Capítulo dedicado a estos bellos perfiles: ChicaV_ tutletae  13Bangtan06  aromymoa_NJ_HV_YS  LasMejillasDeHobi Vane_RS19 dryadLMBH VianeyGalicia9 Tu_Hobi_Ardilla Ylevhope

La sensación de mareo, cansancio, tristeza y dolor era algo que sumado al silencio en su subconsciente, no le habían permitido obtener el descanso que requería su cuerpo.
A pesar de tener más de un cobertor sobre su cuerpo, el frío parecía no querer abandonar la habitación en donde se hallaba, y poco a poco comenzaba a calar profundamente en él, haciéndolo sentir cada vez mucho más solo.
Se removió sobre la cama dibujando una clara mueca de dolor en su rostro. Extrañaba a su Lobo en demasía y deseaba con todo su corazón no haber conocido a ese Alfa, aquella noche en aquel bello parque.

Se levantó como pudo de la cama, sintiendo su cuerpo arder de un momento a otro. Aquel día no sería para nada bueno.
Se encaminó al baño para darse una ducha con la intención de bajar un poco la calentura de su cuerpo, la cual no se asemejaba para nada a lo que sentía durante su etapa de celo; aquella calentura se asimilaba al calor de un hierro caliente siendo acercado con suma lentitud hacia la piel expuesta de una persona con la intención de dejar sobre está una marca imposible de poder borrar.

Al ingresar al baño, dejó la puerta abierta y se observó en el espejo que descansaba sobre la pared, el cual se hallaba cercano al botiquín de primeros auxilios. Sus ojeras, la tonalidad blanca de su piel, la falta de color en sus labios y la pérdida de brillo en sus ojos lo hacía lucir como un ser sin vida. La pérdida de su parte animal lo estaba afectando tanto en el aspecto físico como así también en lo sentimental y psicológico.
Luego de observarse por un buen rato, decidió que era momento de cargar la tina para poder bañarse.
A pesar de que la temperatura del agua era la indicada para su cuerpo, él continuaba sintiendo que aquel agua estaba helada y que gracias a eso podría enfermarse aún más de lo que ya se hallaba en ese instante.

Cuando la tina se llenó y desnudó su cuerpo para ingresar en ella; simplemente cerró sus ojos, apoyó su cabeza sobre la pared derecha del baño y permitió que la calidez del agua hiciera efecto en él.
El suave cosquilleo sobre sus blancas mejillas le hizo comprender que las lágrimas habían comenzado a escapar de sus ojos sin necesidad de llorar intencionalmente.
Sus manos viajaron rápidamente hacia su rostro, el cual cubrió; y fue entonces, en aquella circunstancia que se permitió llorar por todo lo que sucedía en su vida. Desde la decepción de sus padres, hasta el matrimonio forzado, desde la marca no deseada, hasta el convertirse en un Omega innecesario, desde el encuentro con aquel buen y hermoso Alfa, hasta la mentira que le hizo perder a Rj.

TaeHyung continuaba dando vueltas en la cocina, luego de beber dos tazas de café seguidas.
Se había propuesto a si mismo la tarea de ayudar a su mejor amigo para que su parte animal volviera a tener comunicación con él y no tuviese que vivir en constante agonía y tristeza, hasta su inminente muerte. Definitivamente no lo dejaría morir.
Volvió a servirse otra taza de café, pensando en cuáles serían sus más suaves palabras para explicarle a su amigo, que se había equivocado y que su Lobo realmente no lo perdonaría tan fácil, cómo posiblemente lo podría hacer un humano.

— Tanta cafeína le hará mal a tu sistema nervioso Taehyungie — la voz del Omega se escuchaba de manera débil desde el comienzo de las escaleras.

— Seokjin Hyung — frente a él se hallaba un Omega sumamente demacrado, ojeroso, pálido y sin ánimos de dar aunque fuese dos pasos más — le preparé café — fue lo único que se le ocurrió decir en el momento que sus ojos se encontraron con los de su mejor amigo.

— Gracias Taehyungie, pero no era necesario — se excusó el Omega bajando de manera lenta los últimos dos escalones que faltaban — no tengo ánimos para beber café hoy — agregó intentando enseñarle una sonrisa, pero solo logró dibujar una mueca en su rostro — ¿Has podido dormir? Tu rostro tiene ojeras — indicó señalando en su propia cara, las ojeras que eran visibles en el rostro de su amigo.

— Sí, eh dormido unas horas Hyung — respondió preocupado por el semblante del Omega — venga Hyung, siéntese aquí en el sofá, le traeré un té, aunque sea — mencionó con voz entristecida.

— ¿Qué te dije sobre hablarme de forma respetuosa TaeTae? — preguntó tomando por sorpresa al menor — no me gusta que lo hagas, eres mí mejor amigo, puedes hablarme como a tu igual — añadió mientras caminaba hacia el sofá de la casa.

— Lo sé, lo sé y lo siento — respondió analizando cada palabra — es solo que, estoy preocupado Seokjin — le mencionó girando hacia la cocina y buscando una taza para servir un poco de café — no te ves para nada bien — añadió una vez tuvo la taza en su mano y emprendió camino a la sala.

— Sí, lo sé Taehyungie — afirmó el Omega observándolo desganado — tengo mucho frío y sueño — agregó dando un largo bostezo mientras cubría su rostro con sus manos.

— Es por RJ, Seokjin — habló el menor llamando la atención del Omega mientras le entregaba su taza de café — como su Lobo lo abandonó, está empezando a sufrir los efectos de su abandono — dijo con preocupación tratando de no alterar a su amigo, mientras se sentaba frente a él, sobre el pequeño sillón en su sala.

— RJ no me abandonó TaeHyung, él solo se enojó conmigo porque no quise aceptar que ese Alfa del parque es mí destinado — una sonrisa forzada se dibujó en el rostro del mayor — es más, está encaprichado con eso, pero no es cierto, ese Alfa no puede ser mí destinado — habló bebiendo un poco de café.

— ¿Por qué no? — preguntó TaeHyung con claro interés en lo antes dicho por el Omega.

— Porque no, porque yo ya tengo un Alfa destinado, el cual me abandonó porque no le sirvo — respondió con una risa amarga que le hizo comprender al contrario que su amigo no estaba bien.

— No digas eso Seokjin, esa marca que tienes no es de tu Alfa destinado — lo regañó de manera suave — y lo sabes — agregó.

— Claro que lo es, solo que mí Alfa se dió cuenta que no le sirvo, que no soy lo que esperaba y por eso me abandonó — habló el Omega de manera fría.

— ¡¡Basta ya Seokjin!! — gritó TaeHyung levantándose de golpe del lugar donde se hallaba sentado — ¡¡No quiero escucharlo decir que ese Alfa es su destinado o que usted es un Omega inservible!! — agregó con aún más enojo — usted es un Omega extraordinario y cualquier Alfa se sentiría dichoso de tenerlo,¡¡No es su culpa cargar con una marca no deseada, es la culpa de sus padres y de ese estúpido de Yugyeom por marcarlo!! — su voz comenzaba a escucharse cada vez más ahogada por las inmensas ganas de llorar debido a la ira que lo invadía.

— Taehyungie — habló el Omega casi en un hilo de voz.

Al intentar levantarse para controlar el enojo de su mejor amigo, sus piernas fallaron y la oscuridad invadió su mirada falta de vida y color.
El rápido movimiento del Alfa logró evitar que la cabeza de su mejor amigo tocará el suelo de la sala.

El Omega se había desmayado.