66🍒 (llamada)
Maratón 1/4
En aquellos momentos el ver las expresiones confundidas y asombradas en el rostro de su Hyung era sumamente tierno y gracioso.
Sobretodo porque el mayor buscaba con todas sus fuerzas comprender cada una de las palabras que salían de la boca del Alfa. No porque le fuera complicado el entender que el menor había tenido una cita a ciegas con un Omega, el cual claramente no era el que él había contactado, sino porque su mejor amigo se había mostrado tan reacio a tener algún tipo de nueva relación, que al verlo en aquel momento sonreír ante el recuerdo de un Omega, que no sea Jungkook, lo hacía feliz y al mismo tiempo lo sorprendía.
El Omega y el Alfa se hallaban sentados lado a lado en el sofá de la sala de estar, luego de haber limpiado la cocina, haberse abrazado un poco más y prepararse uno un té de limón y el otro un café.
— ¿Entonces Baekhyun nunca llegó a la cita? — preguntó Jin luego de sorber un poco de su té, el cual el médico le había indicado que beba en reemplazo de la cafeína que solía invadir su sistema.
— Realmente no estoy seguro de si él se presentó o no en el lugar de la cita — dijo Taehyung con certeza — lo único que sé es que gracias a que quizás ese chico, Baekhyun — continuó — no se presentó en la cita yo... yo pude encontrarme allí con Hoseok y yo... mí mundo simplemente se reinició al escuchar su voz — siguió hablando recordando la voz del mayor — es totalmente distinta a cuando la escuchas por el celular — un suspiro se escapó de sus labios, el cual no pasó desapercibido para su mejor amigo.
— Claro que sí Taehyungie, cualquier voz es distinta en persona a como es cuando la escuchas junto a la estática y las ondas magnéticas de cualquier móvil — habló el mayor dándole a entender al Alfa que aquello podía no ser la gran cosa.
— Pero es que esto es distinto SeokJin — lo frenó el menor dibujando una pequeña sonrisa en su rostro — su voz es tan... asssshhhhh, es que no sé cómo explicarlo, es tan dulce, tan calma, tan serena — comenzó a hablar sin parar atrayendo por completo la atención del Omega quien observaba con cariño como los ojos de su mejor amigo se iluminaban con cada palabra que salía de sus labios — sus ojos se iluminan de una manera tan bella que pareciera que todas las estrellas del firmamento se reflejan en ellos, su cabello de color rojizo contrasta de forma perfecta con su piel, su sonrisa la cual al aparecer llena el alma de cualquier ser por completo y su ternura, la cual lo deja ver aún más bello de lo que es — continuaba hablando con una emoción desbordante — no te imaginas Jinnie, tendrías que pasar solo cinco minutos a su lado para que todo rastro de tristeza, malestar o enojo quede en un segundo plano, todo lo que te rodea desaparece con su presencia y solo queda él, solamente él — volvió a suspirar ensanchando aún más su sonrisa.
El Omega lo observaba atento y sin decir ni una sola palabra. Desde que el menor había sido abandonado por Jeon Jungkook, no lo había visto sonreír de tal manera en la que sus ojos brillaran a tal magnitud. Luego de aquel Omega había rechazado toda propuesta amorosa de parte de cualquier persona que se le acercara con intenciones de "lograr" hacer latir su corazón nuevamente. Y de la nada, aparecía aquel joven de cabellos rojizos y sonrisa tierna para cambiar por completo el mundo del joven Alfa.
— Estás enamorado — fue lo único que articuló el Omega luego del silencio de Taehyung.
— ¿Enamorado? — preguntó el Alfa con una bonita expresión de confusión en su rostro.
— Sí — confirmó SeokJin bebiendo otro poco de su té — ¿Cómo te sientes ahora que estás pensando en él? — quiso saber intentando que el menor conectara con sus sentimientos más profundos.
— Yo... es que... — Taehyung se había quedado en silencio luego de escuchar la pregunta del Omega a su lado, es que sentía tantas cosas al recordar al bonito chico de cabellos rojizos, que le era difícil ponerlo en una sola palabra.
— Tranquilo Taehyungie, no te presiones — lo reconfortó el mayor — me imagino que desde que tuviste la cita a ciegas no has hablado con nadie sobre como te sientes — habló el mayor acertando con sus palabras — ¿Cuánto ha pasado ya? — dijo recordando todo lo que había sucedido desde aquel día.
— Una semana — murmuró el Alfa apretando su taza de café.
— ¿Y no lo has llamado desde entonces? — cuestionó SeokJin tomando por sorpresa al menor quien lo observaba con los ojos bastante abiertos.
— Sí lo hice — contestó bajito y a su mente llegó el recuerdo de la voz apagada del pelirrojo al decirle que su mejor amigo había fallecido — pero lamentablemente ese día él sufrió la pérdida de su mejor amigo — mencionó con tristeza.
— ¿Y qué hacías qué no estabas allí con él? — lo regañó suavemente el mayor olvidando que él había estado a punto de morir.
— No podía ni quería dejarte solo — susurró Taehyung obteniendo una mirada cargada de afecto por parte de su mejor amigo — tenía miedo de que murieras — acotó permitiendose soltar el llanto que tenía retenido en su interior.
El Omega tomó la taza que yacía entre las manos del Alfa y luego de colocarla sobre la pequeña mesa de la sala junto a su taza de té, se acercó para cubrir a su amigo en un abrazo cálido que le permitiera soltar todo aquel dolor que lo invadía internamente. Separandose lentamente de los brazos contrarios, limpió las lágrimas que resbalaban por las mejillas del Alfa y enseñándole una bonita sonrisa volvió a hablarle.
— ¿Por qué no lo llamas? — sugirió SeokJin limpiando una nueva lágrima la cual caía directamente hacia el labio superior del Alfa — estoy más que seguro que le agradará mucho escuchar tu voz — agregó el Omega con una sonrisa.
— No lo sé Hyung — contestó Taehyung utilizando los honoríficos que a Jin tanto le molestaban — tal vez aún este transitando el duelo, no creo que sea una buena opción molestarlo — dijo con clara tristeza.
— Hazlo Taehyungie, también te ayudará tanto a ti como a tu Lobo — lo alentó — hace varios días no saben nada de él y eso puede traer consecuencias para ambos lobos, los cuales pueden llegar a tener ideas erróneas al no saber nada del otro — mencionó dándole a entender lo que sentía un Omega al ser apartado o ignorado por un Alfa.
— De acuerdo Hyung, lo haré — respondió, levantándose de su lugar y yendose hacia su habitación para buscar su móvil y llamar a ese tierno Omega.
Al salir de su habitación y bajar las escaleras para encontrarse nuevamente parado en la sala de estar, bajo la atenta mirada de su mejor amigo, buscó entre sus contactos el nombre con el que había agendado a Jung Hoseok, comenzando a sentir poco a poco como sus latidos se aceleraban con el simple hecho de realizar un llamado. Respirando profundamente apretó el botón verde en su móvil y colocó el aparato en su oído mientras el mayor le levantaba los pulgares dándole ánimos.
Una campana, dos campanas, tres campanas, cuatro campanas y la llamada fue a buzón. Quizás el Omega estaba ocupado o durmiendo. Frente a él SeokJin le indicaba, jugando con sus dedos, que volviera a llamar.
No perdía nada marcando nuevamente.
De nuevo una campana, dos campanas, pero antes de llegar a una tercera la llamada fue atendida, permitiéndole escuchar un murmullo lejano, el cual parecía muy similar a una reunión o una sala de emergencias. Rogaba a la Luna que no fuera la segunda opción. Y allí, lejana y apagada logró escuchar la voz del Omega de cabellos rojizos.
— ¿Taehyungie? — y aquel simple nombre, dicho con aquel tono de voz casi inaudible fue lo que dejó su corazón en el piso.
— ¿Hyung, se encuentra bien? — dijo lo primero que llegó a su mente, mientras captaba la atención del Omega, el cual se hallaba con los ojos muy abiertos al escuchar la palabra "Hyung" salir de sus labios.
— Nuestro Omega sufre — fue lo que escuchó por parte de Moony antes de volver a prestar atención a la voz del pelirrojo.
— No — murmuró del otro lado, la voz a punto de quebrarse en llanto — necesito un abrazo — continuó cada vez más bajito — te necesito Taehyungie — agregó la voz conteniendo un lamento.
— Vamos para allá — fue lo único que alcanzó a decir refiriéndose a él y su Lobo antes de cortar la llamada y mirar a su mejor amigo.
— Debo ir al hospital, debo ver a mí Omega — habló tomando por sorpresa a SeokJin, quien de un momento a otro lo vió caminar escaleras arriba y luego verlo bajar con ropa más abrigada, dispuesto a irse — ¿Estarás bien? — preguntó antes de tomar sus llaves y abrir la puerta.
— Sí, no te preocupes por mí — murmuró el mayor, viéndolo salir de la casa en plena noche.
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