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Toda aquella escena parecía sacada de uno de esos tantos filmes de terror y suspenso que Hoseok odiaba con toda su alma, ya que sabía cómo sería el final. El protagonista principal era secuestrado, amordazado, atado a una cama vieja y fría, con poca agua, nada de comer, sin posibilidad alguna de ir a un baño decente, sumido en la oscuridad absoluta, amenazado constantemente, tratado como objeto de placer o juego del secuestrador y sin la más mínima posibilidad de escapar. Se removió en la cama ajena, tirando las sábanas hacia un costado para corrobar que sus manos no estuvieran atadas con algún tipo de soga y se tranquilizó al verlas frente a su rostro al cubrirse del Sol que ingresaba por la ventana.
El intenso aroma de Menta y Chocolate le invadió las fosas nasales de un momento a otro provocándole un fuerte mareo al recordar a quien pertencía.
Era el aroma a Min Yoongi.
Toda la habitación olía como aquel Alfa, a quien no quería recordar.
Saltó de la cama como si le hubiesen arrojado un balde cargado de agua con cubos de hielo y se apoyó contra la pared más cercana a él. El peor escenario se dibujaba en su mente.
Había pasado la noche en la que parecía ser la casa del Alfa que lo había engañado. Había pasado la noche con ese Alfa.
— Esto tiene que ser una broma — dijo horrorizado colocando una mano sobre su frente — esto no puede estar pasando — agregó clavando su mirada sobre la cama, en esos momentos, vacía.
El sonido de utensilios de cocina y el fuerte olor a café recién caliente hizo que su estómago se retorciera y lo impulsara a salir de la habitación.
Al abrir la puerta se encontró con un escenario muy conocido. Aquel lugar era igual al departamento que compartía con Min Yoongi, por no decir que era igual hasta el más mínimo detalle; como el cuadro de perritos siberianos colgado en el pasillo.
Al llegar al final del pasillo se encontró con las escaleras que guiaban a la sala y por lo tanto también a la cocina.
Al bajar, la figura de un chico, al que claramente no conocía se hizo presente sosteniendo en su mano izquierda una cafetera repleta de café negro.
— Genial, está despierto por fin — dijo el joven sin sacarle los ojos de encima.
— ¿Disculpa, pero quién eres y dónde estoy? — preguntó con clara confusión.
— Oh, lo siento — habló el muchacho dejando la cafetera sobre la mesada de la cocina y realizando una reverencia — soy Kunpimook Bhuwakul y soy el mejor amigo de Min Yoongi — respondió el muchacho observando el rostro confundido del chico de cabellos rojizos.
— ¿Kunpi... Qué? — intentó repetir en vano, ya que el nombre del muchacho era totalmente desconocido para él.
— Kunpimook Bhuwakul, pero me conocen como BamBam — dijo el joven notando la confusión en la cara del contrario, lo cual al mismo tiempo le causaba gracia — sabe, cuando me conocí con Yoongi Hyung, hizo la misma expresión que usted al escuchar mí nombre — recordó dibujando una sonrisa en su cara.
— Por favor no me digas usted — pidió Hoseok aún parado en la escalera — no me siento cómodo recibiendo un trato como ese — le dijo al chico quien de inmediato cambió su expresión — ¿Sabes dónde esta Min Yoongi? — preguntó intentando obtener un poco de información.
— Se encuentra en la farmacia cerca de aquí, fue a comprar un medicamento para usted — contestó agarrando la cafetera y dirigiéndose hacia la alacena.
— ¿Para mí? ¿Y eso por qué? — las dudas llegaban a su cabeza casi tan rápido como las abejas a las flores para polinizarlas.
— ¿Qué, acaso no lo recuerda? — cuestionó el joven abriendo una de las puertas pequeñas y buscando con sus ojos un par de tazas.
— ¿Recordar qué? — quiso saber bajando los últimos escalones y caminando hacia la cocina.
— Se desmayó en la cafetería — habló el joven mientras cerraba la puerta y abría otra encontrando por fin las tazas.
— ¿Des... Desmayarme? — susurró en voz demasiado baja como para que el chico lo escuchara.
El líquido caliente fue vertido sobre ambas tazas y colocando la cafetera sobre la mesa donde se hallaba la pileta de lavado de platos, el joven volteó cargando en ambas manos una taza de café.
— ¿Le gustaría un poco de café? — ofreció enseñando el contenido del recipiente.
— Te agradezco, pero será mejor que me regrese a mí casa — habló el Omega observando con recelo el lugar — no me siento cómodo en este lugar — mencionó recibiendo una extraña mirada por parte del chico.
— Es de entender, tampoco me sentiría cómodo si me encontrara en el lugar donde fui engañado por mí pareja — dijo BamBam bebiendo un poco del contenido de su taza.
La mirada de Hoseok se envolvió en tristeza al recordar todo lo que había sucedido con Yoongi y Jimin en aquel lugar, y como su corazón se partió en mil pedazos al presenciar con sus propios ojos como era engañado cruelmente.
— ¿Có... Cómo sabes eso? — cuestionó con su voz invadida por una sensación de amargura combinada con tristeza; aunque intentara negarlo con todas sus fuerzas, el dolor no desaparecía.
— Yoongi Hyung fue quien me lo contó — respondió con sinceridad el chico — tuvimos una fuerte discusión debido a ello — recordó con angustia en sus palabras — fue la primera vez que nos golpeamos el uno al otro y luego de eso me alejé de él por casi tres años — mencionó sosteniendo la taza con ambas manos — nunca estuve de acuerdo con lo que hizo — añadió colocando la taza sobre la mesa frente a él.
— ¿Tú eras... eras su pareja? — quiso saber al notar el tono con el que hablaba ese muchacho.
— Oh, por Dios, no — dijo el chico observándolo con sorpresa en sus ojos debido a la pregunta realizada — yo tengo a mí Alfa, su nombre es Félix — continuó hablando volviendo a tomar su taza — mucho antes de conocerlo las personas creían seriamente que Yoongi Hyung y yo seríamos pareja porque éramos amigos muy cercanos, pero no era nada de eso, solo fuimos y somos muy buenos amigos — agregó dando un largo sorbo al café — ¿Seguro que no quieres un poco? — reiteró su oferta enseñándole la taza colocada sobre la mesa.
— Pensándolo bien, si me gustaría un poco de café — contestó Hoseok tomando la taza.
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