Ꜥꜥֶָ֢🪖ֶָ֢۫݊˒𐙚 capítulo O4
Interesante, ahora estaba en medio de todos sus compañeros que lo odian a muerte y tenían que trabajar en el mismo campo al mismo tiempo... Genial.
— Todos ustedes deben pasar las pruebas, quien me traiga primero el pañuelo rojo, tendrá más puntos para su archivado, mientras tanto, esperen el disparo para que puedan empezar.
El azabache miraba todo y ¡Carajo! Eso estaba muy difícil, trampas que constaban de saltos, pecho a tierra, otros donde debían gatear en el lodo. Sinceramente no sería nada sencillo y menos sobre las trampas de salto. Maldita sea su estatura.
El menor escuchó el disparo, pero fue como si escuchara a la nada, tapó sus oídos al caer en cuenta y cerró sus ojos por unos segundos.
Odiaba los disparos, los odiaba más que nada en el mundo. ¿Qué gracioso, no? Odiar todo lo que tenga que ver con violencia o armas de fuego, pero estar de soldado en las fuerzas armadas. Qué estúpido.
TaeHyung abrió sus ojos y miró cómo todos ya le llevaban una considerada ventaja. Comenzó a correr y como pudo saltó los murales, gateó con cuidado por el lodo que era realmente espeso.
Cuando logró pasar por esa prueba corrió hasta donde tenía que arrastrarse por el suelo mientras que alambres de púas estaban a no muy lejos de su cabeza. Cuando empezó con el entrenamiento no pasó ni el primer alambre y ya su cabello se había enredado en una de las púas.
Desobedecer con el corte de cabello iba a ser un problema a final de cuentas. Cuando ingresó, hizo que le bajaran una cantidad considerable de cabello, sin embargo, no le agradaba quedar "calvo" - literalmente - y por ello, tiene el cabello un poco más arriba que sus compañeros.
— Ahhh, ¡Mierda! — TaeHyung como pudo soltó su mechón de cabello de la púa y continuó, pero ese percance le ocasionó un retraso a la hora de alcanzar a los otros.
Si tan solo se pudiera decir que estaba cerca, pero no, él estaba muy lejos de ellos que casi ni les puede ver. Sabía que no podría ganar esta prueba, así que no tomó mucho esmero en correr tanto, solo hizo todo con normalidad pero tampoco era lento.
Cuando llegó muy cansado vio cómo uno de los chicos de hace un rato le entregaba el pañuelo de color rojo al coronel Jeon. Este, a diferencia del tal Jae y YoonGi, se veía con un físico más apuesto y llamativo.
— Vaya, vaya, no pensé que el soldado Park JiMin ganara la primera prueba — El coronel agarró el pañuelo rojo metiéndolo en el bolsillo derecho de su pantalón — Pero supongo que está bien.
Lo decía porque este tenía un aspecto y modalidades dignas de alguien que es de la alta sociedad. No lo veía como un tipo rudo, sin embargo, ganó la prueba.
— Permiso para retirarme, coronel — Este colocó su mano derecha estirada en la esquina de su frente.
— Permiso concedido, su trabajo será recompensado en los archivos de la base — El soldado dio una leve reverencia.
Park se giró sobre sus talones para volver a su lugar.
— Ahora, ¿Quién llegó en último lugar?
Todos se miraron las caras, pero luego se hicieron a un lado dejando solo a Kim en el medio de todos.
— Ay, Kim TaeHyung, ¿Qué voy a hacer con usted?
TaeHyung mantenía su cabeza gacha pero no por eso dejaba de seguir recto y erguido frente al coronel. Elevó su cabeza lentamente encontrándose con los ojos intimidantes del mayor, pero no apartaría la mirada por ningún motivo. De todas formas, había algo en esos ojos marrones claros que le llamaba la atención.
— Oh, lo está mirando a los ojos.
— No le irá bien.
— ¿Qué piensa que está haciendo?
Se escuchaban muchos cuchicheos y murmullos por parte de los demás soldados.
JungKook seguía sin apartarle la mirada al menor, acumulaba su odio en sus ojos, tratando de que este bajara la vista pero... No fue así, al contrario, seguía más al pendiente.
— ¡Kim TaeHyung!
JungKook gritó fuerte enfrente de la cara del menor, de esta forma fue que este cerró sus ojos por el susto y sus labios temblaron.
— D-diga, coronel Jeon — Las palabras salieron torpes.
— Sin agua ni comida hasta media noche.
— ¿Qu-qué?
JungKook agarró una de las esposas que estaban en la parte trasera de su pantalón, a pesar de que no tuviera nada que ver con algo policial o parecido en el entrenamiento, eso no significaba que no pudiese tener unas. Agarró a Kim de su muñeca arrastrándolo hasta un poste de luz donde colocó las esposas, al igual que en la muñeca de TaeHyung.
— ¡SIN AGUA NI COMIDA HASTA MEDIA NOCHE! — Se dio la vuelta furioso y asesinó a todos con la mirada — Eso es todo señores, vuelvan a sus habitaciones, tienen dos horas de descanso y luego los quiero de nuevo en el campo. ¿¡Entendido!?
— ¡Entendido señor!
Todos se dieron marcha a sus habitaciones.
TaeHyung estaba asustado, había salido de un problema y ahora se encontraba metido en otro. Eran más o menos las once de la mañana - o eso calculaba - debía mantenerse sin comer y sin tomar agua hasta la media noche, esto de verdad que era un infierno.
Todo su cuerpo estaba empapado de lodo y no se sentía del todo cómodo.
— No vuelvas a mirarme a los ojos de nuevo, o te irá peor — De esa forma se fue con sus manos agarradas tras su espalda.
De lujo, ahora ni siquiera "Podía verle a los ojos porque le iría peor". Este tipo estaba demente.
Su único consuelo a estas alturas fue que no lo dejaran amarrado del poste pues, por lo menos, se podía sentar en el suelo.
— Espero que mañana sea mejor — Hizo un puchero.
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