JaeHyun se sentó al lado de TaeHyung, pero antes sacó un pedazo de algodón y una pequeña botella con alcohol. Kim le miraba curioso, pues de las personas que imaginó que podrían ser las últimas, quien le pasó por la cabeza fue JaeHyun. 

— Acércate — Dijo frío, y TaeHyung se acercó un poco nervioso — Ojalá y no amanezcas peor. 

— ¿Por qué haces esto? — JaeHyun colocó el algodón en la comisura del labio contrario, y el joven soldado se quejó haciendo una mueca de dolor. 

— ¿Qué cosa? — Fingió demencia. 

— Curarme. Ayudarme — JaeHyun siguió limpiando la herida — Sé que no te caigo bien, así que no debes hacerlo y menos si es por lastim... 

— ¿Puedes cerrar la jodida boca? No me dejas desinfectar esta mierda bien. Sería de mucha ayuda si lo haces — Su mirada fue tan cruel que TaeHyung solo hizo un puchero sin darse cuenta — Lo hago porque así como tú lo hiciste en un principio conmigo, sin que yo siquiera lo pidiera, te lo pagué cuando quedaste desnudo frente a todos. 

El azabache se ruborizó al recordar ese bochornoso momento. Agradecía que fuera de noche para que Song no notara sus mejillas rojas. 

— Y ahora lo hago yo sin que me lo pidas. Sé que luego me lo pagarás. 

Song siguió en lo suyo. TaeHyung no se sentía del todo mal. JaeHyun parecía ser el único sincero - a su manera -, quien no parecía querer comérselo con la mirada y nunca pronunciaba palabras sucias o irrespetuosas como los otros. 

JungKook POV

Salí a buscar a TaeHyung y me encuentro con la escena de que el soldado Song está curándole la herida. ¡Bah! De seguro por eso no quería que lo curara yo, porque Song lo haría. 

¡No! ¡No! Y eso no es lo peor. Lo peor de la jodida situación es que yo estaba preocupado por él. Aún de la locura que le dio hace rato, yo voy a buscarlo y me encuentro con esto en la orilla de la playa y lo peor, TaeHyung no hace nada para alejarlo. 

Me devuelvo por donde vine hacia mi habitación, azotando la puerta al entrar. Pero ¿qué se puede esperar de los gays? No les basta con follar con uno. ¡NO! Para ellos no es suficiente y por eso buscan a uno y a otro y a otro. 

— ¡Ahh! — Grito y estrello mi puño contra la primera pared que encuentro. 

Puedo sentir el dolor en mis nudillos, al igual que siento la rabia revolverme hasta la última célula de mi cuerpo. 

— ¡Maldita sea! ¿Qué es lo que estoy diciendo? 

Espera un momento... ¿Por qué estoy reaccionando así? Esto no debería afectarme en nada. Sabía en lo que me estaba metiendo desde un principio, con un hombre. Un hombre gay hermoso. 

Esto es desesperante y, por un momento, ni yo mismo me reconozco. Todo es confuso, y lo único que quisiera hacer ahora es agarrar el arma que tengo en mi cajón, meterle dos balas para matar a aquellos dos estúpidos y... ¿Matarlos? ¿Por qué? 

Jeon JungKook, ¿en serio estás pensando en matarlos por eso? TaeHyung no es nada tuyo, no son pareja y él puede hacer lo que quiera, así como tú también puedes hacerlo. Él no me ha sido infiel ni nada, porque no tenemos nada más que solo ratos de placer. 

Porque yo sigo siendo el coronel Jeon JungKook, al que todos le deben respeto, y él solo es Kim TaeHyung, un simple soldado del montón. 

JaeHyun terminó de curar a TaeHyung y ambos permanecieron en silencio, viendo las pequeñas olas del mar, escuchando ese sonido único de las olas y el viento mezclarse. 

— Deberías alejarte del coronel Jeon — JaeHyun rompió el silencio. 

TaeHyung lo miró con el ceño fruncido. 

— ¿A qué te refieres? 

— Sabes a lo que me refiero. Su relación está más allá de ser una de coronel a soldado — Song seguía sereno y tranquilo, disfrutando de la vista al mar. 

— ¿Y qué sabes tú de eso? — A diferencia del mayor, TaeHyung estaba poniéndose histérico. 

— Sé lo suficiente como para exigirte que te alejes de él — Cerró sus ojos disfrutando del sonido de las olas. Prácticamente hacía de cuenta que Kim no estuviera ahí, pero igual le prestaba atención y le respondía. 

— ¡T-tú no eres nadie para exigirme nada, Song! — Alzó la voz. 

JaeHyun abrió sus ojos cansado y suspiró, porque toda esta situación era tan aburrida. 

— ¿Acaso tu hermano no tiene derecho a exigirte nada? 

TaeHyung parpadeó lentamente. 

— ¿Q-qué has dicho? — Su voz tembló. Por supuesto que escuchó muy bien lo que Song dijo, pero esto no podía ser cierto, joder. 

— Soy NamJoon, hijo mayor de Kim MyungHee y Kim GongYoo, tu hermano — Giró su rostro para mirar a TaeHyung de forma inexpresiva. 

TaeHyung negó repetidas veces, como si esto fuera algún tipo de sueño. Tanto tiempo buscando a su hermano, y era quien menos pensaba. No recordaba mucho a su hermano, pero ahora que comparaba a Song con las pocas fotos que su madre tenía guardadas de NamJoon, sí tenían cierto parecido. 

En realidad, eran la misma persona. 

TaeHyung creía que moriría por tantas emociones acumuladas. ¿Debía abrazarlo? ¿Debía decirle que su hogar dejó de ser feliz desde que desapareció? ¿Debía llorar en su hombro y decirle que lo ama y recuerda sus buenos tratos? ¿Debía decirle que le hizo falta estos diez años? 

El azabache parecía bloqueado y, como si fuera un robot controlado por alguna fuerza no propia, se levantó casi sin equilibrio y fue hasta la base sin mirar atrás, quedándose en blanco. 

— Sigues siendo tan tonto — JaeHyun se acostó en la arena y cerró sus ojos, recordando cierto niño de piel bronceada y grandes labios llamarlo con frases como: "Joon, vamos a jugar" o "¿Tú me quieres? Porque yo sí". TaeHyung seguía siendo TaeHyung. Aunque pasaran tantos años, su iluso hermano seguía aquí — Demasiado tierno e inocente.