Capítulo 3
—Identifíquese.
—Park Chanyeol, soy el zapatero, me pidieron que viniera.
—Pase.
El guardia le dio acceso al castillo, Chanyeol cargaba con su caja de herramientas en la espalda, evitando ver hacia los jardines, caminó en línea recta hasta que una sirvienta le habló.
—El Zapatero real, ¿cierto?
—Sí.
—El joven príncipe lo espera en sus aposentos.
—C-Claro, de acuerdo.
—Sígame.
La chica caminó delante de él, Chanyeol miraba con asombro cada detalle del castillo, nunca había estado más allá del salón de tronos, y ahora estaba subiendo las escaleras de mármol blanco con dirección a las habitaciones. Los pasillos eran largos y amplios, decoraciones en plata y oro abundaban por el lugar, al igual que retratos de personas que no conocía, había varios candelabros y estatuas, enormes arcos decorando los pasillos, en algún punto tuvieron que cruzar por un pasillo en donde el lado derecho eran solo barandales que daba vista al mar, Chanyeol apartó la vista de inmediato al ver la extensión azul.
—Su majestad—habló la chica luego de tocar tres veces aquella puerta. —Llegó el zapatero.
—Pasa—. Se escuchó del otro lado poniendo al pelinegro nervioso.
—Aquí está su majestad, si necesita algo llámame—. Dijo la chica haciendo una reverencia luego de abrir la puerta. En cuanto Chanyeol entró, la chica cerró y se retiró.
Chanyeol miró impresionado el interior, los aposentos del príncipe era una enorme habitación, quizás cinco veces más grande que su pequeña casa. El techo era alto y de él colgaba un hermoso candelabro de oro blanco, las paredes eran en tonos azules pastel y decoraciones en blanco, enormes ventanales con hermosas vistas, tenía su propia chimenea, su propia sala, una pequeña área de biblioteca y del lado izquierdo estaba su cama, justo en medio, tenía un pequeño mueble de cada lado y una puerta que probablemente conducía a su cuarto de baño y la otra a su vestidor, pues de ahí salió el príncipe vistiendo una delgada bata de seda blanca cubriendo su cuerpo.
—Llegaste.
Baekhyun se acercó a él jalandolo de mano, llevándolo a su cama. Una cama enorme con una cabecera de madera blanca en forma de cisne, con sus cortinas de doseles que cubrían alrededor del colchón.
—¿En qué puedo servirle su majestad?
El príncipe no le respondió con palabras, en cambio se dedicó a besarle el cuello mientras le desabotonaba la camisa. Chanyeol no sabía qué hacer o qué no hacer, le gustaban aquellos besos pero cuando cerraba los ojos veía al angelical príncipe bañado en sangre, y el miedo de ser comido se hacía presente. Aunque debía admitir que sus besos y caricias sabían mejor ahora que no sentía la pegajosa sangre en su cuerpo.
Y aún así, consciente de que el príncipe Baekhyun podía aburrirse, asesinarlo y tirar su cuerpo por el risco, Chanyeol se entregó a él, dejó que el príncipe lo montará. Al menos esa vez no había sangre a su alrededor, ni un cuchillo paseando por su cuerpo.
—Chanyeol—el nombrado alzó su vista.— ¿Me temes?
—Su majestad...
—Ha decir verdad, ningún peón había sido tan insolente como tú, nadie se había atrevido a verme a los ojos—Chanyeol se separó de su cuerpo lentamente.— Y eso es algo que me gusta de ti.
—Perdóneme su majestad, pero creo que no estoy entendiendo nada.
Baekhyun se levantó sin importarle su desnudes, el zapatero miró hacia otro lado con un ligero sonrojo, cuando el príncipe terminó de vestirse se volteo a mirarlo.
—A partir de hoy eres mi concubino.
—¿Disculpe?
—Eres mío ahora, te lo dije, yo siempre consigo lo que me gusta—se sentó sobre sus rodillas en la cama y lo tomó del mentón.— Y tu me gustas, así que eres mío.
—Su majestad...—. El príncipe sonrió con sorna.
—Me encanta que a pesar de todo te sonrojes y me llames "majestad", puedes decirme Baekhyun si quieres, tú y yo tenemos algo especial.
El príncipe volvió a besarlo, bajando sus besos por su cuello, Chanyeol solo cerraba los ojos disfrutando de aquellos húmedos besos sobre su piel.
—Pero te lo advierto Chanyeol—apretó su mano alrededor de su cuello, el menor abrió los ojos como platos, estaba haciendo lo mismo que el día anterior.—Si haces algo que no me gusta soy capaz de matarte.
—Jamás...—. El castaño sonrió alejando sus manos de su cuello y llevándolas a un recorrido por su pecho hasta tomar su miembro. Baekhyun comenzó a acariciarlo, disfrutando de los pequeños jadeos de su pareja, quién echó la cabeza hacia atrás con los ojos cerrados mientras disfrutaba de sus toques.
—Y si te portas bien—susurró en su oído.— Papi hará todo lo que pidas.
Chanyeol se mordió el labio al sentir la húmeda boquita de su príncipe alrededor de su pene. Se movía como si fuera un experto, haciendo ruidos obscenos a propósito, chupando con lentitud, como si el tiempo no fuera suficiente.
Mientras tenía al joven príncipe Baekhyun entre sus piernas, él no dejaba de pensar, que no tenía más opción que aceptar ser concubino, podía comprarle una mejor casa a su madre, dejaría de preocuparse por la falta de comida, le tendría un buen futuro a su familia, su hermana no tendrían que seguir haciendo zapatos para sobrevivir, podría dejarlo y casarse con un buen hombre. No había fallas en aquella propuesta, todos ganaban, así que decidió terminar de enamorar al príncipe antes de pedirle por su familia.
Lo único que le aterraba, además de una muerte inminente, era tener que decirle la verdad a su madre ¿Cómo le diría que era amante del príncipe? Aunque su madre no supiera de los pecados que había cometido Baekhyun, el simple hecho de arriesgarse a salir con un príncipe viniendo de una familia humilde, ya los ponía en peligro. Sin contar el hecho de que se trataba de un hombre, pues el amor entre personas del mismo sexo, era un pecado que debía pagar con la horca ¿Esa ley cambiaría ahora que el príncipe disfruta el sexo con hombres?
—No hagas preguntas y déjate llevar.
Le había susurrado el príncipe en el oído. Pero a pesar de querer disfrutar del momento, la duda no dejaba su mente. Su corazón latía por Baekhyun, su cuerpo respondía a sus toques, su piel se erizaba deseosa al tacto, sus mejillas enrojecían debido al calor y la vergüenza que sentía al estar bajo un cuerpo tan hermoso y poderoso, sus labios encajaban a la perfección, el brillo en los ojos del príncipe no eran una ilusión, realmente brillaban por él ¿Cuánto tiempo estuvo mirándolo de esa manera? ¿Era real o sólo fingía? Si Baekhyun lo deseaba desde hace tiempo ¿Por qué no buscarlo antes? ¿Por qué tuvo que esperar a que descubriera su crimen para admitir sus sentimientos por él? ¿Acaso esos sentimientos existían?
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