CAPITULO 9
Después del entrenamiento tan fuerte que tuvieron, se les otorgo el permiso a los soldados para que entraran a la base, se alistaran y almorzaran. Ya todos dentro fueron a ducharse en la ducha que todos debían compartir. Jimin, por otro lado, se escabulló de todos sus compañeros, con sus artículos de aseo personal.
Ya que todos tenían que compartir el mismo baño a el no le quedaba de otra que ir al pequeño baño que estaba en la parte trasera. Estaba haciendo eso desde que hace mas o menos un día y por suerte nadie lo ha visto.
Por la mala relación con los susodichos, él no se arriesgaba a compartir el mismo baño que ellos y pues, no le quedaba de otra que buscar otro lugar lejos. Pero no es como si quisiera bañarse mientras una gran multitud de hombres le veían, todos tendrían que estar desnudos y esa idea no le gustaba para nada al pelinegro, menos que nada, no quería que sus acuerpados y musculosos compañeros miraran su cuerpo pequeño, débil y nada proporcionado. No quería que se burlaran de él.
No otra vez.
Cuando tuvo su uniforme limpio, sus artículos y se sintió lo suficientemente preparado procedió a correr y llegar a adentrarse al lugar. Al entrar, como este era pequeño, dejó sus cosas afuera en el suelo porque si metía la ropa estas se mojarían. Por suerte nadie le vió.
O eso creía el.
Jeon Jungkook tenía una sonrisa malvada posada en sus labios, también le miraba desde lejos entrar al baño del coronel (En este caso, su mismo baño) Sí, exacto, ese era el baño del Coronel Jungkook ya que por ser un coronel él no debía compartir baño con los soldados.
Se acercó, chasqueando su lengua en negación.
--Mal, mal, mal... muy mal Park--...--Se inclinó un poco para coger las ropas de este en sus manos--...--No debiste entrar a mi baño.--
Sonrió y antes de que este abriera la puerta se alejo un poco. Jimin la abrió solo un poco para agarrar el jabón y volver a cerrar la puerta.
Jungkook se fue adentro con una enorme sonrisa de oreja a oreja, de repente se le ocurrió una brillante idea; Cuando llegó a su oficina lanzó la ropa de Park en uno de los sillones y procedió a tirarse cómodamente en su silla de escritorio para poner en marcha el siguiente plan: Agarró el micrófono del parlante que se encontraba dentro de la base, lo encendió, dio tres toques con sus dedos para asegurarse de que se escuchara. Ya estando todo listo habló...
--Soldados, los quiero ahora en sus puestos frente a la playa.—
De esa forma apagó el micrófono y miró a su computador las cámaras de todo el territorio de entrenamiento pero cambió solo a una cámara en especial, en este caso, era la que mostraba el pequeño baño (solo por fuera) y estuvo expectante de cuando Park saliera poder ver gustoso todo desde las cámaras.
Por otro lado...
Jimin se sentía mas relajado después de la ducha que se dio, era tan delicioso estar limpio después del ejercicio tan cansado de la mañana. Cerró la llave, abrió la puerta solo un poco para poder agarrar la toalla y secarse pero no sintió nada más que el suelo. Su corazón se aceleró.
No podía ser cierto, el miedo lo envolvió.
Abrió mas la puerta percatándose de que no estaba ni su toalla ni su ropa.
--¿Ahora qué hago?—
Jungkook miraba con atención la cámara esperando que Park saliera y poder disfrutar de todo el show donde él fue la mente maestra. Jeon no podía verle hasta que no saliera por completo del baño.
Jimin acababa de bañarse pero ahora sudaba frío. De verdad que la vida lo odia.
Pero debía salir y si su memoria no le fallaba ahora todos debían estar comiendo el almuerzo. Tomó aire en sus pulmones, se armó de valor, abrió la puerta y se echó hacia afuera en puntillas para no lastimar sus pies con las piedras. Se dispuso a medio correr.
Cuando llegó a la parte delantera de la base paró en seco, quedó helado. Que lo jodan ¡¿Qué carajos?!
Sus mejillas se tiñeron de un color carmesí al ver como todos sus compañeros estaban formados en sus respectivos puestos. Todas las miradas de estos recayeron en él, haciéndolo desfallecer de vergüenza por el incómodo momento. Nunca nadie lo había visto desnudo y menos más de cien hombres. Se sentía intimidado, la verdad no le quedó de otra que cubrir su hombría con sus brazos y parte de su abdomen, se colocó de lado encogiendo sus piernas para no hacerse notar mucho aunque era casi imposible.
Todos por alguna rara razón no podían quitarle la vista a Park ¿y como? pues, el chico que mas odiaban en toda la base tenía un cuerpo prácticamente igual al de una chica. Una sexy chica de cuerpo mas pronunciado.
De repente el momento se volvió algo turbio para todos y el calor llego justo a su hombría. Admiraban su pequeña cintura, su piel con gotas de agua al igual que su cabello a medio crecer permitiendo que varias hebras cortas cayeran desparramadas en su frente, sus delgados brazos, su pequeño cuello, sus piernas, sus muslos bien formados, sus labios carnosos que temblaban por el frío, su expresión nerviosa, sus mejillas rojas y su trasero... Ese trasero bien llamativo y de un buen tamaño.
Todos se imaginaron por un momento tocándolo, con la simple imagen viva en sus cabezas que los hizo fantasear.
El único ruido que se escuchó en ese intenso momento fueron las pisadas de Min abandonando su puesto. Se acercaba al pelinegro y este solo bajó su cabeza esperando alguna burla por parte del piel pálida. Cuando estuvo frente a él Jimin se sentía pequeño a pesar de que él y el contrario compartían casi la misma estatura, pero no podía dejar de sentirse intimidado por todos en ese lugar... se sentía pequeño hasta de una hormiga. Min, por otro lado, sacó su chaqueta (que le quedaba un poco grande) y se la colocó por la parte de la espalda para cubrirlo a lo que Jimin le miró extrañado.
--No creas que me preocupo por ti o que me interesas, porque no es así, yo solo te estoy devolviendo el favor de aquella noche--...--Se fue de nuevo a su lugar sin expresión en el rostro.--
Jimin debía salir de allí lo mas rápido posible, así que entró corriendo a la base después de el momento mas incómodo en toda su vida.
El plan de Jungkook había fracasado. Todos sabían que Jimin poseía una cara bonita, pero no imaginaron que esa cara bonita tuviera un precioso y escultural cuerpo justo bajo ese holgado uniforme de militar. Todos se sorprendieron.
Hasta el mismo Jungkook quedó con la boca abierta, hasta creía no haber parpadeado mientras lo miraba y eso que solo era por el computador. No salía del shook.
Pero eso no estaba bien.
Él odiaba a Jimin, no toleraba a los gays y le encantaban las mujeres.
¡Pero Mierda! Jimin tenia un cuerpo delicado, de no ser por el miembro entre sus piernas fácilmente le confundirían, más que todo por sus facciones suaves.
Algo andaba mal.
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