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Ꜥꜥֶָ֢🪖ֶָ֢۫݊˒𐙚 capítulo 46

Los primeros días para visitar a JungKook fueron difíciles, pues MyungHee no quería que su hijo estuviera visitando a aquel hombre que le hizo tanto daño a su TaeHyung.

Si supiera.

Era sábado, mas o menos dos de la tarde y TaeHyung estaba entrando a la prisión y es que era una prisión con toda las de la ley; tenia vigilancia hasta decir basta por cada rincón.

Cuando dijo a quién iba a visitar todos colocaron una expresión de miedo y a TaeHyung le pareció raro aquello, se supone que no deben ponerse tan tensos cuando se trata de un rehén ya que ellos están encerrados y privados de cualquier arma para hacer daño mientras que, los policías tenían acceso a los armamentos y podían hacerle lo que quisieran a los delincuentes.

Sonaba crudo pero era la realidad.

Uno de los guardias le pidió que se quedara allí en el pasillo mientras aquel hombre cruzaba una puerta y la cerraba a su espalda. TaeHyung esperó pacientemente y no pasaron ni cinco minutos cuando el guardia volvió a aparecer y le hizo una seña con la mano para que lo siguiera.

— El detenido, Jeon JungKook quiere que lo vea en su propia celda — Habló de repente él hombre y TaeHyung frunció el ceño mientras caminaba detrás de el.

— ¿No se supone que debo verlo en la sala de visitas? — TaeHyung estaba confundido. De aquí a lo que el sabia no se podía dejar pasar personas a las celdas.

— El señor Jeon tiene ciertas... Atenciones especiales — Ahora estaban caminando por el pasillo donde yacían las celdas de la planta baja, esa prisión era gigante — Ha decidido verlo en su celda y así será.

Apenas los prisioneros vieron aquel chico de cabello negro oscuro como la noche, de bellos labios, con un cuerpo sumamente hermoso muy difícil de ver estos días y menos en una prisión no se contuvieron en llenar las seldas con murmullos. Además de que el chico estaba sonrojado y se le notaba nervioso.

Eso lo hacia ver aún mas comible.

— Hey princesa, estas para darte y no precisamente consejos — Gritó uno de aquellos prisioneros babosos.

— Me encanta tu culo.

— Te ves delicioso bebé.

— Quiero meterte mi polla, princeso.

"Asquerosos de mierda" Dijo para si mismo.

TaeHyung permanecía ignorándolos caminando detrás de su guía sin detenerse ni un instante, su cabeza muy en alto sin demostrar que estaba muerto de miedo, ok, estaban encerrados pero de todas formas le causaban pánico. En esa prisión estaban los peores delincuentes de toda Corea del sur por innumerables crímenes, por alguna razón ellos estaban ahí y por algo era que esa prisión era de alta seguridad.

Los gritos eran escandalosos, los "piropos" morbosos de esos hombres causaron nauseas en Kim. El guardia saco su rolo pasándolo por los barrotes de hierro haciendo un poco de atención, sin embargo, estos perros no dejaban de gritar perversidades.

Subieron unas escaleras para llegar hasta el segundo piso.

No habían celdas, era un pasillo muy largo con puertas. Parecían algún tipo de hotel.

— Por acá — Dijo el guardia y caminaron hasta que llegaron a estar frente una puerta blanca y el guardia dio tres golpes con su rolo en esta — La visita ha llegado.

— Que entre — Se oyó desde adentró la voz tosca, ruda y demandante de JungKook y TaeHyung frunció sus labios al escucharlo.

El guardia se hizo a un lado.

Desde el juicio no hablaban y ya habían pasado casi tres semanas desde aquello, quizás JungKook pensaría que no había querido verlo o algo así pero la verdad era que su posesivo padre no quería que lo viera y por lo que tenia entendido los prisioneros no podían tener celulares dentro de la prisión.

Giro la perilla de la puerta y cuando entró su boca se abrió en asombro. ¡Santo cielo! Esa celda, habitación o lo que sea que fuese era considerablemente grande y por si fuera poco se podría decir que ocupaba dos celdas de las normales. Su vista quedo congelada en cierto hombre acostado en una gran cama llena de edredones.

No tenia camisa y solo llevaba puesto el pantalón negro del uniforme correspondiente de la prisión, era un poco ancho pero igual se le veía bien. Su mano izquierda estaba bajo su cabeza mientras estaba acostado mirándolo. Kim tragó duro.

— Cierra la puerta — Mandó JungKook con un tono frio.

TaeHyung hizo lo pedido y la cerró.

— Ponle pestillo — TaeHyung suspiró antes de asentir dos veces y girarse para colocarle el seguro a la puerta. Escuchó unos pasos que se acercaban cada vez más y más hasta su cuerpo. Se relamió los labios. Su mano aun estaba encima de perilla.

¿Era normal sentirse tan pequeño e indefenso?. Ya se sabe que JungKook era más alto que TaeHyung pero esto iba más allá de solo altura; se sentía como un cordero siendo rodeado por el lobo en medio del bosque.

Él dedo índice de JungKook tocó la nuca expuesta del menor.

TaeHyung dio un saltito y Jeon sonrió ladino. Deslizó su dedo por encima de la camisa gris en la espalda contraria lenta y tortuosamente.

— ¿Por qué no habías venido? — El dedo del mayor llegó hasta el borde del pantalón del menor y sin vacilar siguió su camino pero ahora su dedo medio se unió al recorrido, los abrió en forma de V y ambos dedos se deslizaban por cada glúteo del menor.

Kim cerró sus ojos fuertemente. La sensación no era nueva y no había parte de su cuerpo que el contrario no conociera, pero no dejaba de ser un tanto vergonzosa... Aunque enormemente excitante.

— M-mi padre no estaba de acuerdo en que viniera a visitarte — JungKook recargó su barbilla encima del hombro del menor y mordió el lóbulo de la oreja de este haciendo que TaeHyung mordiera mas fuerte su labio inferior.

— Te extrañaba — Repartió castos besos en su mandíbula.

— Yo también — Sí, de eso no cabía ni la menor duda porque desde el juicio TaeHyung no podía ni siquiera conciliar el sueño por andar pensando en cierto rubio.

Las grandes manos de JungKook apretaron la pequeña cintura del menor para girarlo rápidamente chocándolo contra la puerta sin amabilidad. Él azabache jadeo de dolor y al mismo tiempo de placer. Ambos hombres se miraron de cerca luego de tantos días.

Malditos días.

El deseo estaba en aquel brillo de sus ojos. JungKook lo miró un poco más antes de atacar su cuello con su boca como era debido y TaeHyung ladeo su cuello para que JungKook hiciera lo que quisiera con su cuello. Jeon lamio, besó, succionó y mordió en aquella piel lechosa que tanto le volvía loco. TaeHyung aprovechó aquel momento para poder pasear sus manos sin vergüenza por el pecho desnudo del mayor tan duro y fuerte como siempre.

JungKook se separó del menor y había una pequeña capa de sudor que cubría la frente del menor, sus ojos entrecerrados y llorosos de puro placer. Su mirada quedo clavada en sus labios. Llevo una de sus manos a los cabellos del menor para tirar su cabeza hacia atrás.

Sus labios estaban muy cerca y TaeHyung abrió su boca y saco su lengua un poco, incitando al mayor para que lo besara. JungKook sintió el aliento tibio del menor golpearlo justo en el rostro con su típico olor a caramelo de uva y sin pensárselo dos veces juntó ambas bocas en un beso nada tierno. Más bien era demandante y necesitado.

Kim no podía evitar gemir entre ese fogoso beso chistante y morboso, movían sus cabezas de un lado a otro, Jeon empujaba su boca cada vez más sin poder tener suficiente. Su pene yacía erecto completamente y gracias a que su pantalón de uniforme no era muy grueso... Se notaba a la perfección. TaeHyung igualmente estaba erecto con ganas de ser atendido y calmar el fuego de pasión que lo consumía desde lo mas profundo de su ser.

Él rubio rompió la camisa de botones TaeHyung y estos saltaron por todas partes. Jeon se separo del menor notando sus labios completamente adornados con un color rojizo al igual que sus mejillas, sus grandes manos manosearon el torso desnudo del menor y ambos ahora estaban en las mismas condiciones y las erecciones de los dos hombres palpitaban por atención.

Las agiles manos del mayor desataron el cinturón del menor y seguido su botón, de un solo jalón bajó el pantalón con el bóxer negro de TaeHyung. El menor no necesitó ser ordenado para alzar sus pies y ser despojado por completo de sus ropas inferiores.

Terminó por sacarse su camisa rota sin importarle como iba a salir de ahí ahora que su camisa estaba rota.

Eso no era lo importante ahora.

El mayor acarició las piernas lisas del menor desde sus pantorrillas hasta su ingle. TaeHyung aún tenia puestos sus zapatos y estos eran unos converse negros clásicos con unas medias tobilleras.

Parecía algo así como un colegial y la simple vista hizo que JungKook gruñera de pura excitación que aquella escena le provocaba.

Rodeó el pene de TaeHyung con su mano derecha para empezar a masturbarlo un tanto rápido marcando un ritmo más que delicioso.

Kim se apego más a la puerta como si aquello hubiera sido un fuerte golpe.

Un exquisito golpe.

— O-hh, joder~ — Cerró sus ojos y llevó sus manos a los hombros del mayor mientras que este seguía con su tarea y no apartaba los ojos del pequeño chico que tenia a su merced.

El mayor decidió dejar de masturbar al azabache para alejarse solo un poco y sacar rápidamente su pantalón y bóxer. Cuando dejó su pene en libertad TaeHyung solo pudo mirarlo con hambre. Volvió a besarlo y entonces el menor rodeo la cadera del mayor con sus piernas. Ambos gimieron cuando sus erecciones chocaron.

Sus cuerpos estaban de un color aperlado gracias al sudor que no dejaba de recorrer cada parte de sus cuerpos. JungKook empujó al menor más hacia la puerta haciendo que este respondiera con un chillido de dolor. Sus manos se dedicaban a acariciar la espalda contraria mientras este se retorcía de placer, él dio varias lamidas a los pezones erectos del menor, esos botones rosas endurecidos en su boca eran deliciosos.

— Si... Ahh~ s-si mgh — Gimió tan agudo como solo el lo sabia hacer.

El mayor dejo sus pezones para elevar su rostro hacia TaeHyung.

Por su parte, este se sintió nervioso ante la mirada endurecida del mayor pero en sus ojos seguía aquel placer que él mismo sentía.

No paso mucho tiempo cuando el mayor le mostró dos dedos.

Kim abrió tímidamente su boca, pero Jeon metió los dedos de un solo movimiento haciendo que TaeHyung se quejara un poco. Solo un poco.

Primera vez que veía a JungKook tan rudo y no podía negar que le gustaba.

Él más alto empezó a embestir la boca del menor con sus dedos cada vez más rápido ensalivándolos por completo. La saliva desbordo por la boca del menor resbalando por su quijada, además de sus ojos entrecerrados y su ceño fruncido.

Después de un minuto más o menos Jeon creyó que ya era suficiente y sacó los dedos, los llevó hasta el trasero del menor para abrirse camino entre sus glúteos hasta encontrar su entrada. Metió ambos dedos sin avisar y TaeHyung se arqueo por la conocida sensación de incomodidad y dolor.

— V-vayamos a la cama... Kook — Apenas pudo decir una oración sin gemir como gata en celo. Pensó que quizás JungKook estuviera cansado de tenerlo encima estando de pie.

— No — Dijo tosco, siguió moviendo sus dedos dentro del menor en círculos para dilatar — Siempre quise intentar con esta posición, a las mujeres no les gusta pero a tí si parece gustarte. Eres arriesgado — Sacó los dedos del interior de TaeHyung y masturbó un poco su adolorido miembro — ¿No es así? — TaeHyung asintió — Eso me encanta — Con cuidado llevó la punta de su miembro hasta la entrada del menor y este al sentir entrar solo la punta gimió entre quejas cargadas de placer — ¿Te arrepientes de haberme hundido aquí, en esta cárcel?

TaeHyung proceso mejor la pregunta.

— ¿C-cómo dices?

— Responde lo que te pregunté.

— No.

— No se como sentirme ante eso — Confesó JungKook dando varios besos húmedos por el pecho de TaeHyung.

— No voy a lamentarme; entré a las fuerzas armadas con él propósito de meterte a la cárcel. Sufrí mucho por las cosas que me hiciste pasar y te odie tanto como nunca creí odiar a alguien — Agarro el cabello del mayor tirando su cabeza hacia arriba para que sus miradas se encontrarán — Pero nunca creí que el odio podía convertirse en amor — JungKook torció su boca en una sonrisa que trató de no mostrar pero fue inevitable porque lo que Kim decía era los mismo que a el le pasó.

Se ensaño con el pobre soldado Kim desde su llegada a la base, le hizo pasar muchos malos ratos y humillaciones, lo odiaba a muerte pero con el pasar del tiempo el odio fue perdiendo fuerza y desde que lo besó por primera vez pudo comprobar que estaba cayendo ante esa pequeña alimaña. Y en efecto, cayó.

— ¿No te arrepientes entonces? — Preguntó de nuevo el mayor.

TaeHyung negó.

— Cumplí con mi misión pero para mi era mejor hundirte que verte muerto — JungKook volvió a besarlo castamente en los labios — No me arrepiento de nadgh~... ¡OH JODER!

El mayor entró en el de una sola estocada sin ser brusco pero igual fue sorpresivo para el menor.

Desenredo las piernas del menor de su cadera para pasar sus brazos debajo de estas y tenerlo completamente abierto para el, las piernas de TaeHyung encima de sus brazos hacían todo más fácil para sentir mucho mas de aquel sexo. Jeon dejó caer su frente en el hombro ajeno.

— Es bueno saberlo — Sonrió como él gran idiota que es y empezó con él vaivén de su cadera, sacando y metiendo su miembro en el apretado agujero de TaeHyung.

Kim gemía con cada embestida, sus gemidos eran cada vez más altos cuando JungKook aceleró sus movimientos.

— Eres... E-eres exquisito, tienes un culo delicioso — Jeon susurraba roncamente cerca del oído de TaeHyung y esto hacia que el menor se excite hasta el más alto nivel — Me encanta tu cuerpo, me encanta tu cara de placer — Si, a TaeHyung le gustaba que le hablaran sucio, por lo menos lo acababa de descubrir ahora.

Su cuerpo subía y bajaba rozando su espalda en la puerta con cada movimiento que JungKook hacía para que su cuerpo también se moviera al compás de sus embestidas. Jeon suelta un gruñido cargado de desesperación.

— Mierda, TaeHyung me encanta todo
de ti — Confesó y sus caderas arremetieron fuertes y rápidas embestidas. Sus manos estaban sosteniendo al menor de la cintura y entonces lo hacía de arriba hacia abajo entrando más profundo.

TaeHyung gime sonoramente cuando el mayor consigue su próstata chocando su glande justo ahí. Pierde la cordura y los gemidos ahora son gritos quejosos del mas puro placer.

— A-AH.. Mgh~ ¡SI!, ¡SI! ¡SI! — Simplemente eran un desastre — S-se... Se ¡A-ahh!, se siente tan bien joder ¡MAS! ¡MAS JUNGKOOK!

JungKook embistió con todas sus fuerzas notando como la cara de TaeHyung estaba cubierta de sudor al igual que todo su cuerpo, el cabello le caía en sus parpados dificultándole la vista y su boca abierta dejando escapar suplicas y gemidos.

Imagínense a JungKook con TaeHyung cargado, con sus piernas encima de sus brazos y sus manos en su cintura ayudando al movimiento de su cadera para embestir más profundo. TaeHyung gimiendo sin pudor ni vergüenza alguna mientras su espalda está apegada a la puerta de la habitación y su cuerpo se mueve con cada empuje del mayor, sus cuerpos sudorosos, sus cabellos mojados a causa del mismo, tiene puestos zapatos converse que lo hacen ver como un chico de instituto siendo follado sin piedad.

Era demasiado hermoso y erótico.

El mayor llevó una de sus manos hasta los testículos de color rosa pálido del menor para moverlos sin orden, Kim miró hacia abajo viendo como el gran pene de JungKook entraba y salía de su interior y la sola imagen fue suficiente para hacerlo correr con un gran grito diciendo el nombre de quién ahora seguía embistiéndolo.

Se corrió a varios chorros de semen que salpicaron en el abdomen del mayor.

No pasaron ni cinco segundos cuando ya JungKook se había corrido dentro del menor suspirando de alivio.

Poco a poco fue dejando una pierna del menor en el suelo pero al notar como este casi se cae prefirió cargarlo en forma de princesa hasta llevarlo a la cama. La situación era curiosa, eso mismo hizo la primera vez que follaron.

El mayor se acostó a su lado y ambos se miraron
por unos minutos sin decir nada.

— ¿Si te pido algo... Lo vas a hacer?

— Depende — Dice TaeHyung divertido.

— No quiero que vuelvas a este lugar, no quiero que me sigas visitando.

— ¿Que estas diciendo? — TaeHyung irradiaba terror por su expresión y confusión.

— No quiero que tengas problemas con tu padre, no quiero que sigas viniendo a este lugar. Cuando salga de aquí voy a ser un hombre nuevo, quiero ser alguien digno para ti. El tiempo es bueno ¿Sabes? Solo es un año y un año pasa volando — JungKook se dio cuenta de las lagrimas del menor y se sintió mal por seguir haciendo que llorara. Pero esta seria la ultima, quería tratar bien al menor y hacerlo feliz. No lastimarlo de nuevo — Ambos necesitamos tiempo estudia, trabaja en tus misiones del gobierno pero procura que no sea nada peligroso ¿Vale? Sal a fiestas, diviértete. Solo tienes dieciocho años y debes aprovechar tu juventud. Yo voy a salir de aquí TaeHyung y para cuando lo haga voy a dar todo de mi para que nuestra relación funcione.

TaeHyung seguía llorando como un niño pequeño al que le niegan un dulce sólo que no era muy diferente a la realidad, JungKook le negaba su presencia, de deleitar sus sentidos con aquella presencia imponente que portaba el ex coronel de las fuerzas Armadas, era un desalmado.

Pero en cierta forma sabía que el mayor tenia razón

— Yo estaré aquí pensando siempre en ti porque te amo. Este tiempo va a servir para que ambos decidamos que es lo que queremos y si en realidad nos amamos. Yo sé que te amo y que apenas salga de aquí voy a ir a buscarte por que eres lo único bueno que tengo en la vida, eres lo único que quiero proteger y hacer feliz, pero tu aún sigues Joven y puedes querer algo mejor que yo.

— Tonterías — Se sentó en la cama con sus brazos cruzado dolido y resentido — No puedo amar a nadie más que a ti.

— Entonces para cuando salga de aquí el cinco de Julio a las cinco de la tarde no quiero que vengas a buscarme, yo iré hasta donde vivas... Solo deja la ventana de tu cuarto abierta, si esta está cerrada entonces comprenderé que encontraste a alguien más mientras yo no estaba — Acaricio el brazo de TaeHyung con la yema de sus dedos.

— Ten por seguro que estará abierta — Afirma TaeHyung con un tanto de rudeza.

— Eso es lo que mas deseo — Ambos se miran y sonríen con nostalgia. TaeHyung se lanza encima del mayor para abrazarlo y llorar libremente en su pecho.

— Ni... N-ni siquiera sabes donde voy a vivir cuando salgas — Dijo entre sollozos.

— Voy a saberlo, puedes estar seguro que voy a saber donde estas.

— ¿Me gustaría saber como tienes todas estas comodidades? —Recorrió la habitación con la mirada. Había una gran televisión, una mesa, sillones, la cómoda cama, una puerta al fondo lo que le llevo a la conclusión de que seria el baño y otras cosas más.

— No te creas el gobierno aún me quiere o bueno, por lo menos el presidente me tiene estima. Tengo estas comodidades aunque el respeto que todos me tienen aquí es gracias a que saben quién soy — Sonríe un poco arrogante — Mi entrañable reputación.

— Ya lo suponía, no todos los días tienes cerca al gran Jeon JungKook — Recalco el "gran" — Te Amo JungKook, te amo mucho, recuérdalo cada día que pases en este lugar, recuérdalo antes de dormir, recuérdalo cuando despiertes — El mayor correspondió a su abrazo.

— Yo también te amo alimaña — Ambos rieron por lo bajo —TaeHyung — Llamó el mayor y el azabache al instante fijo su atención en el — Acaríciame el cabello.

— Te gusta mucho eso ¿Eh?

El mayor asiente.

Los dos vuelven a acostarse uno en frente del otro con sus cuerpos cubiertos por los edredones. Kim empieza a pasar su mano por el cabello rubio del mayor con suma delicadeza y el cuerpo del mayor parece como si fuera a derretirse y ve como este tiene una expresión de tranquilidad. En verdad le gustaba que le acariciaran el cabello pero bueno, todos tenemos nuestro fetiche ¿No?

— Voy a extrañarte tanto, JungKook.

— Y yo más, TaeHyung.


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