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Ꜥꜥֶָ֢🪖ֶָ֢۫݊˒𐙚 capítulo 19

JungKook salió donde estaban los demás soldados antes de seguir con el entrenamiento. Estos permanecían hablando en la entrada de la base. Se acercó y estos, de inmediato, se pusieron firmes.

— El soldado TaeHyung sufrió un desmayo, así que no podrá acompañarlos en el entrenamiento — Ni siquiera sabe por qué hace esto por ese pequeño idiota que lo esperaba en el baño.

— ¿Está muy mal? — YeSung se le notaba preocupado por la situación — ¿Dónde está, coronel?

JungKook quedó en silencio por unos segundos.

— Está en mi oficina. Por lo que tengo entendido, el doctor YoJun está atendiendo a otros soldados, así que no sería muy conveniente molestarlo ahora. Cuando termine, yo mismo me encargaré de que Kim llegue a la enfermería — Todos asintieron y JungKook rogaba para que estos no tuvieran algún pensamiento sobre emparejarlos.

— Ojalá y mejore pronto — Susurró JaeHyun mirando al suelo inexpresivo, detrás de los otros soldados, pero estos de igual forma le escucharon. Todos asintieron.

— Bueno, soldados — Estos volvieron su mirada al coronel — Esto es todo lo que tenía que informarles. Aprovechen su descanso y nos vemos dentro de dos horas.

Los soldados asintieron algo decaídos. Todos tenían sentimientos hacia Kim. JungKook giró sobre sus talones con rumbo al baño, donde estaba el azabache. Kim ni siquiera estaba desmayado o algo así, pero de igual forma mintió para que no entrenara y se exigiera más. ¿Qué estaba mal con él para mentir por ese pequeño tonto?

Abrió la puerta del baño, encontrando a TaeHyung tapado por la toalla envuelta en su cadera. Permanecía sentado encima del inodoro, y la parte superior de su cuerpo recostado en la tapa. Estaba dormido.

"Estupendo", rueda sus ojos sarcásticamente.

— Pequeño idiota — Jeon susurró al verle dormir, se notaba muy cansado.

No sabía qué hacer, pues los soldados pensaban que TaeHyung estaba desmayado o por lo menos inconsciente. JungKook no podía dejarlo así y que metiera la pata mostrándose normal, como si nada. Aunque no le hubiera pasado nada, él no podía quedar al descubierto, ya que no podría explicar los hechos. ¿Por qué dejó a Kim fuera del entrenamiento? Él no sabía cómo responder ante eso. No podía dejarlo ahí.

Con cuidado se acercó al menor, podía detallarlo; sus pestañas eran muy negras y largas, sus mejillas parecían ser muy suaves, su cuello era fino y denotaba suavidad que solo un simple tacto podría dejarle marcas. El torso era marcado, pero no llegaba a ser como el de los demás soldados. Sus piernas permanecían descubiertas y se podía decir que eran fuertes, pero aún así se veían delicadas.

Es lindo y no lo niega. Pero tenía que dejar de mirarlo tan perdidamente, ya que el tiempo transcurre y los soldados podrían notar que Kim estaba ahí.

Lo pensó un poco, no quería despertarlo, así que pasó uno de sus fuertes brazos detrás de la espalda del menor y su otro brazo por la parte baja de su rodilla, dispuesto a cargarlo en forma de princesa. TaeHyung se removió un poco entre sus brazos, pero aún así no se despertó. Al contrario, se dejó caer mejor sobre el pecho fuerte del rubio, y este le miró con el ceño fruncido desde su altura. Kim parecía un bebé en busca de calor.

Sin dudar, salió del baño con rumbo a su habitación, que, por suerte, estaba fuera de la base, ya que era una habitación amplia para mantener la seguridad del coronel. Por si algún día llegase un ataque a la base, esta permanecería fuera del incidente, con tal de que no fuera un ataque con dirección a su habitación. Quedaba un tanto alejada, pero no mucho.

Llegó y abrió la puerta, cerrándola con una patada hacia atrás. Su cama, perfectamente arreglada, al igual que todas sus demás pertenencias en repisas, cajones y armario.

Dejó con cuidado a Kim en la cama y este se removió al sentir el suave colchón, muchísimo más suave que las camas de los soldados, que no eran más que unas rocas... Literalmente.

Se colocó de lado en la cama y su toalla se soltó, dejando expuestas sus nalgas. JungKook se mordió el labio inferior.

Con cuidado se acercó, colocándose de rodillas frente a la cama. Kim le daba la espalda y pudo admirar mucho más de cerca su perfecto y abultado trasero... Tan apetecible.

No pudo retener las ganas de llevar sus dedos hacia la espalda suave del menor, recorriéndola desde el cuello hasta la mitad. Si Kim despertaba... Estaría en aprietos.

Pero no paró, sino que siguió más abajo para tocar esas perfectas nalgas. Al tocarlas, sintió su miembro ponerse duro de más a más con el tiempo... Esto era tan prohibido y tan incorrecto que solo avivaba mucho más el deseo que nunca pensó tener hacia un hombre. No pudo evitar abrir toda su mano para dar un delicioso apretón en el glúteo derecho del menor. Se movió un poco y salió un jadeo de este. Eso aumentó mucho más la calentura en su pene, y con su mano libre acarició una de sus piernas.

TaeHyung tenía rato despierto, no sabía dónde estaba, pero sabía que el coronel lo llevó allí. Tenía ganas de salir corriendo por el miedo, sin embargo, cuando sintió la mano del mayor tocarle, era tan excitante que solo quedó bloqueado y se dejó hacer. El apretón en su nalga le sacó un jadeo y solo esperaba que JungKook no notara que estaba despierto. Sus ojos permanecían abiertos por la sorpresa y la gran pregunta:

"¿Por qué el coronel hace esto si me odia?" Esa pregunta merodeaba por su cabeza.

Las caricias pasaron de ser simples caricias a apretones exigentes y calientes. Las manos del coronel eran callosas, ha de ser por su trabajo y las innumerables batallas, pero ¡Joder! Eran tan fuertes que TaeHyung estaría dispuesto a que estas hicieran con él lo que quisieran.

El pene de TaeHyung estaba despierto y necesitado, el coronel Jeon le hacía poner tan caliente. Se suponía que estaba dormido, por lo cual no podía darse placer a sí mismo.

Jeon se acercó al cuello de TaeHyung, chocando su aliento caliente en este, pero algo le llamó la atención, y era el hecho de que Kim mantenía sus ojos abiertos mientras tenía sus labios fruncidos. El corazón de TaeHyung se aceleró un montón al saber que JungKook tenía sus ojos puestos en él. Fue descubierto.

— ¿Co-coronel Jeon? — Alzó su mirada encontrándose con la del mayor, que ahora acariciaba su pecho. Se había duchado hacía solo minutos, y ahora estaba ahí, sudando — ¿Q-qué hace?

JungKook pasó su lengua por sus labios, mojándolos, ya que los sentía secos. Su miembro molestaba bajo sus pantalones, y TaeHyung parecía muy nervioso ante la situación.

— Nada, no hago nada, TaeHyung — Se alejó del menor y este se sentó mejor en la cama, tapando con la toalla su erección. Su cara estaba caliente mientras miraba al coronel alejarse hasta la puerta — No salgas por ningún motivo. Por ninguno — Su voz salió ruda.

— ¿Po-por qué? — Balbuceó.

— Porque yo lo digo.

— ¿Y el entrenamiento?

— No asistirás hoy.

Oh, genial.

TaeHyung se quedó quieto en la cama mientras el coronel salía del cuarto que el desconocía. Estaba muy bonito y nada parecido a las habitaciones de los soldados.


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