LUCAS

Paz. Es tan difícil de conseguir... ¿Ahora ven por qué no creo en la felicidad? Estas a punto de llegar, y entonces algo pasa y caes al suelo otra vez.

— Tiene un hijo — dice Sam delante de Alegra, luego de que me negué a hablar con ella a solas —. Tiene tres años, ella dice que es tuyo pero que no te lo dirá porque ya le dejaste claro que no la quieres, pensé que deberías saberlo… Tiene tus ojos…

Ni siquiera sé qué decir, ni qué pensar, ni qué sentir.

Como no hablo Sam se va sin decir más nada.

Tiene que ser mentira, no es mi hijo, siempre me cuidé, no fallé ni una sola vez ¿O sí? Mierda, me hacen dudar de mí mismo. Éramos una pareja estable, pero yo sabía que no podía confiar en que ella se cuidara porque siempre fue muy mentirosa y manipuladora, así que nunca dejé de usar condones. Soy muy responsable con eso, estoy seguro de no haber fallado… aunque tal vez… en esos tiempos tomaba mucho alcohol, tal vez no puedo recordarlo por eso.

Pero, ¿por qué no me lo diría? Ella me conocía bien entonces, sabía que yo no la dejaría sola.

Ni siquiera puedo voltear a ver a Alegra, sé que sea verdad o mentira lo nuestro está arruinado. Ahí está la puta felicidad otra vez escapándose de mis dedos. Quiero llorar, pero ni siquiera me sale eso, no me puedo mover.

Entonces siento su mano acariciar suavemente mi espalda y su cabeza recostarse en mi hombro, ¿por qué aún no se ha ido?

— ¿Crees que puede ser verdad? — pregunta con calma.

— Yo… siempre me cuidé, pero pasaron muchos años… no lo sé.

Se pone de pie y se sienta sobre mis piernas, para que nuestros rostros queden a la misma altura.

Pone su mano sobre mi mejilla haciéndome levantar la mirada para verla a los ojos.
— ¿Qué haremos?

Las lágrimas pican en mis ojos y estoy haciendo un gran esfuerzo por no dejarlas salir.

— ¿Haremos? — pregunto y trago el nudo en mi garganta.

— Claro, ¿crees que me iré por esto? Estas equivocado…

Cierro los ojos y suelto el aire en mis pulmones, aparto su cabello y escondo mi rostro en su cuello para sentir su aroma, ¿cómo es que está allí aun cuando ha transpirado? Comienzo a creer que no es un perfume si no su aroma natural, suave y dulce.

— ¿Aunque sea verdad? — la idea de que ella se vaya me entristece más de lo que quiero asumir.

— Te dije que quiero estar contigo y eso incluye los momentos felices, pero también los momentos difíciles. Si tú me dices que quieres estar conmigo enfrentaré contigo lo que venga.

Yo queriendo llorar como bebé, y ella tan madura y sensata. ¿Dónde estuviste toda mi vida?

— Quiero estar contigo, no tengo ni una pequeña duda de eso.

Deja un beso a un lado de mi cabeza y me abraza.

— Entonces a ponerle el pecho, que el mundo es de los valientes.

Luego de esa pequeña conversación ella se ganó mi confianza absoluta, si no se fue ahora ya no se irá. Hablaba en serio cuando decía que no estaba jugando y me siento un tonto por haber desconfiado.

Se fue a bañar, llegó la hora de cerrar y ya no queda nadie.

Cierro todas las puertas y ventanas, apago las cámaras de seguridad y me siento a esperarla.

Sale de los vestuarios con su cabello mojado, descalza y con un muy corto vestido amarillo.

Amo como le queda ese color, su piel bronceada hace que resalte mucho.

Estoy sentado sobre uno de los bancos para hacer abdominales, estiro mis brazos hacia ella para que se me una, se sienta a horcajadas sobre mí y me da una media sonrisa al ver mis intenciones.

— ¿Quieres aliviar la tensión? — lleva sus manos a mis brazos desnudos y entierra sus uñas allí levemente.

— No — la tomo por la cintura y pego su cuerpo al mío —. Quiero hacerte el amor.

Existe una gran diferencia entre tener sexo y hacer el amor, estoy seguro de que ella no la conoce pero hoy se la mostraré.

Ella toma la iniciativa para besarme pero la detengo, quiero que me deje llevar el ritmo y lo comprende porque se hace hacia atrás y solo espera.

Tomo su rostro para darle un beso tierno pero que no oculta sus pasiones, es un beso muy profundo pero a la vez lento y sin prisas. Mis manos están firmes en su cintura, las suyas en mi cuello se enredan en mi cabello desde atrás.

Solo un beso, y ya estoy listo. Creo que mi cuerpo nunca ha reaccionado tan rápido a una chica como me pasa con ella.

Sin soltar su cintura la volteo para dejarla acostada sobre el banco.

Dejo mis manos acariciar su cuerpo entero, ella mete las suyas bajo mi camiseta y me la quita para luego sujetar mi espalda y atraerme a ella para retomar el beso.

Me deshago de su vestido, no trae más que unas bragas negras y pequeñas que también se las quito de inmediato. Mis ojos recorren su cuerpo, no recuerdo que en mi vida entera alguien me haya gustado tanto como ella, es hermosa, es perfecta.

Dejo un beso en su hombro, ella levanta su mentón para darme acceso a su cuello y la beso con mucha calma y dedicación, no quiero que me quede ni una parte de su cuerpo sin besar.

Tiene un tatuaje bajo su pecho, no lo había visto antes, dice "serendipity", no tengo idea de lo que significa pero luego se lo preguntaré.

La verdad es que se ve muy sexy.

Sus ojos están cerrados, solo está disfrutando de mis besos y mis caricias, aprovecho que está muy relajada para llevar mi rostro a entre sus piernas y probarla por primera vez.

Apenas mi lengua la roza suelta un suspiro sorpresivo y se incorpora. La guío con mi mano para que vuelva a acostarse y dejo que mi lengua la conozca. Quiero aprender lo que le gusta, y la única forma que tengo de hacerlo es prestar atención a sus reacciones, sé que lo más importante para lograr que ella tenga un orgasmo es mantener el ritmo, lo que debo averiguar es cuál es el ritmo.

Comienzo con un ritmo lento, ella parece disfrutarlo pero creo que estará mejor un poquito más rápido. Entiendo que encontré el ritmo perfecto cuando sus gemidos se vuelven constantes, aprovecho la situación y dejo deslizar dos dedos dentro de ella, está tan húmeda y caliente que ya no aguanto las ganas de volver a estar dentro de ella. Sus músculos se contraen, está muy cerca, arquea sus espalda y suelta un último e intenso gemido antes de apartarme suavemente.

Amo esto, lo haría cada día sin dudarlo, amo su rostro justo ahora, de verdad que sí.

Le doy un minuto, sé que las chicas no tienen problemas para continuar enseguida de un orgasmo pero quiero dejar que lo disfrute.

Cuando vuelve a abrir sus ojos jalo su mano para que se siente, aún luce afectada, y la sonrisa en su rostro es muy excitante. Busco un condón dentro de mí billetera en mi bolsillo, luego me deshago de la ropa que me queda y me lo pongo ante su atenta mirada de deseo.

Me quedo sentado y ella se sienta sobre mí, no puedo evitar soltar un gruñido cuando siento su tibia humedad descender sobre mí. Vuelvo a besarla sujetando su rostro por un lado y apartando su cabello mojado. Marco el ritmo que debe llevar con mis besos, y también llevo mi mano libre a su trasero para acompañar sus movimientos lentos y profundos.

Se aparta para verme a los ojos y puedo ver la confusión allí.

Hay placer, lujuria y química. Pero hay más que eso, yo lo sentí anoche, y estoy seguro de que ella lo está sintiendo ahora. La conexión, esa sensación de que has encontrado tu lugar, de que has encontrado a ese alguien que parece estar hecho exactamente a tu medida.

Y agrada tanto como asusta, porque cuando encuentras algo que estás seguro de que vale la pena no puedes evitar tener miedo de perderlo.

Mis manos acarician suavemente su espalda, ella mantiene el ritmo perfecto que nos hará llegar al orgasmo a los dos en cualquier momento.

No quiero que esto acabe, quiero ser uno con ella para siempre, pero mi cuerpo es humano y ya no resiste.

El suyo tampoco, envuelvo mis brazos en su cintura con firmeza para que pueda aflojarse sin caerse y ella deja caer su cabeza hacia atrás mientras deja que el placer invada su cuerpo y su rostro. Doy las últimas embestidas que me hacen falta para venirme yo también, y tengo que cerrar mis ojos y sostenerla con más fuerza porque el cuerpo se me afloja. No sé ni dónde estoy ni que es lo que sucede, solo sé que estoy con ella y que exactamente así es como quiero estar.

Ella recuesta su cabeza en mi hombro y nos quedamos así por lo que parece una eternidad y a la vez no el tiempo suficiente.

Luego suelta una risita levantando su cabeza para verme.

— ¿Te imaginas que ella inventó todo esto para separarnos y solo consiguió que confíes en mí y me hagas el amor en el gimnasio?

También me hace reír.
— Eso sería perfecto.

— Tú eres perfecto — deja un beso en mi mejilla y se baja de mí.

Estamos de regreso en mi auto, no hemos vuelto a hablar mientras cerraba todo y encendía las cámaras otra vez, tampoco lo hacemos ahora, pero no hay ni un poco de incomodidad en el silencio.

Debo pensar bien qué haré con Kiara, no puedo dejar que me manipule, conozco todas sus estrategias pero sé que en estos cuatro años solo se debe haber potenciado. No es que la odie ni nada, cuando estábamos juntos la pasábamos increíble, no mentía cuando le dije a Alegra que me gustan las chicas malas, pero en algún punto Kiara excedió los limites cuando comenzó a ser manipuladora incluso conmigo. Desde mi punto de vista para que una relación funcione debes poder confiar ciegamente en la otra persona.

Lo que me gusta de las chicas malas no es su maldad en sí, es su ingenio e inteligencia para defenderse del mundo, porque el mundo es cruel amigos, los débiles no llegan lejos.

Aunque también me enamoré de Emily, ella no tenía nada de chica mala. Ella era tierna, insegura e ingenua, no sé qué fue lo que me atrajo de ella, pero de inmediato supe que nunca más me fijaría en alguien así. Tuve que verla sufrir por cosas impensadas, y luego tuve que ver como él regresaba y ella lo perdonaba sin que siquiera le pidiera perdón. Una chica como Alegra no lo hubiera perdonado, de hecho se hubiera vengado de una forma magistral.

Aún está lloviendo pero no con tanta fuerza, estaciono mi auto en la puerta de su casa ya he pensado lo suficiente así que por fin hablo.

— Creo que me quiere manipular, ella sabe que Sam es la chica más chismosa de la ciudad, mi hipótesis dice que se lo dijo especulando que vendía corriendo a contarme, y entonces yo iría con ella, pero cuando vea que no lo hago pensará que su plan falló, buscará otra forma de hacerme llegar la información y entonces sabré que me está manipulando. Ahora, si los días pasan y nada sucede, supongo que tendré que ir a hablar con ella…

Alegra piensa unos segundos y luego se encoge de hombros.
— Un poco rebuscado, pero supongo que la conoces bien.

Su mirada está ausente, perdida en las gotas que caen en la ventana del auto. Sé que quiere decir algo más así que solo espero.

— Lucas… lo que pasó en el gimnasio fue… ¿tú sentiste eso? — le doy una sonrisa y asiento — Es tan hermoso que asusta, de verdad, tengo miedo.

Quiero decirle que todo estará bien, pero como el viejo Lucas se adueñó de mí nuevamente desde que ella apareció solo puedo decir la verdad.

— Yo también.

Apenas nos conocemos, ¿Cómo pueden ser tan intensas las emociones? Algún iluso diría que somos almas gemelas, yo diría que un mundo lleno de gente con caretas de irrealidad, cuando encuentras a alguien real no puedes no reconocerlo.

Y ella y yo somos reales el uno con el otro, logramos no solo desnudar nuestros cuerpos si no también nuestras almas, y eso, no es algo que se dé muy a menudo.

ALEGRA

Cuando me bajo de su auto corro hasta mi casa, mi corazón late muy acelerado y muy fuerte. Necesito a Olivia así que la llamo por teléfono y le pido que venga.

Estamos sentadas en mi cama, con una taza de té cada una y ella escucha con atención toda la historia que hasta hoy no conocía, excepto la parte del supuesto hijo, eso es algo personal de Lucas y él decidirá con quién compartirlo y con quien no. 

No soy muy abierta, me cuesta mucho hablar sobre mí y no le había hablado sobre Lucas porque entonces tendría que aceptar que de verdad siento cosas por él.

— ¿Y hasta ahora me lo cuentas? — reclama golpeando mi hombro.

— Lo siento, sabes que me cuesta...

Ella me da una sonrisa, dejo mi taza sobre mi mesita de noche y me recuesto sobre sus piernas de lado.

— No sabía que el sexo se podía sentir así... Me asusté tanto que no volví a decirle una palabra hasta que llegamos a casa.

Ella se ríe, aunque no hace mucho perdió su virginidad lo hizo con un chico que la ama incondicionalmente, así que si hablamos de sexo y sentimientos ella tiene más experiencia que yo.

— ¿Que te asusta? Tú nunca te asustas...

— Me asusta la dependencia emocional, siempre fui independiente, no quiero que si él se va en algún momento toda mi seguridad se vaya con él.

Lleva la mano a su frente y rueda los ojos.
— ¡Alegra por Dios! Tú eres la seguridad andante, ningún chico puede quitarte eso porque es enteramente tuyo, es lo que eres, sabes lo que vales y eso es lo que más amo de ti.

Ow, eso es tan tierno, ella tiene el lado tierno que yo no tengo, yo tengo el lado maduro que ella no tiene, nos complementamos muy bien.

— ¡Podríamos salir los cuatro! — grita entusiasmada, pero luego de pensarlo un segundo ya no suena tan alegre — Aunque tal vez Lucas y Liam no se llevan muy bien, sobre todo luego de lo paso con Emily, Matteo y Liam son mejores amigos, tendré que preguntarle porque sin dudas me encantaría.

Uy, parece que me perdí un capítulo de la historia...

— ¿Qué pasó con Emily?

Sus ojos se abren en sorpresa.
— ¿No lo sabes?

— No, habla.

— Lucas estaba enamorado de ella...

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Hola gente bella ❤️

¿Por qué actualizo a esta hora? Porque más vale tarde que nunca.

Dejen sus apuestas aquí, ¿Es hijo de Lucas o no?

Difícil creerle a Kiara ¿no?

Un aplauso para la actitud de Alegra aquí:

¿Que creen que piense Alegra sobre el drama de Lucas, Emily y Matteo? (Tontas Palabras, está en mi perfil para los nuevos)

El capítulo está dedicado a Maria_Isa_0907 por su comentario visionario 😂💕

Recuerden que si quieren que les dedique un capítulo solos en dejar sus ingeniosos comentarios y yo elegiré uno cada capítulo.

Los quiero ♥️

Besos, mil besitos 💋