Connor me pega a sus brazos para susurrar.

-Todo está bien, los escontraremos amor- En eso se siente.

-Señor, encontramos esto serca de los juguetes de Matteo- Me giro para agarrar la carta, Connor se quedó viendo.

-Yo la conozco- Habló, viendo la carta, la acerco a mi nariz y siento un perfume de hombre fuerte.

-Impocible- Connor agarra mis brazos y habla.

-Porfavor no te mueras ahora!- Ruedo los ojos y suelto.

-La única persona que tiene este perfume y está letra es de Gabriel- Me miran extraño aunque dudaba lo conocía mejor que nadie.

-De que hablas, el jefe de la base militar??- Asiento sería abro este cuando leo lo que dice.

Ío si quieres ver a tus hijos vivos, ven con el rifle XV79, nos encontraremos en El norte, así que mejor ven sola, o con Connor, nadie más... Recuerda por el arma la vida de tus hijos está en tus manos...

Arrugo el papel para negar.

-No, no, no, no!!- Caigo al suelo llorando, Connor me abraza para tratar de calmarme y suelto.

-Por mi culpa, por culpa de ese estúpido rifle Mis hijos están con él, Gabriel era de quien me advertía mi padre- Connor me miro extraño cuando siento.

-Pero el arma no lo habían robado??- Niego y hablo.

-La que tenía era una copia falsa, la verdadera esta en la mansión donde viven Taylor y Elena- Connor y yo caminamos hacia el auto, donde manejamos hacia la casa.

Al llegar me bajo y entre, Elena me quedo viendo, pero pregunto.

-Donde están los niños Ío.?- Paso de ella cuando Connor le cuenta abro la puerta secreta y saco el arma.

-Es eso!!?- Asiento mientras camino hacia la sala donde dejo el arma.

-Wow, no creí que existiera tal cosa, que haces??- me dirijo hacia la que era mi habitación y me cambio por esto..

-Voy a buscar a mis hijos- Taylor y Elena se unieron, aunque no se los pedí ellos lo hicieron por si solos. Me subí a mi auto era el único que podía llevar el arma de tal magnitud, pero tenía un plan.

-Por robarme algo, tendré lo mismo- Llegamos a la zona donde veo que este está parado de espalda, nos detenemos los tres autos, Elena y Taylor no se mueven de auto, Connor solamente se baja para agarrar a los pequeños.

-Vaya Moore, jamás creí que tuvieras las agallas de venir solo tú y él, al parecer me equivoque pensando mal de ti y comparando te con el cobarde de tú padre- Tenzo mi mandíbula para soltar.

-Ten el arma, ya dame a mis hijos- Este le hace la seña a sus hombres y me lo quitan, suelta a mis hijos y se abrazan a nosotros, pero los dejo detrás de mí.

-Buena chica, por eso me agrada Ío, pero que pena que tenga que irme, dame las llaves del Maldito auto!!!- Me las quitan y este ríe para irse, cuando se sube y se larga siento.

-Ío es peligroso que alguien como Gabriel tenga en su poder un arma tan letal- Camino hacia la barranca para sonreír y soltar.

-Tengo mis trucos- Elena al ver el control corrió hacia mí.

-Dejamelo a mi!!- Se lo doy y lo apreta, tardo en explotar pero lo hizo, el arma y el maldito de Gabriel explotaron sin piedad, de la misma manera en que trato a mi padre haciedo se pasar por su amigo.

-Todo tiene un final, y el mí está por terminar...

-Ío!!!

....

Despierto en la habitación que comparto con Connor, este estaba sentado al lado mío, me siento para mirar hacia este.

-Oye- Este me mira y me abraza, le correspondo hasta que se separa.

-Porque no me dijiste nada??- Lo miro y bajo mi mirada.

-No tenía la fuerza como para hacerte sentir triste después de lo que te hice Connor- Este se levantan y habla molesto.

-Idiota!!, Da lo mismo, lo que fue del pasado ya pasó!! Ío entiende que no encuentro la cura!!- Siento que una lágrima baja por mi mejilla, Frunso mis labios y suelto.

-Lo sé- Me miro triste, veo que de su mirada caen lágrimas, y sus ojos muestran la tristeza que jamás vi en ellos y el miedo.

-Sabia que no había cura, a mi madre le pasó lo mismo- Me miro extraño sonrió para soltar.

-Si la enfermedad que tenía no ubiera acabado con su vida, no la ubieras matado y no tendrías la culpa Connor- Este me miro serío pero siento sus brazos alrededor de mi cuello.

-No quiero perderte- Susurra en mi oído.

-Jamas lo harás, pase lo que pase mientras sientas algo por mí, yo siempre estaré contigo, porque siento lo mismo hacia ti...-

10 días después...

Connor.

Hace diez días, Ío ya no es la misma, el médico dijo que sólo le quedaba un día de vida, pero cada vez el cáncer al pulmón la estaba matando, yo me sentía casa vez más solo, ya nisiquiera puede moverse, está en una cama del hospital sin moverse, Matteo y Sky, me preguntan cada vez cuando podrán ir a ver a su madre, yo los llevaba siempre ella al verlo les decía la verdad con sus palabras, solo con oírla prefiero salir de ahí, ahora estoy afuera, la vinimos a visitar pero empeoró aún más, Matteo y Sky se fueron con Chris, yo estaba esperando una repuesta de ella pero lo que me dieron fue lo devastador... Ella estaba muerta, ya no sabía qué hacer si hacer lo que me pido o destrozar mi vida, pero recuerdo a mis pequeños y la promesa que le hice a ella, así así solo me puse a cuidarlos hasta que se volvieron adultos...

Fuimos a visitar la tumba de su madre siempre, ellos le dejaban un ramo de rosas azul, y le decían cuanto la extrañaban, luego volvíamos y seguíamos con nuestra vida normal. Juré jamás enamorarme pero eso jamás debes hacer porque puede pasar...

-Matteo ven aquí!!- Cuando estoy por girarme para ver a mi hija, sin querer chocó con alguien.

-Lo lamento señorita- Hablo mientras la levantó.

-No hay de qué señor White- La miro y quedó paralizado, ella era...

-Ío??- Está me miro confusa y negó.

-No soy Dove, Dove Colín, bueno me tengo que ir señor White- Asiento y se va, me la quedo cuando hasta que siento.

-Papá, ya deja de mirarla eres un viejo a su edad- alborotó su cabello de mi hijo de 10 años para soltar.

-Cuando te enamores de alguien como lo fue tú madre te darás cuenta- Este sonríe para irnos hacia el restaurante donde ellos verían a su tío Erick tenía 23 años, era la réplica de Ío y la de su padre.

-Gracias Connor por traerlos- Niego y los dejo hablando con él, camino hacia afuera para ver que estaba lloviendo, pero en eso siento.

-Señor White- Me giro para ver a la misma chica igual a Ío.

-Queria darle esto, No quiero molestarlo más- Veo la carta y recuerdo que es la misma que Ío me dio antes de morir la detengo y ella me mira.

-De verdad no eres Ío??- Ella se giró para mirarme extraña.

-Mi segundo nombre es Ío... ¿¿Como lo sabes??- Sin pensarlo dos veces uno sus labios con los míos, esa sensación era la misma que con ella me aparto y susurro.

-Eres tú, lo sabía- Ella de aleja y me mira para sonreír.

-Ahora te recuerdo White- Sonrió y la giro en el aire, era ella.

-Te amo Moore- Ella sonríe y une sus labios a los míos.

-Y yo a ti White...

Fin