro cómo el agua el color intenso ónix de sus ojos. Recordaba que era literalmente el único amigo que tenía en la universidad, incluso que se comenzaron a hablar por un lápiz, que más de una vez hicieron un montón de locuras a las que Aquino tenía obligado asistir por ser en su momento "Su mejor amigo". Le bombeaba el corazón de forma desenfrenada cada que lo recuerda, tan débil ante sus memorias con el alfa, se siente frágil.
Se tira a su cama y toma una almohada de fresa del tamaño de su tórax, lo apega a su pecho de y cubre algo de su boca en la almohada, mordiéndolo. Cierra sus ojos y lo imagina, nuevamente está volviendo a verlo en su cabeza y eso no era bueno.
¿Qué si le está siendo fiel a un amigo que solía actuar cómo su novio?
Sí, así es.
Tenía tanto miedo sentirse así, no siempre lo sabía pero algo que lo hacía sentir vulnerable para él era debilidad, al menos por eso buscaba de cualquier forma una manera de intentar alejar esos sentimientos de su cabeza. Era muy vulnerable a él, frágil al sonido de la voz de sus recuerdos y porcelana cuando él tocaba su piel. Pero claro, han pasado casi 3 años desde la última vez que lo vio, al menos eso aparte de que no sabe en qué jodido lugar se encuentra.
¿Qué si el número de teléfono?
Lo tenía en un antiguo celular qué se le rompió y ahora sólo sirve para la chatarra pues le pasó un camión encima, aparte de que enviarle un mensaje a alguien que no hablaste durante años es muy vergonzoso, oh da palta, cómo suelen decirle.
Vaya, el mundo tenía que irse encima suyo justo cuando se permitía ser sensible con una persona, al menos eso le permitía pensar más en lo que le pasaba con ese chico. Aunque eso no le quitaba lo nervioso y el miedo que tenía de mostrarse de manera sentimental ante un chico.. Pero que fuera ese chico, justamente ese chico, quien es el único que le daba seguridad de todo, le hacía sentir seguro y a gusto incluso con ese sentimiento que odia sentir desde la preparatoria y desde que tiene su memoria.
"Esto es malo"
Se hunde en sus recuerdos con las mejillas rosadas de las fantasías con el chico que tiene en la cabeza, pegadas tal cual chicle. Hablando de chicles, esto es muy cliche, pero bueno, se trata de relatar el sentimiento de Aquino y Aquino es demasiado de estar en ese plan cuando está enamorado, y vaya que estará enamorado la mayoría del tiempo, luego no te sorprenderá.
Su celular vibra, se levanta y termina por sentarse en la orilla de su cama mientras toma su celular de la mesita de noche que está al costado de su cama.
⇉ [📱 ; ❛ ¿Cómo estás amigo mío? ❜ ↷
⇉ [📱 ; ❛ ¿Sabes? Me pasó algo impresionante en la empresa que no te lo podrás crees, lo juro. ❜ ↷
⇉ [📱 ; ❛ ¿Aquino? ❜ ↷
⇉ [📱 ; ❛ Oye, te estoy hablando. ❜ ↷
⇉ [📱 ; ❛ CONTESTAAA ❜ ↷
Ah, cierto, que si tiene un amigo.
Ni lento ni perezoso desbloquea su móvil y luego lee con más atención los mensajes.
"¿Algo impresionante?"
Se lo cuestiona con dudas en la cabeza pero al final solamente hace una mueca y decide que su amigo está delirando. Dios, quizá debería darle algo de dinero a Kendo antes de que piense que todo es impresionante.
⇉ [📱 ; ❛ Me cuentas mañana, Kendo. Chau. ❜ ↷
Hasta nuevo aviso!
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